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La Orden está dedicada a los principios de caridad, unidad, fraternidad y patriotismo. Una ceremonia ejemplificadora es la de Primer Grado, por la cual un hombre se une a la Orden, explica la virtud de la caridad. La persona pasa a ser una Caballero de Colón de Primer Grado y continuará progresando y así pasando por los distintos grados; cada uno de estos grados se enfoca en otra virtud, además de subir de estatus. Al llegar al Tercer Grado un caballero es considerado como un miembro integro. Los sacerdotes no participan en los Grados como lo hacen los laicos, sino que toman el grado por observación.
La Orden está dedicada a los principios de caridad, unidad, fraternidad y patriotismo. Una ceremonia ejemplificadora es la de Primer Grado, por la cual un hombre se une a la Orden, explica la virtud de la caridad. La persona pasa a ser una Caballero de Colón de Primer Grado y continuará progresando y así pasando por los distintos grados; cada uno de estos grados se enfoca en otra virtud, además de subir de estatus. Al llegar al Tercer Grado un caballero es considerado como un miembro integro. Los sacerdotes no participan en los Grados como lo hacen los laicos, sino que toman el grado por observación.

== Fanatísmo y fundamentalísmo en México ==

La primera embestida de los Caballeros de Colón en México, se comienza a fraguar a partir de los primeros años de la post revolución, cuando el arzobispo Francisco Orozco y Jiménez y el hasta ese entonces cura José Garibi Ribera (posteriormente también arzobispo), inician una gran asonada en contra del Estado Mexicano combatiendo a la Constitución de 1917, concretamente; a las disposiciones que libertaron al pueblo de México de la tiranía, despotísmo y bellaquería del clero católico durante el S.XIX. Dichas disposiciones que dieron continuidad a las Leyes de Reforma, se plasmaron esencialmente en los artículos 27 y 130 donde devolvían a la nación el patrimonio inmobiliario hurtado y saqueado a la Nación por las mafias de clérigos más sanguinarios.

Orozco y Jiménez y Garibi Rivera, en su asonada, desde púlpitos y confesionarios arengaron a la población a no realizar ninguna actividad económica, a fin de que las finanzas del país se vinieran abajo y se provocara un colapso nacional. Este par de singulares personajes, a su vez se allegan del cura Bernardo Bergoend quien era un experto en el manejo de masas y de grupos reaccionarios, de donde emerge el patrocinio mutuo entre los Caballeros de Colón y la mafia clerical.

Esta primera embestida de los Caballeros de Colón, culmina con el asesinato del Presidente Álvaro Obregón a manos de José León Toral, quien fue un emisario de Orozco y Jiménez, José Garibi Ribera, Bernardo Bergoend y de la monja Concepción Acevedo de la Llata; todos ellos personajes profundamente inmiscuídos a los Caballeros de Colón.

Este primer aseste no concluyó ahí. Paulatinamente los Caballeros de Colón tejieron grandes redes de sectarios que reclutaron e instruyeron doctrinalmente a través de los colegios religiosos y de los catecísmos. A los niños y adolescentes en lugar de enseñarles el abecedario y las maneras de colgar las sotanas en las sacristías, se les instruyó en tácticas paramilitares y de guerrilla urbana; en la fabricación y manejo de armas y explosivos, así como en técnicas de secuestro y tortura dignas de las galeras de la Santa Inquisición. dichas tácticas fueron puestas en operación en la [[Guerra Cristera]], movimiento bélico también auspiciado por los Caballeros de Colón en 1926.

En la actualidad, los Caballeros de Colón han tenido que compartir el poder absolutista con otras sectas fundamentalístas y grupos de terroristas y asesinos que claman por "el amor de Dios y la misericordia de la Vírgen" como el Opus Dei y los Legionarios de Cristo, quienes en sus filas cuentan con personalidades célebres por asesinos, pederastas, defraudadores y hasta narcotraficantes como el cura Marcial Maciel.

El pueblo mexicano en la actualidad, ve severamente comprometida su libertad de laicísmo y su integridad patrimonial así como la seguridad de su vida por estas milícias blancas que, escudados en autonombrarse los "Vicarios de Cristo" logran severas campañas de intimidación y de lucro con la fe.


== Caridad ==
== Caridad ==

Revisión del 20:26 19 ene 2010

Caballeros del Colón marchando en el desfile de San Patricio en Fort Collins, Colorado


La orden de los Caballeros del Colón es la organización de fraternidad de servicio católico más grande del mundo fundada en los Estados Unidos por el sacerdote norteamericano, Padre Michael J. Mc Givney en 1882 y nombrada en honor a Cristóbal Colón.[1]​ La membresía está abierta a hombres que sean católicos practicantes y estén en comunión con la Santa Sede.[2]​ Los principios de la organización son la Caridad, la unidad, la fraternidad y el patriotismo. Aunque no están bajo control directo de la iglesia la organización la apoya entusiastamente. Actualmente cuentan con más de 1.7 millones de miembros a nivel mundial.

Existen alrededor de 14,000 consejos internacionales. Dicha organización se ha distinguido por desarrollar y apoyar proyectos orientados al fortalecimiento de la fe católica en el mundo, apoyando la labor misionera del Papa, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas. De acuerdo con declaraciones del coordinador político de los Caballeros de Colón en México, José Antonio Fernández, "la organización llegó a un padrón de 50 mil miembros" en el 2007 [1]

Los consejos se han registrado en los Estados Unidos, Canadá, México, el Caribe, América Central, las Filipinas, Guam, Saipán y recientemente en Polonia. La organización juvenil de los caballeros, Escuderos de Colón, tiene cerca de 5,000 centros. Todas las ceremonias y reuniones de negocios de la orden, aceptan solo a sus miembros; y todos los demás eventos se recibe público en general. Se necesita una promesa de no revelar los detalles de las ceremonias excepto entre caballeros, esto se pide para asegurar el impacto del significado de las ceremonias entre nuevos miembros; una cláusula adicional subordina la promesa de las labores civiles y religiosas del caballero.

En el 2005, año fraternal, la orden donó 136 millones de dólares a la caridad y realizó más de 63.2 millones de horas/hombre de servicio voluntario. Por el apoyo a la iglesia y a las comunidades cercanas, y por sus esfuerzos filantrópicos, la orden es reconocida como "el fuerte brazo derecho de la iglesia". La orden tiene un programa de seguros de vida por más de 60 mil millones de dólares en pólizas forzadas, y tiene el nivel de aseguramiento más alto según A.M. Best, Standar and Poor's, y la Insurance Marketplace Standards Association.

Historia

Padre Michael J. Mc Givney, fundador de los Caballeros de Colón
Retrato de Michael J. Mc Givney por Richard Whitney

El padre católico Michael J. Mc Givney fue el fundador de los Caballeros de Colón en New Haven, Connecticut. Congregó a un grupo de varones de la parroquia de Santa María para una reunión de organización el 2 de octubre de 1881 y la orden se incoporó bajo las leyes del estado de Connecticut el 29 de marzo de 1882.[3]​ Aunque los primeros consejos se encontraban exclusivamente en ese estado, la orden se propagó a Nueva Inglaterra y en los siguientes años al resto de Estados Unidos.

La motivación principal de la orden es ser una sociedad de beneficio mutuo. Como padre parroquial en una comunidad de inmigrantes, McGivney vio lo que podía pasarle a una familia cuando el sostén de la familia muere y quiso proveer un seguro para cuidar a la viuda y a los huérfanos dejados atrás. Él mismo vivió esa situación cuando tuvo que dejar sus estudios para hacerse cargo de la familia cuando su padre murió.[4]

Al final del siglo XIX, los católicos eran excluidos regularmente de los sindicatos y otras organizaciones que otorgaban servicios sociales.[5]​ Además, a los católicos se les prohibía el ingreso a las más populares organizaciones fraternales, como era el caso de la masonería, incluso la propia iglesia impedía el unírseles. McGivney deseó proveer una alternativa. También pensó que el catolicismo y el fraternalismo no eran incompatibles y quiso fundar una sociedad que impulsara a los varones a ser orgullosos de su herencia católica-americana.[5]

McGivney viajó a Boston para examinar la Catholic Order of Foresters y a Brooklyn para aprender la reciente creación del Catholic Benevolent League, ambas ofrecían beneficios de seguros. Encontró finalmente una carencia de entusiamo que él pensó necesitar para competir con las sociedades similares de la época. Expresó el interés de establecer una New Haven Court of the Foresters, pero el encargado de los Massachusetts Foresters lo previno de operar fuera de Commonwealth. Los miembros de la parroquia de St. Mary's (a la que pertenecía McGivney) hicieron una asamblea y decidieron formar un club que fuera completamente original.[6]

McGivney inicialmente concibió el nombre de "Hijos de Colón" per James T. Mullen, que luego vendría a ser el primer Caballero Supremo, sugirió que "Caballeros de Colón" sería mejor para capturar la naturaleza ritual de la nueva organización.[7]​ La Orden fue fundada 10 años antes del 400 aniversario de la llegada de Colón al Nuevo Mundo y en un momento de renovado y gran interés sobre su persona. Colón fue un héroe para muchos católicos estadounidenses, y su designación como patrón fue en parte para quebrar divisiones entre los Católicos irlandeses y los otros católicos inmigrantes de otras nacionalidades que vivían en Connecticut.

El Connecticut Catholic (de la Arquidiócesis de Hartford|) publicó una editorial en 1878 que ilustraba la estima con que los católicos estadounidenses miraban a Colón. "Como católicos estadounidenses no sabemos a qué otra persona le debemos nuestra gratitud y conmemoración sino es a ese hombre grande y noble - el pío, (zealous), y devoto católico, el navegante emprendedor, ese marinero de corazón grande y generoso: Cristóbal Colón."[8]

Organización

El Consejo Supremo (Supreme Council) es el cuerpo gobernante de la Orden y está compuesto por representantes elegidos en cada jurisdicción. El Consejo Supremo actúa de una manera similar a como actúa una junta anual de accionistas de una sociedad, y cada año eligen a siete miembros para la junta Suprema de Directores "Supreme Board of Directors" para un período de tres años. Los veintiún miembros de la junta eligen, a su vez, de entre sus propios integrantes, a los oficiales operacionales de la Orden, incluyendo al Caballero Supremo (Supreme Knight).[9]

En la actualidad (2009), el Caballero Supremo es Carl Anderson.[10]

Grados y principios

La Orden está dedicada a los principios de caridad, unidad, fraternidad y patriotismo. Una ceremonia ejemplificadora es la de Primer Grado, por la cual un hombre se une a la Orden, explica la virtud de la caridad. La persona pasa a ser una Caballero de Colón de Primer Grado y continuará progresando y así pasando por los distintos grados; cada uno de estos grados se enfoca en otra virtud, además de subir de estatus. Al llegar al Tercer Grado un caballero es considerado como un miembro integro. Los sacerdotes no participan en los Grados como lo hacen los laicos, sino que toman el grado por observación.

Fanatísmo y fundamentalísmo en México

La primera embestida de los Caballeros de Colón en México, se comienza a fraguar a partir de los primeros años de la post revolución, cuando el arzobispo Francisco Orozco y Jiménez y el hasta ese entonces cura José Garibi Ribera (posteriormente también arzobispo), inician una gran asonada en contra del Estado Mexicano combatiendo a la Constitución de 1917, concretamente; a las disposiciones que libertaron al pueblo de México de la tiranía, despotísmo y bellaquería del clero católico durante el S.XIX. Dichas disposiciones que dieron continuidad a las Leyes de Reforma, se plasmaron esencialmente en los artículos 27 y 130 donde devolvían a la nación el patrimonio inmobiliario hurtado y saqueado a la Nación por las mafias de clérigos más sanguinarios.

Orozco y Jiménez y Garibi Rivera, en su asonada, desde púlpitos y confesionarios arengaron a la población a no realizar ninguna actividad económica, a fin de que las finanzas del país se vinieran abajo y se provocara un colapso nacional. Este par de singulares personajes, a su vez se allegan del cura Bernardo Bergoend quien era un experto en el manejo de masas y de grupos reaccionarios, de donde emerge el patrocinio mutuo entre los Caballeros de Colón y la mafia clerical.

Esta primera embestida de los Caballeros de Colón, culmina con el asesinato del Presidente Álvaro Obregón a manos de José León Toral, quien fue un emisario de Orozco y Jiménez, José Garibi Ribera, Bernardo Bergoend y de la monja Concepción Acevedo de la Llata; todos ellos personajes profundamente inmiscuídos a los Caballeros de Colón.

Este primer aseste no concluyó ahí. Paulatinamente los Caballeros de Colón tejieron grandes redes de sectarios que reclutaron e instruyeron doctrinalmente a través de los colegios religiosos y de los catecísmos. A los niños y adolescentes en lugar de enseñarles el abecedario y las maneras de colgar las sotanas en las sacristías, se les instruyó en tácticas paramilitares y de guerrilla urbana; en la fabricación y manejo de armas y explosivos, así como en técnicas de secuestro y tortura dignas de las galeras de la Santa Inquisición. dichas tácticas fueron puestas en operación en la Guerra Cristera, movimiento bélico también auspiciado por los Caballeros de Colón en 1926.

En la actualidad, los Caballeros de Colón han tenido que compartir el poder absolutista con otras sectas fundamentalístas y grupos de terroristas y asesinos que claman por "el amor de Dios y la misericordia de la Vírgen" como el Opus Dei y los Legionarios de Cristo, quienes en sus filas cuentan con personalidades célebres por asesinos, pederastas, defraudadores y hasta narcotraficantes como el cura Marcial Maciel.

El pueblo mexicano en la actualidad, ve severamente comprometida su libertad de laicísmo y su integridad patrimonial así como la seguridad de su vida por estas milícias blancas que, escudados en autonombrarse los "Vicarios de Cristo" logran severas campañas de intimidación y de lucro con la fe.

Caridad

La caridad es uno de los principales principios de los Caballeros. En el 2005. año fraternal, la Orden entregó $136 millones de dólares estadounidenses a caridad directa y sus miembros realizaron más de 63.2 millones de horas en servicios voluntarios.

Controversia

El Director para Latinoamérica de los Caballeros de Colón, Luis Guevara, señaló que los jóvenes de México no deben temer expresar públicamente sus creencias religiosas, en la víspera de la realización del Simposio Voces que se realizará este viernes 25 y sábado 26 de septiembre en el Distrito Federal.

Este evento gratuito, organizado por los Caballeros de Colón, el Becket Fund pro-Libertad Religiosa y que es auspiciado por el Arzobispado de México, presentará discusiones sobre los aspectos de la libertad religiosa que afectan a México, Argentina, Chile, Canadá, Brasil y Estados Unidos.

Guevara dijo además que "nuestra incipiente democracia exige una nueva ciudadanía por esos nosotros los jóvenes mexicanos debemos prepararnos para construir una sociedad incluyente y donde se puedan a vivir a plenitud los derechos humanos y civiles".

"La libertad religiosa, definida por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es la piedra angular de todos los otros derechos", concluyó.

Referencias

  • Brinkley, Douglas; Julie Fenster (2006). Parish Priest: Father Michael McGivney and American Catholicism. William Morrow Publishers. 
  • Kaufman, Christopher (1982). Faith and Fraternalism. Harper and Row. 

Notas

  1. «History». Knights of Columbus. Consultado el 4 de agosto de 2006. 
  2. As defined in These Men They Call Knights (PDF), a practical Catholic is one who "lives up to the Commandments of God and the Precepts of the Church".
  3. History, Knights of Columbus Supreme Council, url accessed June 1, 2006.
  4. Douglas Brinkley & Julie Fenster, Parish Priest: Father Michael McGivney and American Catholicism, William Morrow Publishers, 2006, p. 51.
  5. a b Christopher Kaufman, Faith and Fraternalism, Harper and Row, 1982.
  6. Brinkley & Fenster, pp. 116–7
  7. Kaufman, pg. 16
  8. «Christopher Columbus - Discoverer of the New World». Connecticut Catholic, III: pg. 4. May 25, 1878. 
  9. Kaufman, pp. 375–6
  10. El Papa recomienda el libro, “Una civilización del amor”, de Carl Anderson

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