Diferencia entre revisiones de «Luis Fernando Figari»

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'''Luis Fernando Figari''', ( n. [[Lima]], [[Perú]], (1947) es un laico peruano comprometido de la Iglesia Católica. Fundador del [[Sodalicio de Vida Cristiana (SCV)]]
'''Luis Fernando Figari''', ( n. [[Lima]], [[Perú]], (1947) es un laico peruano comprometido de la Iglesia Católica. Fundador del [[Sodalicio de Vida Cristiana (SCV)]], movimiento religioso muy controvertido que ha sido varias veces denunciado y calificado como grupo fascista por convicción y temperamento.

Algo impresionante del accionar del Sodalitium es la eficaz metodología de '''control mental''' aplicada sobre sus adeptos, técnica más conocida como “lavado de cerebro”, la que ejercen consciente e impunemente con la bendición y complacencia de la mayoría de autoridades eclesiales, a sabiendas que cometen un flagrante delito contra la libertad de consciencia de los jóvenes peruanos llamando a eso muy eufemísticamente “levantar vocaciones religiosas”.

El Sodalitium comparte un tenebroso origen fascista con otra secta de ultraderecha: Tradición, Familia y Propiedad (TFP). La sucursal peruana de la TFP, de origen brasileño, fue fundada por Francisco Tudela y Luis Fernando Figari. Los miembros de la TFP se confiesan católicos pero lo cierto es que la Iglesia Católica los ha condenado más de una vez. En Venezuela la cancillería y el ministerio de Justicia ordenaron su disolución y prohibieron a sus líderes abandonar el país porque se comprobaron numerosas denuncias por '''"atentar contra la vida familiar y lavarles el cerebro a sus miembros"'''; el presbítero Amador Merino Gómez señaló que TFP "incurre en desviaciones y manipulaciones de la doctrina de la iglesia y el culto". En otros países, además, mantiene contacto con partidos y facciones de extrema derecha neonazi europeas, entre ellas, la peligrosa "Fundación Familia Española". Eso es decir, por lo menos, que TFP es una secta de cuño fascista.

Alrededor de 1973, aparece en la Pontificia Universidad Católica y en la Universidad Peruana Cayetano Heredia el grupo de derecha radical "Dios y Patria". En el 74, varias facciones de este movimiento se independizan y toman otros nombres: la facción política se denominó "Confederación de Juventudes", y la de índole religiosa "Sodalitium Christianae Vitae". Luis Fernando Figari pertenecía a esta última. En esos inicios las publicaciones de Figari compartían formato y logotipos con las de TFP lo que evidencia sus vínculos totalitarios y fascistas y sus objetivos comunes.

Actualmente el Sodalitium tiene un enclave en Colombia, en una zona de actividad guerrillera, en donde TFP anteriormente tuvo una infame participación financiando a mercenarios para luchar contra las FARC, las mismas que hace un año secuestraran a un sacerdote sodálite y lo dejaron sospechosamente libre a los dos días sin que se hablase absolutamente nada de algún pago de rescate.

En el camino recorrido desde su nacimiento el avasallante Sodalitium ha dejado mutiladas muchas dignas familias, muchos hijos con personalidades alteradas, muchos destinos y estudios profesionales truncados, muchas mentes secuestradas, muchas propiedades perdidas, muchas economías destruidas, mucha rabia no expresada, mucho odio contenido y mucho, demasiado dolor. Aunque debemos ser amplios y considerar muchas otras causales para que alguien se integre a una secta, no en vano, en este caso específico, la mayoría de sus líderes provienen de familias disfuncionales con padres divorciados o muertos, hogares destruidos o fracturados. Parece que los líderes del Sodalitium quisieran tomarse su revancha con la sociedad.

Indiferencia social

Sería natural ante estas injusticias y atropellos esperar una fuerte, contundente y vigorosa réplica social. Pero el panorama es diferente. Los abogados, por ejemplo, con honrosas excepciones, no han querido intervenir aduciendo que las víctimas son jóvenes mayores de edad, usando el pretexto de la ausencia de legislación pertinente o alegando que así como hay drogas legales (tabaco y alcohol) en nuestro medio también hay sectas legales (las protegidas por la religión oficial); los médicos han soslayado hasta hace poco el trasfondo psicológico y psiquiátrico de la manipulación mental en el ámbito religioso y/o sectario y sus graves implicancias en la salud pública; los organismos defensores de los derechos humanos y sus psicoterapeutas prefieren tratar el tema de violencia política y dejar de lado el problema de la violencia mental en el sectarismo; otras iglesias no católicas evitan la confrontación señalando que el problema es espiritual y que, en algún momento, la lucha se dará igualmente en ese plano espiritual; los periodistas de investigación también tienen sus preferencias ya definidas, quisieran que se les entregue el material ya digerido y pretenden, vía testimonio, exponer a las familias afectadas denunciantes como carne de cañón.

En medio de esta indiferencia social siempre se han levantado solitarias y valientes voces de protesta que no han sido escuchadas y sólo han logrado la proverbial respuesta a la mayoría de denuncias que llegan hasta las autoridades de la poderosa e impune Iglesia Católica: el silencio absoluto.

La muerte del delfín: un cataclismo

Ante este sombrío panorama, un hecho totalmente fortuito impactó brutalmente en la estructura de la fortaleza sodálite. Ese hecho no fue un evento programado, estudiado, ni planificado en respuesta a las agresiones sociales de este grupo destructivo. El 13 de febrero de 2001 el súbito fallecimiento de Germán Doig Klinge tuvo el efecto de una catástrofe difícil de comprender y de asimilar para unas mentes que están programadas -los comportamientos de las sectas son eventos totalmente predecibles-.

Doig tenía la misión de suceder a Luis Fernando Figari. Era su mano derecha, era el delfín, era el príncipe de la secta, era el Vicario General del Sodalitium. El era quien ofrecía el pecho, sacaba la cara y le prestaba la careta académica e intelectual a la secta mientras el fundador Luis Fernando Figari escribía solitario y en las sombras sus enrevesados opúsculos y retorcidos discursos (que siempre atacan a la razón y ensalzan la irracionalidad) y se ocultaba indiferente en su fortaleza o búnker de Granja Azul para no escuchar los reclamos sociales.

Con toda seguridad muchas familias peruanas no recibieron con tristeza la noticia de la muerte de Doig. Fue casi como sentir la mano de Dios ante tanta injusticia y tanta impotencia. Más que un “tránsito” al más allá esto pudo llamarse un “despeñadero”. De nada valieron las pomposas misas fúnebres cada tres horas durante el velatorio. Ese ceremonial solamente hacía recordar a los miembros de la secta de los israelitas de Ezequiel Ataucusi cuando esperaban absurdamente la resurrección de su líder que yacía muerto en una urna de cristal.

Para el grupo sectario la muerte de Doig fue un evento cataclísmico. Esta muerte parece haber afectado internamente la estructura sodálite casi tanto como el impacto de los aviones suicidas en las torres del World Trade Center de New York City. Los impactos no fueron ni en los cimientos ni en la cúspide de los edificios pero los efectos deletéreos fueron matemáticamente efectivos y demoledores. Lo mismo sucedió en la estructura del Sodalitium. No desapareció el verdadero y venerado líder -Figari- (que hubiese sido santificado) ni tampoco la masa de obnubilados seguidores. Sin embargo, la estampida consecuente a este evento específico era de esperar. Los efectos de una muerte como la de Doig no pudieron haberse calculado, planificado ni dirigido mejor si hubiese intervenido una inteligencia externa.

La respuesta organizada

Sin embargo, muy aparte de este “providencial” hecho fortuito que nadie pudo sospechar ni pronosticar, de acuerdo a lo previsto por la evolución histórica de las sectas, en estos últimos meses por fin se estaba dando a conocer públicamente la expresión organizada de la sociedad afectada. El Sodalitium había sido criticado directamente por diversas vías, prensa escrita, volantes anónimos, comunicación persona-persona entre padres de familia afectados y permanentes comunicaciones electrónicas por internet.

Creció la conciencia social en círculos religiosos, asociaciones de padres de familia, centros educativos, centros universitarios, colegios profesionales, sociólogos, periodistas, investigadores sociales, historiadores, filósofos, antropólogos, psicólogos, médicos, psiquiatras y también instituciones vinculadas a la observación de los derechos humanos, libertad de conciencia y lucha antisectaria.

La indignación contra el Sodalitium estaba llegando a lo que se denomina en física el estado de “masa crítica” justo antes de provocar una inevitable reacción en cadena. Aunque la reacción aún era indefinida también era esperanzadora. Se requirió el apoyo de organizaciones de consulta y asesores profesionales no peruanos. La cruzada era y es internacional, como lo es el Sodalitium. La magnitud de la amenaza ameritaba una gran respuesta. Posiciones radicales exigen respuestas radicales.

El primer campanazo contra el Sodalitium fue dado por José Enrique Escardó Steck, director de la revista Gente y ex miembro de la secta en noviembre del 2000. Su desgarrador relato, en varios capítulos, de las torturas a que fue sometido en San Bartolo fue acallado amenazadoramente por la intolerancia y el poder del Sodalitium. Lamentablemente, el juvenil lenguaje autosuficiente, irreverente e inadecuado que usó en sus artículos de “El quinto pie del gato” fue el principal disuasivo que hundió la denuncia en un aparente descrédito, solamente comprendido por las familias afectadas. Sin embargo, un año después en noviembre del 2001, sus argumentos fueron plenamente recogidos por Cecilia Valenzuela y Diego Fernández Stoll de Entrelíneas de Canal N y ampliados por valientes contribuciones de otros ex miembros, padres de familia, el psicólogo Jorge Bruce y de muchas otras personas y familias que cautamente permanecieron en el anonimato para proteger a sus hijos cautivos en la secta. La denuncia fue publicada generosamente en internet en la página web de www.agenciaperu.com de donde logró difundirse con profusión a nivel nacional e internacional. Una de las principales cajas de resonancia de esta noticia fue la página web "Sectas del Nuevo Milenio”, del conocido crítico argentino Alfredo Silleta, que transcribió literalmente las entrevistas en la red.

Por otro lado, independientemente, salió a luz en enero del 2002 El totalitarismo católico en el Perú, tesis del autor de estas líneas, sobre la actitud sociopolítica de la cúpula católica peruana, el Opus Dei y el Sodalitium, que incluyó una serie de denuncias con argumentos probatorios sobre los atropellos cometidos por este último grupo en asociación con el Banco Santander Central Hispano contra Fernando Gerdt Tudela para apoderarse de su inmueble de 1700 m2 mediante un pagaré falsificado. Gerdt también alzó su voz de denuncia en Canal 4 ATV de Arequipa y en el programa de Cecilia Valenzuela sin poder ser refutado ni acallado. Lo felizmente trascendental de este trabajo de análisis fue el reconocimiento que recibió de Pepe Rodríguez de Barcelona, España, psicólogo, investigador, sociólogo, erudito autor de varios importantes libros y asesor para varios gobiernos europeos sobre asuntos sectarios, quien ofreció su auspicio para publicar este escrito en su prestigiosa página web www.pepe-rodriguez.com en la sección cuyo acceso directo es el siguiente: y desde donde hoy alcanza ya difusión planetaria.

El Sodalitium, como el soberbio e insolente instituto secular que es, también ha comenzado a chocar con el mismo clero. Un claro ejemplo es lo sucedido en enero del 2002 en el Centro de Educación Especial para Niños Ciegos Nuestra Sra. del Pilar de Arequipa. Desde meses atrás los sodálites habían empezado gestiones no muy sanas destinadas a hacerse del local que las madres franciscanas abandonarían en pocos meses. A pesar que éste pertenece al Estado iniciaron gestiones para su transferencia al Sodalitium y para ello se valieron de una copia de la minuta de la propiedad a cargo de las franciscanas y que autenticaron notarialmente al estilo en que hacen las cosas estos delincuentes: ¡entre gallos y medianoche! De manera que hasta poseían los planos de la habilitación urbana solicitados y obtenidos el 31-10- 2001 y con el registro de trámite documentario # 33607 de la Municipalidad Provincial de Arequipa y cuya solicitud fuera pedida por Haylin Tello Pinto, con DNI # 40412386 ante dicha entidad oficial.

Con el oficio No. 010-2002-MPA-C.2, dirigido por el Director de Asentamientos Humanos de la Municipalidad Provincial de Arequipa, señor Marcos Ortiz Carrera, se comunica en relación al expediente 33607 que de acuerdo al informe No. 714-2002-MPA-C.2-CU, de la Oficina de Control Urbano que el trámite debe ser presentado ante la Municipalidad Distrital de Yanahuara”. Ciertamente, las madres franciscanas quedaron ingratamente sorprendidas frente a semejante oficio que no estaba siquiera gestionado por ellas. Lo cierto es que hay funcionarios corruptos enmadejados en la urdimbre que tejen los sodálites para enajenar propiedades y hacerse de ellas.

Esperanza Medina, valiente mujer y gran educadora, Directora Regional de Educación de Arequipa, DREA, tuvo un enfrentamiento durísimo a viva voz y con la esténtorea gana de decir su verdad con el sacerdote católico y sodalicio -y por tanto fascista- Javier Len, en torno al destino de la infraestructura del Centro de Educación Especial Nuestra Sra. del Pilar. El prepotente Len ya había, con sus cómplices sodálites, hasta puesto una oficina en este inmenso local para apoderarse de él, hecho que parece, según todos los indicios haberse frustrado por la intercesión directa y valerosa de la Medina. De cualquier manera en esta oportunidad, los fascistas sodálites se quedaron con los crespos hechos porque ninguna de sus gestiones, todas subrepticias e ilegales, tuvieron éxito, porque la Medina se enfrentó abiertamente al designio mafioso que estos sujetos exhiben en Arequipa del modo más descarado. Me tocó advertir sobre la maniobra cuya historia completa es de acceso público en internet en ¡Arequipa: sodalicios fascistas con los crespos hechos! con el número 30052 de Yahoo Groups Chimú: lista cultural de peruanos alrededor del mundo.

El salvaje se mira en el espejo

Otro detalle que merece ser destacado es cómo el Sodalitium, que se autodenominaba un grupo que reclamaba y ejercía la radicalidad, que mediante Emilio Garreaud publicaba en la prensa con todo desparpajo que ellos son los llamados a ser signo de contradicción, que admitía abierta y orgullosamente que se les etiquetaba de fanáticos, que el Señor no ha venido a traer la paz sino la división, que ha venido a prender fuego en el mundo y que ojalá estuviera ardiendo, que si bien ello es doloroso también es necesario, que habrá violencia y no paz, que el joven debe dar muerte al hombre viejo, que la pareja -o la pareja y los hijos- deben “desplegarse” (desintegrarse-disgregarse-separarse) apostólicamente, que solamente se entrará en el reino de los cielos esforzándose con violencia... hoy se hunde en el silencio.

Ahora, ante la locura del ataque terrorista a Estados Unidos por parte de unos fanáticos religiosos, el Sodalitium inmediatamente ha acallado sus discursos fanatizados, habla de perdón y de paz, marca distancias con sus congéneres fundamentalistas islámicos temiendo ser estigmatizados con los mismos epítetos, y se cuida muy bien de ser señalado precisamente en estos momentos como un grupo religioso de intolerantes, destructivos y antisociales.


== Biografía ==
== Biografía ==

Revisión del 14:04 8 nov 2009

Luis Fernando Figari
Información personal
Nacimiento 1947
Perú Perú, Lima
Residencia Roma Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad peruano
Familia
Padres Doña Blanca Rosa Rodrigo y Alberto Figari Ríos
Educación
Educado en
Información profesional
Ocupación Fundador de SCV, escritor
Miembro de Sodalicio de Vida Cristiana (1971-2010) Ver y modificar los datos en Wikidata

Luis Fernando Figari, ( n. Lima, Perú, (1947) es un laico peruano comprometido de la Iglesia Católica. Fundador del Sodalicio de Vida Cristiana (SCV), movimiento religioso muy controvertido que ha sido varias veces denunciado y calificado como grupo fascista por convicción y temperamento.

Algo impresionante del accionar del Sodalitium es la eficaz metodología de control mental aplicada sobre sus adeptos, técnica más conocida como “lavado de cerebro”, la que ejercen consciente e impunemente con la bendición y complacencia de la mayoría de autoridades eclesiales, a sabiendas que cometen un flagrante delito contra la libertad de consciencia de los jóvenes peruanos llamando a eso muy eufemísticamente “levantar vocaciones religiosas”.

El Sodalitium comparte un tenebroso origen fascista con otra secta de ultraderecha: Tradición, Familia y Propiedad (TFP). La sucursal peruana de la TFP, de origen brasileño, fue fundada por Francisco Tudela y Luis Fernando Figari. Los miembros de la TFP se confiesan católicos pero lo cierto es que la Iglesia Católica los ha condenado más de una vez. En Venezuela la cancillería y el ministerio de Justicia ordenaron su disolución y prohibieron a sus líderes abandonar el país porque se comprobaron numerosas denuncias por "atentar contra la vida familiar y lavarles el cerebro a sus miembros"; el presbítero Amador Merino Gómez señaló que TFP "incurre en desviaciones y manipulaciones de la doctrina de la iglesia y el culto". En otros países, además, mantiene contacto con partidos y facciones de extrema derecha neonazi europeas, entre ellas, la peligrosa "Fundación Familia Española". Eso es decir, por lo menos, que TFP es una secta de cuño fascista.

Alrededor de 1973, aparece en la Pontificia Universidad Católica y en la Universidad Peruana Cayetano Heredia el grupo de derecha radical "Dios y Patria". En el 74, varias facciones de este movimiento se independizan y toman otros nombres: la facción política se denominó "Confederación de Juventudes", y la de índole religiosa "Sodalitium Christianae Vitae". Luis Fernando Figari pertenecía a esta última. En esos inicios las publicaciones de Figari compartían formato y logotipos con las de TFP lo que evidencia sus vínculos totalitarios y fascistas y sus objetivos comunes.

Actualmente el Sodalitium tiene un enclave en Colombia, en una zona de actividad guerrillera, en donde TFP anteriormente tuvo una infame participación financiando a mercenarios para luchar contra las FARC, las mismas que hace un año secuestraran a un sacerdote sodálite y lo dejaron sospechosamente libre a los dos días sin que se hablase absolutamente nada de algún pago de rescate.

En el camino recorrido desde su nacimiento el avasallante Sodalitium ha dejado mutiladas muchas dignas familias, muchos hijos con personalidades alteradas, muchos destinos y estudios profesionales truncados, muchas mentes secuestradas, muchas propiedades perdidas, muchas economías destruidas, mucha rabia no expresada, mucho odio contenido y mucho, demasiado dolor. Aunque debemos ser amplios y considerar muchas otras causales para que alguien se integre a una secta, no en vano, en este caso específico, la mayoría de sus líderes provienen de familias disfuncionales con padres divorciados o muertos, hogares destruidos o fracturados. Parece que los líderes del Sodalitium quisieran tomarse su revancha con la sociedad.

Indiferencia social

Sería natural ante estas injusticias y atropellos esperar una fuerte, contundente y vigorosa réplica social. Pero el panorama es diferente. Los abogados, por ejemplo, con honrosas excepciones, no han querido intervenir aduciendo que las víctimas son jóvenes mayores de edad, usando el pretexto de la ausencia de legislación pertinente o alegando que así como hay drogas legales (tabaco y alcohol) en nuestro medio también hay sectas legales (las protegidas por la religión oficial); los médicos han soslayado hasta hace poco el trasfondo psicológico y psiquiátrico de la manipulación mental en el ámbito religioso y/o sectario y sus graves implicancias en la salud pública; los organismos defensores de los derechos humanos y sus psicoterapeutas prefieren tratar el tema de violencia política y dejar de lado el problema de la violencia mental en el sectarismo; otras iglesias no católicas evitan la confrontación señalando que el problema es espiritual y que, en algún momento, la lucha se dará igualmente en ese plano espiritual; los periodistas de investigación también tienen sus preferencias ya definidas, quisieran que se les entregue el material ya digerido y pretenden, vía testimonio, exponer a las familias afectadas denunciantes como carne de cañón.

En medio de esta indiferencia social siempre se han levantado solitarias y valientes voces de protesta que no han sido escuchadas y sólo han logrado la proverbial respuesta a la mayoría de denuncias que llegan hasta las autoridades de la poderosa e impune Iglesia Católica: el silencio absoluto.

La muerte del delfín: un cataclismo

Ante este sombrío panorama, un hecho totalmente fortuito impactó brutalmente en la estructura de la fortaleza sodálite. Ese hecho no fue un evento programado, estudiado, ni planificado en respuesta a las agresiones sociales de este grupo destructivo. El 13 de febrero de 2001 el súbito fallecimiento de Germán Doig Klinge tuvo el efecto de una catástrofe difícil de comprender y de asimilar para unas mentes que están programadas -los comportamientos de las sectas son eventos totalmente predecibles-.

Doig tenía la misión de suceder a Luis Fernando Figari. Era su mano derecha, era el delfín, era el príncipe de la secta, era el Vicario General del Sodalitium. El era quien ofrecía el pecho, sacaba la cara y le prestaba la careta académica e intelectual a la secta mientras el fundador Luis Fernando Figari escribía solitario y en las sombras sus enrevesados opúsculos y retorcidos discursos (que siempre atacan a la razón y ensalzan la irracionalidad) y se ocultaba indiferente en su fortaleza o búnker de Granja Azul para no escuchar los reclamos sociales.

Con toda seguridad muchas familias peruanas no recibieron con tristeza la noticia de la muerte de Doig. Fue casi como sentir la mano de Dios ante tanta injusticia y tanta impotencia. Más que un “tránsito” al más allá esto pudo llamarse un “despeñadero”. De nada valieron las pomposas misas fúnebres cada tres horas durante el velatorio. Ese ceremonial solamente hacía recordar a los miembros de la secta de los israelitas de Ezequiel Ataucusi cuando esperaban absurdamente la resurrección de su líder que yacía muerto en una urna de cristal.

Para el grupo sectario la muerte de Doig fue un evento cataclísmico. Esta muerte parece haber afectado internamente la estructura sodálite casi tanto como el impacto de los aviones suicidas en las torres del World Trade Center de New York City. Los impactos no fueron ni en los cimientos ni en la cúspide de los edificios pero los efectos deletéreos fueron matemáticamente efectivos y demoledores. Lo mismo sucedió en la estructura del Sodalitium. No desapareció el verdadero y venerado líder -Figari- (que hubiese sido santificado) ni tampoco la masa de obnubilados seguidores. Sin embargo, la estampida consecuente a este evento específico era de esperar. Los efectos de una muerte como la de Doig no pudieron haberse calculado, planificado ni dirigido mejor si hubiese intervenido una inteligencia externa.

La respuesta organizada

Sin embargo, muy aparte de este “providencial” hecho fortuito que nadie pudo sospechar ni pronosticar, de acuerdo a lo previsto por la evolución histórica de las sectas, en estos últimos meses por fin se estaba dando a conocer públicamente la expresión organizada de la sociedad afectada. El Sodalitium había sido criticado directamente por diversas vías, prensa escrita, volantes anónimos, comunicación persona-persona entre padres de familia afectados y permanentes comunicaciones electrónicas por internet.

Creció la conciencia social en círculos religiosos, asociaciones de padres de familia, centros educativos, centros universitarios, colegios profesionales, sociólogos, periodistas, investigadores sociales, historiadores, filósofos, antropólogos, psicólogos, médicos, psiquiatras y también instituciones vinculadas a la observación de los derechos humanos, libertad de conciencia y lucha antisectaria.

La indignación contra el Sodalitium estaba llegando a lo que se denomina en física el estado de “masa crítica” justo antes de provocar una inevitable reacción en cadena. Aunque la reacción aún era indefinida también era esperanzadora. Se requirió el apoyo de organizaciones de consulta y asesores profesionales no peruanos. La cruzada era y es internacional, como lo es el Sodalitium. La magnitud de la amenaza ameritaba una gran respuesta. Posiciones radicales exigen respuestas radicales.

El primer campanazo contra el Sodalitium fue dado por José Enrique Escardó Steck, director de la revista Gente y ex miembro de la secta en noviembre del 2000. Su desgarrador relato, en varios capítulos, de las torturas a que fue sometido en San Bartolo fue acallado amenazadoramente por la intolerancia y el poder del Sodalitium. Lamentablemente, el juvenil lenguaje autosuficiente, irreverente e inadecuado que usó en sus artículos de “El quinto pie del gato” fue el principal disuasivo que hundió la denuncia en un aparente descrédito, solamente comprendido por las familias afectadas. Sin embargo, un año después en noviembre del 2001, sus argumentos fueron plenamente recogidos por Cecilia Valenzuela y Diego Fernández Stoll de Entrelíneas de Canal N y ampliados por valientes contribuciones de otros ex miembros, padres de familia, el psicólogo Jorge Bruce y de muchas otras personas y familias que cautamente permanecieron en el anonimato para proteger a sus hijos cautivos en la secta. La denuncia fue publicada generosamente en internet en la página web de www.agenciaperu.com de donde logró difundirse con profusión a nivel nacional e internacional. Una de las principales cajas de resonancia de esta noticia fue la página web "Sectas del Nuevo Milenio”, del conocido crítico argentino Alfredo Silleta, que transcribió literalmente las entrevistas en la red.

Por otro lado, independientemente, salió a luz en enero del 2002 El totalitarismo católico en el Perú, tesis del autor de estas líneas, sobre la actitud sociopolítica de la cúpula católica peruana, el Opus Dei y el Sodalitium, que incluyó una serie de denuncias con argumentos probatorios sobre los atropellos cometidos por este último grupo en asociación con el Banco Santander Central Hispano contra Fernando Gerdt Tudela para apoderarse de su inmueble de 1700 m2 mediante un pagaré falsificado. Gerdt también alzó su voz de denuncia en Canal 4 ATV de Arequipa y en el programa de Cecilia Valenzuela sin poder ser refutado ni acallado. Lo felizmente trascendental de este trabajo de análisis fue el reconocimiento que recibió de Pepe Rodríguez de Barcelona, España, psicólogo, investigador, sociólogo, erudito autor de varios importantes libros y asesor para varios gobiernos europeos sobre asuntos sectarios, quien ofreció su auspicio para publicar este escrito en su prestigiosa página web www.pepe-rodriguez.com en la sección cuyo acceso directo es el siguiente: y desde donde hoy alcanza ya difusión planetaria.

El Sodalitium, como el soberbio e insolente instituto secular que es, también ha comenzado a chocar con el mismo clero. Un claro ejemplo es lo sucedido en enero del 2002 en el Centro de Educación Especial para Niños Ciegos Nuestra Sra. del Pilar de Arequipa. Desde meses atrás los sodálites habían empezado gestiones no muy sanas destinadas a hacerse del local que las madres franciscanas abandonarían en pocos meses. A pesar que éste pertenece al Estado iniciaron gestiones para su transferencia al Sodalitium y para ello se valieron de una copia de la minuta de la propiedad a cargo de las franciscanas y que autenticaron notarialmente al estilo en que hacen las cosas estos delincuentes: ¡entre gallos y medianoche! De manera que hasta poseían los planos de la habilitación urbana solicitados y obtenidos el 31-10- 2001 y con el registro de trámite documentario # 33607 de la Municipalidad Provincial de Arequipa y cuya solicitud fuera pedida por Haylin Tello Pinto, con DNI # 40412386 ante dicha entidad oficial.

Con el oficio No. 010-2002-MPA-C.2, dirigido por el Director de Asentamientos Humanos de la Municipalidad Provincial de Arequipa, señor Marcos Ortiz Carrera, se comunica en relación al expediente 33607 que de acuerdo al informe No. 714-2002-MPA-C.2-CU, de la Oficina de Control Urbano que el trámite debe ser presentado ante la Municipalidad Distrital de Yanahuara”. Ciertamente, las madres franciscanas quedaron ingratamente sorprendidas frente a semejante oficio que no estaba siquiera gestionado por ellas. Lo cierto es que hay funcionarios corruptos enmadejados en la urdimbre que tejen los sodálites para enajenar propiedades y hacerse de ellas.

Esperanza Medina, valiente mujer y gran educadora, Directora Regional de Educación de Arequipa, DREA, tuvo un enfrentamiento durísimo a viva voz y con la esténtorea gana de decir su verdad con el sacerdote católico y sodalicio -y por tanto fascista- Javier Len, en torno al destino de la infraestructura del Centro de Educación Especial Nuestra Sra. del Pilar. El prepotente Len ya había, con sus cómplices sodálites, hasta puesto una oficina en este inmenso local para apoderarse de él, hecho que parece, según todos los indicios haberse frustrado por la intercesión directa y valerosa de la Medina. De cualquier manera en esta oportunidad, los fascistas sodálites se quedaron con los crespos hechos porque ninguna de sus gestiones, todas subrepticias e ilegales, tuvieron éxito, porque la Medina se enfrentó abiertamente al designio mafioso que estos sujetos exhiben en Arequipa del modo más descarado. Me tocó advertir sobre la maniobra cuya historia completa es de acceso público en internet en ¡Arequipa: sodalicios fascistas con los crespos hechos! con el número 30052 de Yahoo Groups Chimú: lista cultural de peruanos alrededor del mundo.

El salvaje se mira en el espejo

Otro detalle que merece ser destacado es cómo el Sodalitium, que se autodenominaba un grupo que reclamaba y ejercía la radicalidad, que mediante Emilio Garreaud publicaba en la prensa con todo desparpajo que ellos son los llamados a ser signo de contradicción, que admitía abierta y orgullosamente que se les etiquetaba de fanáticos, que el Señor no ha venido a traer la paz sino la división, que ha venido a prender fuego en el mundo y que ojalá estuviera ardiendo, que si bien ello es doloroso también es necesario, que habrá violencia y no paz, que el joven debe dar muerte al hombre viejo, que la pareja -o la pareja y los hijos- deben “desplegarse” (desintegrarse-disgregarse-separarse) apostólicamente, que solamente se entrará en el reino de los cielos esforzándose con violencia... hoy se hunde en el silencio.

Ahora, ante la locura del ataque terrorista a Estados Unidos por parte de unos fanáticos religiosos, el Sodalitium inmediatamente ha acallado sus discursos fanatizados, habla de perdón y de paz, marca distancias con sus congéneres fundamentalistas islámicos temiendo ser estigmatizados con los mismos epítetos, y se cuida muy bien de ser señalado precisamente en estos momentos como un grupo religioso de intolerantes, destructivos y antisociales.

Biografía

Nació en Lima-Perú el 8 de julio de 1947, sus padres Don Alberto Figari Ríos (1902-1990) y Doña Blanca Rosa Rodrigo

Luis Fernando ha fundado diversas asociaciones las cuales viven la "espiritualidad sodálite" y están agrupadas en lo que se llama La Familia Sodalite, las fundaciones son:

Publicaciones

  • Oraciones y pensamientos - VE, Lima 2009
  • Haced lo que Él os diga - Copihue, Santiago de Guayaquil 2009
  • Familia, santidad y apostolado - VE, Lima 2009
  • Formación y misión - VE, Lima 2008
  • Catequesis al Movimiento de Vida Cristiana en San Juan de Letrán - FE, Lima 2008
  • Maestría de la palabra y la Pasión - VE, Lima 2008
  • Una recta lectura del Concilio en vistas al Tercer Milenio - VE, Lima 2007
  • Caminos de Meditación. Métodos (Tomo I) - VE, Lima 2006
  • De la despedida a la bienvenida - FE, Lima 2006
  • El matrimonio, un camino de santidad - VE, Lima 2006
  • La búsqueda de la verdad - VE, Lima 2006
  • Dolor y alegría. Reflexiones de Viernes Santo - Copihue, Santiago de Chile 2005
  • Huellas de un peregrinar - FE, Lima 2005
  • ¿Por qué una teología de la reconciliación? - VE, Lima 2004
  • Con María en Oración - Copihue, Santiago de Chile 2004
  • El modelo de San José ante los desafíos del Tercer Milenio - FE, Lima 2004
  • Horizontes de reconciliación - VE, Lima 2004
  • Un mundo en cambio - EDINO, Santiago de Guayaquil 2004
  • En compañía de María - VE, Lima 2002
  • Nostalgia de infinito - FE, Lima 2002
  • Vida Cristiana y Nueva Evangelización - FE, Lima 2002
  • Una aventura fascinante - VE, Lima 2001
  • ¿Nuevos clásicos? - VE, Lima 2000
  • Aportes para una teología de la reconciliación - FE, Lima 2000
  • Luces de Emaús para la vida cristiana - FE, Lima 2000
  • María y la vocación a la vida cristiana - FE, Lima 2000
  • Páginas de fe - FE, Lima 2000
  • Peregrinar de una comunidad. Un movimiento joven como respuesta para los jóvenes - FE, Lima 2000
  • Concilio Plenario Latinoamericano. Un centenario - VE, Lima 1999
  • Misión reconciliadora de la Iglesia - FE, Lima 1999
  • Federico Ozanam, apóstol de la caridad y la reconciliación reconciliación - VE, Lima 1998
  • Lenguaje, homogeneización y globalización - VE, Lima 1998
  • Enseñanzas de San José para la vida cristiana - FE, Lima 1997
  • Características de una espiritualidad para nuestro tiempo desde América Latina - VE, Lima 1995
  • Hacia las fuentes de la Enseñanza Social en la Sagrada Escritura - VE, Lima 1995
  • Con Santa María en América Latina. Reflexiones desde Puebla - FE, Lima 1992
  • Evangelización, promoción humana y reconciliación en la forja de América Latina - VE, Lima 1992
  • Función dinámica de María - FE, Lima 1992
  • María, paradigma de unidad - VE, Lima 1992
  • Reflexiones en torno a la Trinidad y a la Creación - FE, Lima 1992
  • La dignidad del hombre y los derechos humanos - FE, Lima 1991
  • Reflexión sobre Medellín: Un largo caminar - VE, Lima 1991
  • Catequesis sobre el amor - FE, Lima 1990
  • Dios no ha muerto. Reflexiones en torno a la teología de la muerte de Dios - VE, Lima 1988
  • La Populorum progressio - VE, Lima 1988
  • Voz de esperanza - APRODEA, Lima 1979

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