Diferencia entre revisiones de «Terapias cognitivo-conductuales»

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Las '''terapias cognitivo-conductuales''' son orientaciones de la [[terapia cognitiva]] enfocadas en la vinculación del pensamiento y la conducta, y que recogen los aportes de distintas corrientes dentro de la psicología científica, siendo más que una mera fusión, como aplicación clínica, de la [[psicología cognitiva]] y la [[psicología conductista]]. Suelen combinar técnicas de [[reestructuración cognitiva]], de entrenamiento en [[relajación]] y otras estrategias de [[afrontamiento]] y de [[Técnica de la exposición|exposición]].<ref>{{cita publicación|apellido=García Vera|nombre=Maríaa Paz|título=La psicoterapia hoy desde un enfoque cognitivo-conductual|publicación=V Jornada Científica de la Asociación de Psicoterapeutas «Laureano Cuesta»|año=1998|url=http://psicologoslaureanocuesta.org/articulos/pstcogc.pdf|fechaacceso=27 de abril de 2013|editorial=Universidad Complutense de Madrid y Asociación de psicoterapuetas Laureano Cuesta|ubicación=Madrid|urlarchivo=https://web.archive.org/web/20131002025137/http://psicologoslaureanocuesta.org/articulos/pstcogc.pdf|fechaarchivo=2 de octubre de 2013}}</ref>
Las '''terapias cognitivo-conductuales''' son orientaciones de la [[terapia cognitiva]] enfocadas en la vinculación del pensamiento y la conducta, y que recogen los aportes de distintas corrientes dentro de la psicología científica, siendo más que una mera fusión, como aplicación clínica, de la [[psicología cognitiva]] y la [[psicología conductista]]. Suelen combinar técnicas de [[reestructuración cognitiva]], de entrenamiento en [[relajación]] y otras estrategias de [[afrontamiento]] y de [[Técnica de la exposición|exposición]].<ref>{{cita publicación|apellido=García Vera|nombre=Maríaa Paz|título=La psicoterapia hoy desde un enfoque cognitivo-conductual|publicación=V Jornada Científica de la Asociación de Psicoterapeutas «Laureano Cuesta»|año=1998|url=http://psicologoslaureanocuesta.org/articulos/pstcogc.pdf|fechaacceso=27 de abril de 2013|editorial=Universidad Complutense de Madrid y Asociación de psicoterapuetas Laureano Cuesta|ubicación=Madrid|urlarchivo=https://web.archive.org/web/20131002025137/http://psicologoslaureanocuesta.org/articulos/pstcogc.pdf|fechaarchivo=2 de octubre de 2013}}</ref>


La TCC se enfoca en desafiar y cambiar distorsiones cognitivas inútiles (e.g., pensamientos, creencias y actitudes) y comportamientos, mejorar la regulación emocional <ref name=Beck>{{cita libro|apellidos1=Beck|nombre1=JS|título=Cognitive behavior therapy: Basics and beyond|fecha=2011|editorial=The Guilford Press|ubicación=Nueva York, NY|páginas=19-20|edición=2}}</ref> <ref name=Benjamin>{{cita publicación|apellidos1=Benjamin|nombre1=CL|apellidos2=Puleo|nombre2=CM|apellidos3=Settipani|nombre3=CA|apellidos4=et al|título=History of cognitive-behavioral therapy in youth|publicación=Child and Adolescent Psychiatric Clinics of North America|fecha=2011|volumen=20|número=2|páginas=179–189|doi=10.1016/j.chc.2011.01.011|pmid=21440849}}</ref>, y el desarrollo de estrategias de afrontamiento personales que se enfocan en resolver problemas actuales. En sus inicios, fue diseñada para tratar la depresión, pero sus usos se han ampliado para incluir el tratamiento de una serie de afecciones de salud mental, incluida la ansiedad.<ref name=McKay>{{cita publicación|apellidos1=McKay|nombre1=D|apellidos2=Sookman|nombre2=D|apellidos3=Neziroglu|nombre3=F|apellidos4=Wilhelm|nombre4=S|apellidos5=Stein|nombre5=DJ|apellidos6=Kyrios|nombre6=M|apellidos7=Matthews|nombre7=K|apellidos8=Veale|nombre8=D|título=Efficacy of cognitive-behavioral therapy for obsessive-compulsive disorder|publicación=Psychiatry Research|fecha=Febrero 2015|volumen=225|número=3|páginas=236-246|doi=10.1016/j.psychres.2014.11.058|pmid=25613661|url=https://kclpure.kcl.ac.uk/portal/files/33787231/60_McKay_CBT_OCD_2015_ACCEPTED.pdf}}</ref> <ref name=Zhu>{{cita publicación|apellidos1=Zhu|nombre1=Z|apellidos2=Zhang|nombre2=L|apellidos3=Jiang|nombre3=J|apellidos4=Li|nombre4=W|apellidos5=Cao|nombre5=X|apellidos6=Zhou|nombre6=Z|apellidos7=Zhang|nombre7=T|apellidos8=Li|nombre8=C|título=Comparison of psychological placebo and waiting list control conditions in the assessment of cognitive behavioral therapy for the treatment of generalized anxiety disorder: a meta-analysis|publicación=Shanghai Archives of Psychiatry|fecha=Diciembre 2014|volumen=26|número=6|páginas=319-331|doi=0.11919/j.issn.1002-0829.214173|pmid=25642106}}</ref>
La TCC se enfoca en desafiar y cambiar distorsiones cognitivas inútiles (e.g., pensamientos, creencias y actitudes) y comportamientos, mejorar la regulación emocional <ref name=Beck>{{cita libro|apellidos1=Beck|nombre1=JS|título=Cognitive behavior therapy: Basics and beyond|fecha=2011|editorial=The Guilford Press|ubicación=Nueva York, NY|páginas=19-20|edición=2}}</ref> <ref name=Benjamin>{{cita publicación|apellidos1=Benjamin|nombre1=CL|apellidos2=Puleo|nombre2=CM|apellidos3=Settipani|nombre3=CA|apellidos4=et al|título=History of cognitive-behavioral therapy in youth|publicación=Child and Adolescent Psychiatric Clinics of North America|fecha=2011|volumen=20|número=2|páginas=179–189|doi=10.1016/j.chc.2011.01.011|pmid=21440849}}</ref>, y el desarrollo de estrategias de afrontamiento personales que se enfocan en resolver problemas actuales. En sus inicios, fue diseñada para tratar la depresión, pero sus usos se han ampliado para incluir el tratamiento de una serie de afecciones de salud mental, incluida la ansiedad.<ref name=McKay>{{cita publicación|apellidos1=McKay|nombre1=D|apellidos2=Sookman|nombre2=D|apellidos3=Neziroglu|nombre3=F|apellidos4=Wilhelm|nombre4=S|apellidos5=Stein|nombre5=DJ|apellidos6=Kyrios|nombre6=M|apellidos7=Matthews|nombre7=K|apellidos8=Veale|nombre8=D|título=Efficacy of cognitive-behavioral therapy for obsessive-compulsive disorder|publicación=Psychiatry Research|fecha=Febrero 2015|volumen=225|número=3|páginas=236-246|doi=10.1016/j.psychres.2014.11.058|pmid=25613661|url=https://kclpure.kcl.ac.uk/portal/files/33787231/60_McKay_CBT_OCD_2015_ACCEPTED.pdf}}</ref> <ref name=Zhu>{{cita publicación|apellidos1=Zhu|nombre1=Z|apellidos2=Zhang|nombre2=L|apellidos3=Jiang|nombre3=J|apellidos4=Li|nombre4=W|apellidos5=Cao|nombre5=X|apellidos6=Zhou|nombre6=Z|apellidos7=Zhang|nombre7=T|apellidos8=Li|nombre8=C|título=Comparison of psychological placebo and waiting list control conditions in the assessment of cognitive behavioral therapy for the treatment of generalized anxiety disorder: a meta-analysis|publicación=Shanghai Archives of Psychiatry|fecha=Diciembre 2014|volumen=26|número=6|páginas=319-331|doi=0.11919/j.issn.1002-0829.214173|pmid=25642106}}</ref>
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Una revisión sistemática de ocho estudios, que cubren a 435 participantes en edad escolar que tienen rechazo a ir la escuela, demostró que la terapia cognitivo-conductual aumenta la asistencia a la escuela, pero no tiene incidencia alguna sobre la ansiedad. Sin embargo, varios riesgos de sesgo estaban presentes en la mayoría de los estudios, por lo que no se pueden sacar conclusiones firmes. Los estudios futuros deberían incluir tamaños de muestra más grandes y considerar otros tipos de intervenciones para llevar a cabo una evaluación más rigurosa. <ref>{{Cita web |url=https://scioteca.caf.com/handle/123456789/1133|título=Efectos de las intervenciones psicosociales dirigidas al rechazo a ir a la escuela de estudiantes de primaria y secundaria|autor=Campbell Collaboration|editorial=Oslo: Campbell Collaboration|fecha=2017|fechaacceso=15 de enero de 2020}}</ref>
Una revisión sistemática de ocho estudios, que cubren a 435 participantes en edad escolar que tienen rechazo a ir la escuela, demostró que la terapia cognitivo-conductual aumenta la asistencia a la escuela, pero no tiene incidencia alguna sobre la ansiedad. Sin embargo, varios riesgos de sesgo estaban presentes en la mayoría de los estudios, por lo que no se pueden sacar conclusiones firmes. Los estudios futuros deberían incluir tamaños de muestra más grandes y considerar otros tipos de intervenciones para llevar a cabo una evaluación más rigurosa. <ref>{{Cita web |url=https://scioteca.caf.com/handle/123456789/1133|título=Efectos de las intervenciones psicosociales dirigidas al rechazo a ir a la escuela de estudiantes de primaria y secundaria|autor=Campbell Collaboration|editorial=Oslo: Campbell Collaboration|fecha=2017|fechaacceso=15 de enero de 2020}}</ref>

=== Depresión ===
Se ha demostrado que la terapia cognitivo-conductual es un tratamiento eficaz para la depresión clínica.<ref name=DriessenE /> Las Pautas de práctica de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (abril de 2000) indicaron que, entre los enfoques psicoterapéuticos, la terapia cognitivo-conductual y la psicoterapia interpersonal tenían la eficacia mejor documentada para el tratamiento del trastorno depresivo mayor.<ref name=HirschfeldRob>{{cita libro|apellidos1=Hirschfeld|nombre1=Robert M.A.|título=APA Practice Guidelines for the Treatment of Psychiatric Disorders: Comprehensive Guidelines and Guideline Watches|fecha=2006|isbn=978-0-89042-336-3|edición=2|url=http://psychiatryonline.org/pb/assets/raw/sitewide/practice_guidelines/guidelines/bipolar-watch.pdf|capítulo=Guideline Watch: Practice Guideline for the Treatment of Patients With Bipolar Disorder}}</ref>

La CBT-SP, una adaptación de la TCC para la prevención del suicidio, se diseñó específicamente para tratar a los jóvenes que están gravemente deprimidos y que han intentado suicidarse recientemente en los últimos 90 días, y resultó ser eficaz, factible y aceptable.<ref name=StanleyB>{{cita publicación|apellidos1=Stanley|nombre1=B|apellidos2=Brown|nombre2=G|apellidos3=Brent|nombre3=DA|apellidos4=et al|título=Cognitive-behavioral therapy for suicide prevention (CBT-SP): treatment model, feasibility, and acceptability|publicación=Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry|fecha=Octubre 2009|volumen=48|número=10|página=1005–1013|doi=10.1097/chi.0b013e3181b5dbfe|pmid=19730273}}</ref>

Una teoría etiológica de la depresión es la Teoría cognitiva de la depresión de Aaron T. Beck. Su teoría establece que las personas deprimidas piensan como lo hacen porque su pensamiento está sesgado hacia interpretaciones negativas. Según esta teoría, las personas deprimidas adquieren un esquema negativo del mundo en la infancia y la adolescencia como efecto de sucesos vitales estresantes, y el esquema negativo se activa más adelante en la vida cuando la persona se encuentra con situaciones similares.<ref name=NealeJM>{{cita libro|apellidos1=Neale|nombre1=JM|apellidos2=Davison|nombre2=GC|título=Abnormal psychology|fecha=2001|editorial=John Wiley & Sons|ubicación=Nueva York, NY|isbn=978-0-471-31811-8|página=247|edición=8}}</ref>

Beck también describió una tríada cognitiva negativa. La tríada cognitiva está formada por las evaluaciones negativas que el individuo deprimido tiene de sí mismo, del mundo y del futuro. Beck sugirió que estas evaluaciones negativas se derivan de los esquemas negativos y los sesgos cognitivos de la persona. Según esta teoría, las personas deprimidas tienen puntos de vista como "nunca hago un buen trabajo", "es imposible tener un buen día" y "las cosas nunca mejorarán". Un esquema negativo ayuda a dar lugar al sesgo cognitivo, y el sesgo cognitivo ayuda a alimentar el esquema negativo.<ref name=NealeJM />

Beck propuso que las personas deprimidas a menudo tienen los siguientes sesgos cognitivos: inferencia arbitraria, abstracción selectiva, generalización excesiva, ampliación y minimización. Estos sesgos cognitivos se apresuran a hacer inferencias negativas, generalizadas y personales del yo, alimentando así el esquema negativo.<ref name=NealeJM />

Un metanálisis de 2001 que comparó la TCC y la psicoterapia psicodinámica sugirió que los enfoques eran igualmente efectivos a corto plazo.<ref name=Leichsenring>{{cita publicación|apellidos1=Leichsenring|nombre1=F|título=Comparative effects of short-term psychodynamic psychotherapy and cognitive-behavioral therapy in depression: a meta-analytic approach|publicación=Clinical Psychology Review|fecha=2001|volumen=21|número=3|página=401–419|doi=10.1016/S0272-7358(99)00057-4|pmid=11288607}}</ref> En contraste, un metanálisis de 2013 sugirió que la TCC, la terapia interpersonal y la terapia de resolución de problemas superaron a la psicoterapia psicodinámica y la activación conductual en el tratamiento de la depresión.<ref name=BarthJM>{{cita publicación|apellidos1=Barth|nombre1=J|apellidos2=Munder|nombre2=T|apellidos3=et al|título="Comparative efficacy of seven psychotherapeutic interventions for patients with depression: a network meta-analysis|publicación=PLOS Medicine|fecha=2013|volumen=10|número=5|doi=10.1371/journal.pmed.1001454|pmid=23723742}}</ref>

=== Trastorno de ansiedad ===
Se ha demostrado que la TCC es eficaz en el tratamiento de adultos con trastornos de ansiedad.<ref name=HoffSm>{{cita publicación|apellidos1=Hofmann|nombre1=SG|apellidos2=Smits|nombre2=JA|título=Cognitive-behavioral therapy for adult anxiety disorders: a meta-analysis of randomized placebo-controlled trials|publicación=The Journal of Clinical Psychiatry|fecha=Abril 2008|volumen=69|número=4|página=621–632|doi=10.4088/JCP.v69n0415|pmid=18363421}}</ref> Un concepto básico en algunos tratamientos de TCC utilizados en los trastornos de ansiedad es la exposición in vivo. Esto se refiere a la confrontación directa de objetos, actividades o situaciones temidas por parte de un paciente.

Los resultados de una revisión sistemática de 2018 encontraron pruebas muy sólidas de que la terapia TCC de exposición puede reducir los síntomas del Trastorno de estrés postraumático (TEPT), incluso eliminar el diagnóstico.<ref name=Forman-Hoffman>{{cita libro|apellidos1=Forman-Hoffman|nombre1=Valerie|apellidos2=Middleton|nombre2=Cook|apellidos3=et al|título=Psychological and Pharmacological Treatments for Adults With Posttraumatic Stress Disorder: A Systematic Review Update|fecha=Mayo 2018|url=DOI: 10.23970/ahrqepccer207}}</ref> Por ejemplo, una mujer con trastorno de estrés postraumático que teme el lugar donde fue agredida puede ser asistida por su terapeuta para ir a ese lugar y confrontar directamente esos temores.<ref name=APA>{{cita publicación|apellidos1=American Psychological Association|título=What is Exposure Therapy?|url=div12.org/}}</ref> Asimismo, una persona con trastorno de ansiedad social que teme hablar en público puede recibir instrucciones de confrontar directamente esos miedos dando un discurso.<ref name=PTSD>{{cita web|apellidos1=PTSD|título=Definition of In Vivo Exposure"|url=Ptsd.about.com|fecha=9 de Junio 2014|fechaacceso=14 de Agosto 2014}}</ref> Este modelo de "dos factores" a menudo se atribuye a O. Hobart Mowrer.<ref name=MowrerO>{{cita libro|apellidos1=Mowrer|nombre1=OH|título=Learning theory and behavior|fecha=1960|ubicación=Nueva York, NY|isbn=978-0-88275-127-6}}</ref> A través de la exposición al estímulo, este condicionamiento dañino puede "desaprenderse" (lo que se conoce como extinción y habituación). Los estudios han proporcionado evidencia de que al examinar animales y seres humanos, los glucocorticoides pueden conducir a un aprendizaje de extinción más exitoso durante la terapia de exposición. Por ejemplo, los glucocorticoides pueden evitar que se recuperen los episodios de aprendizaje aversivos y aumentar el refuerzo de los rastros de la memoria creando una reacción sin miedo en situaciones temidas. Una combinación de glucocorticoides y terapia de exposición puede ser un mejor tratamiento para tratar a pacientes con trastornos de ansiedad.<ref name=BentzD>{{cita publicación|apellidos1=Bentz|nombre1=D|apellidos2=Michael|nombre2=T|apellidos3=de Quervain|nombre3=DJ|apellidos4=Wilhelm|nombre4=FH|título=Enhancing exposure therapy for anxiety disorders with glucocorticoids: from basic mechanisms of emotional learning to clinical applications|publicación=Journal of Anxiety Disorders|fecha=Marzo 2010|volumen=24|número=2|página=223–230|doi=10.1016/j.janxdis.2009.10.011|pmid=19962269}}</ref>

También se ha demostrado que la TCC es eficaz para el trastorno de estrés postraumático en niños muy pequeños (de 3 a 6 años de edad),<ref name=Schee>{{cita publicación|apellidos1=Scheeringa|nombre1=MS|apellidos2=Weems|nombre2=CF|apellidos3=et al|título=Trauma-focused cognitive-behavioral therapy for posttraumatic stress disorder in three-through six year-old children: a randomized clinical trial|publicación=Journal of Child Psychology and Psychiatry, and Allied Disciplines|fecha=Agosto 2011|volumen=52|número=8|página=853–860|doi=10.1111/j.1469-7610.2010.02354.x|pmid=21155776}}</ref> incluso puede ser más eficaz que otras psicoterapias.<ref name=GilliesD>{{cita publicación|apellidos1=Gillies|nombre1=Donna|apellidos2=Maiocchi|nombre2=Licia|apellidos3=et al|título=Psychological therapies for children and adolescents exposed to trauma|publicación=Cochrane Database of Systematic Reviews|fecha=Octubre 2016|volumen=10|doi=10.1002/14651858.CD012371|pmid=27726123}}</ref>

=== Trastorno bipolar ===
Muchos estudios muestran que la TCC, combinada con la farmacoterapia, es eficaz para mejorar los síntomas depresivos, la gravedad de la manía y el funcionamiento psicosocial con efectos leves a moderados, y que es mejor que la medicación sola.<ref name=daCosta>{{cita publicación|apellidos1=da Costa|nombre1=RT|apellidos2=Rangé|nombre2=BP|apellidos3=et al|título=Cognitive-behavioral therapy for bipolar disorder|publicación=Expert Review of Neurotherapeutics|fecha=Julio 2010|volumen=10|número=7|página=1089–1099|doi=10.1586/ern.10.75|pmid=20586690}}</ref><ref name=ChiangTsai>{{cita publicación|apellidos1=Chiang|nombre1=KJ|apellidos2=Tsai|nombre2=JC|apellidos3=Liu|nombre3=D|apellidos4=Chou|nombre4=KR|apellidos5=Lin|nombre5=CH|apellidos6=Chiu|nombre6=HL|título=Efficacy of cognitive-behavioral therapy in patients with bipolar disorder: A meta-analysis of randomized controlled trials|publicación=PLOS ONE|fecha=4 de Mayo 2017|volumen=12|número=5|doi=10.1371/journal.pone.0176849|pmid=28472082}}</ref><ref name=Kingdon>{{cita publicación|apellidos1=Kingdon|nombre1=D|apellidos2=Price|nombre2=J|título=Cognitive-behavioral Therapy in Severe Mental Illness|publicación=Psychiatric Times|fecha=17 de Abril de 2009|volumen=26|número=5}}</ref>

=== Psicosis ===
En las psicosis de largo plazo, la TCC se utiliza para complementar los medicamentos y se adapta para satisfacer las necesidades individuales. Las intervenciones particularmente relacionadas con estas condiciones incluyen explorar las pruebas de la realidad, cambiar los delirios y alucinaciones, examinar los factores que precipitan la recaída y manejar las recaídas.[62] Los metanálisis confirman la eficacia del entrenamiento metacognitivo (MCT) para mejorar los síntomas positivos (e.g., delirios).<ref name=LiuHung>{{cita publicación|apellidos1=Liu|nombre1=Yu‐Chen|apellidos2=Hung|nombre2=Tsai‐Tzu|apellidos3=Tang|nombre3=Chia‐Chun|apellidos4=Tsai|nombre4=Pei‐Ching|apellidos5=Lin|nombre5=Mei‐Feng|título=The Efficacy of Metacognitive Training for Delusions in Patients With Schizophrenia: A Meta‐Analysis of Randomized Controlled Trials Informs Evidence‐Based Practice|publicación=Worldviews on Evidence-Based Nursing|volumen=15|número=2|página=130–139|doi=10.1111/wvn.12282}}</ref><ref name=PhiK>{{cita publicación|apellidos1=Philipp|nombre1=Rebecca|apellidos2=Kriston|nombre2=Levente|título=Effectiveness of metacognitive interventions for mental disorders in adults—A systematic review and meta‐analysis (METACOG)|publicación=Clinical Psychology & Psychotherapy|fecha=2019|volumen=26|número=2|páginas=227–240|doi=10.1002/cpp.2345}}</ref><ref name=Sauve>{{cita publicación|apellidos1=Sauvé|nombre1=Geneviève|apellidos2=Lavigne|nombre2=Katie M|apellidos3=et al|título=Efficacy of psychological interventions targeting cognitive biases in schizophrenia: A systematic review and meta-analysis|publicación=Clinical Psychology Review|fecha=2020|volumen=78|doi=10.1016/j.cpr.2020.101854}}</ref>

=== Esquizofrenia ===
Una revisión Cochrane informó que la TCC "no tuvo ningún efecto sobre el riesgo de recaída a largo plazo" y ningún efecto adicional por encima de la atención estándar.<ref name=JonesHa>{{cita publicación|apellidos1=Jones|nombre1=C|apellidos2=Hacker|nombre2=D|apellidos3=et al|título=Cognitive behavioural therapy plus standard care versus standard care for people with schizophrenia|publicación=The Cochrane Database of Systematic Reviews|fecha=Diciembre 2018|volumen=12|doi=10.1002/14651858.CD007964.pub2|pmid=30572373}}</ref> Una revisión sistemática de 2015 investigó los efectos de la TCC en comparación con otras terapias psicosociales para las personas con esquizofrenia y determinó que no hay una ventaja clara sobre otras intervenciones, a menudo menos costosas, pero reconoció que se necesita evidencia de mejor calidad antes de poder sacar conclusiones firmes.<ref name=JonesHacker>{{cita publicación|apellidos1=Jones|nombre1=Christopher|apellidos2=Hacker|nombre2=David|apellidos3=et al|título=Cognitive behavioural therapy plus standard care versus standard care plus other psychosocial treatments for people with schizophrenia|publicación=The Cochrane Database of Systematic Reviews|fecha=Noviembre 2018|volumen=11|doi=10.1002/14651858.CD008712.pub3|pmid=30480760}}</ref>

=== Prevención de enfermedades mentales ===
Para los trastornos de ansiedad, el uso de la TCC con personas en riesgo ha reducido significativamente el número de episodios de trastorno de ansiedad generalizada y otros síntomas de ansiedad, y también ha proporcionado mejoras significativas en el estilo explicativo, la desesperanza y las actitudes disfuncionales.<ref name=TitovAndrews>{{cita publicación|apellidos1=Titov|nombre1=N|apellidos2=Andrews|nombre2=G|apellidos3=Sachdev|nombre3=P|título=Computer-delivered cognitive behavioural therapy: effective and getting ready for dissemination|publicación=F1000 Medicine Reports|fecha=Julio 2010|volumen=2|número=49|doi=10.3410/M2-49|pmid=20948835.}}</ref><ref name=SeligSchul>{{cita publicación|apellidos1=Seligman|nombre1=ME|apellidos2=Schulman|nombre2=P|apellidos3=Derubeis|nombre3=RJ|apellidos4=Hollon|nombre4=SD|título=The prevention of depression and anxiety|publicación=Prevention & Treatment|fecha=1999|volumen=2|número=1|páginas=1111–1126|doi=10.1037/1522-3736.2.1.28a}}</ref><ref name=SchEggl>{{cita publicación|apellidos1=Schmidt|nombre1=NB|apellidos2=Eggleston|nombre2=AM|apellidos3=et al|título=Anxiety Sensitivity Amelioration Training (ASAT): a longitudinal primary prevention program targeting cognitive vulnerability|publicación=Journal of Anxiety Disorders|fecha=2007|volumen=21|número=3|páginas=302–319|doi=10.1016/j.janxdis.2006.06.002|pmid=16889931}}</ref>

Se descubrió que los pacientes con trastorno de pánico subumbral se beneficiaron significativamente del uso de la TCC.<ref name=Meulenb>{{cita publicación|apellidos1=Meulenbeek|nombre1=P|apellidos2=Willemse|nombre2=G|apellidos3=et al|título=Early intervention in panic: pragmatic randomised controlled trial|publicación=The British Journal of Psychiatry|fecha=Abril 2010|volumen=196|número=4|páginas=326–331|doi=10.1192/bjp.bp.109.072504|pmid=20357312}}</ref><ref name=Gardensw>{{cita publicación|apellidos1=Gardenswartz|nombre1=CA|apellidos2=Craske|nombre2=MG|título=Prevention of panic disorder|publicación=Behavior Therapy|fecha=2001|volumen=32|número=4|páginas=725–737|doi=10.1016/S0005-7894(01)80017-4}}</ref> Además, el uso de la TCC reduce significativamente la prevalencia de la ansiedad social.<ref name=AuneSt>{{cita publicación|apellidos1=Aune|nombre1=T|apellidos2=Stiles|nombre2=TC|título=Universal-based prevention of syndromal and subsyndromal social anxiety: A randomized controlled study|publicación=Journal of Consulting and Clinical Psychology|fecha=Octubre 2009|volumen=77|número=5|páginas=867–879|doi=10.1037/a0015813|pmid=19803567}}</ref>

En un metaestudio del curso ‘Cómo afrontar la depresión’, una intervención cognitivo-conductual administrada por un método psicoeducativo, obtuvo una reducción del 38% en el riesgo de depresión mayor.<ref name=Cuijpers>{{cita publicación|apellidos1=Cuijpers|nombre1=P|apellidos2=Clarke|nombre2=GN|apellidos3=Lewinsohn|nombre3=PM|apellidos4=Muñoz|nombre4=RF|título=Psychoeducational treatment and prevention of depression: the "Coping with Depression|publicación=Clinical Psychology Review|fecha=Julio 2009|volumen=29|número=5|páginas=449–458|doi=10.1016/j.cpr.2009.04.005|pmid=19450912}}</ref>

Para las personas en riesgo de psicosis, en 2014 el Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (NICE) del Reino Unido recomendó la TCC preventiva.<ref name=NICE>{{cita publicación|título=Psychosis and schizophrenia in adults: updated NICE guidance for 2014"|publicación=National Elf Service|fecha=19 de Febrero 2014}}</ref><ref name=NICEE>{{cita web|título=Psychosis and schizophrenia|url=https://pathways.nice.org.uk/pathways/psychosis-and-schizophrenia#path=view%3A/pathways/psychosis-and-schizophrenia/prevention-in-adults-at-risk-of-developing-psychosis.xml&content=view-node%3Anodes-interventions-to-prevent-psychosis}}</ref>

=== Patología y problemas con el juego ===
La TCC también se utiliza para el juego patológico y problemático. El porcentaje de personas que tienen problemas con el juego es del 1-3% en todo el mundo.<ref name=Okuda>{{cita publicación|apellidos1=Okuda|nombre1=M|apellidos2=Balán|nombre2=I|apellidos3=Petry|nombre3=NM|apellidos4=Oquendo|nombre4=M|apellidos5=Blanco|nombre5=C|título=Cognitive-behavioral therapy for pathological gambling: cultural considerations|publicación=The American Journal of Psychiatry|fecha=Diciembre 2009|volumen=166|número=12|páginas=1325–1330|doi=10.1176/appi.ajp.2009.08081235|pmid=19952084}}</ref> La terapia cognitivo-conductual desarrolla habilidades para la prevención de recaídas, aprender a controlar la mente y manejar casos de alto riesgo.<ref name=antonp>{{cita publicación|título=Cognitive–Behavioral Therapy for Pathological Gamblers|url=http://www.antonpsych.org/~antonpsy/ieadmin/files/Stop_Addictions_Now.pdf}}</ref> Hay pruebas de la eficacia de la TCC para el tratamiento del juego patológico y problemático en el seguimiento inmediato; sin embargo, actualmente se desconoce la eficacia a largo plazo.<ref name=Cowlishaw>{{cita publicación|apellidos1=Cowlishaw|nombre1=S|apellidos2=Merkouris|nombre2=S|apellidos3=et al|título=Psychological therapies for pathological and problem gambling|publicación=The Cochrane Database of Systematic Reviews|fecha=Noviembre 2012|volumen=11|doi=10.1002/14651858.CD008937|pmid=23152266}}</ref>

=== Dejar de fumar ===
La CBT considera el hábito de fumar cigarrillos como un comportamiento aprendido, que luego evoluciona hacia una estrategia de afrontamiento para manejar los factores estresantes diarios. Debido a que fumar a menudo es de fácil acceso y permite que el usuario se sienta bien rápidamente, puede tener prioridad sobre otras estrategias de afrontamiento y, finalmente, abrirse camino en la vida cotidiana también durante eventos no estresantes.<ref name=tabac>{{cita publicación|título=Association for Behavioral and Cognitive Therapies; Tobacco Dependence|publicación=Association for Behavioral and Cognitive Therapies|url=http://www.abct.org/Information/?m=mInformation&fa=fs_TOBACCO}}</ref>

La TCC tiene como objetivo enfocarse en la función del comportamiento, ya que puede variar entre individuos, y trabaja para inyectar otros mecanismos de afrontamiento en lugar del tabaquismo. También ayuda a las personas que padecen antojos intensos, que son una de las principales razones de las recaídas durante el tratamiento.<ref name=tabac />

En un estudio controlado en 2008 de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, se sugirió que la TCC puede ser una herramienta eficaz para ayudar a mantener la abstinencia. Los resultados de 304 participantes adultos al azar se rastrearon durante el transcurso de un año. Durante este programa, a algunos participantes se les proporcionó medicación, TCC, asistencia telefónica las 24 horas o alguna combinación de los tres métodos. A las 20 semanas, los participantes que recibieron TCC tenían una tasa de abstinencia del 45%, en comparación con los participantes que no recibieron TCC, que tenían una tasa de abstinencia del 29%. En general, el estudio concluyó que enfatizar las estrategias cognitivas y conductuales para apoyar el abandono del hábito de fumar puede ayudar a las personas a desarrollar herramientas para la abstinencia a largo plazo.<ref name=KillenF>{{cita publicación|apellidos1=Killen|nombre1=JD|apellidos2=Fortmann|nombre2=SP|apellidos3=et al|título=Extended cognitive behavior therapy for cigarette smoking cessation|publicación=Addiction|fecha=Agosto 2008|volumen=103|número=8|páginas=1381–1390|doi=10.1111/j.1360-0443.2008.02273.x|pmid=18855829}}</ref>

Los antecedentes de salud mental pueden afectar los resultados del tratamiento. Las personas con antecedentes de trastornos depresivos tuvieron una tasa de éxito más baja cuando usaron solo la TCC para combatir la adicción al tabaco.<ref name=HitsmanB>{{cita publicación|apellidos1=Hitsman|nombre1=B|apellidos2=Borrelli|nombre2=B|apellidos3=McChargue|nombre3=DE|apellidos4=Spring|nombre4=B|apellidos5=Niaura|nombre5=R|título=History of depression and smoking cessation outcome: a meta-analysis|publicación=Journal of Consulting and Clinical Psychology|fecha=Agosto 2003|volumen=71|número=4|páginas=657–663|doi=10.1037/0022-006X.71.4.657|pmid=12924670}}</ref>

Una revisión Cochrane no pudo encontrar evidencia de ninguna diferencia entre la TCC y la hipnosis para dejar de fumar. Si bien esto puede ser una prueba de que no hay ningún efecto, la investigación adicional puede descubrir un efecto de la TCC para dejar de fumar.<ref name=BarnesMc>{{cita publicación|apellidos1=Barnes|nombre1=J|apellidos2=McRobbie|nombre2=H|apellidos3=Dong|nombre3=CY|apellidos4=Walker|nombre4=N|apellidos5=Hartmann-Boyce|nombre5=J|título=Hypnotherapy for smoking cessation|publicación=The Cochrane Database of Systematic Reviews|fecha=Junio 2019|volumen=6|doi=10.1002/14651858.CD001008.pub3|pmid=31198991}}</ref>

=== Abuso de sustancias ===
Los estudios han demostrado que la TCC es un tratamiento eficaz para el abuso de sustancias.<ref name=McHughHearon>{{cita publicación|apellidos1=McHugh|nombre1=R. Kathryn|apellidos2=Hearon|nombre2=Bridget A|apellidos3=Otto|nombre3=Michael W|título=Cognitive-Behavioral Therapy for Substance Use Disorders|publicación=The Psychiatric Clinics of North America|fecha=Septiembre 2010|volumen=33|número=3|páginas=511–525|doi=10.1016/j.psc.2010.04.012|pmid=20599130}}</ref><ref name=MagillRay>{{cita publicación|apellidos1=Magill|nombre1=Molly|apellidos2=Ray|nombre2=Lara A|título=Cognitive-Behavioral Treatment With Adult Alcohol and Illicit Drug Users: A Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials|publicación=Journal of Studies on Alcohol and Drugs|fecha=Julio 2009|volumen=70|número=4|páginas=516–527|doi=10.15288/jsad.2009.70.516|pmid=19515291}}</ref><ref name=PerryMartyn>{{cita publicación|apellidos1=Perry|nombre1=Amanda E.|apellidos2=Martyn-St James|nombre2=Marrissa|apellidos3=et al|título=Interventions for female drug-using offenders|publicación=The Cochrane Database of Systematic Reviews|fecha=Diciembre 2019|volumen=12|doi=10.1002/14651858.CD010910.pub3|pmid=31834635}}</ref> El objetivo es replantear los pensamientos mal adaptados, como la negación, minimizar y catastrofizar los patrones de pensamiento, y cambiarlos por narrativas más saludables.<ref name=SproutH>{{cita publicación|título=What Is Cognitive Behavioral Therapy? Expert Dr. Mendonsa Explains|publicación=Sprout Health Group|fecha=Octubre 2019|volumen=21|url=https://www.sprouthealthgroup.com/treatments/what-is-cognitive-behavioral-therapy/|fechaacceso=15 de Noviembre 2019}}</ref>

Las técnicas específicas incluyen la identificación de posibles desencadenantes y el desarrollo de mecanismos de afrontamiento para gestionar situaciones de alto riesgo. Las investigaciones han demostrado que la TCC es particularmente eficaz cuando se combina con otros tratamientos o medicamentos basados ​​en terapias.<ref name=Abuse>{{cita web|apellidos1=Abuse National Institute on Drug|título=Cognitive-Behavioral Therapy (Alcohol, Marijuana, Cocaine, Methamphetamine, Nicotine)".|url=https://www.drugabuse.gov/publications/principles-drug-addiction-treatment-research-based-guide-third-edition/evidence-based-approaches-to-drug-addiction-treatment/behavioral|fechaacceso=15 de Noviembre 2019}}</ref>

=== Trastornos de conducta alimentaria (TCA) ===
Aunque muchas formas de tratamiento pueden ayudar a las personas con TCA, se ha demostrado que la TCC es un tratamiento más eficaz que los medicamentos y la psicoterapia interpersonal por sí solos.<ref name=MurphyR /> El objetivo de la TCC es combatir las principales causas de malestar, como las cogniciones negativas que rodean el peso, la forma y el tamaño del cuerpo.

Los terapeutas de TCC también trabajan con las personas para regular emociones y pensamientos fuertes que conducen a comportamientos peligrosos. La TCC es la primera línea de tratamiento para la bulimia nerviosa y el trastorno de la alimentación no específico.<ref name=Linardon>{{cita publicación|apellidos1=Linardon|nombre1=J.|apellidos2=Wade|nombre2=T.D.|apellidos3=de la Piedad Garcia|nombre3=X.|apellidos4=Brennan|nombre4=L.|título=The efficacy of cognitive-behavioral therapy for eating disorders: A systematic review and meta-analysis|publicación=Journal of Consulting and Clinical Psychology|fecha=Noviembre 2017|volumen=85|número=11|páginas=1080–1094|doi=10.1037/ccp0000245|pmid=29083223}}</ref> Si bien hay evidencia que respalda la eficacia de la TCC para la bulimia nerviosa y los atracones, la evidencia es algo variable y está limitada por los tamaños de estudio pequeños.<ref name=HayBaca>{{cita publicación|apellidos1=Hay|nombre1=Phillipa PJ|apellidos2=Bacaltchuk|nombre2=Josué|apellidos3=et al|título=Psychological treatments for bulimia nervosa and binging|publicación=Cochrane Database of Systematic Reviews|fecha=7 de Octubre 2009|volumen=4|doi=10.1002/14651858.CD000562.pub3|pmid=19821271}}</ref>

=== Adicción al internet ===
La investigación ha identificado la adicción a Internet como un nuevo trastorno clínico que causa problemas sociales, laborales y afectivos. Se ha sugerido que la terapia cognitivo-conductual (TCC) es el tratamiento adecuado para la adicción a Internet. La planificación del tratamiento, usualmente utiliza TCC para la recuperación de la adicción.<ref name=YoungK>{{cita publicación|apellidos1=Young|nombre1=K.|título=CBT-IA: The First Treatment Model for Internet Addiction|publicación=ournal of Cognitive Psychotherapy|fecha=2011|volumen=25|número=4|páginas=304–310|doi=10.1891/0889-8391.25.4.304}}</ref>

=== Prevención de estrés laboral ===
Una revisión Cochrane de intervenciones destinadas a prevenir el estrés psicológico en los trabajadores de la salud encontró que la TCC era más eficaz que ninguna otra intervención, pero no más eficaz que las intervenciones alternativas para la reducción del estrés.<ref name=Ruotsa>{{cita publicación|apellidos1=Ruotsalainen|nombre1=JH|apellidos2=Verbeek|nombre2=JH|apellidos3=et al|título=Preventing occupational stress in healthcare workers|publicación=The Cochrane Database of Systematic Reviews|fecha=Abril 2015|número=4|doi=10.1002/14651858.CD002892.pub5|pmid=25847433|url=https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6718215}}</ref>

=== Con adultos mayores ===
La TCC se utiliza para ayudar a personas de todas las edades, pero la terapia debe ajustarse en función de la edad del paciente con el que está tratando el terapeuta. Las personas mayores, en particular, tienen ciertas características que deben reconocerse y la terapia debe modificarse para dar cuenta de estas diferencias gracias a la edad.<ref name=Bienenf>{{cita publicación|apellidos1=Bienenfeld|nombre1=D.|título=Cognitive therapy with older adults|publicación=Psychiatric Annals|fecha=2009|volumen=39|número=9|páginas=828–832|doi=10.3928/00485713-20090821-02}}</ref>

De la pequeña cantidad de estudios que examinan la TCC para el tratamiento de la depresión en personas mayores, actualmente no hay un apoyo sólido.<ref name=WilsonMot>{{cita publicación|apellidos1=Wilson|nombre1=Kenneth|apellidos2=Mottram|nombre2=Patricia G.|apellidos3=Vassilas|nombre3=Christopher|apellidos4=et al|título=Psychotherapeutic treatments for older depressed people"|publicación=Cochrane Database of Systematic Reviews|fecha=23 de Enero 2008|número=1|doi=10.1002/14651858.CD004853.pub2|pmid=18254062}}</ref>

=== Con adultos autistas ===
Mediante una revisión sistemática se encontró evidencia que las intervenciones cognitivo-conductuales reducen los síntomas de depresión, de ansiedad y del trastorno obsesivo compulsivo en adultos autistas sin discapacidad intelectual.<ref name=Benevides>{{cita publicación|apellidos1=Benevides|nombre1=Teal W|apellidos2=Shore|nombre2=Stephen M|apellidos3=et al|título=Interventions to address health outcomes among autistic adults: A systematic review|publicación=Autism|fecha=11 de Mayo 2020|volumen=24|número=6|páginas=1345–1359|doi=10.1177/1362361320913664|pmid=32390461|url=https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7787674}}</ref> Si bien la investigación se centró en adultos, las intervenciones cognitivo-conductuales también han sido beneficiosas para los niños con autismo.<ref name=WoodD>{{cita publicación|apellidos1=Wood|nombre1=Jeffrey J.|apellidos2=Drahota|nombre2=Amy|título=Cognitive behavioral therapy for anxiety in children with autism spectrum disorders: a randomized, controlled trial|publicación=Journal of Child Psychology and Psychiatry, and Allied Disciplines|fecha=Marzo 2009|volumen=50|número=3|páginas=224–234|doi=10.1111/j.1469-7610.2008.01948.x|pmid=19309326|url=https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4231198}}</ref>





Revisión del 00:42 19 mar 2021

Las terapias cognitivo-conductuales son orientaciones de la terapia cognitiva enfocadas en la vinculación del pensamiento y la conducta, y que recogen los aportes de distintas corrientes dentro de la psicología científica, siendo más que una mera fusión, como aplicación clínica, de la psicología cognitiva y la psicología conductista. Suelen combinar técnicas de reestructuración cognitiva, de entrenamiento en relajación y otras estrategias de afrontamiento y de exposición.[1]

La TCC se enfoca en desafiar y cambiar distorsiones cognitivas inútiles (e.g., pensamientos, creencias y actitudes) y comportamientos, mejorar la regulación emocional [2][3]​, y el desarrollo de estrategias de afrontamiento personales que se enfocan en resolver problemas actuales. En sus inicios, fue diseñada para tratar la depresión, pero sus usos se han ampliado para incluir el tratamiento de una serie de afecciones de salud mental, incluida la ansiedad.[4][5]

Este modelo acepta la tesis conductista de que la conducta humana es aprendida, pero este aprendizaje no consiste en un vínculo asociativo entre estímulos y respuestas sino en la formación de relaciones de significado personales, esquemas cognitivos o reglas. Igualmente los aspectos cognitivos, afectivos y conductuales están interrelacionados, de modo que un cambio en uno de ellos afecta a los otros dos componentes. En esa relación mutua las estructuras de significado (esquemas cognitivos) tendrían un peso fundamental, pues ellas representan la organización idiosincrática que tiene cada persona sobre lo que significa su experiencia, los otros y el sí mismo.[6]

La TCC se basa en la creencia de que las distorsiones del pensamiento y las conductas desadaptativas desempeñan un papel en el desarrollo y mantenimiento de los trastornos psicológicos.[7]​ Por tanto, los síntomas y la angustia asociada pueden reducirse mediante la enseñanza de nuevas habilidades de procesamiento de información y mecanismos de afrontamiento. [8][9]​ La TCC es una forma de terapia "centrada en el problema" y "orientada a la acción", lo que significa que se utiliza para tratar problemas específicos relacionados con un trastorno mental diagnosticado. El rol del terapeuta es ayudar al cliente a encontrar y practicar estrategias efectivas para abordar los objetivos identificados y disminuir los síntomas del trastorno.[8]

Durante el proceso terapéutico el clínico se vale de diversas estrategias que tienen por objeto la flexibilización y modificación de los esquemas disfuncionales y los pensamientos automáticos que se desprenden de estos. Dicho proceso está guiado por tres principios técnicos básicos: el empirismo colaborativo, el descubrimiento guiado y el diálogo socrático.[10]

En comparación con los medicamentos psicoactivos, los estudios de revisión han encontrado que la TCC es eficaz para tratar formas menos graves de depresión,[11]​ ansiedad, trastorno de estrés postraumático (TEPT), tics,[12]​ abuso de sustancias, trastornos alimentarios y trastorno límite de personalidad.[13]


Diagrama que muestra cómo las emociones, los pensamientos y los comportamientos se influencian los unos a los otros. El triángulo en el interior representa el principio de las TCCs donde aparecen los tres vértices: uno mismo, los otros, el futuro.

Historia

Fechas históricas

Fechas para la introducción de diversos conceptos y programas de investigación clínica dentro de las terapias cognitivo conductuales:

1897 Introducción del concepto y estudio del condicionamiento clásico, por Iván Pávlov.
1911 Introducción del concepto y estudio del condicionamiento instrumental, por Edward Thorndike.
1953 Primera ocasión del término «terapia de la conducta» en un reporte de Lindsley, Skinner y Solomon.
1958 Introducción de la terapia por desensibilización sistemática, por Joseph Wolpe.
1958 Introducción de la terapia racional emotiva conductual (en esa época denominada "terapia racional") a la literatura profesional, por Albert Ellis.
1963 Introducción del conductismo psicológico como teoría marco que unifica los esfuerzos de investigación cognitivas y conductuales, por Arthur Staats.
1963 Introducción de la terapia cognitiva para la depresión en la literatura profesional, por Aaron Beck.
1971 Introducción de la terapia de solución de problemas, de D'Zurilla y Goldfried.
1973 Introducción del entrenamiento por inoculación del estrés, por Donald Meichenbaum.

Raíces Filosóficas

En las tradiciones filosóficas antiguas, se han identificado algunos precursores de ciertos aspectos fundamentales de la TCC, particularmente en el estoicismo.[14]​ Los filósofos estoicos, particularmente Epicteto, creían que la lógica podría usarse para identificar y descartar creencias falsas que conducen a emociones destructivas, lo que ha influido en la forma en que los terapeutas cognitivo-conductuales modernos identifican las distorsiones cognitivas que contribuyen a la depresión y la ansiedad.[15]​ Por ejemplo, el manual de tratamiento original de Aaron T. Beck para la depresión menciona que: "Los orígenes filosóficos de la terapia cognitiva se remontan a los filósofos estoicos".[16]​ Otro ejemplo de influencia estoica en los teóricos cognitivos es Epictetus sobre Albert Ellis.[17]​ Una figura filosófica clave que también influyó en el desarrollo de la TCC fue John Stuart Mill.[18]

Raíces de la Terapia Conductual

Las raíces modernas de la TCC se remontan al desarrollo de la terapia conductual a principios del siglo XX, el desarrollo de la terapia cognitiva en la década de 1960 y la posterior fusión de las dos.

El trabajo pionero del conductismo comenzó con los estudios del condicionamiento de John B. Watson y Rosalie Rayner en 1920.[19]​ Los enfoques terapéuticos centrados en el comportamiento aparecieron en 1924,[20]​ con el trabajo de Mary Cover Jones dedicado al desaprendizaje de los miedos en los niños.[21]​ Estos, a su vez, fueron los antecedentes del desarrollo de la terapia conductual de Joseph Wolpe en la década de 1950.[19]​ Fue el trabajo de Wolpe y Watson, que se basó en el trabajo de Ivan Pavlov sobre el aprendizaje y el condicionamiento, lo que influyó a Hans Eysenck y Arnold Lazarus para desarrollar nuevas técnicas de terapia conductual basadas en el condicionamiento clásico.[19][22]

Durante las décadas de 1950 y 1960, la terapia conductual fue utilizada por investigadores en los Estados Unidos, Reino Unido y Sudáfrica, inspirados en la teoría del aprendizaje conductista de Ivan Pavlov, John B. Watson y Clark L. Hull.[20]​ En Gran Bretaña, Joseph Wolpe, quien aplicó los hallazgos de experimentos con animales a su método de desensibilización sistemática,[19]​ utilizó la investigación conductual al tratamiento de trastornos neuróticos. Los esfuerzos terapéuticos de Wolpe fueron precursores de las técnicas actuales de reducción del miedo.[20]​ El psicólogo británico Hans Eysenck presentó la terapia conductual como una alternativa constructiva.[20][23]

Al mismo tiempo que el trabajo de Eysenck, B. F. Skinner y sus asociados estaban comenzando a tener un impacto con su trabajo sobre el condicionamiento operante.[19][22]​ El trabajo de Skinner se denominó conductismo radical y evitó todo lo relacionado con la cognición.[19]​ Sin embargo, Julian Rotter, en 1954, y Albert Bandura, en 1969, contribuyeron a la terapia conductual con sus respectivos trabajos sobre la teoría del aprendizaje social, al demostrar los efectos de la cognición en el aprendizaje y la modificación de la conducta.[19][22]​ El trabajo de la australiana Claire Weekes sobre los trastornos de ansiedad en la década de 1960 también se consideró un prototipo de terapia conductual.[24]

El énfasis en los factores de comportamiento constituyó la "primera ola" de la TCC.[25]

Raíces de la Terapia Cognitiva

Uno de los primeros terapeutas en abordar la cognición en la psicoterapia fue Alfred Adler con su noción de errores básicos y cómo estos contribuyen a la creación de metas de vida y de comportamiento poco saludables o inútiles.[26]​ El trabajo de Adler influyó en el trabajo de Albert Ellis,[26]​ quien desarrolló la psicoterapia cognitiva más temprana, conocida hoy como terapia racional emotiva conductual (REBT por sus siglas en inglés).[27]​ Ellis también da crédito a Abraham Low como fundador de la terapia cognitivo-conductual.[28]

Aproximadamente al mismo tiempo que se estaba desarrollando la terapia racional emotiva, Aaron T. Beck dirigía sesiones de asociación libre en su práctica psicoanalítica.[29]​ Durante estas sesiones, Beck notó que los pensamientos no eran tan inconscientes como Freud había teorizado previamente, y que ciertos tipos de pensamiento pueden ser los culpables de la angustia emocional.A partir de esta hipótesis, Beck desarrolló la terapia cognitiva, y llamó a estos pensamientos "pensamientos automáticos". [29]​ Beck ha sido citado como "el padre de la terapia cognitivo-conductual".[30]

Fueron estas dos terapias, la terapia emotiva racional y la terapia cognitiva, las que iniciaron la "segunda ola" de la TCC, la cual tuvo énfasis en los factores cognitivos. [25]

Unión de las terapias conductual y cognitiva (tercera ola TCC)

Aunque los primeros enfoques conductuales tuvieron éxito en muchos de los trastornos neuróticos, tuvieron poco éxito en el tratamiento de la depresión.[19][20][31]​ El conductismo también estaba perdiendo popularidad debido a la revolución cognitiva.

No obstante, los enfoques terapéuticos de Albert Ellis y Aaron T. Beck ganaron popularidad entre los terapeutas conductuales, a pesar del rechazo de los conceptos mentalistas como los pensamientos y cogniciones.[19]​ Ambos sistemas incluían intervenciones y elementos de comportamiento y se concentraban principalmente en los problemas del presente.

En los estudios iniciales, la terapia cognitiva a menudo se contrastaba con los tratamientos conductuales para ver cuál era más eficaz. Durante las décadas de 1980 y 1990, las técnicas cognitivas y conductuales se fusionaron en la terapia cognitivo-conductual. Un factor fundamental para esta fusión fue el desarrollo exitoso de los tratamientos para el trastorno de pánico de David M. Clark en el Reino Unido y David H. Barlow en los EE. UU.[20]

Con el tiempo, la terapia cognitivo-conductual llegó a ser conocida no solo como una terapia, sino como un término general para todas las psicoterapias basadas en la cognición.[19]​ Estas terapias incluyen, pero no se limitan a, la terapia emotiva racional (REBT), terapia cognitiva, terapia de aceptación y compromiso, terapia conductual dialéctica, terapia metacognitiva, entrenamiento metacognitivo, terapia de realidad/teoría de elección, terapia de procesamiento cognitivo, terapia multimodal y desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR).[19]​ Todas estas terapias son una combinación de elementos basados en la cognición y ​​en la conducta.

Esta combinación de fundamentos teóricos y técnicos de las terapias conductuales y cognitivas constituyó la "tercera ola" de la TCC.[25][32]​ Las terapias más destacadas de esta tercera ola son la terapia conductual dialéctica y la terapia de aceptación y compromiso.[25]​ A pesar de la creciente popularidad de los enfoques de tratamiento de la tercera ola, los estudios revelan que los tratamientos que no son parte de la tercera ola pueden no tener diferencias en la efectividad en los tratamientos de la depresión.[33]

Usos médicos y evidencia de eficacia clínica

Los resultados de investigaciones clínicas controladas dan fuerte apoyo a la eficacia de las terapias cognitivo-conductuales en general. Los resultados no deben confundirse entre sí, puesto que el grado de eficacia es variable y resulta dependiente del tipo de problema conductual, de tal manera que unas técnicas son mejores que otras y la integración de tecnología cognitiva y conductual parece rendir mejores resultados. Se ha demostrado útil tratando algunos trastornos y padecimientos como la ansiedad, la depresión, los ataques de pánico, las fobias, bulimia, esquizofrenia, entre otras.[34]

En adultos, se ha demostrado que la TCC tiene eficacia y un papel en los planes de tratamiento para los trastornos de ansiedad,[35][36]​ trastorno dismórfico corporal,[37]​ depresión,[38][39]​ trastornos de la alimentación,[40]​ dolor crónico de espalda baja,[41]​ trastornos de la personalidad,[42]​ psicosis,[43]​ esquizofrenia,[44]​ trastornos por uso de sustancias,[45]​ en depresión y ansiedad asociados con la fibromialgia,[46]​ entre otros.

En niños o adolescentes, la TCC es una parte eficaz de los planes de tratamiento para los trastornos de ansiedad,[47]​ trastorno dismórfico corporal,[48]​ depresión y tendencias suicidas,[49]​ trastornos alimentarios y obesidad,[50]​ trastorno obsesivo-compulsivo (TOC),[51]​ y trastorno de estrés postraumático,[52]​ así como trastornos de tics, tricotilomanía y otros trastornos de conducta repetitiva.[53]​ Además, la TCC combinada con hipnosis y distracción reduce el dolor autoinformado en los niños.[54]

Una revisión sistemática de ocho estudios, que cubren a 435 participantes en edad escolar que tienen rechazo a ir la escuela, demostró que la terapia cognitivo-conductual aumenta la asistencia a la escuela, pero no tiene incidencia alguna sobre la ansiedad. Sin embargo, varios riesgos de sesgo estaban presentes en la mayoría de los estudios, por lo que no se pueden sacar conclusiones firmes. Los estudios futuros deberían incluir tamaños de muestra más grandes y considerar otros tipos de intervenciones para llevar a cabo una evaluación más rigurosa. [55]

Depresión

Se ha demostrado que la terapia cognitivo-conductual es un tratamiento eficaz para la depresión clínica.[38]​ Las Pautas de práctica de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (abril de 2000) indicaron que, entre los enfoques psicoterapéuticos, la terapia cognitivo-conductual y la psicoterapia interpersonal tenían la eficacia mejor documentada para el tratamiento del trastorno depresivo mayor.[56]

La CBT-SP, una adaptación de la TCC para la prevención del suicidio, se diseñó específicamente para tratar a los jóvenes que están gravemente deprimidos y que han intentado suicidarse recientemente en los últimos 90 días, y resultó ser eficaz, factible y aceptable.[57]

Una teoría etiológica de la depresión es la Teoría cognitiva de la depresión de Aaron T. Beck. Su teoría establece que las personas deprimidas piensan como lo hacen porque su pensamiento está sesgado hacia interpretaciones negativas. Según esta teoría, las personas deprimidas adquieren un esquema negativo del mundo en la infancia y la adolescencia como efecto de sucesos vitales estresantes, y el esquema negativo se activa más adelante en la vida cuando la persona se encuentra con situaciones similares.[58]

Beck también describió una tríada cognitiva negativa. La tríada cognitiva está formada por las evaluaciones negativas que el individuo deprimido tiene de sí mismo, del mundo y del futuro. Beck sugirió que estas evaluaciones negativas se derivan de los esquemas negativos y los sesgos cognitivos de la persona. Según esta teoría, las personas deprimidas tienen puntos de vista como "nunca hago un buen trabajo", "es imposible tener un buen día" y "las cosas nunca mejorarán". Un esquema negativo ayuda a dar lugar al sesgo cognitivo, y el sesgo cognitivo ayuda a alimentar el esquema negativo.[58]

Beck propuso que las personas deprimidas a menudo tienen los siguientes sesgos cognitivos: inferencia arbitraria, abstracción selectiva, generalización excesiva, ampliación y minimización. Estos sesgos cognitivos se apresuran a hacer inferencias negativas, generalizadas y personales del yo, alimentando así el esquema negativo.[58]

Un metanálisis de 2001 que comparó la TCC y la psicoterapia psicodinámica sugirió que los enfoques eran igualmente efectivos a corto plazo.[59]​ En contraste, un metanálisis de 2013 sugirió que la TCC, la terapia interpersonal y la terapia de resolución de problemas superaron a la psicoterapia psicodinámica y la activación conductual en el tratamiento de la depresión.[60]

Trastorno de ansiedad

Se ha demostrado que la TCC es eficaz en el tratamiento de adultos con trastornos de ansiedad.[61]​ Un concepto básico en algunos tratamientos de TCC utilizados en los trastornos de ansiedad es la exposición in vivo. Esto se refiere a la confrontación directa de objetos, actividades o situaciones temidas por parte de un paciente.

Los resultados de una revisión sistemática de 2018 encontraron pruebas muy sólidas de que la terapia TCC de exposición puede reducir los síntomas del Trastorno de estrés postraumático (TEPT), incluso eliminar el diagnóstico.[62]​ Por ejemplo, una mujer con trastorno de estrés postraumático que teme el lugar donde fue agredida puede ser asistida por su terapeuta para ir a ese lugar y confrontar directamente esos temores.[63]​ Asimismo, una persona con trastorno de ansiedad social que teme hablar en público puede recibir instrucciones de confrontar directamente esos miedos dando un discurso.[64]​ Este modelo de "dos factores" a menudo se atribuye a O. Hobart Mowrer.[65]​ A través de la exposición al estímulo, este condicionamiento dañino puede "desaprenderse" (lo que se conoce como extinción y habituación). Los estudios han proporcionado evidencia de que al examinar animales y seres humanos, los glucocorticoides pueden conducir a un aprendizaje de extinción más exitoso durante la terapia de exposición. Por ejemplo, los glucocorticoides pueden evitar que se recuperen los episodios de aprendizaje aversivos y aumentar el refuerzo de los rastros de la memoria creando una reacción sin miedo en situaciones temidas. Una combinación de glucocorticoides y terapia de exposición puede ser un mejor tratamiento para tratar a pacientes con trastornos de ansiedad.[66]

También se ha demostrado que la TCC es eficaz para el trastorno de estrés postraumático en niños muy pequeños (de 3 a 6 años de edad),[67]​ incluso puede ser más eficaz que otras psicoterapias.[68]

Trastorno bipolar

Muchos estudios muestran que la TCC, combinada con la farmacoterapia, es eficaz para mejorar los síntomas depresivos, la gravedad de la manía y el funcionamiento psicosocial con efectos leves a moderados, y que es mejor que la medicación sola.[69][70][71]

Psicosis

En las psicosis de largo plazo, la TCC se utiliza para complementar los medicamentos y se adapta para satisfacer las necesidades individuales. Las intervenciones particularmente relacionadas con estas condiciones incluyen explorar las pruebas de la realidad, cambiar los delirios y alucinaciones, examinar los factores que precipitan la recaída y manejar las recaídas.[62] Los metanálisis confirman la eficacia del entrenamiento metacognitivo (MCT) para mejorar los síntomas positivos (e.g., delirios).[72][73][74]

Esquizofrenia

Una revisión Cochrane informó que la TCC "no tuvo ningún efecto sobre el riesgo de recaída a largo plazo" y ningún efecto adicional por encima de la atención estándar.[75]​ Una revisión sistemática de 2015 investigó los efectos de la TCC en comparación con otras terapias psicosociales para las personas con esquizofrenia y determinó que no hay una ventaja clara sobre otras intervenciones, a menudo menos costosas, pero reconoció que se necesita evidencia de mejor calidad antes de poder sacar conclusiones firmes.[76]

Prevención de enfermedades mentales

Para los trastornos de ansiedad, el uso de la TCC con personas en riesgo ha reducido significativamente el número de episodios de trastorno de ansiedad generalizada y otros síntomas de ansiedad, y también ha proporcionado mejoras significativas en el estilo explicativo, la desesperanza y las actitudes disfuncionales.[77][78][79]

Se descubrió que los pacientes con trastorno de pánico subumbral se beneficiaron significativamente del uso de la TCC.[80][81]​ Además, el uso de la TCC reduce significativamente la prevalencia de la ansiedad social.[82]

En un metaestudio del curso ‘Cómo afrontar la depresión’, una intervención cognitivo-conductual administrada por un método psicoeducativo, obtuvo una reducción del 38% en el riesgo de depresión mayor.[83]

Para las personas en riesgo de psicosis, en 2014 el Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (NICE) del Reino Unido recomendó la TCC preventiva.[84][85]

Patología y problemas con el juego

La TCC también se utiliza para el juego patológico y problemático. El porcentaje de personas que tienen problemas con el juego es del 1-3% en todo el mundo.[86]​ La terapia cognitivo-conductual desarrolla habilidades para la prevención de recaídas, aprender a controlar la mente y manejar casos de alto riesgo.[87]​ Hay pruebas de la eficacia de la TCC para el tratamiento del juego patológico y problemático en el seguimiento inmediato; sin embargo, actualmente se desconoce la eficacia a largo plazo.[88]

Dejar de fumar

La CBT considera el hábito de fumar cigarrillos como un comportamiento aprendido, que luego evoluciona hacia una estrategia de afrontamiento para manejar los factores estresantes diarios. Debido a que fumar a menudo es de fácil acceso y permite que el usuario se sienta bien rápidamente, puede tener prioridad sobre otras estrategias de afrontamiento y, finalmente, abrirse camino en la vida cotidiana también durante eventos no estresantes.[89]

La TCC tiene como objetivo enfocarse en la función del comportamiento, ya que puede variar entre individuos, y trabaja para inyectar otros mecanismos de afrontamiento en lugar del tabaquismo. También ayuda a las personas que padecen antojos intensos, que son una de las principales razones de las recaídas durante el tratamiento.[89]

En un estudio controlado en 2008 de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, se sugirió que la TCC puede ser una herramienta eficaz para ayudar a mantener la abstinencia. Los resultados de 304 participantes adultos al azar se rastrearon durante el transcurso de un año. Durante este programa, a algunos participantes se les proporcionó medicación, TCC, asistencia telefónica las 24 horas o alguna combinación de los tres métodos. A las 20 semanas, los participantes que recibieron TCC tenían una tasa de abstinencia del 45%, en comparación con los participantes que no recibieron TCC, que tenían una tasa de abstinencia del 29%. En general, el estudio concluyó que enfatizar las estrategias cognitivas y conductuales para apoyar el abandono del hábito de fumar puede ayudar a las personas a desarrollar herramientas para la abstinencia a largo plazo.[90]

Los antecedentes de salud mental pueden afectar los resultados del tratamiento. Las personas con antecedentes de trastornos depresivos tuvieron una tasa de éxito más baja cuando usaron solo la TCC para combatir la adicción al tabaco.[91]

Una revisión Cochrane no pudo encontrar evidencia de ninguna diferencia entre la TCC y la hipnosis para dejar de fumar. Si bien esto puede ser una prueba de que no hay ningún efecto, la investigación adicional puede descubrir un efecto de la TCC para dejar de fumar.[92]

Abuso de sustancias

Los estudios han demostrado que la TCC es un tratamiento eficaz para el abuso de sustancias.[93][94][95]​ El objetivo es replantear los pensamientos mal adaptados, como la negación, minimizar y catastrofizar los patrones de pensamiento, y cambiarlos por narrativas más saludables.[96]

Las técnicas específicas incluyen la identificación de posibles desencadenantes y el desarrollo de mecanismos de afrontamiento para gestionar situaciones de alto riesgo. Las investigaciones han demostrado que la TCC es particularmente eficaz cuando se combina con otros tratamientos o medicamentos basados ​​en terapias.[97]

Trastornos de conducta alimentaria (TCA)

Aunque muchas formas de tratamiento pueden ayudar a las personas con TCA, se ha demostrado que la TCC es un tratamiento más eficaz que los medicamentos y la psicoterapia interpersonal por sí solos.[40]​ El objetivo de la TCC es combatir las principales causas de malestar, como las cogniciones negativas que rodean el peso, la forma y el tamaño del cuerpo.

Los terapeutas de TCC también trabajan con las personas para regular emociones y pensamientos fuertes que conducen a comportamientos peligrosos. La TCC es la primera línea de tratamiento para la bulimia nerviosa y el trastorno de la alimentación no específico.[98]​ Si bien hay evidencia que respalda la eficacia de la TCC para la bulimia nerviosa y los atracones, la evidencia es algo variable y está limitada por los tamaños de estudio pequeños.[99]

Adicción al internet

La investigación ha identificado la adicción a Internet como un nuevo trastorno clínico que causa problemas sociales, laborales y afectivos. Se ha sugerido que la terapia cognitivo-conductual (TCC) es el tratamiento adecuado para la adicción a Internet. La planificación del tratamiento, usualmente utiliza TCC para la recuperación de la adicción.[100]

Prevención de estrés laboral

Una revisión Cochrane de intervenciones destinadas a prevenir el estrés psicológico en los trabajadores de la salud encontró que la TCC era más eficaz que ninguna otra intervención, pero no más eficaz que las intervenciones alternativas para la reducción del estrés.[101]

Con adultos mayores

La TCC se utiliza para ayudar a personas de todas las edades, pero la terapia debe ajustarse en función de la edad del paciente con el que está tratando el terapeuta. Las personas mayores, en particular, tienen ciertas características que deben reconocerse y la terapia debe modificarse para dar cuenta de estas diferencias gracias a la edad.[102]

De la pequeña cantidad de estudios que examinan la TCC para el tratamiento de la depresión en personas mayores, actualmente no hay un apoyo sólido.[103]

Con adultos autistas

Mediante una revisión sistemática se encontró evidencia que las intervenciones cognitivo-conductuales reducen los síntomas de depresión, de ansiedad y del trastorno obsesivo compulsivo en adultos autistas sin discapacidad intelectual.[104]​ Si bien la investigación se centró en adultos, las intervenciones cognitivo-conductuales también han sido beneficiosas para los niños con autismo.[105]


Véase también

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