Diferencia entre revisiones de «Revelación divina»

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*[http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19651118_dei-verbum_sp.html Constitución ''Dei Verbum'' del Concilio Vaticano II sobre la Divina Revelación]
*[http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19651118_dei-verbum_sp.html Constitución ''Dei Verbum'' del Concilio Vaticano II sobre la Divina Revelación]
* [http://www.zenit.org/article-29988?l=spanish Benedicto XVI: Escritura y Tradición son el fundamento de la fe]
* [http://www.zenit.org/article-29988?l=spanish Benedicto XVI: Escritura y Tradición son el fundamento de la fe]
* ¿Cómo estudiar la Biblia? Pedro Puigvert


[[Categoría:Teología católica]]
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Revisión del 15:05 28 ene 2010

La Revelación Divina en la Sagrada Escritura es inspirada por Dios, por tanto el autor principal es Dios y el secundario el hombre; en el Catolicismo la Iglesia Católica es la encargada de interpretar la Sagrada Escritura y la Sagrada Tradición.

Mediante la razón natural, el hombre puede conocer a Dios con certeza a partir de sus obras. Pero existe otro orden de conocimiento que el hombre no puede de ningún modo alcanzar por sus propias fuerzas, el de la Revelación divina (cf. Concilio Vaticano I: DS 3015). Por una decisión enteramente libre, Dios se revela y se da al hombre. Lo hace revelando su misterio, su designio benevolente que estableció desde la eternidad en Cristo en favor de todos los hombres. Revela plenamente su designio enviando a su Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo, y al Espíritu Santo.

Dispuso Dios en su sabiduría revelarse a sí mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad, mediante el cual los hombres, por medio de Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso al Padre en el Espíritu Santo y se hacen consortes de la naturaleza divina (DV 2).

Dios, que "habita una luz inaccesible" (1 Tm 6,16) quiere comunicar su propia vida divina a los hombres libremente creados por él, para hacer de ellos, en su Hijo único, hijos adoptivos (cf. Ef 1,4-5). Al revelarse a sí mismo, Dios quiere hacer a los hombres capaces de responderle, de conocerle y de amarle más allá de lo que ellos serían capaces por sus propias fuerzas.

El designio divino de la revelación se realiza a la vez "mediante acciones y palabras", íntimamente ligadas entre sí y que se esclarecen mutuamente (DV 2). Este designio comporta una "pedagogía divina" particular: Dios se comunica gradualmente al hombre, lo prepara por etapas para acoger la Revelación sobrenatural que hace de sí mismo y que culminará en la Persona y la misión del Verbo encarnado, Jesucristo.

San Ireneo de Lyon habla en varias ocasiones de esta pedagogía divina bajo la imagen de un mutuo acostumbrarse entre Dios y el hombre: "El Verbo de Dios ha habitado en el hombre y se ha hecho Hijo del hombre para acostumbrar al hombre a comprender a Dios y para acostumbrar a Dios a habitar en el hombre, según la voluntad del Padre" (haer. 3,20,2; cf. por ejemplo 17,1; 4,12,4; 21,3).

A la comunicación de Dios con el hombre para salvarlo se le llama revelación. Dios se revela a los hombres que éstos tengan conocimiento de su voluntad y lo adoren correctamente, y así quedara una norma de conducta fijajada que viene de fuera de los hombres. Sin revelación las cosas que pertenecen al fturo serían una incógnita.

1. La Biblia es la revelación de Dios

El acto revelador de Dios o proceso normal de darse a conocer a quedado regustrado en un libro, la Biblia, para que puedan conocerle las generaciones sucesivas y no solamente aquellos que recibieron su mensaje la primera vez.

2. Dios se reveló al hombre antes de la caída

El hombre fue creado a imagen y semajanza de Dios (Génesis 1.26) y, por tanto, con posibilidad de tener comunión con su Creador. Puede que Dios se revelara a Adán, de manera personal, en el huerto del Edén (Génesis 1.28-30). Con la caída de Adán, entró el pecado en el mundo y se alteró la comunión que el ser humano mantenía hasta entonces con su Hacedor.

3. Dios se reveló al Hombre después de la Caida

Los resultados del pecado en el hombre han tenido consecuencias trágicas. Ha visto ocurecida su mente de tal modo que, sin la intervención de Dios, su conocimiento del Creador quedaría muy reducido. No es que el hombre esté incapacitado para conocer la verdad de Dios, pero ha quedado limitado y de ahí que la revelación se haga del todo necesaria.

  • Adán y Eva se esconden de la presencia de Dios, con temor; y Dios le habla después de haber desobedecido (Génesis 3.8-24).
  • Caín, le primer homicida escucha la maldición divina (Génesis 4.6-16).
  • Noé, que halla gracia delante del Señor es hecho partícipe del juicio que va a sobrevenir a la tierra (Génesis 6.13-9.17)

Y así se revela a los patriarcas, a Moisés, a los profetas para finalente hablarnos por el Hijo y sus apoóstoles (Hechos 1.1-2, 1Tesalonicenses 2.13).

4. Propósito de la Revelación

El objetivo es descubrir la gloria de Dios y en su declaración dar a conocer al hombre la redención obrada en Cristo y que se puede recibir por medio del Espíritu Santo.

  • La naturaleza, manifiesta la gloria de Dios (Salmos 19.1)
  • Jesucristo, revela la gloria de Dios (Juan 1.14)
  • El juicio final, declara la gloria (Apocalipsis 14.7)

5. Divisiones de la Revelación

La Revelación se puede ver bajo dos aspectos:

  • Revelación General o Natural: es aquella en la que Dios se manifiesta a través de la naturaleza o cosas creadas y va dirigida a todos los hombres, dando testimonio de la existencia de un Creador.
  • Revelación Especial o Sobrenatural: es aquella en que Dios comunica al hombre todos los asuntos que quiere que sepa y que sin esta revelación le sería totalmente imposible de conocer: su origen, la razón de su existencia en este mundo, su destino, etc. La Biblia es una revelación de Dios muy especial, la cual nos ha sido dada para que no obremos por nuestra cuenta sino haciendo su voluntad, al estar afectados por el pecado y cuyo fin es la condenación eterna.

6. Modalidades de la Revelación

  • Por su condescendencia. Dios en un acto de su gracia, viene al encuentro del hombre para revelarse su voluntad (Éxodo 3).
  • Por medio de los milagros (Éxodo 4.2-5).
  • El Turim y el Urim (Éxodo 28.30).
  • El sueño profundo (Job 33.14-16).
  • Las teofanías. Son manifestaciones visibles aunque veladas de Dios, como en medio del fuego y las nuebes (Éxodo 3.2), en medio de vientos tempestuosos (Job 38.1)
  • Los ángeles (Lucas 2.9-12).
  • En la historia. Acciones y palabras constituyen la historia.
  • Por Jesucristo. Mediante la encarnación como cumbre de toda la revelación (1 Ti. 3.16).


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