Angiografía con fluoresceína
La angiografía con fluoresceína, también llamada angiofluoresceinografía, es una técnica diagnóstica que se utiliza en medicina para el estudio de los vasos sanguíneos de la retina.[1] La retina es la capa de tejido sensible a la luz que se encuentra en el interior del ojo, gracias a la cual es posible la visión.
Descripción
Consiste en la administración intravenosa de una sustancia colorante que se llama fluoresceína. Este colorante circula por el torrente sanguíneo y llega a los vasos de la retina, donde emite una fosforescencia característica que se puede captar mediante unas cámaras especiales. Las imágenes así obtenidas se imprimen en papel y permiten observar los vasos sanguíneos retinianos y comprobar si existen anomalías, como hemorragias, trombosis o embolias.
Esta técnica puede utilizarla el oftalmólogo para el diagnóstico y valoración de múltiples enfermedades, como la retinopatía diabética, la degeneración macular asociada a la edad, el desprendimiento de retina , la retinosis pigmentaria o la oclusión de los vasos retinianos como ocurre en la embolia de la arteria central de la retina y en la trombosis de la vena central de la retina.
Véase también
Referencias
- ↑ Medline Plus, ed. (22 de agosto de 2008). «Angiografía con fluoresceína». Consultado el 28 de noviembre de 2009.