Diferencia entre revisiones de «Gerónimo de Aguilar»

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== De náufrago a prisionero de los Mayas ==
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En 1511 un barco de la flota de [[Diego de Nicuesa]], al mando de Pedro de Valdivia ( si es con Pedro de Valdivia el conquistador de Chile), a bordo del navío ''Santa María de la Barca'' que regresaba a la isla [[La Española]] después de explorar la costa centroamericana, naufragó cerca de las costas de Yucatán y algunos de sus ocupantes consiguieron salvarse. Hubo unos veinte sobrevivientes del naufragio, entre ellos el Capitán Valdivia, Gerónimo de Aguilar y [[Gonzalo Guerrero]].
En 1511 un barco de la flota de [[Diego de Nicuesa]], al mando de Pedro de Valdivia ( no confundir con Pedro de Valdivia el conquistador de Chile), a bordo del navío ''Santa María de la Barca'' que regresaba a la isla [[La Española]] después de explorar la costa centroamericana, naufragó cerca de las costas de Yucatán y algunos de sus ocupantes consiguieron salvarse. Hubo unos veinte sobrevivientes del naufragio, entre ellos el Capitán Valdivia, Gerónimo de Aguilar y [[Gonzalo Guerrero]].


Cuenta la historia que arribaron a un poblado que dependía del cacicazgo [[maya]] [[Ekab]], y que abarcaba el área noreste de la [[península de Yucatán]] (donde hoy se asientan las poblaciones [[Cancún]], [[Cozumel]] e [[Isla Mujeres]]), fueron tomados prisioneros y los presentaron ante el [[Halach Uinik]] o cacique de [[Ekab]] quien decidió sacrificarlos a sus dioses. Gerónimo de Aguilar y [[Gonzalo Guerrero]] de algún modo lograron escapar hacia la selva y fueron nuevamente capturados por guerreros mayas y convertidos en esclavos del cacique de [[Xamanhá]].
Cuenta la historia que arribaron a un poblado que dependía del cacicazgo [[maya]] [[Ekab]], y que abarcaba el área noreste de la [[península de Yucatán]] (donde hoy se asientan las poblaciones [[Cancún]], [[Cozumel]] e [[Isla Mujeres]]), fueron tomados prisioneros y los presentaron ante el [[Halach Uinik]] o cacique de [[Ekab]] quien decidió sacrificarlos a sus dioses. Gerónimo de Aguilar y [[Gonzalo Guerrero]] de algún modo lograron escapar hacia la selva y fueron nuevamente capturados por guerreros mayas y convertidos en esclavos del cacique de [[Xamanhá]].

Revisión del 18:18 1 nov 2009

Gerónimo o Jerónimo de Aguilar nació en Écija (Sevilla) en 1489, murió en 1531. Algunas fuentes lo citan como diácono y otras como fraile.

De náufrago a prisionero de los Mayas

En 1511 un barco de la flota de Diego de Nicuesa, al mando de Pedro de Valdivia ( no confundir con Pedro de Valdivia el conquistador de Chile), a bordo del navío Santa María de la Barca que regresaba a la isla La Española después de explorar la costa centroamericana, naufragó cerca de las costas de Yucatán y algunos de sus ocupantes consiguieron salvarse. Hubo unos veinte sobrevivientes del naufragio, entre ellos el Capitán Valdivia, Gerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero.

Cuenta la historia que arribaron a un poblado que dependía del cacicazgo maya Ekab, y que abarcaba el área noreste de la península de Yucatán (donde hoy se asientan las poblaciones Cancún, Cozumel e Isla Mujeres), fueron tomados prisioneros y los presentaron ante el Halach Uinik o cacique de Ekab quien decidió sacrificarlos a sus dioses. Gerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero de algún modo lograron escapar hacia la selva y fueron nuevamente capturados por guerreros mayas y convertidos en esclavos del cacique de Xamanhá.

Rumbo a la conquista de la Gran Tenochtitlan, Hernán Cortés oye hablar de los náufragos

Cuando en 1519, rumbo a la conquista de México Hernán Cortés desembarcó en Cozumel se enteró que había en aquellas tierras náufragos españoles, miembros de anteriores expediciones que habían sido tomados prisioneros por los mayas.

Narra Diego López de Cogolludo en su obra Historia de Yucatán (Madrid 1688).

Con el buen tratamiento del general Hernando Cortés, con no hacer los españoles daño alguno á los indios, se acabaron de asegurar todos los de la Isla, y traían buena provision de bastimentos para el ejército. (...) Desta familiar comunicación con los indios, dice el coronista Herrera, resultó que algunos dieron á entender que cerca de aquella Isla en Tierra firme de Yucatan, había hombres semejantes á los españoles con barbas, y que no eran naturales deste reino, con que tuvo ocasión Hernando Cortés de buscarlos.
Bernal Díaz del Castillo asigna otra causa, y dice: Que como hubiese oído el general á los soldados que vinieron con Francisco Hernandez de Córdova, que los indios les decían Castilan, Castilan, señalando al oriente, que llamó al mismo Bernal Díaz y á un viscaíno llamado Martín Ramos, y les preguntó, que si era como se decía; y respondiéndole que sí, dijo el general, que presumía haber españoles en Yucatán, y sería bueno hacer diligencia entre los indios.
Mandó el general llamar á los caciques, y por lengua del indio Melchor (que ya sabia algún poco de la castellana, y la de Cozumel (Cuzamil) es la misma que la de Yucatan) se les preguntó si tenían noticia de ellos. Todos en una conformidad respondieron, que habían conocido unos españoles en esta tierra, y daban señas dellos, diciendo que unos caciques los tenían por esclavos, y que los indios mercaderes de aquella Isla los habían hablado pocos días había, que estarían de distancia la tierra adentro, andadura y camino de dos soles.

Hernán Cortés envía cartas a los náufragos

Grande fue el alegría de los españoles con esta nueva, y así les dijo el general á los caciques que con cartas, que les daría para ellos se los enviasen á buscar. A los que señalaron los caciques (para ir, halagó) y dio unas camisas y cuentas, prometiendo darles más cuando volviesen. Los caciques dijeron al general, enviase con los mensajeros rescate para dar a los amos, cuyos esclavos eran, para que los dejasen venir, y así se les dio de todo género de cuentas y otras cosas, y se dispusieron los dos navíos menores con veinte ballesteros y escopeteros, por su capitán Diego de Ordaz. Dióles orden el general que estuviesen en la costa de Punta de Cotóch (c'otoch) aguardando ocho días con el navío mayor, y que con el menor se le viniese á dar cuenta de lo que hacían. Dispusose todo, y la carta que el general Cortés dio á los indios, para que llevasen á los españoles, decía así: "Señores y hermanos, aquí en Cozumél (Cuzamil) he sabido, que estais en poder de un cacique detenidos. Yo os pido por merced, que luego es vengais aquí á Cozumel (Cuzamil), que para ello envió un navío con soldados, si los hubieredes menester, y rescate para dar á esos indios con quien estáis, y lleva el navío de plaza ocho días para os aguardar. Veníos con toda brevedad: de mi sereis bien mirados, y aprovechados. Yo quedo aquí en esta isla con quinientos soldados y once navíos. En ellos voy mediante Dios la vía de un pueblo que se dice Tabasco ó Potonchán.

Gerónimo de Aguilar se encuentra con los suyos

Los indios que llevaron la carta del general Hernando Cortés, dentro de dos días la dieron á un español, que se llamaba Gerónimo de Aguilar. Dicen algunos, que no se atrevieron á dársela á él, sino á su amo, y que receló mucho le quisiese dar licencia para irse, y que así con mucha humildad puso todo el negocio en la voluntad de su amo; medio con que hasta entónces se había conservado, y que con esto no solo le dio licencia, pero que hizo le acompañasen algunos indios, y le rogó solicitase para él la amistad de los de su nación, porque deseaba tenerla con hombres tan valerosos. Pero Bernal Diaz afirma, que al Gerónimo de Aguilar se dio la carta y rescates, y que habiéndola leído se holgó mucho (bien se deja entender el grado en que seria) y que fue á su amo con ella, y los rescates para que le diese la licencia, la cual luego dio para que se fuese donde tuviese gusto. Gerónimo Aguilar habida licencia de su amo, fue en busca de otro compañero suyo llamado Gonzalo Guerrero y le enseñó la carta, y dijo lo que pasaba.

Dice Bernal Díaz del Castillo en su crónica Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España que a Gerónimo de Aguilar le respondió Gonzalo Guerrero: "Hermano Aguilar, yo soy casado y tengo tres hijos. Tienenme por cacique y capitán, cuando hay guerras, la cara tengo labrada, y horadadas las orejas que dirán de mi esos españoles, si me ven ir de este modo? Idos vos con Dios, que ya véis que estos mis hijitos son bonitos, y dadme por vida vuestra de esas cuentas verdes que traéis, para darles, y diré, que mis hermanos me las envían de mi tierra."

Cuando volvieron á arribar á Cozumel (Cuzamil) los navíos, supólo luego Gerónimo de Aguilar, y trató con priesa de ir á alcanzarlos. Pagó con las cuentas verdes del rescate que le enviaron, y seis indios remeros que en breve tiempo (por no ser más de cuatro leguas la travesía) pasaron de la banda de Tierra firme á la playa de la isla, aunque por la violencia de las corrientes descayeron algo del puerto á donde iban á parar. Habían salido unos soldados á caza de puercos monteses, de los que tienen el ombligo arriba en el espinazo; dijeron al general como habían visto, que de la parte de Cabo de Cotoch atravesó una canoa grande á la Isla, y que la gente de ella junto al pueblo.

Mandó el general al capitán Andrés de Tapia, que con otros dos soldados fuese á reconocer que novedad era aquella. Viendo los indios remeros ir los españoles para ellos, quisierónse tomar á embarcar, pero Aguilar los sosegó, diciéndoles, que no tuviesen miedo, que eran sus hermanos. Como el español venía de la misma forma que los indios, envió á decir el capitán Andres de Tápia al general Cortés, que siete indios eran los que habían llegado en la canoa; pero luego que sajieron á tierra, el español dijo (mal mascado y peor pronunciado, como dice Bernal Diaz) Dios, é Santa Maria y Sevilla. El capitán Andres de Tápia luego que fue á abrazarle, y el otro soldado á gran priesa á pedir albricias al general por la buena nueva de la llegada del español, que también luego se fue con el capitán Tápia para donde estaba Cortés.

Los españoles que los encontraban, preguntaban al capitán Tapia por el español; ¿pero que tal venía él, para que le conociesen, aunque estaba presente? De su natural color era moreno, venía tresquilado como un indio esclavo, traía un remo al hombro, una ruin manta, sus partes verendas cubiertas con un paño á modo de braguero, que los indios usan y llaman Puyut, y en la manta un bulto, que después se vio eran horas muy viejas, y con este arreo llegó á la presencia del general Cortés que también preguntó al capitán Tapia por el español Gerónimo de Aguilar, que se había puesto en cuclillas, como los otros indios, entendiendo al general, dijo: Yo soy; y luego Cortés le mandó vestir camisa y jubón, y unos calzones, y calzar unos alpargates, y le dieron para cubrirle la cabeza una montera, que por entonces no se le pudo dar otros vestidos.

Gerónimo de Aguilar partió con Hernán Cortés a la Conquista de México en la que le sirvió de intérprete o traductor puesto que hablaba la lengua maya, y junto con La Malinche que hablaba las lenguas maya y náhuatl, Hernán Cortés pudo comunicarse con Mayas y Aztecas mediante la triangulación de tres lenguas, del idioma español al idioma maya (por medio de Gerónimo de Aguilar) y del idioma maya al idioma náhuatl (por medio de La Malinche) y viceversa.

Murió en 1531 cerca del río Pánuco, se ignora el lugar en donde fue sepultado.

Véase también

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