Diferencia entre revisiones de «La selva sin amor»

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[[Archivo:LopedeVega.jpg|thumb|[[Lope de Vega]] fue el autor del libreto de la primera ópera estrenada en España.]]
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'''La selva sin amor''' es el título de la primera [[ópera]] estrenada en [[España]], compuesta por [[Alessandro Piccinini|Fililppo Piccinini]]. El [[libreto]] es una [[égloga]] pastoril escrita por [[Lope de Vega]]. Supone la consagración del ''stile recitativo'', aunque ya se conocía en españa anteriormente. Se estrenó en el [[Alcázar de Madrid]] en [[1629]]. La escenografía corrió a cargo del pintor italiano [[Cossimo Lotti]] y su Ayudante [[Pietro Francesco Gandolfi]], que fueron traídos a España por el [[Ducado de Pastrana|Duque de Pastrana]] a petición del [[Conde-Duque de Olivares]]. No se conserva la partitura.
'''Lope de Vega''' fue el autor del libreto de la primera ópera estrenada en España.


La escenografía causó impresión por sus efectos visuales.
'''La selva sin amor''' es el título de la primera [[ópera]] estrenada en [[España]], compuesta por [[Alessandro Piccinini|Fililppo Piccinini]]. El [[libreto]] es una [[égloga]] pastoril escrita por [[Lope de Vega]]. Supone la consagración del ''stile recitativo'', aunque ya se conocía en españa anteriormente. Se estrenó en el [[Alcázar de Madrid]] en [[1627]]. La escenografía corrió a cargo del pintor italiano [[Cossimo Lotti]] y su Ayudante [[Pietro Francesco Gandolfi]], que fueron traídos a España por el [[Ducado de Pastrana|Duque de Pastrana]] a petición del [[Conde-Duque de Olivares]]. No se conserva la partitura.


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Su texto está considerado como una égloga pastoral en siete escenas con música compuesta por '''Bernardo Monannni''', secretario de la embajada, en colaboración con '''Filippo Piccinini''' para un texto de Félix Lope de Vega. La música se encuentra perdida y solo conservamos su texto. Fue estrenada en Madrid, en el salón grande del Alcázar el 18 de Diciembre de 1627.

''La selva sin amor'' se considera la primera ópera representada en España por dos fuentes fundamentalmente que lo confirman y enfatizan:
1. La correspondencia diplomática florentina, donde Shirley B. Whitaker descubrió unos documentos que fechaban el momento de su estreno.
2. La dedicación de Lope de Vega a su texto, tal y como quedó plasmada en El laurel de Apolo, con otras rimas, (Madrid, 1630).

Sin embargo, estuvo compuesta y producida por italianos. Poco después de su llegada a la corte de Felipe IV a Madrid en 1626, el diseñador de escenarios Cosimo Lotti había comenzado a planear una obra corta con máquinas (denominada La comediata di Machine) con la esperanza de impresionar al rey, y continuar la empresa en la que estaba siendo apoyado por el secretario Bernardo Monanni y por otros miembros del personal de la embajada de la Toscana. Lope, en el prefacio de La selva sin amor, nos da una idea de la sofisticación y refinamiento de que Lotti añade a la escena ya establecida por Fontana:
''<<La primera vista del teatro, en habiendo corrido la tienda que le cubría, fue un mar en perspectiva, que descubría a los ojos, tanto puede el arte, muchas leguas de agua hasta la rivera opuesta, en cuyo puerto se veían la ciudad y el faro con algunas naves, que haciendo salva disparan, a quien también de los castillos respondían…>>''[[http://books.google.es/books?id=klRUg4JBG88C&sitesec=reviews&source=gbs_navlinks_s ]]

Como bien dice Lope, esta escenografía hace que los oídos se rindan a los ojos. La égloga, el género poético, la rima y ritmo musical pierde mucho de su fuerza estética contrastado con las “vistas” del teatro: un mar en perspectiva, con ondas y peces en movimiento, con naves, puerto, ciudad, castillos con cañones que disparaban, un carro tirado por dos cisnes y por encima el dios Amor volando; todo esto iluminado artificialmente. Un espectáculo verdaderamente admirable. La escena marina se transforma a la vista de los espectadores, es decir, no al fin de la jornada (La selva tiene solo una), sino instantáneamente sin interrumpir la acción. Considerando todo lo contenido en la escena marítima, podemos colegir que la maquinaria escénica estaba operada por un sistema muy eficiente de poleas que permitía llevar a cabo la transformación de esta escena marítima en una selva, “sin que este movimiento, con ser tan grande”, como lo recalca Lope, “le pudiese penetrar la vista. Todos los adelantos e invenciones del teatro cortesano están presentes: el telón que cubre la escena, la luz artificial a giorno, las máquinas para las mutaciones y –sobre todo- los bastidores en perspectiva. En cuestiones técnicas, la escena española que se nos revela para 1627, fuera de Italia, es la más avanzada de Europa. En la práctica escénica, El Salón de Comedias del Buen Retiro antecede a la Salle des Machines francesa por casi una década; la escena perspectivista y las máquinas y tramoyas de origen italiano se venían usando por lo menos desde 1622.

A Lope de Vega, considerado el más prolífico y mejor dramaturgo del momento, se le pidió escribir el texto español para la ópera. Por otro lado, la música fue encomendada al laudista boloñés Filippo Piccinini, que se encontraba al servicio de la corte desde 1613. Este último era considerado uno de los músicos favoritos del rey, y llevó a cabo la composición de la música con la ayuda de Monanni.

Mientras que la partitura se encuentre perdida, el texto, del cual solo se conservan 672 líneas incluyendo el prólogo, seguirá siendo aceptado durante mucho tiempo más como un libreto. Al contrario que otras obras escénicas de Lope de Vega, La selva sin amor se encuentra contenida en un solo acto, dividido en siete escenas, y compuesto como la métrica poética italiana, con versos de 7 y 11 sílabas (de aquí viene la designación de égloga pastoral), a excepción del dúo de Filis y Flora que abre la cuarta escena.

--[[Usuario:Franchulu|Francisco Javier Luceño Molina, Pablo Zamarrón Yuste]] ([[Usuario Discusión:Franchulu|discusión]]) 12:14 10 ene 2010 (UTC)Francisco Javier Luceño Molina, Pablo Zamarrón Yuste
== ARGUMENTO ==
La obra comienza en una selva imaginaria consagrada a Dafne en Madrid. En el prólogo, diseñado por la imaginación de Lotti, aparece un río en el que fluye el agua y aparecen peces chapoteando en él. Venus recrimina a Amor (Cupido) por su negligencia y le anima a intervenir en los asuntos amorosos de los pastores que no tienen amor. Amor (Cupido) utiliza sus famosas flechas para influenciar a ''Silvio'', ''Jacinto'', ''Filis'' y ''Flora'', para así transformar la selva sin amor en la selva de amores.

La obra fue puesta en escena principalmente en estilo recitativo, lo que fue un género completamente novedoso para la corte española del siglo XVII. Pero, aunque Felipe IV se mostró bastante complacido por este nuevo “género musical” y el montaje escénico italianizante tan espectacular, no se produjeron más óperas en España hasta, aproximadamente 1660. El estilo recitativo fue reintroducido de nuevo en obras de Calderón de la Barca posteriores al año 1650, con música compuesta por Juan Hidalgo, como es el caso de ''La púrpura de la rosa''

--[[Usuario:Franchulu|Francisco Javier Luceño Molina, Pablo Zamarrón Yuste]] ([[Usuario Discusión:Franchulu|discusión]]) 11:30 10 ene 2010 (UTC)Francisco Javier Luceño Molina, Pablo Zamarrón Yuste

== TEXTO DE LOPE DE VEGA ==
'''''Égloga pastoral, que se cantó a su Majestad que Dios guarde, en fiestas de su salud.'''''
'''Al excelentísimo Almirante de Castilla'''

No habiendo visto Vuestra Excelencia esta égloga, que se representó cantada a sus Majestades y Altezas, cosa nueva en España, me pareció imprimirla, para que, desta suerte, con menos cuidado la imaginase Vuestra Excelencia; aunque lo menos que en ella hubo fueron mis versos.

La máquina del teatro hizo Cosme Lotti, ingeniero florentín, por quien su Majestad envió a Italia, para que asistiese a su servicio en jardines, fuentes y otras cosas, en que tiene raro y excelente ingenio, nuevo Hierón Alejandrino, y no menos admirable en sus máquinas semoventes que aquel insigne griego, o el alemán famoso que hizo el águila que acompañó por el aire la coronada frente de Carlos Quinto.

La primera vista del teatro, en habiendo corrido la tienda que le cubría, fue un mar en perspectiva, que descubría a los ojos, tanto puede el arte, muchas leguas de agua hasta la rivera opuesta, en cuyo puerto se veían la ciudad y el faro con algunas naves, que haciendo salva disparan, a quien también de los castillos respondían. Víanse asimismo algunos peces, que fluctuaban según el movimiento de las ondas, que con la misma inconstancia que si fueran verdaderas se inquietaban; todo con luz artificial, sin que se viese ninguna, y siendo las que formaban aquel fingido día más de trecientas. Aquí Venus, en un carro que tiraban los cisnes, habló con el Amor su hijo, que por lo alto de la maquinaria revolaba. Los instrumentos ocupaban la primera parte del teatro, sin ser vistos, a cuya armonía cantaban las figuras los versos, haciendo en la misma composición de la música las admiraciones, las quejas, lo s amores, las iras y los demás afectos.

Para el discurso de los pastores se desapareció el teatro marítimo, sin que este movimiento, con ser tan grande, le pudiese penetrar la vista, transformándose el mar en una selva, que significava el soto de Manzanares, con la puente, por quien pasaban en perspectiva cuantas cosas pudieron ser imitadas de las que entran y salen en la corte; y asimismo se veían la Casa del Campo y el Palacio, con cuanto desde aquella parte podía determinar la vista. El bajar los dioses y las demás transformaciones requerría más discurso que la égloga, que aunque era el alma, la hermosura de aquel cuerpo hacía que los oídos se rindiesen a los ojos.

Esto para inteligencia basta, pues no es posible pintar el aparato sin fastidio, ni alabar las voces y instrumentos, sino con sólo decir que fue digna fiesta de sus Majestades y Altezas, y en regocijo de su salud, que siepre vaya en aumento con suma felicidad, a que entonces escribí así:

Alza la frente de cristal ceñida,

que envidian los corales eritreos,

Manzanares humilde, a los trofeos

sacros al ave del tusón vestida.



Febo español, la luz restituida,

cándida más que en árboles sabeos,
hoy amanece en almas y deseos
por justos votos de su fénix vida.



Sale de escura noche más hermosa
la blanca aurora a repartir colores,
nieve al jazmín y púrpura a la rosa.



Así Filipe dio rayos mayores,
y amaneciendo su salud dichosa,
los ojos almas y los campos flores.


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'''PRÓLOGO'''
''Venus y Amor''

'''VENUS'''
Cándidos cisnes que vestís la espuma,
de quien yo procedí, llama amorosa,
aunque ella envida vuestra blanca pluma,
la superficie discurrid undosa,
cortando con los pechos los cristales
del húmedo elemento;
dividid con los pies verdes corales
que ignoran, tiernos, el color sangriento;
desengañad los nácares, que Aurora
me presumen, abiertos el rocío
de las hermosas lágrimas, que llora
por el hijo querido en Troya muerto,
en cuyas conchas, breve imperio mío,
también nacen por mí perlas bellas.
Abrid por estas ondas paso incierto,
pues voy segura en ellas
de que otra vez mi pie produzga rosas,
vengando las celosas
ninfas el verde espino, que me debe
la púrpura, nacida entre su nieve.
No envidie el plaustro mío el de mi hermano,
que como el rojo Apolo por los cielos,
surcando el Ocenao,
haréis por estas ondas paralelos,
y como por su eclíptica dilatada
sonora ruedas de oro,
vosotros las de plata.
Serán, en vez del Aries y del Toro,
signos aquí los Peces. Mas ¡ay, cielos!
¿Qué sombra forman vuestros puros velos?
Que, como mengua y crece,
trémula por las ondas aparece.
Más no fue sombra vana:
¡mi hijo de éste! ¡Oh mal nacida fiera!
¿Adónde vas, Amor, espera!

'''AMOR'''
Madre querida mía,
en el mar proceloso
templo las flechas y entretengo el día,
jugando por el aire vagaroso,
que en este dulce juego
me alegra el convertir el agua en fuego.
Mira cual van huyendo,
así con paz reposes,
tantos marinos dioses
de quien me estoy riendo;
y en tanta confusión, tantos cuidados,
ejércitos de peces abrasados.
¿Hay más alegre vista, madre hermosa,
que en tocando la flecha enamorada,
verlos volver la espalda plateada,
y teñir el cristal sangre amarosa?

'''VENUS'''
¿Bárbaro, agora juegas?

'''AMOR'''
¿Pues no soy niño yo, querida madre?

'''VENUS'''
¿La edad conmigo niegas?
¿Tú, de los mismos elementos padre?
¿Tú, por quien todo se produce y cría,
se aumenta y se sustenta?
Amor, Amor, la edad del tiempo tienes;
los dos nacistes en un mismo día.
¿Agora juegas en eterna afrenta
de tu valor? ¿Agora ocioso vives,
y el arco, entero círculo, dispones
para matar nereides y tritones?
¿En focas viles, en marinas deas,
de las flechas empleas
el oro venenoso,
de quien no se resiste
ni Marte riguroso,
armado de diamante,
ni Júpiter tonante,
que por los campos de Fenicia vista,
pacer, al blanco pie de Europa un día,
las hierbas que pisaba y florecía,
y el que fieros Encélados fulmina,
cisne por Leda, fuego por Egina?
¡La fría luna enciendes,
de su esfera al monte la desciendes,
y aquí gastas, Amor, por burla y juego
en campos de cristal flechas de fuego?

'''AMOR'''
¿Pues qué deidad habrá que Amor no venza?
'''VENUS'''
¡Bien lo sé yo, tirano,
que aún hoy, entre las redes de Vulcano,
de los dioses la risa me avergüenza!
'''AMOR'''
No más, hermosa Venus, madre mía;
bañad en alegría
las perlas y las rosas.

'''VENUS'''
¡Si hoy matas peces viles,
cogerás otro día
pintadas mariposas!
¿Qué Alejandrinos, qué Césares, que Aquiles?
'''AMOR'''
Madre, ¿por qué me afrentas
si sabes que sé yo de ti vengarme?

'''VENUS'''
Por ver que hazañas bárbaras intentas.

'''AMOR'''
Pues, si suelen pintarme
en una mano un pez y en otra flores,
porque es mi imperio igual en mar y en tierra?
¿por qué no lo ha de ser también la guerra
de mis tiernos amores?

'''VENUS'''
Yo no te digo, Amor, que no enamores
la mar, la tierra, el aire; el mismo fuego
ame la salamandra, si en él vive;
pero cuando mayores
hazañas te apercibe
Némesis, para darte honor y gloria,
¿tienes tu por vitoria
rendir muros de vidrio trasparente
reino sin luz del húmido tridente?
'''AMOR'''
¿Qué hazañas, madre amada?

'''VENUS'''
Hay una selva a Dafnes consagrada,
opuesta a Pafo, Chipre y Ercina,
en la Corte de España, Amor querido,
donde Felipe y Isabel divina
reinan en paz, y muchos años reinen.
Esta selva, este campo, este florido
bosque, por más que sus orillas peinen
las aguas del humilde Manzanares,
que envidian por su dueño inmenso en mares,
nunca deshace y pierde
del fresco muro la corona verde.
Ésta la selva sin amor se llama,
si no miente la fama;
aquí tiene su corte la hermosura,
aquí el desdén su esfera,
aquí a Dafne cruel, áspera y dura,
en paz las fugitivas plantas crecen;
aquí no se obedecen
tus leyes amorosas,
aquí salen al prado desdeñosas
Dórida y Amarilis,
Belisa, Flora y Filis;
y si cogiendo rosas de las verdes orillas
en sus blancas cestillas,
algún pastor, o fauno semideo,
las ve curioso y mira con deseo
dejan las flores y se esconden luego.

'''AMOR'''
Madre, no más; yo haré que en vivo fuego arda la selva,
de la ninfa al ave;
no he menester la nave,
que ya, surcando estrellas,
pisa, en vez de las odas, luces bellas.
Yo parto a España,
que volver deseo
por mi real decoro;
flechas quiero llevar, de plomo y de oro,
de desdenes y amores;
ya parece que veo
las aves suspirar, arder las flores,
las fuentes dilatarse en plata viva
y quejarse la cierva fugitiva.
¿Así, selva traidora, así que sois agora
el reino de la nieve?
¿Manzanares se atreve
a no pagar tributo al poder mío?

'''VENUS'''
Diles, querido Amor, que yo te envío.
'''AMOR'''
No madre, que dirán que estáis celosa
de que haya alguna dellas más hermosa.
Madre, yo parto, adiós, que cuando vuelva
diréis que es fuego lo que agora es selva.



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'''ESCENA PRIMERA'''
''Silvio y Filis''

'''SILVIO'''
Verdes, altos laureles,
adonde aún vive agora
de Dafne rigurosa el alma ingrata,
cuyos brazos crueles
el sol adora y dora,
pura corriente,
sonorosa plata,
adonde se retrata
una divina fiera,
más que en su espino rosa
defendida y hermosa,
mis quejas escuchad antes que muera:
oíd mis cisne vida
que canta y llora su mortal partida.

'''FILIS'''
Verde bosque sombrío,
florido, ameno prado,
sagrada selva a Dafne rigurosa;
claro, apacible río,
de lirios coronado,
del honesto desdén patria dichosa,
y de la casta diosa
habitación y esfera,
donde su paz divina
a libertad inclina
la dulce, de los años, primavera,
oíd mi pensamiento
que vuela libre en la región el viento.

'''SILVIO'''
Yo soy, amor ingrato,
quien más aborrecido,
amó con más verdad –perdone Apolo-
no Dafne, su retrato
en belleza y olvido,
es de mi vida pensamiento solo.
No mira desde el polo
al término del día
el sol mayor belleza;
ni tienen más firmeza,
entre tantos desdenes, que la mía,
pues ingrata la adoro,
del celeste cristal los ejes de oro.
'''FILIS '''
Yo soy quien no ha pagado
tributo al amor loco,
tirano sin razón del albedrío;
ni miro con cuidado,
ni, amada, me provoco
de ajeno amor, para rendir el mío.
Riberas deste río,
libre de amor y esenta,
honesta vida paso;
no hay amoroso caso
que no me tenga a defenderme atenta.
Así libre contemplo
mi propia pensa en el ajeno ejemplo.
'''SILVIO'''
Filis hermosa ¿adónde?....

'''FILIS'''
¡Ay, triste yo!....

'''SILVIO '''
Detente,
vuelve a coger las flores,
que si tu sol se esconde
en el mar de Occidente,
mis ojos mares te darán mayores.
¡Ay Filis, qué rigores
castigan mis deseos!
¿Mis dones dejas, mi cuidado afrentas?
¿Qué primitivas flores
no truje a ser trofeo
del blanco pie con que de mí te ausentas?
Las cervices esentas
del yugo , los novillos
a tus plantas rindieron;
de pluma se vistieron
apenas los pintados pajarillos,
cuando en los aires vanos
fueron despojos de tus blancas manos.
Aquí, dulce enemiga,
te traigo ruiseñores,
calandrias y esmaltados colorines,
que a la engañosa liga
y reclamos traidores
bajaron destas hiedras y jazmines,
porque a pensar te inclines
que así dulces llamaron
al alma que engañaron
y las potencias que en su red cayeron,
quedando, ingrata, asidos en su fingida risa mis sentidos.

'''FILIS'''
Extranjero pastor, ¿por qué me sigues?

'''SILVIO'''
¡Oye, por cortesía!

'''FILIS'''
Cuando a escucharte mi desdén obligues,
¿Qué me puedes decir que no me canse?

'''SILVIO'''
Que dejes, Filis mía,
que esas luces mi dolor descanse;
déjame verte y véngate de verme
abrasar en tus rayos.

'''FILIS'''
¡Qué tengo de escucharte y ofenderme!

'''SILVIO'''
Mis penas, mis desmayos,
mis ansias amorosas, mis fatigas,
mueven los montes y las duras fieras,
con ser de los humanos enemigas;
tú sola perseveras
en ser más fiera y dura.
¡Oh grave desventura,
que lo que un monte mueve
no mueve un tierno pecho,
un rostro hermoso, un corazón humano!
¿Eres mármol, oh Filis, eres nieve?
Recibe mi mano
esta cárcel piadosa
de tiernos y pintados jilguerillos,
que a traición los prendí por imitarte.

'''FILIS'''
Recibe gozosa
esta prisión de simples pajarillos,
y no por agradarte
mas para abrir la puerta,
que como al aire van por senda incierta,
así libre de amor me parte.
'''SILVIO'''
¡Si así tu mano libertad me diera!
¡La tuya quieres que en el aire intenten,
piadosa con las cosas que no sienten!
¡Abre la puerta a mi prisión, ingrata;
las almas, no los pájaros, rescata!
¡Oh condición de tu desdén tirano!
Filis Silvio, cánsate en vano,
y mueves sin provecho
los montes y las fieras.
Vivir libre me agrada,
a Dafne consagrada,
diosa destas riberas.
¡Oh, cuántas confianzas el amor ha rendido!
¡Ay Filis, cuántas veces el olvido
despertó sus venganzas!
Y cuando Amor de ti vencido quede,
podrán los años lo que amor no puede.
Sale la pura rosa en el día
en hojas de esmeraldas arrogante,
viene la noche,
y con la mano fría
marchita su hermosura;
pues dime tú: cuando el cristal te espante,
¿qué harás, Filis, qué harás?

'''FILIS'''
¡Vivir segura!
Y déjame te ruego.

'''SILVIO'''
¿Qué cosa sin amor contenta vive?

'''FILIS'''
Amor es loco y ciego.

'''SILVIO'''
¿Qué la soberbia deste bien te prive!

'''FILIS'''
¡Ay, guárdame los cielos que yo sepa de amor ni entienda celos!

'''SILVIO'''
Filis, Filis cruel, ¿esto permites?
Deténte, espera, advierte,
que has de llorar mi muerte;
así el amor piadoso hará que imites
el alma de Anajarte en ppiedra helada.
¿A qué mujer pesó de ser amada,
si no es a ti, cruel? ¿Qué haré, que muero?
Si no es la muerte, ¿qué remedio espero?
¡Que se fuese y que muerto me dejase!
¿Oh, selva sin amor, amor te abrase!
¡Hoy se acabó mi vida, ay, Filis homicida,
hoy a tus manos muero!
Si no es la muerte, ¿qué remedio espero?
¡Qué apenas me mirase!
¡Oh, selva sin amor, amor te abrase!



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'''ESCENA SEGUNDA'''
''Jacinto, Silvio''

'''JACINTO '''
Parece que he sentido,
entre estos sauces, lastimosas quejas.
Hola, pastor perdido,
¿dónde el ganado y el sentido dejas?
¿Qué pena, qué cuidado
te aparta del sentido y del ganado?
¿Qué miras en los cielos?
¿Adónde vas sin alma, Silvio amigo?

'''SILVIO'''
En tantos desconsuelos
descansaré contigo,
su puede alguna cosa descansarme,
Jacinto mío, en tanta desventura,
que me matan deseos de matarme.
'''JACINTO'''
Silvio, si la amistad sencilla y pura
es el descanso de los males solo,
el alma, que conoces, te asegura.

'''SILVIO'''
Escucha pues, en tanto,
que igualo con el llanto
las quejas tristes del dorado Apolo,
pues tanto a Dafne, Filis, siempre ingrata,
en la belleza y el desdén retrata.
De las heladas nieves
del frío Guadarrama,
bajé a los campos de Madrid un día;
¡ay, cuánto en horas breves enciende amor la llama
que desterró la paz en el que vivía!
En esta fuente fría
a Filis vi sentada,
el cabello esparcido
al viento y al olvido,
de sus mismas acciones olvidada, pareciendo sirena,
con líneas de oro cándida azucena.
Quedé sin vida en viendo su hermosura, Jacinto,
y ella, en viéndome a mí, las bellas plantas
dio tan ligera, huyendo
al verde laberinto,
que venciera Camilas y Atalantas,
porque de flores tantas,
como el prado tenía,
no lastimó ninguna;
así la blanca luna
el verde monte Latmo discurría;
y así, la vista en calma,
suspenso yo, la fue siguiendo el alma.
Pregunto a los pastores su condición y estado,
y todos me aconsejan que me vuelva,
que no saben de amores
las ninfas deste prado.
Aunque amoroso llanto me resuelvan
perdido en esta selva,
no vuelvo al patrio monte;
aquí vivo, aquí muero,
espero y desespero;
ni sé más cielo ya que su horizonte,
porque estos verdes sotos,
pues duerme la razón, producen lotos.
Son todas estas fuentes
espejos meduseos;
piedra debo de ser desde aquel día.
¡Ay, Dios! Cuán diferentes los humanos deseos
siguiendo van su natural porfía;
aquí la ingrata mía
de suerte me ha tratado,
que, si una roca hubiera,
a Manzanares diera
la vida, entre sus aguas sepultado,
que para mis enojos
se las aumentan, con llorar, mis ojos.

'''JACINTO'''
No es en los males el menor consuelo,
Silvio, la compañía;
así permite el cielo,
cuando más la esperanza desconfía,
que se mengüe el dolor de padecellos
con ver otros mayores.
Silvio, de Flora vi los ojos bellos;
Flora, del prado honor y a quien las flores
para vestirse imitan sus colores,
unas tomando nieve y otras grana,
con que también se afeita la mañana.
Pero si alguna cosa a su belleza
puede igualar, es sola la dureza.
Palabra no la digo
que me escuche jamás, tan mal me trata,
que como quien encuentra a su enemigo,
así pasa por mí la bella ingrata,
y, aunque morir me vea,
muestra que lo desea.
En que verás que no hay tan gran desdicha
que en otro desdichado
no pueda ser mayor, oh Silvio amado,
y más si tuvo dicha.

'''SILVIO'''
Jacinto, ¿cómo pasas tú las horas,
que corren perezosas por los males,
después que a Flora adoras?

'''JACINTO'''
Huyo a la ociosidad que en casos tales
con ellas son mayores:
pongo a las aves lazos, siembro flores,
o persigo los ciervos fugitivos;
planto vides y olivos,
o saco de los corchos otras veces
los panales nativos,
o pongo cebo dulce a mis simples peces.

'''SILIVIO'''
¡Irme quiero contigo!

'''JACINTO'''
Silvio, yo soy tu verdadero amigo.,

'''SILVIO'''
¡Que la cruel se fuese y me dejase!
¡Oh, selva sin amor, amor te abrase!

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'''ESCENA TERCERA'''
''Coro de los tres Amores''
Tres Amores venimos,
en un supuesto
voluntad y memoria y entendimiento.
Voluntades aman
por lo que entienden;
de lo que han entendido, memoria tienen;
divididas quieren, en un sujeto,
memoria, voluntad y entendimiento.

'''AMOR'''
Obediente al imperio
Solo de mi madre, ofendida,
del mar de Chipre vengo al suelo iberio.
Éste es el centro de la fuerte España,
de su misma aspereza defendida;
éste es Madrid, aquélla la montaña,
de cuyas peñas altas y dispares
deciende perezoso Manzanares;
y de una en otra vega
en sí mismo navega,
hasta que besa el pie del edificio
del gran Felipe espléndido solsticio,
que de su luz inaccesible baña,
y la bella Isabel, gloria de España,
lirio divino que bajó del cielo
en puro hermoso velo.
Aquí su cuarta esfera,
con los rayos de Apolo reverbera;
aquí me ofrecen sus amores fruto,
y tengo por tributo
un ángel tan hermoso
de su santo himeneo,
que es amor de mi amor, y amor de amores.
¿Y qué mayor trofeo,
que coronar de flores,
de mirtos y laureles,
mis flechas dulces, ya no crueles?
Pues la hermosa María,
la Reina serenísima de Hungría,
y el invicto Fernando,
provienen glorias a mis triunfos, dando
esperanzas suaves
de producir las imperiales aves
en el sagrado nido.
Mas, ¿cómo, divertido
en su esplendor, no veo
el fin de mi deseo?
Éste es el río, el prado, el valle umbroso;
ésta es la selva sin amor, en ésta
vive el desdén cruel, reina el olvido.
¡Oh, bárbara floresta,
que a la naturaleza, al mismo cielo
ofende tu aspereza.
Éstas las ninfas son, cuya belleza
me ha perdido el decoro;
provengo el arco y las saetas de oro.


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'''ESCENA CUARTA'''
''Filis, Flora, Amor''
'''Coro de las dos juntas'''
Al Amor que es un niño ciego
y quiere abrasar la tierra,
armas, armas; guerra, guerra.
Al tirano que se atreve
a la mejor libertad,
al que, sin tratar verdad,
menos paga a quien más debe,
armarse el pecho de nieve
para resistir su fuego.
Al Amor que es un niño ciego,
y quiere abrasar la tierra,
armas, armas; guerra, guerra.

'''FILIS'''
Esto me dijo Silvio, Flora amiga;
pero yo, como siempre desdeñosa
y de amor enemiga,
del áspid de Eurídice temerosa,
huyendo fui por el ameno prado.

'''FLORA'''
Jacinto me contaba su cuidado,
Filis, también a mí, que a la ribera
bajé por flores a la luz primera
de la clara mañana,
para vestir las aras de Diana;
pero en oyendo yo tratar de amores,
como si un áspid venenoso fuera,
dejé las flores y pisé las flores;
y dando envidia al viento,
burlando su atrevido pensamiento,
tomé venganza en risa.
Mis armas son desdén, y mi divisa
aborrecer los hombres.
'''FILIS'''
Para escuchar sus nombres
aún no tengo paciencia.

'''FLORA'''
Con poca resistencia
se vence un niño ciego.

'''AMOR'''
Agora tiro y las abros en fuego.

'''FILIS'''
Repara, Flora, y mira
que aquella blanca tórtola suspira.
¿No ves aquella cierva
llamar el gamo, y él padecer la hierba
ocioso y descuidado?
El arroyuelo deste ameno prado,
sale a besar las flores:
¿Qué novedad es ésta?

'''FLORA'''
¡Ay, Filis!, ¿por qué causa
alma quejosa apresta
al aire Filomena en voz suave,
ya trina, ya se queda en dulce pausa?
FILIS Advierte que no hay ave
que no cante de amor, todo suspira.
Mira estas vides, mira
cómo con verdes rúbricas enlazan estos olmos que abrazan.
'''FLORA'''
¡Ay, Dios, algo sospecho!
'''FILIS'''
Fuego siento en el pecho

'''FLORA'''
Por la vergüenza que de ti tenía,
callaba yo lo mismo que sentía.

'''FILIS'''
No me pesara, Flora,
de ver a Silvio agora.
'''FLORA'''
Ni a mí Jacinto, Filis.

'''FILIS'''
¡Ay, cielos! Si le viera,
¡qué tiernos pensamientos le dijera!


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'''ESCENA QUINTA'''
''Jacinto, Silvio, Amor, Filis, Flora''

'''JACINTO '''
Esto dice la mágica Amarilis,
de cuya ciencia creo
el fin de mi deseo.
'''SILVIO'''
No ha igualado Circe, ni en la selva
ninfa o pastora alguna.
'''JACINTO'''
No hay mar que no revuelva;
letras escribe en la triforme luna,
y tiembla sus conjuntos Aqueronte.

'''SILVIO'''
Hará de un monte valle y valle un monte.

'''AMOR'''
Para mayor venganza del olvido,
con la flecha de plomo herirlos quiero.

'''SILVIO'''
Yo pienso que Amarilis ha tenido
lástima de los dos, que el rigor fiero
no siento de la pena que sentía,
no viendo la cruel pastora mía.

'''JACINTO'''
Ni me parece a mí que siento agora,
Silvio, no ver a Flora;
sin duda que la sabia,
viendo que Amor de su desdén se agravia,
nos ha llevado al agua del olvido.
'''FILIS'''
¿Mi Silvio no es aquél? ¡Silvio querido!

'''FLORA'''
¿Jacinto no es aquél? ¿Jacinto amado!

'''SILVIO'''
¿Sois acaso pastoras deste pradro?
¿Vivís por estos valles?
Que parecéis de razones talles.

'''FILIS'''
¿Qué dices, Silvio mío?
¡Yo soy tu amada Filis!

'''SILVIO'''
Ese nombre
no le he oído jamás.

'''FILIS'''
¡Qué desvarío!
¿A quien habrá que tu rigor no asombre?

'''FLORA'''
¿Y tú, Jacinto ignoras por ventura
que soy tu Flora yo? Mírame atento.

'''JACINTO'''
No hay, fuera destos prados, hermosura.

'''FLORA'''
Jacinto, ¿quién mudó tu pensamiento?

'''FILIS'''
Silvio, ¿no me querías?
¿No era tu dueño yo?

'''SILVIO'''
Mudan los días,
Filis, las condiciones.
'''FLORA'''
Jacinto, ¿tú no escuchas mis razones?

'''JACINTO'''
¿Quién da voces aquí tan desiguales?

'''AMOR'''
¡Deidades celestiales,
venid a ver arder el hielo frío!
¡Venid, venid a ver el poder mío!
¡Venid a ver lo que mi fuego puede!

'''FILIS'''
Silvio, vuelve a mirarme.

'''SILVIO'''
Filis, ¿quieres dejarme?

'''FLORA'''
Oye, Jacinto, y sólo le concede este favor al alma que te adora.

'''JACINTO'''
¿Es Flora?

'''FLORA'''
¡Yo soy Flora!

'''JACINTO'''
Pues yo quien te aborrece.

'''AMOR'''
Como crece el desdén, el amor crece.

'''JACINTO'''
Huiré, Flora, de ti, tanto me ofendo
de verte y de escucharte
'''FLORA'''
Pues yo te iré siguiendo

'''JACINTO'''
Aborrecerte es fuerza.

'''FLORA'''
Y fuerza amarte.

'''FILIS'''
¿Serás tu, por ventura?,
Silvio, de condición tan fiera y dura?

'''SILVIO'''
Seré, por no escucharte, el mismo viento.

'''FILIS'''
Y yo, en seguirte, el mismo pensamiento.

'''AMOR'''
Madre, ya estas vengada.
De hoy más será llamada,
de ninfas y pastores,
la selva sin amor, selva de amores.


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'''ESCENA SEXTA'''
''Manzanares, Amor, Silvio, Jacinto, Filis, Flora.''


'''MANZAN.'''
¿Quién eres tu, rapaz? ¿Quién, que, insolente, de tu veneno ardiente inficionas el claro imperio mío?
Ninfas de mi ribera, un niño ciego
penetra, lince, vuestro centro frío,
y mi puro cristal convierte en fuego.
¡Prendelde! ¡Mira luego
quien viene a interrumpir vuestro reposo!

'''AMOR'''
¡Madre, diosa de Amor, planeta hermoso, favor, pues he venido a obedecerte!



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'''ESCENA SÉPTIMA'''
''Manzanares, Amor, Jacinto, Silvio, Filis, Flora, Venus''


'''VENUS'''
Villano Manzanares, ¿desta suerte
se trata el hijo mío?
¿Quién arde el Oceano
osa afrentar un río
que apenas en invierno tiene aumento?
En pago de tu loco atrevimiento
esta flecha te envío:
que tu corriente seque en el verano,
tanto que por tu margen siempre amena
seas cadáver de abrasada arena.
¡Verá tu centro el sol!

'''MANZAN.'''
¡Piedad, madre de amor, piedad, que muero!
Si agua me falta, ¿qué remedio espero?
Mas, Venus, ya que yo, siendo elemento
tan frío y siempre de tu fuego esento,
quieres que sea salamandra en agua
y que mi hielo se convierta en fragua,
no permitas que pase
pastor por esta selva
sin que también se abrase,
y en amoroso fuego resuelva.
Los dioses y los Reyes
iguales han de establecer las leyes;
amen, pues amo yo; pero señala
a quien tengo de amar.

'''VENUS'''
No sé quién sea.

'''MANAN.'''
Amor, tira una flecha a Galatea.

'''VENUS'''
Aunque esta fuente en su cristal me avisa
que en el desdén y la hermosura iguala
a Narciso, Narcisa.

'''AMOR'''
Madre, no pienses a quién ame un río
vestido de ovas de hielo frío;
yo haré que bajen a bañarse damas
que por julio le abrasen en sus llamas.

'''MANZAN.'''
¡Amor, no más crueldad, en paz quedemos!

'''AMOR '''
¿Bañarse en tu cristal llamas castigo?

'''VENUS'''
Ven, dulce Amor, conmigo.

'''AMOR'''
Madre, ya voy, pero los dos estremos
de olvido en los pastores,
serán, de hoy más, estremos en amores
con esta flecha de oro.

'''JACINTO'''
¡Ay, Silvio, a Flora adoro!

'''SILVIO'''
Yo a Filis, a quien antes despreciaba.

'''JACINTO'''
¡Amor divino, poderosa aljaba!

'''Coro de todos'''
Quede en los olmos desta margen verde,
para que siempre la memoria acuerde
desta historia el ejemplo,
en el sagrado templo
de la amarosa fama,
escrito que se llama,
de ninfas y pastores,
la selva sin amor, selva de amores.

--[[Usuario:Franchulu|Francisco Javier Luceño Molina, Pablo Zamarrón Yuste]] ([[Usuario Discusión:Franchulu|discusión]]) 13:12 10 ene 2010 (UTC)Francisco Javier Luceño Molina, Pablo Zamarrón Yuste

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==Referencias==
==Referencias==
*{{cita libro |apellidos=Paz Canalejo |nombre=Juan |autor= |enlaceautor= |coautores= |editor= |otros= |título=La caja de las magias: las escenografías históricas en el Teatro Real |url=http://books.google.es/books?id=NKONRfwcYGAC&pg=PP14&lpg=PP14&dq=Filippo+piccinini+la+selva+sin+amor&source=bl&ots=z4s-vPq71Z&sig=vjpjM-nf9l-nMsAiwnoLVe17uR0&hl=es&ei=kAsMS926OsOOjAesmpjRAw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=2&ved=0CAsQ6AEwAQ#v=onepage&q=Filippo%20piccinini%20la%20selva%20sin%20amor&f=false |formato= |fechaacceso= |añoacceso= |mesacceso= |edición= |volumen= |fecha= |año=2006 |mes= |editorial=Univ de Castilla La Mancha |ubicación= |idioma= |isbn=9788478126422 |id= |páginas=10 |capítulo= |urlcapítulo= |cita= }}
*{{cita libro |apellidos=Paz Canalejo |nombre=Juan |autor= |enlaceautor= |coautores= |editor= |otros= |título=La caja de las magias: las escenografías históricas en el Teatro Real |url=http://books.google.es/books?id=NKONRfwcYGAC&pg=PP14&lpg=PP14&dq=Filippo+piccinini+la+selva+sin+amor&source=bl&ots=z4s-vPq71Z&sig=vjpjM-nf9l-nMsAiwnoLVe17uR0&hl=es&ei=kAsMS926OsOOjAesmpjRAw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=2&ved=0CAsQ6AEwAQ#v=onepage&q=Filippo%20piccinini%20la%20selva%20sin%20amor&f=false |formato= |fechaacceso= |añoacceso= |mesacceso= |edición= |volumen= |fecha= |año=2006 |mes= |editorial=Univ de Castilla La Mancha |ubicación= |idioma= |isbn=9788478126422 |id= |páginas=10 |capítulo= |urlcapítulo= |cita= }}
*{{cita libro |apellidos= |nombre= |autor= María Asunción Flórez |enlaceautor= |coautores= |editor= |otros= |título=Música teatral en el Madrid de los Austrias durante el Siglo de Oro |url= |formato= |fechaacceso= |añoacceso= |mesacceso= |edición= |volumen= |fecha= |año=2006 |mes= |editorial=ICCMU |ubicación= |idioma= |isbn=788489457362 |id= |páginas=27 |capítulo= |urlcapítulo= |cita= }}
*{{cita libro |apellidos= |nombre= |autor= María Asunción Flórez |enlaceautor= |coautores= |editor= |otros= |título=Música teatral en el Madrid de los Austrias durante el Siglo de Oro |url= |formato= |fechaacceso= |añoacceso= |mesacceso= |edición= |volumen= |fecha= |año=2006 |mes= |editorial=ICCMU |ubicación= |idioma= |isbn=788489457362 |id= |páginas=27 |capítulo= |urlcapítulo= |cita= }}

*{{cita libro |apellidos=Profeti |nombre=Maria Grazia |autor= |enlaceautor= |coautores= |editor=Alinea editrece |otros= |título=LOPE DE VEGA ''LA SELVA SIN AMOR'' introduzione, testo critico e note di M.G. Profeti |formato= |fechaacceso= |añoacceso= |mesacceso= |edición= |volumen= |fecha= |año=1999 |mes= |editorial=Alinea Editrece |ubicación=Firenze |idioma=Italiano |isbn=88-8125-395-X |id= |páginas=65-90 |capítulo= La selva sin amor|urlcapítulo= |cita= }}
[[Categoría:Literatura]]
[[Categoría:Ópera]]
[[Categoría:Literatura de España]]
[[Categoría:Obras de teatro de Lope de Vega]]
*{{cita libro |apellidos= Stein |nombre=Louise K. |autor= |enlaceautor= http://www.music.umich.edu/faculty_staff/bio.php?u=lkstein|coautores= |editor=Stanley Sadie |otros= |título= The New Grove Dictionary of Opera|formato= |fechaacceso= |añoacceso= |mesacceso= |edición= |volumen=IV |fecha= |año=1999 |mes= |editorial= |ubicación=Biblioteca Facultad Geografía e Historia UCM |idioma=Inglés |isbn=|id= |páginas=304 |capítulo= La selva sin amor|urlcapítulo= |cita= }}
[[Categoría:Opera]]
[[Categoría:Ópera de España]]
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*{{cita libro |apellidos= Amadei |nombre=María Alicia |autor= |enlaceautor= http://books.google.es/books?id=klRUg4JBG88C&sitesec=reviews&source=gbs_navlinks_s |editor= |otros= |título= "Calderón y el barroco: exaltación y engaño de los sentidos" = |fechaacceso= |añoacceso= |mesacceso= |edición= |volumen=IV |fecha= |año= |mes= |editorial= |ubicación=WEB |idioma=Español |isbn=|id= |páginas= |capítulo= La selva sin amor|urlcapítulo= |cita= }}
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[[Categoría:Obras de teatro de Lope de Vega]]
[[Categoría:Obras de teatro de Lope de Vega]]

Revisión del 18:21 10 ene 2010

Lope de Vega fue el autor del libreto de la primera ópera estrenada en España.

La selva sin amor es el título de la primera ópera estrenada en España, compuesta por Fililppo Piccinini. El libreto es una égloga pastoril escrita por Lope de Vega. Supone la consagración del stile recitativo, aunque ya se conocía en españa anteriormente. Se estrenó en el Alcázar de Madrid en 1629. La escenografía corrió a cargo del pintor italiano Cossimo Lotti y su Ayudante Pietro Francesco Gandolfi, que fueron traídos a España por el Duque de Pastrana a petición del Conde-Duque de Olivares. No se conserva la partitura.

La escenografía causó impresión por sus efectos visuales.

Referencias