Diferencia entre revisiones de «Virgen del Pino»

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Encontramos justificación en la sociedad de la época, sociedad agraria y religiosa.
Encontramos justificación en la sociedad de la época, sociedad agraria y religiosa.
Los factores y causas que juzgaron que la imagen de la Virgen del Pino fuera la imagen elegida para las peregrinaciones religiosas fueron: el misterio y milagroso acto de la aparición, la devoción del pueblo canario, pertenencia de la Basílica de Nuestra Señora del Pino al beneficio de la Catedral de Canarias.
Los factores y causas que juzgaron que la imagen de la Virgen del Pino fuera la imagen elegida para las peregrinaciones religiosas fueron: el misterio y milagroso acto de la aparición, la devoción del pueblo canario, pertenencia de la Basílica de Nuestra Señora del Pino al beneficio de la Catedral de Canarias.

El 3 de junio del año 2000 la Virgen del Pino salió de [[Teror]] hacia la capital grancanaria para quedarse como es tradición en la [[Catedral de Canarias]] durante quince días en los que permaneció junto al Santo [[Cristo de Telde]]. El sábado 10 de junio de 2000 las dos imágenes fueron hacia la iglesia de la Virgen de la Luz en [[la Isleta]] en donde se celebró una multitudinaria misa. Ambas imágenes volvieron a la [[Catedral de Canarias]] el 11 de junio y la Virgen del Pino regreso a [[Teror]] el 17 de junio.


En el año 2007, se celebró el 400 aniversario de la primera bajada de la imágen de la Virgen del Pino desde Teror a Las Palmas de Gran Canaria. Con motivo de tal aniversario, se han publicado recientemente varios libros que recogen la experiencia y el apogeo multitudinario recogido a lo largo de estos 4 siglos.
En el año 2007, se celebró el 400 aniversario de la primera bajada de la imágen de la Virgen del Pino desde Teror a Las Palmas de Gran Canaria. Con motivo de tal aniversario, se han publicado recientemente varios libros que recogen la experiencia y el apogeo multitudinario recogido a lo largo de estos 4 siglos.

Revisión del 21:54 10 ago 2009

La Virgen del Pino es la patrona de la isla de Gran Canaria y de la Diócesis de Canarias (provincia de Las Palmas, Islas Canarias). Está situada en el camarín de la Basílica de Nuestra Señora del Pino1 en el municipio de Teror, en la isla de Gran Canaria, España. La virgen grancanaria, coronada canónicamente en 1905 y en 1914 fue declarada patrona de la diócesis de Canarias por el Papa Pío X.

Aparición

Casa de los Patronos de la Virgen, en Teror

El momento de la aparición de la Virgen del Pino siempre ha estado envuelto en un halo de misterio, existiendo todo tipo de versiones, algunas más o menos piadosas y otras que quitan al asunto todo carácter sobrenatural y hasta dan referencias de la persona que se trajo la talla desde España. Sin embargo, la tradición popular cuenta como hacia el año 1481 la imagen de la Virgen María apareció de manera sobrenatural en lo alto de un pino situado en las inmediaciones donde años más tarde sería levantada la basílica que la alberga.

"Nuestros padres nos han dicho que dirigidos por un resplandor maravilloso la encontraron en la eminencia de un Pino, rodeada de tres hermosos dragos, de cuyas ramas se formaba una especie de nicho; que una lápida muy tersa le servía de peana y que del tronco de aquel árbol nacía una fuente perenne de aguas medicinales"
Fernando Hernández Zumbado, Novena a Nuestra Señora (1782)

Los diferentes reconocimientos del pino de la aparición de la imagen de la Virgen estuvieron orientados a la comprobación de la tradición. El pino de la aparición, robusto y ejemplar autóctono, tuvo 41,75 metros de altura y 6,72 centímetros de circunferencia.

Sin embargo, la extraña lápida que sirvió de pedestal a la virgen, con huellas podomorfas grabadas en la piedra, sólo fue vista por los pocos que subieron al alto pino, ya que la misma desapareció al caer el árbol. Señala la tradición que la aparición tuvo lugar el 8 de septiembre de 1481, siendo venerada la imagen desde entonces, además de por unos pastores, por el propio Fray Juan de Frías, obispo de la entonces diócesis Rubicense. De acuerdo con el relato tradicional, todo esto ocurría cuando se estaba culminando la conquista de Gran Canaria, que tuvo lugar entre 1478 y 1483.

El lugar de la aparición era un frondoso bosque que en el siglo XV se extendía por todo el centro y norte de la isla, que algunos historiadores sugieren que pueda ser un apéndice de la denominada Selva de Doramas. El pino en el que se apareció la imagen crecía en una zona conocida como Aterura, que en algunos escritos de la época aparece con las denominaciones Terore o Terori y que con el transcurso del tiempo quedaría fijado en la forma Teror que es la que ha llegado hasta nuestros días.

Basílica y patronazgo

La Basílica de Teror fue creada parroquia en 1503 y la construcción del actual templo data de 1760. La riqueza artística del templo se manifiesta en el edificio, que posee tres naves, ejecutadas en arcos de medio punto y cubierta de dos aguas, y una torre de sillería amarilla adosada en una esquina de su fachada principal. A propuesta del Obispo Marquina, fue declarada basílica en el año 1916.

El 13 de abril de 1915, la Santa Sede concede al Templo terorense el título de Basílica, al tiempo que se elevaba al rango de fiesta de doble precepto para los fieles de Gran Canaria, la Natividad de la Virgen María, 8 de septiembre que, en dicho año, ya comenzó a cumplirse.

En 1599 el papa Clemente VIII nombra Patrona de Canarias a la Virgen de Candelaria Más tarde, el 17 de julio de 1867, un Decreto del papa Pío IX, ordena que en cada diócesis solo hubiera un patrono principal, que tenía que ser aprobado por la Santa Sede. Por Decreto de 12 de Diciembre de dicho año, el Vaticano designa a la Virgen de la Candelaria Patrona Principal del Archipiélago Canario, lo que se publica en los boletines oficiales canarios en 1868. Por Decreto del Papa Pío X el 16 de abril de 1914,se designa patrona principal de la Diócesis de Canarias (provincia oriental) a la Santísima Virgen del Pino, actualmente el patronazgo del archipiélago es uno de los motivos al que se recurre para aviar el pleito insular.

El 9 de septiembre de 1763, el colegio de abogados de Las Palmas de Gran Canaria, acuerda únanimemente declararla patrona. El rey Carlos III les concede tal patronazgo el 14 de noviembre de 1766. Desde entonces acude corporativamente a la función solemne el domingo siguiente al 8 de septiembre, conocido vulgarmente como "Día de las Marías", fecha en que también la Villa Mariana de Teror celebra su fiesta patronal en honor a la Santísima Virgen del Pino. El mismo Carlos III, por real cédula de 19 de noviembre de 1767, regala a la Virgen del Pino 129 fanegadas de terreno baldío en el barranco de la Montaña o de la Virgen para sustento del templo, los ministerios y culto.

Historia

La imagen de Nuestra Señora del Pino, apareció en la eminencia de un pino canariense en la Villa de Teror, en 1481, dos años antes de la conquista de Gran Canaria y de su incorporación a la Corona de Castilla el 29 de abril de 1483. El estudio científico de la imágen la sitúa antes de 1481. La primitiva ermita debe situarse después de las operaciones conquistadoras de la isla. La ermita era de una sola nave con su capilla mayor, edificada junto al pino de la aparición mariana. Ya contaba con pila bautismal. Juán Pérez de Villanueva era patrono de la capilla mayor y de la Virgen del Pino. Dicha ermita, como todas las de época en Canarias, fue de cortas dimensiones. Esta primera ermita de Nuestra Señora del Pino quedó encerrada entre los muros de la nueva iglesia que ya se construía en 1582. Este segundo templo de Nuestra Señora del Pino, sufrió con el correr de los años sus terribles contratiempos. El tercero y definitivo Templo de Teror, mide 1131 metros cuadrados, con 22,75 metros por su parte más alta y la torre con 24. Este hermoso templo, a pesar de su grandeza arquitectónica y artística, estuvo expuesto a la ruina total en diversas ocasiones. Ya desde los primeros años cundió el pánico entre la población, pero continuaron las grandes concentraciones de peregrinos. Por último, siendo obispo de la Diócesis de Canarias Miguel Serra y Sucarrat, el rey Alfonso XIII concede a la Santísima Virgen del Pino los correspondientes honores reales y representación real regia, el 26 de julio de 1929. Dichos honores y representación real debían realizarse cada 8 de septiembre.

Coronación Canónica

En 1904 se celebraba en la Iglesia las bodas de oro de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de María. La Diócesis de Canarias solicitó con tal motivo la Coronación Canónica de la imagen de la Virgen del Pino. El obispo fray José Cueto y Díez de la Maza elevó a la Santa Sede las preces de estilo. Fué concedida la gracia. Debía ser coronada en diciembte de 1904, pero el tiempo de invierno no era favorable. Por ello se estimó como más conveniente la fecha del 7 de septiembre de 1905, vísperas del Pino. El pueblo canario aportó las joyas necesarias para ello. Resultó una fiesta de singular esplendor y devoción, no faltando, incluso, la ofrenda de la Diócesis hermana de Tenerife, concretada en un valioso cáliz con la siguiente inscripción:

"La Diócesis de Tenerife a la Virgen del Pino de Teror en su Coronación"

Festividad

Fachada de la Basílica y Real Santuario de Nuestra Señora del Pino en Teror.

La aparición de la Virgen del Pino convirtió a Teror en el centro de peregrinación de toda isla. La historia de la festividad se remonta al siglo XVI, cuando la imagen era llevada a Las Palmas de Gran Canaria para hacer rogativas ante la falta de lluvias que se padecía en la época.

Sobresalen actos de índole festivo y religioso como la Bajada de la Imagen de la Virgen del Pino desde su Camarín al trono procesional.

La romería-ofrenda sale el 7 de septiembre del Castañero Gordo y llega a las puertas de la Basílica de la Virgen del Pino, donde hay una representación de los municipios de Gran Canaria y de cada una de las islas. Es característico de las romerías canarias, que cada pueblo acuda con su propia representación, una carreta tirada por bueyes con una carroza que representa a la población, seguida de romeros.

Además, el ceremonial litúrgico del 8 de septiembre, como a su vez la procesión lúcida y devota con su correspondiente novenario atrae a decenas miles de fieles cada año a rendirle honores a la Patrona insular.

Honores Militares

Por Real Cédula de 19 de abril de 1553, se crearon las Milicias de Canarias. A lo largo del siglo XIX, se formó un Batallón de Milicias, compuesto por personas de diferentes puntos de la isla de Gran Canaria, como Teror, Arucas, Valleseco, Firgas, Santa Brígida...

Por decreto del Coronel Castro Caubín, se conceden Honores Militares a la imagen de la Virgen del Pino, el 21 de agosto de 1929. Dicho año, en la solemnidad de la Virgen, tuvo especial importancia, puesto que dos unidades del Regimiento de Infantería, cubrían el trono y escoltaban a la Patrona. Dicho acto de índole festivo, fue presidido por el Capitán General de las Islas Canarias, Rodríquez Casademunt y el respectivo obispo de la Diócesis Serra y Sucarrats. Con la llegada de la República española, se anuló cualquier honor militar a la Virgen del Pino, sin embargo, en sus primeras bajadas a la Catedral de Canarias, desde el Castillo del Rey se realizaba el solemne recibimiento a la Virgen con cañonazos y una compañía militar la recibía con salvas de fusilería. Actualmente, la relación con el Ejército español se mantiene viva, rindiendo honores a la Santísima Virgen desde 1787, aunque con alguna discontinuidad puntual. En el año 2006, de forma excepcional con motivo del Primer Centenario de la Coronación Canónica de la imagen de la Virgen del Pino, una Unidad Militar, formada por los componentes de los tres ejércitos, rindieron honores, escoltaron y participaron en la Solemne Procesión del dia 8 de septiembre en Teror.

Peregrinaciones

Existe constancia escrita, que la primera bajada de la Virgen del Pino a la capital Gran Canaria, se realizó en 1607, domingo 20 de marzo por falta de lluvias. Cincuenta veces ha bajado la Virgen del Pino a Las Palmas de Gran Canaria desde su Basílica de Teror. Falta de lluvias, epidemias locales o peninsulares, guerras, volcanes, langosta...

La primera de las bajadas supuso el inicio de una tradición, aunque los motivos que impulsaron las rogativas de la presencia de la Imágen en la capital gran canaria, fuera la falta de agua, guerras, enfermedades y epidemias, plagas, catástrofes...

Encontramos justificación en la sociedad de la época, sociedad agraria y religiosa. Los factores y causas que juzgaron que la imagen de la Virgen del Pino fuera la imagen elegida para las peregrinaciones religiosas fueron: el misterio y milagroso acto de la aparición, la devoción del pueblo canario, pertenencia de la Basílica de Nuestra Señora del Pino al beneficio de la Catedral de Canarias.

En el año 2007, se celebró el 400 aniversario de la primera bajada de la imágen de la Virgen del Pino desde Teror a Las Palmas de Gran Canaria. Con motivo de tal aniversario, se han publicado recientemente varios libros que recogen la experiencia y el apogeo multitudinario recogido a lo largo de estos 4 siglos.

Devoción

Siempre, en el pasado, todos los caminos de Gran Canaria condujeron a Teror. Hoy, también es la Virgen del Pino el centro de la devoción mariana de la misma, mejorando y acreciendo el culto y la presencia de los canarios. Y también los extraños que hacen de Teror estación obligada a la Virgen del Pino. Todos los días están los fieles al pie de la Virgen. Los domingos y festivos del año es masiva y devota aquella presencia, testimonio inequívoco de crecimiento en la devoción. Como ocurre en multitud de diócesis, el santuario del Pino es el centro de atracción y cariño hacia la imágen de la Virgen al igual que una gran fuente de renovación de vida cristiana. Los obispos canarios así lo testificaron en numerosas ocasiones, purificando, estimulando la verdadera doctrina mariológica de la Iglesia. No fueron ajenos los obispos de Canarias ante el hecho y culto a la Virgen del Pino. Fué muy importante, además, la asistencia constante del cabildo catedral. No falta por supuesto la voz del pueblo, su piedad y folklore. Hasta la meteorología se integró en la Virgen de Teror, al calificar las pleamares violentas de septiembre como "Mareas del Pino". Otros obispos canarienses contribuyeron a impulsar la devoción y el culto a la Virgen del Pino. Así, el franciscano fray Juán Bautista Cervera (1769-1777), que acudía siempre con fervor a las fiestas del Pino del ocho de septiembre, o Antonio Martínez de la Plaza, quién donó a las andas de la Virgen la segunda basa de los fanales y la mesa de las andas de plata. El santo obispo Buenaventura Codina y Augerolas (1847-1857), devotísimo de la Virgen del Pino , quien le donó el Reloj que se encuentra en la fachada del templo basílical y el peso de la obra se lleva a cabo en 1853[1]

Literatura

Sobresalen dos Novenas, ambas escritas en el siglo XVIII. La primera de ellas fue escrita y publicada por el barroco racionero de la Catedral de Canarias, licenciado Diego Alvarez de Silva en 1755. Son muy raros los ejemplares existentes. En 1782, por el también prebendado de la Catedral de Canarias, licenciado Fernando Hernández Zumbado, fue escrita y publicada la segunda, devidamente aprobada.

Otras

Existe también otra Virgen del Pino en El Paso, en la isla canaria de La Palma. Cada tres años se celebra la Bajada de Virgen del Pino, desde su ermita en una zona cercana al llano de Las Cuevas, hasta el centro de la "Ciudad de El Paso". A pesar de tratarse de una tradición reciente, es una de las romerías más multitudinarias de la isla.

La historia de esta Virgen del Pino se remonta también a su aparición en un pino, a diferencia de la virgen grancanaria que se apareció en la copa de un pino, ésta imagen palmera se apareció a los pies de un pino. Por lo que, aunque compartan la misma advocación "del Pino" nada tienen que ver ambas imágenes.

Referencias

  • Dominik Josef Wtilfel (1965), Monumenta linguae Canariae, Graz, Austria, p. 732. Francisco Navarro Artiles (1981), Teberite. Diccionario de la Lengua aborigen canaria, Edirca, Las Palmas, p. 249.
  • http://www.teror.es/historia.php


Véase también

Enlaces externos