Diferencia entre revisiones de «Novela pastoril»

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La '''novela pastoril''' es un subgénero narrativo [[épica|épico]] que se configuró históricamente en el [[Renacimiento]] a partir de la aparición de la ''[[Arcadia (Sannazaro)|Arcadia]]'' del italiano [[Jacopo Sannazaro]].
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== Origen y evolución del género ==
La novela pastoril refleja la visión idealista y poco realista del [[Renacimiento]], su espíritu estilizado y su [[platonismo]]. La temática es siempre amorosa y ofrece una visión estática de la naturaleza. Latacan especialmente ''[[Los diez libros de Fortuna de Amor]]'' de [[Antonio de Lofraso]] (1573), ''[[El pastor de Fílida]]'' (1582) de [[Luis Gálvez de Montalvo]], ''[[La Galatea]]'' (1585) de [[Miguel de Cervantes]], ''[[Desengaño de celos]]'' (1586) de [[Bartolomé López de Enciso]], ''[[Ninfas y pastores de Henares]]'' (1587) de [[Be
Existía ya una amplia tradición anterior que viene de la [[literatura pastoril]], centrada en torno al subgénero lírico de la [[égloga]] o poema; la mayoría de las veces consistía en un diálogo en que diversos pastores idealizados se cuentan sus amores, afortunados o no. La égloga o [[idilio]] pastoril nació con el poeta griego [[Teócrito]], quien fue seguido en este género por el también griego [[Mosco de Siracusa|Mosco]] y el poeta romano [[Virgilio]], quien innovó al hacer de sus pastores trasunto de personajes reales de su entorno: [[Cayo Cilnio Mecenas|Mecenas]], el emperador [[Augusto]] etc. Posteriormente, en la [[Edad Media]], [[Giovanni Boccaccio]] compuso algunas [[prosas]] narrativas de tema pastoril y eglógico, como el ''Ninfale d'Ameto'' y el ''Ninfale Fiesolano''. Pero será Jacopo Sannazaro quien, en su ''Arcadia'' (1504, traducida al castellano en 1549), configure definitivamente el género como un argumento narrativo entreverado de composiciones o canciones en verso de tema amoroso entonadas por los pastores.

La novela pastoril refleja la visión idealista y poco realista del [[Renacimiento]], su espíritu estilizado y su [[platonismo]]. La temática es siempre amorosa y ofrece una visión estática de la naturaleza. La narración es morosa y lenta y la acción, que es sin embargo embrollada, se desenvuelve con premiosidad ya que lo que importa fundamentalmente es el análisis de los sentimientos y pasiones de los personajes y la descripción del paisaje natural. Por otra parte, son frecuentes las interrupciones con digresiones de todo género o incluso con otras historias ajenas a la acción principal, aparte de los constantes versos intercalados.

Ya hay elementos típicos del género bucólico en las églogas de [[Garcilaso de la Vega]], que había asistido a la [[Academia Pontaniana]] de Nápoles y conocía por ello muy bien la obra de su miembro ''Actius Sincerus'', (Jacopo Sannazaro). Así se muestra en los diálogos de Salicio y Nemoroso. También hay elementos pastoriles en los capítulos finales del [[Amadís de Grecia]] (1530) de [[Feliciano de Silva]], donde se relata cómo el príncipe Florisel de Niquea se hizo pastor y adoptó el nombre de Laterel Silvestre por amor de la pastora Silvia. Pero el género pasó a España ya configurado de la mano de los siete libros de la italianizante ''Diana'' (1559) del portugués que escribía en castellano [[Jorge de Montemayor]]. La obra alcanzó un enorme éxito y se tradujo y fue imitada en toda Europa (por ejemplo, la ''Astrea'' de [[Honoré d'Urfé]] en Francia y, también en este mismo país, pero ya en el siglo XVIII, la ''Estela'' de [[Jean Pierre Claris de Florián]], etc.). El género se nacionalizó después con la ''Diana'' de [[Alonso Pérez]] y la ''[[Diana enamorada]]'' (1564) de [[Gaspar Gil Polo]], que son continuaciones de la obra de Montemayor, la segunda de ellas ambientada en el paisaje valenciano. En la obra de Gil Polo, además, se ensaya la introducción de nuevos metros. EE

El género tuvo gran cantidad de seguidores. Destacan especialmente ''[[Los diez libros de Fortuna de Amor]]'' de [[Antonio de Lofraso]] (1573), ''[[El pastor de Fílida]]'' (1582) de [[Luis Gálvez de Montalvo]], ''[[La Galatea]]'' (1585) de [[Miguel de Cervantes]], ''[[Desengaño de celos]]'' (1586) de [[Bartolomé López de Enciso]], ''[[Ninfas y pastores de Henares]]'' (1587) de [[Bernardo González de Bobadilla]], ''[[El Pastor de Iberia]]'' de [[Bernardo de la Vega]] (1591), ''La Arcadia'' (1598) de [[Félix Lope de Vega]], ''La constante Amarilis'' (1607) de [[Cristóbal Suárez de Figueroa]] y el ''Siglo de Oro en las selvas de Erifile'' (1608) de [[Bernardo de Balbuena]], que supone un retorno a la tradición italianizante del género en castellano. Hubo incluso versiones "a lo divino", como ''Los pastores de Belén'', 1612, de [[Lope de Vega]]. Después entró en crisis.

== Bibliografía ==
*[[Juan Bautista Avalle-Arce]], ''La novela pastoril española''. Madrid: Istmo, 1975 (2.ª edición, corregida y muy ampliada entre otras cosas con un estudio sobre Bernardo de la Vega y ''El pastor de Iberia'')
*[[Francisco López Estrada]], ''libros de pastores en la literatura española'' Madrid: Gredos, 1974.

[[Categoría:Novela (género)]]

[[ca:Novel·la pastoril]]
[[de:Schäferroman]]
[[de:Schäferroman]]
[[fr:Roman pastoral]]
[[fr:Roman pastoral]]

Revisión del 17:58 1 feb 2010

La novela pastoril es un subgénero narrativo épico que se configuró históricamente en el Renacimiento a partir de la aparición de la Arcadia del italiano Jacopo Sannazaro.

Origen y evolución del género

Existía ya una amplia tradición anterior que viene de la literatura pastoril, centrada en torno al subgénero lírico de la égloga o poema; la mayoría de las veces consistía en un diálogo en que diversos pastores idealizados se cuentan sus amores, afortunados o no. La égloga o idilio pastoril nació con el poeta griego Teócrito, quien fue seguido en este género por el también griego Mosco y el poeta romano Virgilio, quien innovó al hacer de sus pastores trasunto de personajes reales de su entorno: Mecenas, el emperador Augusto etc. Posteriormente, en la Edad Media, Giovanni Boccaccio compuso algunas prosas narrativas de tema pastoril y eglógico, como el Ninfale d'Ameto y el Ninfale Fiesolano. Pero será Jacopo Sannazaro quien, en su Arcadia (1504, traducida al castellano en 1549), configure definitivamente el género como un argumento narrativo entreverado de composiciones o canciones en verso de tema amoroso entonadas por los pastores.

La novela pastoril refleja la visión idealista y poco realista del Renacimiento, su espíritu estilizado y su platonismo. La temática es siempre amorosa y ofrece una visión estática de la naturaleza. La narración es morosa y lenta y la acción, que es sin embargo embrollada, se desenvuelve con premiosidad ya que lo que importa fundamentalmente es el análisis de los sentimientos y pasiones de los personajes y la descripción del paisaje natural. Por otra parte, son frecuentes las interrupciones con digresiones de todo género o incluso con otras historias ajenas a la acción principal, aparte de los constantes versos intercalados.

Ya hay elementos típicos del género bucólico en las églogas de Garcilaso de la Vega, que había asistido a la Academia Pontaniana de Nápoles y conocía por ello muy bien la obra de su miembro Actius Sincerus, (Jacopo Sannazaro). Así se muestra en los diálogos de Salicio y Nemoroso. También hay elementos pastoriles en los capítulos finales del Amadís de Grecia (1530) de Feliciano de Silva, donde se relata cómo el príncipe Florisel de Niquea se hizo pastor y adoptó el nombre de Laterel Silvestre por amor de la pastora Silvia. Pero el género pasó a España ya configurado de la mano de los siete libros de la italianizante Diana (1559) del portugués que escribía en castellano Jorge de Montemayor. La obra alcanzó un enorme éxito y se tradujo y fue imitada en toda Europa (por ejemplo, la Astrea de Honoré d'Urfé en Francia y, también en este mismo país, pero ya en el siglo XVIII, la Estela de Jean Pierre Claris de Florián, etc.). El género se nacionalizó después con la Diana de Alonso Pérez y la Diana enamorada (1564) de Gaspar Gil Polo, que son continuaciones de la obra de Montemayor, la segunda de ellas ambientada en el paisaje valenciano. En la obra de Gil Polo, además, se ensaya la introducción de nuevos metros. EE

El género tuvo gran cantidad de seguidores. Destacan especialmente Los diez libros de Fortuna de Amor de Antonio de Lofraso (1573), El pastor de Fílida (1582) de Luis Gálvez de Montalvo, La Galatea (1585) de Miguel de Cervantes, Desengaño de celos (1586) de Bartolomé López de Enciso, Ninfas y pastores de Henares (1587) de Bernardo González de Bobadilla, El Pastor de Iberia de Bernardo de la Vega (1591), La Arcadia (1598) de Félix Lope de Vega, La constante Amarilis (1607) de Cristóbal Suárez de Figueroa y el Siglo de Oro en las selvas de Erifile (1608) de Bernardo de Balbuena, que supone un retorno a la tradición italianizante del género en castellano. Hubo incluso versiones "a lo divino", como Los pastores de Belén, 1612, de Lope de Vega. Después entró en crisis.

Bibliografía

  • Juan Bautista Avalle-Arce, La novela pastoril española. Madrid: Istmo, 1975 (2.ª edición, corregida y muy ampliada entre otras cosas con un estudio sobre Bernardo de la Vega y El pastor de Iberia)
  • Francisco López Estrada, libros de pastores en la literatura española Madrid: Gredos, 1974.