Diferencia entre revisiones de «Terapias cognitivo-conductuales»

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Esta combinación de fundamentos teóricos y técnicos de las terapias conductuales y cognitivas constituyó la "tercera ola" de la TCC.<ref name=WilsonGT /><ref name=Hayes>{{cita publicación|apellidos1=Hayes|nombre1=SC|apellidos2=Hofmann|nombre2=SG|título=The third wave of cognitive behavioral therapy and the rise of process-based care|publicación=World Psychiatry|fecha=Octubre 2017|volumen=16|número=3|página=245–246|doi=10.1002/wps.20442|pmid=28941087}}</ref> Las terapias más destacadas de esta tercera ola son la terapia conductual dialéctica y la terapia de aceptación y compromiso.<ref name=WilsonGT /> A pesar de la creciente popularidad de los enfoques de tratamiento de la tercera ola, los estudios revelan que los tratamientos que no son parte de la tercera ola pueden no tener diferencias en la efectividad en los tratamientos de la depresión.<ref name=Hunot>{{cita publicación|apellidos1=Hunot|nombre1=V|apellidos2=Moore|nombre2=TH|apellidos3=et al|título='Third wave' cognitive and behavioural therapies versus other psychological therapies for depression|publicación=The Cochrane Database of Systematic Reviews|fecha=Octubre 2013|número=10|doi=10.1002/14651858.CD008704.pub2|pmid=24142844}}</ref>
Esta combinación de fundamentos teóricos y técnicos de las terapias conductuales y cognitivas constituyó la "tercera ola" de la TCC.<ref name=WilsonGT /><ref name=Hayes>{{cita publicación|apellidos1=Hayes|nombre1=SC|apellidos2=Hofmann|nombre2=SG|título=The third wave of cognitive behavioral therapy and the rise of process-based care|publicación=World Psychiatry|fecha=Octubre 2017|volumen=16|número=3|página=245–246|doi=10.1002/wps.20442|pmid=28941087}}</ref> Las terapias más destacadas de esta tercera ola son la terapia conductual dialéctica y la terapia de aceptación y compromiso.<ref name=WilsonGT /> A pesar de la creciente popularidad de los enfoques de tratamiento de la tercera ola, los estudios revelan que los tratamientos que no son parte de la tercera ola pueden no tener diferencias en la efectividad en los tratamientos de la depresión.<ref name=Hunot>{{cita publicación|apellidos1=Hunot|nombre1=V|apellidos2=Moore|nombre2=TH|apellidos3=et al|título='Third wave' cognitive and behavioural therapies versus other psychological therapies for depression|publicación=The Cochrane Database of Systematic Reviews|fecha=Octubre 2013|número=10|doi=10.1002/14651858.CD008704.pub2|pmid=24142844}}</ref>

== Tipos ==


== Descripción ==
== Descripción ==
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Mediante una revisión sistemática se encontró evidencia que las intervenciones cognitivo-conductuales reducen los síntomas de depresión, de ansiedad y del trastorno obsesivo compulsivo en adultos autistas sin discapacidad intelectual.<ref name=Benevides>{{cita publicación|apellidos1=Benevides|nombre1=Teal W|apellidos2=Shore|nombre2=Stephen M|apellidos3=et al|título=Interventions to address health outcomes among autistic adults: A systematic review|publicación=Autism|fecha=11 de Mayo 2020|volumen=24|número=6|páginas=1345–1359|doi=10.1177/1362361320913664|pmid=32390461|url=https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7787674}}</ref> Si bien la investigación se centró en adultos, las intervenciones cognitivo-conductuales también han sido beneficiosas para los niños con autismo.<ref name=WoodD>{{cita publicación|apellidos1=Wood|nombre1=Jeffrey J.|apellidos2=Drahota|nombre2=Amy|título=Cognitive behavioral therapy for anxiety in children with autism spectrum disorders: a randomized, controlled trial|publicación=Journal of Child Psychology and Psychiatry, and Allied Disciplines|fecha=Marzo 2009|volumen=50|número=3|páginas=224–234|doi=10.1111/j.1469-7610.2008.01948.x|pmid=19309326|url=https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4231198}}</ref>
Mediante una revisión sistemática se encontró evidencia que las intervenciones cognitivo-conductuales reducen los síntomas de depresión, de ansiedad y del trastorno obsesivo compulsivo en adultos autistas sin discapacidad intelectual.<ref name=Benevides>{{cita publicación|apellidos1=Benevides|nombre1=Teal W|apellidos2=Shore|nombre2=Stephen M|apellidos3=et al|título=Interventions to address health outcomes among autistic adults: A systematic review|publicación=Autism|fecha=11 de Mayo 2020|volumen=24|número=6|páginas=1345–1359|doi=10.1177/1362361320913664|pmid=32390461|url=https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7787674}}</ref> Si bien la investigación se centró en adultos, las intervenciones cognitivo-conductuales también han sido beneficiosas para los niños con autismo.<ref name=WoodD>{{cita publicación|apellidos1=Wood|nombre1=Jeffrey J.|apellidos2=Drahota|nombre2=Amy|título=Cognitive behavioral therapy for anxiety in children with autism spectrum disorders: a randomized, controlled trial|publicación=Journal of Child Psychology and Psychiatry, and Allied Disciplines|fecha=Marzo 2009|volumen=50|número=3|páginas=224–234|doi=10.1111/j.1469-7610.2008.01948.x|pmid=19309326|url=https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4231198}}</ref>


== Métodos de acceso ==
=== Terapeuta ===
Un programa típico de TCC consistiría en sesiones cara a cara entre el paciente y el terapeuta, compuestas de 6 a 18 sesiones de alrededor de una hora cada una con un intervalo de 1 a 3 semanas entre sesiones. Este programa inicial puede ir seguido de algunas sesiones de refuerzo, por ejemplo, después de un mes y tres meses.<ref name=NIH>{{cita publicación|apellidos1=National Institute for Health and Care Excellence|título=Cognitive behavioural therapy for the management of common mental health problems|fecha=Abril 2008|url=https://web.archive.org/web/20131105200545/http://www.nice.org.uk/media/878/f7/cbtcommissioningguide.pdf|fechaacceso=4 de Noviembre 2013}}</ref> También se ha descubierto que la TCC es eficaz si el paciente y el terapeuta se escriben en tiempo real a través de enlaces de internet.<ref name=KesslerLe>{{cita publicación|apellidos1=Kessler|nombre1=D|apellidos2=Lewis|nombre2=G|apellidos3=et al|título=Therapist-delivered Internet psychotherapy for depression in primary care: a randomised controlled trial|publicación=Lancet|fecha=Agosto 2009|volumen=374|número=9690|páginas=628–634|doi=10.1016/S0140-6736(09)61257-5|pmid=19700005}}</ref><ref name=Hollinghurst>{{cita publicación|apellidos1=Hollinghurst|nombre1=S|apellidos2=Peters|nombre2=TJ|apellidos3=Wiles|nombre3=N|apellidos4=Lewis|nombre4=G|apellidos5=Kessler|nombre5=D|apellidos6=Kaur|nombre6=S|título=Cost-effectiveness of therapist-delivered online cognitive-behavioural therapy for depression: randomised controlled trial|publicación=The British Journal of Psychiatry|fecha=Octubre 2010|volumen=197|número=4|páginas=297–304|doi=10.1192/bjp.bp.109.073080|pmid=20884953}}</ref>

La terapia cognitivo-conductual está más estrechamente relacionada con el modelo científico-profesional en el que la práctica clínica y la investigación se basan en una perspectiva científica, una clara operacionalización del problema y un énfasis en la medición, incluida la medición de los cambios en la cognición y el comportamiento y en el logro de metas. Estos a menudo se cumplen a través de asignaciones de "tarea" en las que el paciente y el terapeuta trabajan juntos para elaborar una asignación para completar antes de la siguiente sesión.<ref name=MarinB>{{cita libro|apellidos1=Martin|nombre1=Ben|título=In-Depth: Cognitive Behavioral Therapy|editorial=PsychCentral|url=http://psychcentral.com/lib/2007/in-depth-cognitive-behavioral-therapy/all/1/|fechaacceso=15 de Marzo 2012}}</ref>

El último tramo de estas asignaciones, que puede ser tan simple como que una persona que sufre de depresión asista a algún tipo de evento social, indica una dedicación al cumplimiento del tratamiento y un deseo de cambiar.<ref name=MarinB /> Los terapeutas pueden entonces evaluar lógicamente el siguiente paso del tratamiento en función de qué tan a fondo el paciente completó la asignación.<ref name=MarinB />

La terapia cognitivo-conductual eficaz depende de una alianza terapéutica entre el médico y la persona que busca asistencia.<ref name=Beck /> <ref name=BenderS>{{cita libro|apellidos1=Bender|nombre1=S|apellidos2=Messner|nombre2=E|título=Becoming a therapist: What do I say, and why?|fecha=2003|editorial=he Guilford Press|ubicación=New York, NY|páginas=24, 34–35}}</ref> A diferencia de muchas otras formas de psicoterapia, el paciente está muy involucrado en la TCC.<ref name=MarinB /> Por ejemplo, a un paciente ansioso se le puede pedir que hable con un extraño como tarea, pero si eso es demasiado difícil, primero puede resolver una tarea más sencilla.<ref name=MarinB /> El terapeuta debe ser flexible y estar dispuesto a escuchar al paciente en lugar de actuar como una figura de autoridad.<ref name=MarinB />

=== Intervención computarizada o por internet (CCBT) ===
La terapia cognitivo-conductual computarizada (CCBT) ha sido un tema de controversia sostenida.<ref name=Heeren>{{cita publicación|apellidos1=Heeren|nombre1=A|título=Commentary: The Impact of Digital Technology on Psychological Treatments and Their Dissemination|publicación=Frontiers in Psychology|fecha=2018|páginas=1571|doi=10.3389/fpsyg.2018.01571|pmid=30210401}}</ref>
<ref name=Nordgren>{{cita publicación|apellidos1=Nordgren|nombre1=LB|apellidos2=Hedman|nombre2=E|apellidos3=et al|título=Effectiveness and cost-effectiveness of individually tailored Internet-delivered cognitive behavior therapy for anxiety disorders in a primary care population: a randomized controlled trial|publicación=Behaviour Research and Therapy|fecha=Agosto 2014|volumen=59|páginas=1–11|doi=10.1016/j.brat.2014.05.007|pmid=24933451}}</ref>

Se describe por NICE como un "término genérico para administrar TCC a través de una interfaz de computadora interactiva proporcionada por una computadora personal, internet o un sistema interactivo de respuesta de voz",<ref name=NIHH>{{cita web|apellidos1=National Institute for Health and Care Excellence|título=Depression and anxiety – computerised cognitive behavioural therapy (CCBT)|fecha=12 de Enero 2012|fechaacceso=4 de Febrero 2012}}</ref> en lugar de cara a cara con un terapeuta humano. También se conoce como terapia cognitivo-conductual a través de Internet o ICBT.

La CCBT tiene el potencial de mejorar el acceso a terapias basadas en evidencia y de superar los costos excesivos y la falta de disponibilidad que a veces se asocian con la contratación de un terapeuta humano.<ref name=MarksIM>{{cita publicación|apellidos1=Marks|nombre1=IM|apellidos2=Mataix-Cols|nombre2=D|apellidos3=et al|título=Pragmatic evaluation of computer-aided self-help for anxiety and depression|publicación=The British Journal of Psychiatry|fecha=Julio 2003|volumen=183|páginas=57–65|doi=10.1192/bjp.183.1.57|pmid=12835245}}</ref> En metaestudios, se ha encontrado que la CCBT es rentable y, a menudo, más barata que la atención habitual,<ref name=MusiatP>{{cita publicación|apellidos1=Musiat|nombre1=P|apellidos2=Tarrier|nombre2=N|título=Collateral outcomes in e-mental health: a systematic review of the evidence for added benefits of computerized cognitive behavior therapy interventions for mental health|publicación=Psychological Medicine|fecha=Noviembre 2014|volumen=44|número=15|páginas=3137–3150|doi=10.1017/S0033291714000245|pmid=25065947}}</ref> incluso para la ansiedad.<ref name=AdelmanP>{{cita publicación|apellidos1=Adelman|nombre1=CB|apellidos2=Panza|nombre2=KE|apellidos3=Bartley|nombre3=CA|apellidos4=Bontempo|nombre4=A|apellidos5=Bloch|nombre5=MH|título=A meta-analysis of computerized cognitive-behavioral therapy for the treatment of DSM-5 anxiety disorders|publicación=The Journal of Clinical Psychiatry|fecha=Julio 2014|volumen=75|número=7|doi=10.4088/JCP.13r08894|pmid=25093485}}</ref> En este contexto, es importante no confundir la TCC con la "formación en ordenador", que hoy en día se conoce más comúnmente como e-Learning.

Se ha demostrado que la terapia cognitivo-conductual computarizada (CCBT) es eficaz mediante ensayos controlados aleatorios y otro tipo de ensayos para el tratamiento de la depresión y los trastornos de ansiedad,<ref name=RobinsonTi /><ref name=Foroushani /><ref name=Kolstrup>{{cita publicación|apellidos1=Høifødt|nombre1=RS|apellidos2=Strøm|nombre2=C|apellidos3=Kolstrup|nombre3=N|apellidos4=Eisemann|nombre4=M|apellidos5=Waterloo|nombre5=K|título=Effectiveness of cognitive behavioural therapy in primary health care: a review|publicación=Family Practice|fecha=Octubre 2011|volumen=28|número=5|páginas=489–504|doi=10.1093/fampra/cmr017|pmid=21555339}}</ref><ref name=ANU>{{cita web|apellidos1=Australian National University|título=MoodGYM|url=https://web.archive.org/web/20130221021730/http://www.ehub.anu.edu.au/assist/about/research.php|fechaacceso=22 de Noviembre 2012}}</ref><ref name=TitovAndrews /><ref name=WilliamsAnd>{{cita publicación|apellidos1=Williams|nombre1=AD|apellidos2=Andrews|nombre2=G|apellidos-editor1=Andersson|nombre-editor1=G|título=The effectiveness of Internet cognitive behavioural therapy (iCBT) for depression in primary care: a quality assurance study|publicación=PLOS ONE|fecha=2013|volumen=8|número=2|doi=10.1371/journal.pone.0057447|pmid=23451231}}</ref> incluidos niños,<ref name=Khanna>{{cita web|apellidos1=Khanna|nombre1=Muniya S.|apellidos2=Kendall|nombre2=Philip C.|título=Computer-Assisted Cognitive Behavioral Therapy for Child Anxiety: Results of a Randomized Clinical Trial|url=https://web.archive.org/web/20131203035310/http://www.seattleimplementation.org/wp-content/uploads/2011/12/ccp-78-5-737.pdf|fechaacceso=1 de Diciembre 2013}}</ref> y el insomnio.<ref name=EspieKyle>{{cita publicación|apellidos1=Espie|nombre1=CA|apellidos2=Kyle|nombre2=SD|apellidos3=et al|título=A randomized, placebo-controlled trial of online cognitive behavioral therapy for chronic insomnia disorder delivered via an automated media-rich web application|publicación=Sleep|fecha=Junio 2012|volumen=35|número=6|páginas=769–781|doi=10.5665/sleep.1872|pmid=22654196}}</ref> Algunas investigaciones han encontrado una eficacia similar a una intervención de sitios web informativos y llamadas telefónicas semanales.<ref name=SchneiderJ>{{cita publicación|apellidos1=Schneider|nombre1=Justine|título=COMPUTERISED!CBT FOR!COMMON!MENTAL! DISORDERS: RCT OF!A!WORKPLACE! INTERVENTION|fecha=Septiembre 2012|url=https://web.archive.org/web/20131203020947/http://www.bohrf.org.uk/downloads/Computerised_CBT-Sep2012.pdf|fechaacceso=29 de Enero 2013.}}</ref><ref name=Themen>{{cita web|apellidos1=The mental elf|título=MoodGym no better than informational websites, according to new workplace RCT|url=https://web.archive.org/web/20121116020909/http://www.thementalelf.net/mental-health-conditions/anxiety-disorders/moodgym-no-better-than-informational-websites-according-to-new-workplace-rct|fechaacceso=29 de Enero 2013}}</ref> Se descubrió que la CCBT es igualmente eficaz que la TCC cara a cara en el tratamiento de ansiedad y el insomnio en adolescentes. <ref name=SpenceDonovan>{{cita publicación|apellidos1=Spence|nombre1=SH|apellidos2=Donovan|nombre2=CL|apellidos3=et al|nombre3=Journal of Consulting and Clinical Psychology|título=A randomized controlled trial of online versus clinic-based CBT for adolescent anxiety|publicación=79|fecha=Octubre 2011|número=5|páginas=629–642}}</ref><ref name=EspieKyle />

Una revisión de la investigación actual de CCBT en el tratamiento del TOC en niños encontró que esta interfaz tiene un gran potencial para el tratamiento futuro del TOC en poblaciones de jóvenes y adolescentes.<ref name=FreemanGarcia>{{cita publicación|apellidos1=Freeman|nombre1=J|apellidos2=Garcia|nombre2=A|apellidos3=et al|título=Evidence base update for psychosocial treatments for pediatric obsessive-compulsive disorder|publicación=Journal of Clinical Child and Adolescent Psychology|fecha=2014|volumen=43|número=1|páginas=7–26|doi=10.1080/15374416.2013.804386|pmid=23746138}}</ref> La CCBT también está predispuesta a tratar los trastornos del estado de ánimo entre las poblaciones no heterosexuales, que pueden evitar la terapia cara a cara por miedo al estigma. Sin embargo, en la actualidad, los programas de CCBT rara vez atienden a estas poblaciones.<ref name=Rozbroj>{{cita publicación|apellidos1=Rozbroj|nombre1=T|apellidos2=Lyons|nombre2=A|apellidos3=et al|título=Assessing the applicability of e-therapies for depression, anxiety, and other mood disorders among lesbians and gay men: analysis of 24 web- and mobile phone-based self-help interventions|publicación=Journal of Medical Internet Research|fecha=Julio 2014|volumen=16|número=7|doi=10.2196/jmir.3529.|pmid=24996000}}</ref>

Una revisión sistemática de la TCC en la depresión y los trastornos de ansiedad concluyó que "la TCC administrada en la atención primaria, especialmente los programas de autoayuda por computadora o en Internet, es potencialmente más efectiva que la atención habitual y podría ser administrada de manera efectiva por terapeutas de atención primaria". [84] Además, la mayoría de las intervenciones de Internet para el trastorno de estrés postraumático utilizan CCBT.<ref name=Rozbroj />

Una cuestión clave en el uso de CCBT es la baja tasa de aceptación y finalización,<ref name=Heeren /> incluso cuando se ha puesto a disposición y se ha explicado claramente.<ref name=Twomey>{{cita publicación|apellidos1=Twomey|nombre1=C|apellidos2=O'Reilly|nombre2=G|apellidos3=et al|nombre3=The British Journal of Clinical Psychology|título=A randomized controlled trial of the computerized CBT programme, MoodGYM, for public mental health service users waiting for interventions|publicación=53|fecha=Noviembre 2014|número=4|páginas=433–450|doi=10.1111/bjc.12055|pmid=24831119}}</ref><ref name=MusiatGo>{{cita publicación|apellidos1=Musiat|nombre1=P|apellidos2=Goldstone|nombre2=P|apellidos3=Tarrier|nombre3=N|título=Understanding the acceptability of e-mental health--attitudes and expectations towards computerised self-help treatments for mental health problems|publicación=BMC Psychiatry|fecha=Abril 2014|volumen=14|páginas=109|doi=10.1186/1471-244X-14-109|pmid=24725765}}</ref> En algunos estudios, se ha encontrado que las tasas de finalización de la CCBT y la eficacia del tratamiento son más altas cuando el uso de la CCBT se apoya personalmente, y los partidarios no se limitan solo a los terapeutas, que cuando el uso es solo en forma de autoayuda.<ref name=MusiatP /><ref name=SpurgeonW>{{cita publicación|apellidos1=Spurgeon|nombre1=JA|apellidos2=Wright|nombre2=JH|título=Computer-assisted cognitive-behavioral therapy|publicación=Current Psychiatry Reports|fecha=Diciembre 2010|volumen=12|número=6|páginas=547–552|doi=10.1007/s11920-010-0152-4|pmid=20872100}}</ref> Otro enfoque para mejorar la tasa de aceptación y finalización, así como el resultado del tratamiento, es diseñar un software que respalde la formación de una alianza terapéutica sólida entre el usuario y la tecnología.<ref name=DugganGB>{{cita publicación|apellidos1=Duggan|nombre1=GB|título=Applying psychology to understand relationships with technology: from ELIZA to interactive healthcare|publicación=Behaviour and Information Technology|fecha=2016|volumen=35|número=7|páginas=536–547|doi=10.1080/0144929X.2016.1141320}}</ref>

En febrero de 2006, NICE recomendó que la CCBT estuviera disponible para su uso en el NHS de Inglaterra y Gales para los pacientes que presentaban depresión leve a moderada, en lugar de optar inmediatamente por la medicación antidepresiva,<ref name=NIHH /> y algunos sistemas de salud ofrecen la CCBT.<ref name=NHSUK>{{cita web|apellidos1=NHS UK|título=Devon Partnership NHS Trust: Home|url=http://www.devonpartnership.nhs.uk/uploads/tx_mocarticles/CCBT_Leaflet.pdf}}</ref> La guía de 2009 de NICE reconoció que es probable que haya una serie de productos de TCC computarizados que sean útiles para los pacientes, pero eliminó la aprobación de cualquier producto específico.<ref name=NII>{{cita web|apellidos1=National Institute for Health and Care Excellence|título=CG91 Depression with a chronic physical health problem|url=https://www.nice.org.uk/guidance/CG91|fecha=28 de Octubre 2009}}</ref>

Una vía de investigación relativamente nueva es la combinación de inteligencia artificial y CCBT. Se ha propuesto utilizar tecnología moderna para crear CCBT que simula la terapia cara a cara. Esto podría lograrse en la terapia cognitivo-conductual para un trastorno específico utilizando el conocimiento integral del dominio de la TCC.<ref name=Menzies>{{cita publicación|apellidos1=Helgadóttir|nombre1=FD|apellidos2=Menzies|nombre2=RG|apellidos3=et al|título=Online CBT I: Bridging the Gap Between Eliza and Modern Online CBT Treatment Packages|publicación=Behaviour Change|fecha=2009|volumen=26|número=4|páginas=245–253|doi=10.1375/bech.26.4.245}}</ref> Un área donde esto se ha intentado es el área de dominio específico de la ansiedad social en aquellos que tartamudean.<ref name=MenziesG>{{cita publicación|apellidos1=Helgadóttir|nombre1=FD|apellidos2=Menzies|nombre2=RG|apellidos3=et al|título=Online CBT II: A Phase I Trial of a Standalone, Online CBT Treatment Program for Social Anxiety in Stuttering|publicación=Behaviour Change|fecha=2009|volumen=26|número=4|páginas=254–270|doi=10.1375/bech.26.4.254}}</ref>

=== Intervención a través de aplicaciones móviles ===
Otro nuevo método de acceso es el uso de aplicaciones móviles o tabletas para brindar autoayuda o TCC guiada. Las empresas de tecnología están desarrollando aplicaciones de chatbot de inteligencia artificial para brindar TCC como una intervención temprana para apoyar la salud mental, desarrollar la resiliencia psicológica y promover el bienestar emocional.

Las aplicaciones de conversación desarrolladas con inteligencia artificial (IA), entregan de forma segura y privada, y tienen la capacidad de escalar de manera global y ofrecer soporte contextual y siempre disponible. Se está llevando a cabo una investigación activa que incluye estudios de datos del mundo real<ref name=InksterS>{{cita publicación|apellidos1=Inkster|nombre1=B|apellidos2=Sarda|nombre2=S|apellidos3=Subramanian|nombre3=V|título=An Empathy-Driven, Conversational Artificial Intelligence Agent (Wysa) for Digital Mental Well-Being: Real-World Data Evaluation Mixed-Methods Study|publicación=JMIR mHealth and uHealth|fecha=Noviembre 2018|volumen=6|número=11|doi=10.2196/12106|pmid=30470676}}</ref> que miden la efectividad y el compromiso de las aplicaciones de chatbot que ofrecen TCC.

=== Lecturas de autoayuda ===
Algunos estudios han demostrado que permitir que los pacientes lean guías de autoayuda de TCCes eficaz.<ref name=Palmer>{{cita publicación|apellidos1=Palmer|nombre1=David|apellidos2=Pittaway|nombre2=Sarah|apellidos3=et al|título=A Step By Step Guide to Delivering Guided Self Help CBT|fecha=Julio 2008|url=https://web.archive.org/web/20121024054235/http://www.mindinbexley.org.uk/docs/E-self_help_guide.pdf|fechaacceso=9 de Abril 2013}}</ref><ref name=WWilliams>{{cita publicación|apellidos1=Williams|nombre1=C|apellidos2=Wilson|nombre2=P|apellidos3=et al|apellidos-editor1=Andersson|nombre-editor1=G|título=Guided self-help cognitive behavioural therapy for depression in primary care: a randomised controlled trial|publicación=PLOS ONE|fecha=2013|volumen=8|número=1|doi=10.1371/journal.pone.0052735|pmid=23326352}}</ref><ref name=CWilliams>{{cita publicación|apellidos1=Williams|nombre1=C|título=Use of written cognitive-behavioural therapy self-help materials to treat depression|publicación=Advances in Psychiatric Treatment|fecha=2001|volumen=7|número=3|páginas=233–240|doi=10.1192/apt.7.3.233}}</ref> Sin embargo, un estudio encontró un efecto negativo en pacientes que tendían a rumiar,<ref name=HaeffelGJ>{{cita publicación|apellidos1=Haeffel|nombre1=GJ|título=When self-help is no help: traditional cognitive skills training does not prevent depressive symptoms in people who ruminate|publicación=Behaviour Research and Therapy|fecha=Febrero 2010|volumen=48|número=2|páginas=152–157|doi=10.1016/j.brat.2009.09.016}}</ref> y otro metanálisis encontró que el beneficio solo era significativo cuando la autoayuda fue guiada por un profesional.<ref name=GellatlyB>{{cita publicación|apellidos1=Gellatly|nombre1=J|apellidos2=Bower|nombre2=P|apellidos3=et al|título=What makes self-help interventions effective in the management of depressive symptoms? Meta-analysis and meta-regression"|publicación=Psychological Medicine|fecha=Septiembre 2007|volumen=37|número=9|páginas=1217–1228|doi=10.1017/S0033291707000062|pmid=17306044}}</ref>

=== Curso grupal educacional ===
Se ha demostrado que la participación de los pacientes en cursos grupales es eficaz.<ref name=HoughtonSax>{{cita publicación|apellidos1=Houghton|nombre1=S|apellidos2=Saxon|nombre2=D|título=An evaluation of large group CBT psycho-education for anxiety disorders delivered in routine practice|publicación=Patient Education and Counseling|fecha=Septiembre 2007|volumen=68|número=1|páginas=107–110|doi=10.1016/j.pec.2007.05.010|pmid=17582724}}</ref> No obstante, en un metanálisis que revisaba el tratamiento de niños con TOC, se encontró que la TCC individual era más eficaz que la TCC grupal.<ref name=FreemanGarcia />


== Véase también ==
== Véase también ==

Revisión del 06:08 19 mar 2021

Las terapias cognitivo-conductuales son orientaciones de la terapia cognitiva enfocadas en la vinculación del pensamiento y la conducta, y que recogen los aportes de distintas corrientes dentro de la psicología científica, siendo más que una mera fusión, como aplicación clínica, de la psicología cognitiva y la psicología conductista. Suelen combinar técnicas de reestructuración cognitiva, de entrenamiento en relajación y otras estrategias de afrontamiento y de exposición.[1]

La TCC se enfoca en desafiar y cambiar distorsiones cognitivas inútiles (e.g., pensamientos, creencias y actitudes) y comportamientos, mejorar la regulación emocional [2][3]​, y el desarrollo de estrategias de afrontamiento personales que se enfocan en resolver problemas actuales. En sus inicios, fue diseñada para tratar la depresión, pero sus usos se han ampliado para incluir el tratamiento de una serie de afecciones de salud mental, incluida la ansiedad.[4][5]

Este modelo acepta la tesis conductista de que la conducta humana es aprendida, pero este aprendizaje no consiste en un vínculo asociativo entre estímulos y respuestas sino en la formación de relaciones de significado personales, esquemas cognitivos o reglas. Igualmente los aspectos cognitivos, afectivos y conductuales están interrelacionados, de modo que un cambio en uno de ellos afecta a los otros dos componentes. En esa relación mutua las estructuras de significado (esquemas cognitivos) tendrían un peso fundamental, pues ellas representan la organización idiosincrática que tiene cada persona sobre lo que significa su experiencia, los otros y el sí mismo.[6]

La TCC se basa en la creencia de que las distorsiones del pensamiento y las conductas desadaptativas desempeñan un papel en el desarrollo y mantenimiento de los trastornos psicológicos.[7]​ Por tanto, los síntomas y la angustia asociada pueden reducirse mediante la enseñanza de nuevas habilidades de procesamiento de información y mecanismos de afrontamiento. [8][9]​ La TCC es una forma de terapia "centrada en el problema" y "orientada a la acción", lo que significa que se utiliza para tratar problemas específicos relacionados con un trastorno mental diagnosticado. El rol del terapeuta es ayudar al cliente a encontrar y practicar estrategias efectivas para abordar los objetivos identificados y disminuir los síntomas del trastorno.[8]

Durante el proceso terapéutico el clínico se vale de diversas estrategias que tienen por objeto la flexibilización y modificación de los esquemas disfuncionales y los pensamientos automáticos que se desprenden de estos. Dicho proceso está guiado por tres principios técnicos básicos: el empirismo colaborativo, el descubrimiento guiado y el diálogo socrático.[10]

En comparación con los medicamentos psicoactivos, los estudios de revisión han encontrado que la TCC es eficaz para tratar formas menos graves de depresión,[11]​ ansiedad, trastorno de estrés postraumático (TEPT), tics,[12]​ abuso de sustancias, trastornos alimentarios y trastorno límite de personalidad.[13]


Diagrama que muestra cómo las emociones, los pensamientos y los comportamientos se influencian los unos a los otros. El triángulo en el interior representa el principio de las TCCs donde aparecen los tres vértices: uno mismo, los otros, el futuro.

Historia

Fechas históricas

Fechas para la introducción de diversos conceptos y programas de investigación clínica dentro de las terapias cognitivo conductuales:

1897 Introducción del concepto y estudio del condicionamiento clásico, por Iván Pávlov.
1911 Introducción del concepto y estudio del condicionamiento instrumental, por Edward Thorndike.
1953 Primera ocasión del término «terapia de la conducta» en un reporte de Lindsley, Skinner y Solomon.
1958 Introducción de la terapia por desensibilización sistemática, por Joseph Wolpe.
1958 Introducción de la terapia racional emotiva conductual (en esa época denominada "terapia racional") a la literatura profesional, por Albert Ellis.
1963 Introducción del conductismo psicológico como teoría marco que unifica los esfuerzos de investigación cognitivas y conductuales, por Arthur Staats.
1963 Introducción de la terapia cognitiva para la depresión en la literatura profesional, por Aaron Beck.
1971 Introducción de la terapia de solución de problemas, de D'Zurilla y Goldfried.
1973 Introducción del entrenamiento por inoculación del estrés, por Donald Meichenbaum.

Raíces Filosóficas

En las tradiciones filosóficas antiguas, se han identificado algunos precursores de ciertos aspectos fundamentales de la TCC, particularmente en el estoicismo.[14]​ Los filósofos estoicos, particularmente Epicteto, creían que la lógica podría usarse para identificar y descartar creencias falsas que conducen a emociones destructivas, lo que ha influido en la forma en que los terapeutas cognitivo-conductuales modernos identifican las distorsiones cognitivas que contribuyen a la depresión y la ansiedad.[15]​ Por ejemplo, el manual de tratamiento original de Aaron T. Beck para la depresión menciona que: "Los orígenes filosóficos de la terapia cognitiva se remontan a los filósofos estoicos".[16]​ Otro ejemplo de influencia estoica en los teóricos cognitivos es Epictetus sobre Albert Ellis.[17]​ Una figura filosófica clave que también influyó en el desarrollo de la TCC fue John Stuart Mill.[18]

Raíces de la Terapia Conductual

Las raíces modernas de la TCC se remontan al desarrollo de la terapia conductual a principios del siglo XX, el desarrollo de la terapia cognitiva en la década de 1960 y la posterior fusión de las dos.

El trabajo pionero del conductismo comenzó con los estudios del condicionamiento de John B. Watson y Rosalie Rayner en 1920.[19]​ Los enfoques terapéuticos centrados en el comportamiento aparecieron en 1924,[20]​ con el trabajo de Mary Cover Jones dedicado al desaprendizaje de los miedos en los niños.[21]​ Estos, a su vez, fueron los antecedentes del desarrollo de la terapia conductual de Joseph Wolpe en la década de 1950.[19]​ Fue el trabajo de Wolpe y Watson, que se basó en el trabajo de Ivan Pavlov sobre el aprendizaje y el condicionamiento, lo que influyó a Hans Eysenck y Arnold Lazarus para desarrollar nuevas técnicas de terapia conductual basadas en el condicionamiento clásico.[19][22]

Durante las décadas de 1950 y 1960, la terapia conductual fue utilizada por investigadores en los Estados Unidos, Reino Unido y Sudáfrica, inspirados en la teoría del aprendizaje conductista de Ivan Pavlov, John B. Watson y Clark L. Hull.[20]​ En Gran Bretaña, Joseph Wolpe, quien aplicó los hallazgos de experimentos con animales a su método de desensibilización sistemática,[19]​ utilizó la investigación conductual al tratamiento de trastornos neuróticos. Los esfuerzos terapéuticos de Wolpe fueron precursores de las técnicas actuales de reducción del miedo.[20]​ El psicólogo británico Hans Eysenck presentó la terapia conductual como una alternativa constructiva.[20][23]

Al mismo tiempo que el trabajo de Eysenck, B. F. Skinner y sus asociados estaban comenzando a tener un impacto con su trabajo sobre el condicionamiento operante.[19][22]​ El trabajo de Skinner se denominó conductismo radical y evitó todo lo relacionado con la cognición.[19]​ Sin embargo, Julian Rotter, en 1954, y Albert Bandura, en 1969, contribuyeron a la terapia conductual con sus respectivos trabajos sobre la teoría del aprendizaje social, al demostrar los efectos de la cognición en el aprendizaje y la modificación de la conducta.[19][22]​ El trabajo de la australiana Claire Weekes sobre los trastornos de ansiedad en la década de 1960 también se consideró un prototipo de terapia conductual.[24]

El énfasis en los factores de comportamiento constituyó la "primera ola" de la TCC.[25]

Raíces de la Terapia Cognitiva

Uno de los primeros terapeutas en abordar la cognición en la psicoterapia fue Alfred Adler con su noción de errores básicos y cómo estos contribuyen a la creación de metas de vida y de comportamiento poco saludables o inútiles.[26]​ El trabajo de Adler influyó en el trabajo de Albert Ellis,[26]​ quien desarrolló la psicoterapia cognitiva más temprana, conocida hoy como terapia racional emotiva conductual (REBT por sus siglas en inglés).[27]​ Ellis también da crédito a Abraham Low como fundador de la terapia cognitivo-conductual.[28]

Aproximadamente al mismo tiempo que se estaba desarrollando la terapia racional emotiva, Aaron T. Beck dirigía sesiones de asociación libre en su práctica psicoanalítica.[29]​ Durante estas sesiones, Beck notó que los pensamientos no eran tan inconscientes como Freud había teorizado previamente, y que ciertos tipos de pensamiento pueden ser los culpables de la angustia emocional.A partir de esta hipótesis, Beck desarrolló la terapia cognitiva, y llamó a estos pensamientos "pensamientos automáticos". [29]​ Beck ha sido citado como "el padre de la terapia cognitivo-conductual".[30]

Fueron estas dos terapias, la terapia emotiva racional y la terapia cognitiva, las que iniciaron la "segunda ola" de la TCC, la cual tuvo énfasis en los factores cognitivos. [25]

Unión de las terapias conductual y cognitiva (tercera ola TCC)

Aunque los primeros enfoques conductuales tuvieron éxito en muchos de los trastornos neuróticos, tuvieron poco éxito en el tratamiento de la depresión.[19][20][31]​ El conductismo también estaba perdiendo popularidad debido a la revolución cognitiva.

No obstante, los enfoques terapéuticos de Albert Ellis y Aaron T. Beck ganaron popularidad entre los terapeutas conductuales, a pesar del rechazo de los conceptos mentalistas como los pensamientos y cogniciones.[19]​ Ambos sistemas incluían intervenciones y elementos de comportamiento y se concentraban principalmente en los problemas del presente.

En los estudios iniciales, la terapia cognitiva a menudo se contrastaba con los tratamientos conductuales para ver cuál era más eficaz. Durante las décadas de 1980 y 1990, las técnicas cognitivas y conductuales se fusionaron en la terapia cognitivo-conductual. Un factor fundamental para esta fusión fue el desarrollo exitoso de los tratamientos para el trastorno de pánico de David M. Clark en el Reino Unido y David H. Barlow en los EE. UU.[20]

Con el tiempo, la terapia cognitivo-conductual llegó a ser conocida no solo como una terapia, sino como un término general para todas las psicoterapias basadas en la cognición.[19]​ Estas terapias incluyen, pero no se limitan a, la terapia emotiva racional (REBT), terapia cognitiva, terapia de aceptación y compromiso, terapia conductual dialéctica, terapia metacognitiva, entrenamiento metacognitivo, terapia de realidad/teoría de elección, terapia de procesamiento cognitivo, terapia multimodal y desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR).[19]​ Todas estas terapias son una combinación de elementos basados en la cognición y ​​en la conducta.

Esta combinación de fundamentos teóricos y técnicos de las terapias conductuales y cognitivas constituyó la "tercera ola" de la TCC.[25][32]​ Las terapias más destacadas de esta tercera ola son la terapia conductual dialéctica y la terapia de aceptación y compromiso.[25]​ A pesar de la creciente popularidad de los enfoques de tratamiento de la tercera ola, los estudios revelan que los tratamientos que no son parte de la tercera ola pueden no tener diferencias en la efectividad en los tratamientos de la depresión.[33]

Tipos

Descripción

La terapia cognitivo-conductual convencional asume que cambiar el pensamiento desadaptativo conduce a cambios en el comportamiento y el afecto,[34]​ pero las variantes recientes enfatizan los cambios en la relación de uno con el pensamiento desadaptativo en lugar de cambios en el pensamiento en sí mismo.[35]​ El objetivo de la terapia cognitivo-conductual no es diagnosticar a una persona con una enfermedad en particular, sino observar a la persona en su conjunto y decidir qué se puede modificar.

Distorsiones cognitivas

Los terapeutas o los programas ​computarizados utilizan técnicas de TCC para ayudar a las personas a desafiar sus patrones y creencias, y reemplazar los errores en el pensamiento, conocidos como distorsiones cognitivas, como el "sobregeneralizar, magnificar los negativos, minimizar los positivos y catastrofizar" con "pensamientos más realistas y efectivos, y por lo tanto disminuir la angustia emocional y el comportamiento autodestructivo".[34]​ Las distorsiones cognitivas pueden ser una creencia de pseudo-discriminación o una generalización excesiva de algo.[36]​ Las técnicas de TCC también pueden usarse para ayudar a las personas a adoptar una postura más abierta, consciente y sensata hacia las distorsiones cognitivas a fin de disminuir su impacto.[35]

Habilidades

La TCC convencional ayuda a las personas a reemplazar "habilidades de afrontamiento, cogniciones, emociones y comportamientos” inadaptados por otros más adaptados,[37]​ desafiando la forma de pensar de un individuo y la forma en que reacciona a ciertos hábitos o comportamientos.[38]​ Sin embargo, aún existe controversia sobre el grado en que estos elementos cognitivos tradicionales explican los efectos observados con la TCC más allá de los elementos conductuales anteriores, como la exposición y el entrenamiento de habilidades.[39]

Fases en la terapia

Se puede considerar que la TCC tiene seis fases:[37]​ Evaluación o valoración psicológica; Reconceptualización; Adquisición de habilidades; Formación en aplicación y consolidación de habilidades; Generalización y mantenimiento; Seguimiento postratamiento.

Estos pasos están basados en un sistema creado por Kanfer y Saslow. Después de identificar los comportamientos que deben cambiarse, ya sean en exceso o en déficit, y se ha realizado el tratamiento, el psicólogo debe identificar si la intervención tuvo éxito o no. Por ejemplo, "Si el objetivo era disminuir el comportamiento, entonces debería haber una disminución en relación con la línea de base. Si el comportamiento crítico permanece en o por encima de la línea de base, entonces la intervención ha fallado".[40]

Los pasos de la fase de evaluación incluyen: Paso 1: Identificar los comportamientos críticos Paso 2: Determinar si los comportamientos críticos son excesos o déficits Paso 3: Evaluar los comportamientos críticos en cuanto a frecuencia, duración o intensidad (obtener la línea de base) Paso 4: Si es exceso, se intenta disminuir la frecuencia, duración o intensidad de los comportamientos; si es déficit, se intenta aumentar los comportamientos.[41]

La fase de reconceptualización constituye gran parte de la parte "cognitiva" de la TCC.[37]​ Hofmann ofrece un resumen de los enfoques modernos de la TCC.[42]

Protocolos de intervención

Existen diferentes protocolos para administrar la terapia cognitivo-conductual, con importantes similitudes entre ellos.[43]​ El uso del término TCC puede referirse a intervenciones como las "autoinstrucciones (e.g., distracción, imágenes, diálogo interno motivacional), relajación y/o biorretroalimentación, desarrollo de estrategias de afrontamiento adaptativas (e.g., minimizar los pensamientos negativos o autodestructivos), cambiar las creencias inadaptadas sobre el dolor y el establecimiento de metas ".[37]​ El tratamiento a veces es manual, con procedimientos breves, directos y tiempo-limitados para los trastornos psicológicos individuales que se basan en técnicas específicas.[44]​ La TCC se utiliza tanto en entornos individuales como grupales, y las técnicas a menudo se adaptan para aplicaciones de autoayuda. Algunos médicos e investigadores están orientados cognitivamente (por ejemplo, la reestructuración cognitiva), mientras que otros están orientados hacia el comportamiento (e.g., la terapia de exposición in vivo). Las intervenciones como la terapia de exposición imaginaria combinan ambos enfoques.[45][46]

Técnicas relacionadas

La TCC puede administrarse junto con una variedad de técnicas diversas pero relacionadas, como la terapia de exposición, la inoculación del estrés, la terapia de procesamiento cognitivo, la terapia cognitiva, la terapia metacognitiva, el entrenamiento metacognitivo, el entrenamiento de relajación, la terapia conductual dialéctica y la terapia de aceptación y compromiso.[47][48]​ Algunos profesionales promueven una forma de terapia cognitiva consciente que incluye un mayor énfasis en la autoconciencia como parte del proceso terapéutico.[49]

Usos médicos y evidencia de eficacia clínica

Los resultados de investigaciones clínicas controladas dan fuerte apoyo a la eficacia de las terapias cognitivo-conductuales en general. Los resultados no deben confundirse entre sí, puesto que el grado de eficacia es variable y resulta dependiente del tipo de problema conductual, de tal manera que unas técnicas son mejores que otras y la integración de tecnología cognitiva y conductual parece rendir mejores resultados. Se ha demostrado útil tratando algunos trastornos y padecimientos como la ansiedad, la depresión, los ataques de pánico, las fobias, bulimia, esquizofrenia, entre otras.[50]

En adultos, se ha demostrado que la TCC tiene eficacia y un papel en los planes de tratamiento para los trastornos de ansiedad,[51][52]​ trastorno dismórfico corporal,[53]​ depresión,[54][55]​ trastornos de la alimentación,[56]​ dolor crónico de espalda baja,[37]​ trastornos de la personalidad,[57]​ psicosis,[58]​ esquizofrenia,[59]​ trastornos por uso de sustancias,[60]​ en depresión y ansiedad asociados con la fibromialgia,[34]​ entre otros.

En niños o adolescentes, la TCC es una parte eficaz de los planes de tratamiento para los trastornos de ansiedad,[61]​ trastorno dismórfico corporal,[62]​ depresión y tendencias suicidas,[63]​ trastornos alimentarios y obesidad,[64]​ trastorno obsesivo-compulsivo (TOC),[65]​ y trastorno de estrés postraumático,[66]​ así como trastornos de tics, tricotilomanía y otros trastornos de conducta repetitiva.[67]​ Además, la TCC combinada con hipnosis y distracción reduce el dolor autoinformado en los niños.[68]

Una revisión sistemática de ocho estudios, que cubren a 435 participantes en edad escolar que tienen rechazo a ir la escuela, demostró que la terapia cognitivo-conductual aumenta la asistencia a la escuela, pero no tiene incidencia alguna sobre la ansiedad. Sin embargo, varios riesgos de sesgo estaban presentes en la mayoría de los estudios, por lo que no se pueden sacar conclusiones firmes. Los estudios futuros deberían incluir tamaños de muestra más grandes y considerar otros tipos de intervenciones para llevar a cabo una evaluación más rigurosa. [69]

Depresión

Se ha demostrado que la terapia cognitivo-conductual es un tratamiento eficaz para la depresión clínica.[54]​ Las Pautas de práctica de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (abril de 2000) indicaron que, entre los enfoques psicoterapéuticos, la terapia cognitivo-conductual y la psicoterapia interpersonal tenían la eficacia mejor documentada para el tratamiento del trastorno depresivo mayor.[70]

La CBT-SP, una adaptación de la TCC para la prevención del suicidio, se diseñó específicamente para tratar a los jóvenes que están gravemente deprimidos y que han intentado suicidarse recientemente en los últimos 90 días, y resultó ser eficaz, factible y aceptable.[71]

Una teoría etiológica de la depresión es la Teoría cognitiva de la depresión de Aaron T. Beck. Su teoría establece que las personas deprimidas piensan como lo hacen porque su pensamiento está sesgado hacia interpretaciones negativas. Según esta teoría, las personas deprimidas adquieren un esquema negativo del mundo en la infancia y la adolescencia como efecto de sucesos vitales estresantes, y el esquema negativo se activa más adelante en la vida cuando la persona se encuentra con situaciones similares.[72]

Beck también describió una tríada cognitiva negativa. La tríada cognitiva está formada por las evaluaciones negativas que el individuo deprimido tiene de sí mismo, del mundo y del futuro. Beck sugirió que estas evaluaciones negativas se derivan de los esquemas negativos y los sesgos cognitivos de la persona. Según esta teoría, las personas deprimidas tienen puntos de vista como "nunca hago un buen trabajo", "es imposible tener un buen día" y "las cosas nunca mejorarán". Un esquema negativo ayuda a dar lugar al sesgo cognitivo, y el sesgo cognitivo ayuda a alimentar el esquema negativo.[72]

Beck propuso que las personas deprimidas a menudo tienen los siguientes sesgos cognitivos: inferencia arbitraria, abstracción selectiva, generalización excesiva, ampliación y minimización. Estos sesgos cognitivos se apresuran a hacer inferencias negativas, generalizadas y personales del yo, alimentando así el esquema negativo.[72]

Un metanálisis de 2001 que comparó la TCC y la psicoterapia psicodinámica sugirió que los enfoques eran igualmente efectivos a corto plazo.[73]​ En contraste, un metanálisis de 2013 sugirió que la TCC, la terapia interpersonal y la terapia de resolución de problemas superaron a la psicoterapia psicodinámica y la activación conductual en el tratamiento de la depresión.[74]

Trastorno de ansiedad

Se ha demostrado que la TCC es eficaz en el tratamiento de adultos con trastornos de ansiedad.[75]​ Un concepto básico en algunos tratamientos de TCC utilizados en los trastornos de ansiedad es la exposición in vivo. Esto se refiere a la confrontación directa de objetos, actividades o situaciones temidas por parte de un paciente.

Los resultados de una revisión sistemática de 2018 encontraron pruebas muy sólidas de que la terapia TCC de exposición puede reducir los síntomas del Trastorno de estrés postraumático (TEPT), incluso eliminar el diagnóstico.[76]​ Por ejemplo, una mujer con trastorno de estrés postraumático que teme el lugar donde fue agredida puede ser asistida por su terapeuta para ir a ese lugar y confrontar directamente esos temores.[77]​ Asimismo, una persona con trastorno de ansiedad social que teme hablar en público puede recibir instrucciones de confrontar directamente esos miedos dando un discurso.[78]​ Este modelo de "dos factores" a menudo se atribuye a O. Hobart Mowrer.[79]​ A través de la exposición al estímulo, este condicionamiento dañino puede "desaprenderse" (lo que se conoce como extinción y habituación). Los estudios han proporcionado evidencia de que al examinar animales y seres humanos, los glucocorticoides pueden conducir a un aprendizaje de extinción más exitoso durante la terapia de exposición. Por ejemplo, los glucocorticoides pueden evitar que se recuperen los episodios de aprendizaje aversivos y aumentar el refuerzo de los rastros de la memoria creando una reacción sin miedo en situaciones temidas. Una combinación de glucocorticoides y terapia de exposición puede ser un mejor tratamiento para tratar a pacientes con trastornos de ansiedad.[80]

También se ha demostrado que la TCC es eficaz para el trastorno de estrés postraumático en niños muy pequeños (de 3 a 6 años de edad),[81]​ incluso puede ser más eficaz que otras psicoterapias.[82]

Trastorno bipolar

Muchos estudios muestran que la TCC, combinada con la farmacoterapia, es eficaz para mejorar los síntomas depresivos, la gravedad de la manía y el funcionamiento psicosocial con efectos leves a moderados, y que es mejor que la medicación sola.[83][84][85]

Psicosis

En las psicosis de largo plazo, la TCC se utiliza para complementar los medicamentos y se adapta para satisfacer las necesidades individuales. Las intervenciones particularmente relacionadas con estas condiciones incluyen explorar las pruebas de la realidad, cambiar los delirios y alucinaciones, examinar los factores que precipitan la recaída y manejar las recaídas.[58]​ Los metanálisis confirman la eficacia del entrenamiento metacognitivo (MCT) para mejorar los síntomas positivos (e.g., delirios).[86][87][88]

Esquizofrenia

Una revisión Cochrane informó que la TCC "no tuvo ningún efecto sobre el riesgo de recaída a largo plazo" y ningún efecto adicional por encima de la atención estándar.[89]​ Una revisión sistemática de 2015 investigó los efectos de la TCC en comparación con otras terapias psicosociales para las personas con esquizofrenia y determinó que no hay una ventaja clara sobre otras intervenciones, a menudo menos costosas, pero reconoció que se necesita evidencia de mejor calidad antes de poder sacar conclusiones firmes.[90]

Prevención de enfermedades mentales

Para los trastornos de ansiedad, el uso de la TCC con personas en riesgo ha reducido significativamente el número de episodios de trastorno de ansiedad generalizada y otros síntomas de ansiedad, y también ha proporcionado mejoras significativas en el estilo explicativo, la desesperanza y las actitudes disfuncionales.[91][92][93]

Se descubrió que los pacientes con trastorno de pánico subumbral se beneficiaron significativamente del uso de la TCC.[94][95]​ Además, el uso de la TCC reduce significativamente la prevalencia de la ansiedad social.[96]

En un metaestudio del curso ‘Cómo afrontar la depresión’, una intervención cognitivo-conductual administrada por un método psicoeducativo, obtuvo una reducción del 38% en el riesgo de depresión mayor.[97]

Para las personas en riesgo de psicosis, en 2014 el Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (NICE) del Reino Unido recomendó la TCC preventiva.[98][99]

Patología y problemas con el juego

La TCC también se utiliza para el juego patológico y problemático. El porcentaje de personas que tienen problemas con el juego es del 1-3% en todo el mundo.[100]​ La terapia cognitivo-conductual desarrolla habilidades para la prevención de recaídas, aprender a controlar la mente y manejar casos de alto riesgo.[101]​ Hay pruebas de la eficacia de la TCC para el tratamiento del juego patológico y problemático en el seguimiento inmediato; sin embargo, actualmente se desconoce la eficacia a largo plazo.[102]

Dejar de fumar

La CBT considera el hábito de fumar cigarrillos como un comportamiento aprendido, que luego evoluciona hacia una estrategia de afrontamiento para manejar los factores estresantes diarios. Debido a que fumar a menudo es de fácil acceso y permite que el usuario se sienta bien rápidamente, puede tener prioridad sobre otras estrategias de afrontamiento y, finalmente, abrirse camino en la vida cotidiana también durante eventos no estresantes.[103]

La TCC tiene como objetivo enfocarse en la función del comportamiento, ya que puede variar entre individuos, y trabaja para inyectar otros mecanismos de afrontamiento en lugar del tabaquismo. También ayuda a las personas que padecen antojos intensos, que son una de las principales razones de las recaídas durante el tratamiento.[103]

En un estudio controlado en 2008 de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, se sugirió que la TCC puede ser una herramienta eficaz para ayudar a mantener la abstinencia. Los resultados de 304 participantes adultos al azar se rastrearon durante el transcurso de un año. Durante este programa, a algunos participantes se les proporcionó medicación, TCC, asistencia telefónica las 24 horas o alguna combinación de los tres métodos. A las 20 semanas, los participantes que recibieron TCC tenían una tasa de abstinencia del 45%, en comparación con los participantes que no recibieron TCC, que tenían una tasa de abstinencia del 29%. En general, el estudio concluyó que enfatizar las estrategias cognitivas y conductuales para apoyar el abandono del hábito de fumar puede ayudar a las personas a desarrollar herramientas para la abstinencia a largo plazo.[104]

Los antecedentes de salud mental pueden afectar los resultados del tratamiento. Las personas con antecedentes de trastornos depresivos tuvieron una tasa de éxito más baja cuando usaron solo la TCC para combatir la adicción al tabaco.[105]

Una revisión Cochrane no pudo encontrar evidencia de ninguna diferencia entre la TCC y la hipnosis para dejar de fumar. Si bien esto puede ser una prueba de que no hay ningún efecto, la investigación adicional puede descubrir un efecto de la TCC para dejar de fumar.[106]

Abuso de sustancias

Los estudios han demostrado que la TCC es un tratamiento eficaz para el abuso de sustancias.[107][108][109]​ El objetivo es replantear los pensamientos mal adaptados, como la negación, minimizar y catastrofizar los patrones de pensamiento, y cambiarlos por narrativas más saludables.[110]

Las técnicas específicas incluyen la identificación de posibles desencadenantes y el desarrollo de mecanismos de afrontamiento para gestionar situaciones de alto riesgo. Las investigaciones han demostrado que la TCC es particularmente eficaz cuando se combina con otros tratamientos o medicamentos basados ​​en terapias.[111]

Trastornos de conducta alimentaria (TCA)

Aunque muchas formas de tratamiento pueden ayudar a las personas con TCA, se ha demostrado que la TCC es un tratamiento más eficaz que los medicamentos y la psicoterapia interpersonal por sí solos.[56]​ El objetivo de la TCC es combatir las principales causas de malestar, como las cogniciones negativas que rodean el peso, la forma y el tamaño del cuerpo.

Los terapeutas de TCC también trabajan con las personas para regular emociones y pensamientos fuertes que conducen a comportamientos peligrosos. La TCC es la primera línea de tratamiento para la bulimia nerviosa y el trastorno de la alimentación no específico.[112]​ Si bien hay evidencia que respalda la eficacia de la TCC para la bulimia nerviosa y los atracones, la evidencia es algo variable y está limitada por los tamaños de estudio pequeños.[113]

Adicción al internet

La investigación ha identificado la adicción a Internet como un nuevo trastorno clínico que causa problemas sociales, laborales y afectivos. Se ha sugerido que la terapia cognitivo-conductual (TCC) es el tratamiento adecuado para la adicción a Internet. La planificación del tratamiento, usualmente utiliza TCC para la recuperación de la adicción.[114]

Prevención de estrés laboral

Una revisión Cochrane de intervenciones destinadas a prevenir el estrés psicológico en los trabajadores de la salud encontró que la TCC era más eficaz que ninguna otra intervención, pero no más eficaz que las intervenciones alternativas para la reducción del estrés.[115]

Con adultos mayores

La TCC se utiliza para ayudar a personas de todas las edades, pero la terapia debe ajustarse en función de la edad del paciente con el que está tratando el terapeuta. Las personas mayores, en particular, tienen ciertas características que deben reconocerse y la terapia debe modificarse para dar cuenta de estas diferencias gracias a la edad.[116]

De la pequeña cantidad de estudios que examinan la TCC para el tratamiento de la depresión en personas mayores, actualmente no hay un apoyo sólido.[117]

Con adultos autistas

Mediante una revisión sistemática se encontró evidencia que las intervenciones cognitivo-conductuales reducen los síntomas de depresión, de ansiedad y del trastorno obsesivo compulsivo en adultos autistas sin discapacidad intelectual.[118]​ Si bien la investigación se centró en adultos, las intervenciones cognitivo-conductuales también han sido beneficiosas para los niños con autismo.[119]

Métodos de acceso

Terapeuta

Un programa típico de TCC consistiría en sesiones cara a cara entre el paciente y el terapeuta, compuestas de 6 a 18 sesiones de alrededor de una hora cada una con un intervalo de 1 a 3 semanas entre sesiones. Este programa inicial puede ir seguido de algunas sesiones de refuerzo, por ejemplo, después de un mes y tres meses.[120]​ También se ha descubierto que la TCC es eficaz si el paciente y el terapeuta se escriben en tiempo real a través de enlaces de internet.[121][122]

La terapia cognitivo-conductual está más estrechamente relacionada con el modelo científico-profesional en el que la práctica clínica y la investigación se basan en una perspectiva científica, una clara operacionalización del problema y un énfasis en la medición, incluida la medición de los cambios en la cognición y el comportamiento y en el logro de metas. Estos a menudo se cumplen a través de asignaciones de "tarea" en las que el paciente y el terapeuta trabajan juntos para elaborar una asignación para completar antes de la siguiente sesión.[123]

El último tramo de estas asignaciones, que puede ser tan simple como que una persona que sufre de depresión asista a algún tipo de evento social, indica una dedicación al cumplimiento del tratamiento y un deseo de cambiar.[123]​ Los terapeutas pueden entonces evaluar lógicamente el siguiente paso del tratamiento en función de qué tan a fondo el paciente completó la asignación.[123]

La terapia cognitivo-conductual eficaz depende de una alianza terapéutica entre el médico y la persona que busca asistencia.[2][124]​ A diferencia de muchas otras formas de psicoterapia, el paciente está muy involucrado en la TCC.[123]​ Por ejemplo, a un paciente ansioso se le puede pedir que hable con un extraño como tarea, pero si eso es demasiado difícil, primero puede resolver una tarea más sencilla.[123]​ El terapeuta debe ser flexible y estar dispuesto a escuchar al paciente en lugar de actuar como una figura de autoridad.[123]

Intervención computarizada o por internet (CCBT)

La terapia cognitivo-conductual computarizada (CCBT) ha sido un tema de controversia sostenida.[125][126]

Se describe por NICE como un "término genérico para administrar TCC a través de una interfaz de computadora interactiva proporcionada por una computadora personal, internet o un sistema interactivo de respuesta de voz",[127]​ en lugar de cara a cara con un terapeuta humano. También se conoce como terapia cognitivo-conductual a través de Internet o ICBT.

La CCBT tiene el potencial de mejorar el acceso a terapias basadas en evidencia y de superar los costos excesivos y la falta de disponibilidad que a veces se asocian con la contratación de un terapeuta humano.[128]​ En metaestudios, se ha encontrado que la CCBT es rentable y, a menudo, más barata que la atención habitual,[129]​ incluso para la ansiedad.[130]​ En este contexto, es importante no confundir la TCC con la "formación en ordenador", que hoy en día se conoce más comúnmente como e-Learning.

Se ha demostrado que la terapia cognitivo-conductual computarizada (CCBT) es eficaz mediante ensayos controlados aleatorios y otro tipo de ensayos para el tratamiento de la depresión y los trastornos de ansiedad,[52][55][131][132][91][133]​ incluidos niños,[134]​ y el insomnio.[135]​ Algunas investigaciones han encontrado una eficacia similar a una intervención de sitios web informativos y llamadas telefónicas semanales.[136][137]​ Se descubrió que la CCBT es igualmente eficaz que la TCC cara a cara en el tratamiento de ansiedad y el insomnio en adolescentes. [138][135]

Una revisión de la investigación actual de CCBT en el tratamiento del TOC en niños encontró que esta interfaz tiene un gran potencial para el tratamiento futuro del TOC en poblaciones de jóvenes y adolescentes.[139]​ La CCBT también está predispuesta a tratar los trastornos del estado de ánimo entre las poblaciones no heterosexuales, que pueden evitar la terapia cara a cara por miedo al estigma. Sin embargo, en la actualidad, los programas de CCBT rara vez atienden a estas poblaciones.[140]

Una revisión sistemática de la TCC en la depresión y los trastornos de ansiedad concluyó que "la TCC administrada en la atención primaria, especialmente los programas de autoayuda por computadora o en Internet, es potencialmente más efectiva que la atención habitual y podría ser administrada de manera efectiva por terapeutas de atención primaria". [84] Además, la mayoría de las intervenciones de Internet para el trastorno de estrés postraumático utilizan CCBT.[140]

Una cuestión clave en el uso de CCBT es la baja tasa de aceptación y finalización,[125]​ incluso cuando se ha puesto a disposición y se ha explicado claramente.[141][142]​ En algunos estudios, se ha encontrado que las tasas de finalización de la CCBT y la eficacia del tratamiento son más altas cuando el uso de la CCBT se apoya personalmente, y los partidarios no se limitan solo a los terapeutas, que cuando el uso es solo en forma de autoayuda.[129][143]​ Otro enfoque para mejorar la tasa de aceptación y finalización, así como el resultado del tratamiento, es diseñar un software que respalde la formación de una alianza terapéutica sólida entre el usuario y la tecnología.[144]

En febrero de 2006, NICE recomendó que la CCBT estuviera disponible para su uso en el NHS de Inglaterra y Gales para los pacientes que presentaban depresión leve a moderada, en lugar de optar inmediatamente por la medicación antidepresiva,[127]​ y algunos sistemas de salud ofrecen la CCBT.[145]​ La guía de 2009 de NICE reconoció que es probable que haya una serie de productos de TCC computarizados que sean útiles para los pacientes, pero eliminó la aprobación de cualquier producto específico.[146]

Una vía de investigación relativamente nueva es la combinación de inteligencia artificial y CCBT. Se ha propuesto utilizar tecnología moderna para crear CCBT que simula la terapia cara a cara. Esto podría lograrse en la terapia cognitivo-conductual para un trastorno específico utilizando el conocimiento integral del dominio de la TCC.[147]​ Un área donde esto se ha intentado es el área de dominio específico de la ansiedad social en aquellos que tartamudean.[148]

Intervención a través de aplicaciones móviles

Otro nuevo método de acceso es el uso de aplicaciones móviles o tabletas para brindar autoayuda o TCC guiada. Las empresas de tecnología están desarrollando aplicaciones de chatbot de inteligencia artificial para brindar TCC como una intervención temprana para apoyar la salud mental, desarrollar la resiliencia psicológica y promover el bienestar emocional.

Las aplicaciones de conversación desarrolladas con inteligencia artificial (IA), entregan de forma segura y privada, y tienen la capacidad de escalar de manera global y ofrecer soporte contextual y siempre disponible. Se está llevando a cabo una investigación activa que incluye estudios de datos del mundo real[149]​ que miden la efectividad y el compromiso de las aplicaciones de chatbot que ofrecen TCC.

Lecturas de autoayuda

Algunos estudios han demostrado que permitir que los pacientes lean guías de autoayuda de TCCes eficaz.[150][151][152]​ Sin embargo, un estudio encontró un efecto negativo en pacientes que tendían a rumiar,[153]​ y otro metanálisis encontró que el beneficio solo era significativo cuando la autoayuda fue guiada por un profesional.[154]

Curso grupal educacional

Se ha demostrado que la participación de los pacientes en cursos grupales es eficaz.[155]​ No obstante, en un metanálisis que revisaba el tratamiento de niños con TOC, se encontró que la TCC individual era más eficaz que la TCC grupal.[139]

Véase también

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