Diego de Gayangos

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Diego de Gayangos
Información personal
Nacimiento Ca. 1460
Burgos, (España)
Fallecimiento 1522
Burgos, (España)
Nacionalidad EspañaEspaña
Título Religioso y redentor general de la Orden de la Santísima Trinidad. Electo obispo de Jaén
Orden religiosa Orden Trinitaria Ver y modificar los datos en Wikidata

Diego de Gayangos (Burgos Ca. 1460 - Burgos, 1522) fue religioso de la Orden de la Santísima Trinidad, en la que ocupó los oficios de ministro provincial y vicario general de Castilla y de Andalucía, ministro de Burgos y Salamanca, redentor general, y al final de su vida fue elegido obispo de Jaén, cargo que no llegó a ocupar por fallecimiento.[1]

Notas biográficas[editar]

Fue natural de Burgos, más probablemente del pequeño pueblo de Gayangos, aunque se sabe muy poco de sus orígenes, si bien sabemos que tomó el hábito en el convento trinitario de Burgos, y en él profesó, ya que siempre se consideró "hijo" del mismo, y que consiguió el bachillerato en Teología en Burgos el 9 de febrero de 1484, por lo que podemos establecer su fecha de nacimiento en torno a 1460.[2]​ El Capítulo celebrado en Badajoz el 4 de mayo de 1496 lo nombró definidor provincial cuarto y lector de teología en Salamanca. En las escrituras fundacionales de La Barquilla, fechadas el 30 de noviembre de 1506, se le llama Maestro en Teología, Ministro de Salamanca y Vicario Provincial de Castilla.

El 8 de enero de 1509 aparece nombrado en algunos documentos como Ministro de Burgos, y el 1 de septiembre del mismo año era también "Vicario y administrador de la casa e monasterio de la Trenidad de la çibdad de Salamanca". En esa fecha acepta y testifica, con los demás religiosos salamantinos, haber recibido veinte fanegas de pan de renta al año, destinadas al mantenimiento en Salamanca de los estudiantes de la casa de Burgos.[3]​ Como Ministro de Burgos continuó hasta su muerte, y al menos durante tres trienios, tal vez cuatro, fue Vicario Provincial, se sabe que lo era de Francisco de Palacios el 30 de noviembre de 1506: como Vicario Provincial presidió el Capítulo de 1510; el 6 de mayo de 1613 lo nombró su vicario Miguel de Córdoba, y seguía siendo vicario el 26 de junio de 1516, después del Capítulo celebrado ese año. En 5 de mayo de 1518 era ministro provincial y vicario general de Castilla y Andalucía, para cuyo cargo fue elegido en el Capítulo celebrado en Málaga el 9 de febrero de 1518, y lo fue hasta 1521, fecha en que fue de nuevo elegido ministro de Burgos.

En 1520 influyó para apaciguar a los comuneros de Burgos para que volvieran a la obediencia de Carlos V. Así lo testifica fray Alonso de Castrillo en la dedicatoria de su Tractado de república, impreso en Burgos el 21 de abril de 1521:

Recuerdo las fatigas, los trabajos y cuidados que cercan a Vuestra Paternidad dentro de su tierra, y los peligros y ocasiones que suele padecer en la mar, y las adversidades y persecuciones que a buscarle van y a perseguirle dentro de la tierra de moros [...] y acá en nuestra España, andando trabajosos caminos y traspasando reinos extraños para ganar las voluntades de los príncipes y de los grandes señores para ensalzar nuestro tan soberano título y fruto de la redención de los cristianos cautivos, sobre el qual se funda principalmente nuestra sagrada religión; y otras veces trabajando por concertar las discordias de las gentes [...], según que por la experiencia pareció en los días pasados [...], donde la elocuencia de su lengua pudo ser más poderosa que las armas de todo el pueblo.[4]

Murió siendo Ministro de Burgos, en 1522, a los pocos días de recibir la noticia de su elección como obispo de Jaén, cargo del que no llegó a tomar posesión.[5][6]

Redentor de Cautivos[editar]

Diego de Gayangos participó como redentor general en tres redenciones. La primera de las redenciones fue en la Berbería y en Vélez de la Gomera y en otras partes.[7]​ Se redimieron 124 cautivos cristianos que realizaron la "procesión de cautivos" en Salamanca el 5 de junio de 1508.[8]​ No tenemos más datos de la redención en sí.

El rey Fernando el Católico había encargado al Ministro Provincial Miguel de Córdoba, la redención de los cautivos de la batalla por la defensa de Mezalquivir, pero no pudo llevarse adelante por diversos problemas. Muerto el rey Fernando, el Consejo Real encomendó el 23 de enero de 1516 al obispo de Burgos, Juan Rodríguez de Fonseca, que mandase predicar la bula de la redención. Diego de Gayangos, Ministro de Burgos, pidió a la reina Juana y a su hijo Carlos I las facultades para la predicación y el cobro de mandas y limosnas para la redención, derechos que otorgaron el 5 de mayo de 1517.[9]​ La redención se realizó en Fez, Tetuán y Vélez de la Gomera a lo largo del año 1518 y se rescató un total de 407 cautivos, el mismo Gayangos redacta el informe y relación que firma en Bejer de la Frontera, una vez ha regresado de la redención, el 16 de diciembre de 1518. He aquí un breve extracto de la misma:

Reverendo Padre: Aver de dar cuenta a Vuestra Reverençia de todas cosas que en esta santa jornada an pasado sería grande prolijidad, pero al presente desirve que, como pasamos en las partes de África, ovinos seguro desde Çeuta de los Reyes de Fez e de Vélez de la Gomera e de los alcaides; e luego fuegos a Tutuán e a Xuxuán, de donde redemí ochenta e tantos captivos, e los inbié a Çeuta. E estando en Tetuán, con voluntad de yr a Fez, me dio una grand y enfermedad de las que suelo tener, con la cual quedé. Y envié a Fez al ministro de Arévalo e a Juan Ortiz e Diego de Miranda, el alfaqueque: los cuales pasaron muchas cosas con el rey de Fez sobre'l dar de los captivos. En el fin se rescataron del rey de Fez treinta e seis cristianos cautivos, a çien doblas casa uno. [...] Cuando me sentí aliviado, con la yuca de Dios embarquéme por la mar; e fue a Vélez de la Gomera, porque fue informado allí avía muchos cautivos e pasaban al más rezo e áspero cautiverio. [...] Llegados a Vélez de la Gomera fuimos muy bien recibidos del rey e de su casa. Sacamos cinco mujeres, que las tres d'ellas nunca nadie pensaron que nos las dieran por ningún preçio, porqu'ellas eran tales e de tal disposición que avía causa para ello. La una de las cuales estava preñada de un sobrino del mismo rey de Vélez, la cual oy día de fecha désta parió aquí en Bexel una hija, la cual, ya está, no será mora. Rescate de Vélez ciento e siete cativos.
Decir, Reverendo Padre, a Vuestra Reverençia las crueldades de los moros contra los cristianos cativos es cosa para quebrantar los coraçones de los que lo veen, aunque fuesen de piedras, ansí de mucha hambre que los cativos pasan, como de muy aprisionados: de día cargados de muchos hierros, e de noche enaspados e en mazmorras, que es la mayor piedad del mundo. Pluguiese a Dioslos viesen todos los señores que tienen con qué los poder remediar, que no siento ninguno tan cruel que no diese por bien empleado todo lo que pudiese dar por los redemir. Estando allí en Vélez y en Tutuán, vi meter en tres cabalgadas dozientos e tantos cristianos captivos: la primera vez metieron sesenta e tantos onbres cristianos, atados con un correl por los pescueços, uno en pos de otro, e las manos atadas; y ellos, los tristes captivos, con mucha tristeza. Y os digo Padre, que si tanto llorase por mis pecados como lloré cuando los vi meter en Vélez, y ellos los ojos bajos e congoxados e omildes, y los moros con las mayores alegrías del mundo e a gritas e tiros d'espingardas, que me paresció a la manera con que sacaron a Jesucristo, nuestro Redentor, de Jerusalén, a padesçer muerte por los pecadores.[10]

La tercera y última redención en la que participó Diego de Gayangos fue en el año 1519. Se había dado el caso que para financiar la expedición española contra el pirata Barbarroja, el papa León X había suspendido todas las indulgencias asociadas a la limosna de la redención. Pero la armada comandada por Diego de Vera de Alburquerque y Mosquera naufragó debido a una tempestad y fueron hechos cautivos todos los supervivientes. Los trinitarios solicitaron del papa el levantamiento de la suspensión para poder realizar la redención de estos soldados, concediendo las licencias oportunas el 22 de enero de 1519. Se realizó la redención en Fez y Túnez dirigida por los redentores Diego de Gayangos, Juan de Herrera (ministro de Salamanca) y Pedro de Vitoria (también citado como de Valderas por error, que era Ministro de Valladolid). Se liberaron 500 cautivos y quedaron de rehenes Juan de Herrera y Pedro de Vitoria por ocho mil ducados que faltaban para completar el precio del rescate. Diego de Gayangos acudió al apoyo del emperador Carlos I y del papa León X, será finalmente Adriano VI quien extienda la bula para la limosna de la redención el 31 de agosto de 1522 y así poder efectuar la redención de los religiosos trinitarios. No conocemos la fecha exacta de la muerte de Diego de Gayangos pero es muy probable que no pudiera ver en vida el regreso de sus hermanos trinitarios.[1][11][12]

Referencias[editar]

  1. a b Ximena Jurado, 1654, pp. 449-450.
  2. Porres, B., Libertad a los cautivos, Córdoba, 1997, pp. 302-303
  3. Porres, B., Libertad a los cautivos, Córdoba, 1997, p. 302
  4. Castrillo, Alonso de, Tractado de Republica, Burgos, 1521. (Biblioteca Nacional de Madrid R-13133)
  5. Gams: Series episcoporum Ecclesiae Catholicae, Ratisbonae, 1873, p. 39.
  6. Guillermo Ávila. El antiguo convento de la Trinidad y el Santísimo Cristo de Burgos. Archivado desde el original el 6 de octubre de 2014. Consultado el 9 de agosto de 2013. 
  7. Madrid, AHN, Clero, leg.7993
  8. Madrid, AHN, Clero, Cód. 295B, ff.140v-141r
  9. Porres, B., Libertad a los Cautivos II, doc. 107
  10. Porres, B., Noticias históricas de los trinitarios en Castilla, en AOSST 8 (1971-1975) 686-687
  11. Domingo López (1774). Imprenta Real, ed. Noticias históricas de las tres florentísimas provincias del celeste Orden de la Santísima Trinidad, redención de cautivos en Inglaterra, Escocia e Hiberna. Consultado el 9 de agosto de 2013. 
  12. Madrid, AHN, Clero, leg 7993

Fuentes bibliográficas[editar]

Enlaces externos[editar]