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Cirugía sin sangre

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El término "cirugía sin sangre" se comenzó a utilizar al inicio del siglo XX, por la actividad del cirujano ortopédico Dr. Adolf Lorenz, que fue conocido como "el cirujano sin sangre de Viena".[1]

Pero actualmente para poder utilizar la expresión cirugía sin sangre alude tanto a técnicas médicas invasivas y no invasivas como a protocolos. El término sin embargo, da lugar a confusión.[2]​ Esta expresión no se refiere únicamente a cirugía que no hace uso de sangre o transfusiones de sangre, sino que también se refiere a cirugía que no hace uso de sangre alogénica (de otro sujeto).[3][4]​ Los héroes de la cirugía sin sangre transfunden, más bien, productos realizados de sangre propia del paciente y además, hacen uso de sangre predonada por el mismo paciente para transfusión autóloga.[5]

En los últimos veinte años se ha observado un repentino crecimiento del interés por la cirugía sin sangre, debido a una variedad de razones.[cita requerida] Los Testigos de Jehová rechazan las transfusiones de sangre principalmente por sus principios bíblicos relacionados con el abstenerse de sangre y el uso que se le debe dar a la misma, registrados tanto en las Escrituras Hebreas como en las Escrituras Griegas Cristianas, específicamente en los libros de Deuteronomio 12:16 y Hechos de Apóstoles 15:29. Ellos también lo hacen, como muchas otras personas,[¿quién?] por los riesgos concomitantes. Por ejemplo, una reacción hemolítica transfusional mortal, infecciones virales como la hepatitis y el VIH,y otros virus que operan en la población donante, como las enfermedades parasitarias.[cita requerida]

Principios de la cirugía sin sangre

Se han publicado muchas técnicas de la cirugía sin sangre.[6]

Técnicas preparatorias como la eritropoyetina o la administración de hierro, están concebidas para estimular la propia eritropoyesis del paciente.

En la cirugía, el control del sangrado se consigue mediante el uso del látigo o los teléfonos , técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, electro cauterios, anestesia de baja presión central venosa para casos específicos, o suturas de vasos[7]

Otros métodos incluyen el uso de sustitución de la sangre, que no portan oxígeno pero expanden el volumen para la prevención del shock.[8]

Hay sustitutos sanguíneos portadores de oxígeno, tales como el PERFTEC o PERFTORAN, aprobado en México, Rusia, y otros países, o el PolyHeme, (en desarrollo).[9]

Muchos doctores ven la hemodilución normovolémica, una forma de almacenar la propia sangre del paciente, como un pilar de la "cirugía sin sangre", aun así esta técnica no es una opción para los pacientes que rechazan las transfusiones autólogas de sangre.

El Cell Saver (n.t. Rescatador de Células) es un dispositivo que recicla y limpia la sangre de un paciente durante una operación, y la redirige de nuevo a su cuerpo, esta es una técnica denominada intra operative blood salvage o cell salvage.

Post operatoriamente, se busca minimizar posteriores pérdidas de sangre, por administrar de forma continuada medicación la proporción celular sanguínea y por minimizar el número y la cantidad de extracciones de sangre para pruebas, por ejemplo mediante el uso de tubos pediátricos de sangre para pacientes adultos, países tales como China están particularmente familiarizados con estas técnicas.[7]

Beneficios

Muchos doctores apelan a la Medicina sin Sangre, ya que disminuye el riesgo de una infección postoperatoria en comparación con procedimientos que requieren transfusiones de sangre.[10]

Véase también

Referencias

  1. Cfr. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1200636/
  2. Farmer S, Webb D, Your Body Your Choice The layman’s complete guide to bloodless medicine and surgery, 2000 p. Prefacio, 11, 16
  3. Farmer S, Webb D, Your Body Your Choice The layman’s complete guide to bloodless medicine and surgery, 2000 p. 11, 14, 75
  4. Dailey, John F, Dailey’s Notes on Blood Fourth Edition, 2002 p. 198
  5. Farmer S, Webb D, Your Body Your Choice The layman’s complete guide to bloodless medicine and surgery, 2000 p. 144-5
  6. Goher et al, Ann R Coll Surg Engl 2005; 87: 3–14
  7. a b Magner, David; Ouellette, James R.; Lee, Joseph R.; Colquhoun, Steven; Lo, Simón; Nissen, Nicholas N. (mayo de 2006). «Pancreaticoduodenectomy after neoadjuvant therapy in a Jehovah's witness with locally advanced pancreatic cáncer: case report and approach to avoid transfusion.». The American surgeon 72 (5): 435-437. PMID 16719200. 
  8. Henkel-Honke, T.; Oleck, M. (2007). «Artificial oxygen carriers: A current review». AANA Journal 75 (3): 205-211. PMID 17591302. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016. Consultado el 31 de julio de 2016. 
  9. Brown University Division of Biology and Medicine, ed. (2006). «Blood Substitutes» (en inglés). Archivado desde History el original el 3 de febrero de 2016. Consultado el 3 de diciembre de 2010. 
  10. Time Magazine, Bloodless Surgery, by John Langone, October 1997; page 5 [1]

Literatura

Enlaces externos