Cantos de siega
Los cantos de siega en la lírica primitiva son poemillas que se cantaban durante la faena en el campo.
Precedentes
Este tipo de poemillas provienen de España. Los cantos de siega pertenecen a la literatura de la Edad Media en la Península Ibérica, aunque comenzó en Castilla-La Mancha. La esquila y la mela venían a ser el pórtico de las faenas y también, en cierto modo, el final del ciclo de la meca (oveja), tan importante en estas latitudes. Solían celebrarse cuando comenzaban los primeros calores, constituyendo un complejo ritual, sólo equiparable a la matanza navideña. Contra lo que se acostumbraba a creer, se trataba de un trabajo duro, al cual se le añaden algunos ingredientes lúdicos y festivos, dentro de un ceremonial que se repetía cada año. Finalizada la esquila y la mela, los labradores se preparaban para iniciar las geras (tareas)más arduas del calendario agrícola: siega, acarreo, trilla, limpia... Necesitaban tener a punto los elementos materiales y los humanos. Para ello revisaban hoces, hocines u hocinos, palos de gavillar, atajeras de encaño o vecejeras, carros, telerines, varisetos, trillos de Cantalejo, bieldos, etc. La canción popular ha plasmado este momento previo de las faenas del campo.
Características
La lírica primitiva estaba formada por dos composiciones de temática muy variada, que el pueblo, mayoritariamente analfabeto, cantaba con ocasión de actos sociales de la vida cotidiana como son las canciones de siega. Estas composiciones eran anónimas, transmitidas oralmente.
Métrica
Los cantos de siega no tenían una métrica definida. En general, la lírica popular tiende al octosílabo y a la asonancia.
Canto más destacado
Uno de los más hermosos conservados es el <<Axa, Fátima y Marién>> del siglo XV. En el ejemplo siguiente uno de los más insignes escritores españoles, buen conocedor de este tipo de poesías, unra al tema de la siega, el del tempus irreparabile fugit:
¡ Oh, cuán bien segado habéis,
la segaderuela!
Segad paso, no os cortéis,
que la hoz es nueva.
Mirá cómo va segando
de vuestros años el trigo;
tras vos, el tiempo enemigo
va los manojos atando.
Y ya que segar queréis,
la segaderuela,
segad paso, no os cortéis,
que la hoz es nueva.
(1562 - 1635)
Español
("Diccionario de términos literarios" Demetrio Estébanez Calderón)