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"El Himno Nacional" es el primer episodio de la primera termporada de la serie de ciencia ficción [[Black Mirror (serie de televisión)|Black Mirror]]. Las estrellas del episodio son Rory Kinnear, que interpreta al Primer Ministro Michael Callow; y Lindsay Duncan como Alex Cairns, su principal ayudante. El episodio fue escrito por el creador de la serie, Charlie Brooker, y fue emitido por primera vez en el Canal 4 el 4 de diciembre de 2011. |
"El Himno Nacional" es el primer episodio de la primera termporada de la serie de ciencia ficción [[Black Mirror (serie de televisión)|Black Mirror]]. Las estrellas del episodio son Rory Kinnear, que interpreta al Primer Ministro Michael Callow; y Lindsay Duncan como Alex Cairns, su principal ayudante. El episodio fue escrito por el creador de la serie, Charlie Brooker, y fue emitido por primera vez en el Canal 4 el 4 de diciembre de 2011.jjjjjj |
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== Sinopsis == |
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Revisión del 19:46 27 may 2017
"El Himno Nacional" es el primer episodio de la primera termporada de la serie de ciencia ficción Black Mirror. Las estrellas del episodio son Rory Kinnear, que interpreta al Primer Ministro Michael Callow; y Lindsay Duncan como Alex Cairns, su principal ayudante. El episodio fue escrito por el creador de la serie, Charlie Brooker, y fue emitido por primera vez en el Canal 4 el 4 de diciembre de 2011.jjjjjj
Sinopsis
El primer capítulo de las series es un thriller político en el que el Primer Ministro británico Michael Callow (Rory Kinnear) se enfrenta a un dilema enorme e impactante cuando la Princesa Susannah, duquesa de Beaumont (Lydia Wilson), un miembro muy querido de la familia real, es secuestrado. Para su regreso seguro, el Primer Ministro debe tener relaciones sexuales en directo con un cerdo en la televisión nacional, con una lista de especificaciones técnicas diseñadas para hacer que sea imposible de falsificar. Callow se opone rotundamente el cumplimiento de la demanda y hace todo lo posible para atrapar al secuestrador antes de la fecha límite. El premier exige también que la noticia no llegue al público, pero el vídeo pidiendo el rescate se ha publicado en YouTube y, a pesar de haber estado subido solo nueve minutos, ya se ha visto y descargado por gran parte del público británico. Aunque los medios de comunicación del Reino Unido inicialmente se comprometen a través de un D-Notice a no reportar la historia eso no evita que llegue a los medios extranjeros, que en seguida se hacen eco de la historia. Después de esto a los medios británicos no les queda más remedio que retransmitir igualmente. La respuesta inicial de la población es un sentimiento de simpatía hacia Callow, y la mayoría piensa que no cederá a la petición. Incluso unos bromistas en Twitter empiezan a usar el hashtag #Snoutrage.
Cuando el Gobierno británico recibe el vídeo, una de las ayudantes del Primer Ministro, Alex Cairns (Lindsay Duncan) intenta crear un vídeo falso para que se retransmita (usando alta tecnología para colocar la cabeza del premier en el cuerpo de un sustituto dispuesto a tener relaciones con el animal). El secuestrador descubre la treta y envía un dedo de la princesa Susannah a una agencia de información del Reino Unido como respuesta. La historia sale a la luz inmediatamente y la opinión pública se vuelve contra Callow: la mayoría ahora exige que siga adelante con el rescate que pide el secuestrador. Esto lleva al ministro a ordenar una operación de rescate inmediato en el edificio donde suponen que está Susannah detenida, renunciando al período de observación recomendado. El edificio resulta ser un señuelo y un reportero se lesiona durante la operación, haciendo que Callow pierda aún más apoyos.
Después de haber sido informado de que su partido, el público y la Familia Real están exigiendo que cumpla la petición de rescate y de saber que ni él ni su familia tendrán protección contra repercusiones si se niega, Callow realiza el acto en vivo ante un público global. Esto crea una sensación de desagrado a la vista, pero aun así la gente sigue mirando. La princesa entonces es descubierta ilesa en la calle: el dedo pertenecía al secuestrador. Se revela también que fue puesta en libertad poco antes de la fecha límite, pero este hecho pasó desapercibido porque todo el mundo estaba distraído por la emisión de la televisión. Se descubre entonces que el ganador del Premio Turner Carlton Bloom fue quien planeó los acontecimientos, con la intención de hacer algo artístico mostrando cómo podía deslizar un acto de gran significación por debajo de las narices de todo el mundo mientras estos estaban "en cualquier parte, viendo la televisión" y sin prestar atención al mundo real. Bloom se suicida mientras dura la retransmisión, y se toma la decisión de no revelarle a nadie la liberación previa de la princesa, ni siquiera a Callow.
Un año después de la emisión, la imagen política de Callow ha permanecido intacta y de hecho ha ganado más aprobación entre la población gracias a su voluntad de sacrificar su dignidad. La princesa Susannah se ha recuperado del secuestro y está esperando un hijo, mientras que el público general se ha enterado de lo que organizó Bloom y ha superado el asunto. Mientras que la reputación de Callow ha crecido a ojos del público, se da a entender que la relación con su esposa (Anna Wilson-Jones) no ha sobrevivido a la terrible experiencia. Un año después de incidente está junto a él en una aparición pública, pero es totalmente fría con Callow en privado.
La crítica
El A.V. Club le dio una calificación A (la más alta). Escribe esto sobre el capítulo: "Lo genial de Black Mirror es cómo se construye sutilmente, enganchándote sin siquiera cuestionar la locura de la premisa o cualquier pequeño hueco en el guion. Cada giro parece orgánico, cada decisión racional. Se hace todo lo posible por encontrar al secuestrador, por supuesto, pero es algo que necesariamente tiene que fallar. La prensa se debate al principio con el cómo informar sobre una historia tan retorcida de forma sensible, pero finalmente deben dejarse llevar por el inefable poder de las redes sociales e internet." El Telegraph calificó el capítulo con un 4/5: "Territorio virgen, sí. Ha sido una idea dementemente brillante. La sátira es tan audaz que me dejó con la boca abierta y gritando. Más o menos como el pobre cerdo". El Independent comentó que "este drama cuidadosamente elaborado y compacto es apasionante, con una tensión que crece por momentos a medida que el tiempo se le echa encima al Primer Ministro para satisfacer la demanda del secuestrador. Puede verse como una crítica anti-Twitter, pero también sirve como advertencia acerca del poder colectivo de la "mente-colmena" que son los medios de comunicación sociales. No hace prisioneros, particularmente entre los que están expuestos al gran público". El Guardian dijo de Black Mirror que "para el ojo inexperto, el primero [episodio de Black Mirror], El Himno Nacional, puede parecer una sátira política –una muy grande– más que una visión de la ciencia ficción sobre el poder que tiene la tecnología para distorsionar el mundo. Todo el alarde de artilugios electrónicos es tremendamente familiar, y el voyerismo muy creíble. Hay más distopía en un episodio de Spooks".
Incidente de David Cameron
En septiembre de 2015 se publicaron unas denuncias que David Cameron, que por aquel entonces era el primer ministro británico, metió siendo estudiante una "parte privada" dentro de la boca de un cerdo muerto como parte de un rito de iniciación.[6] Charlie Brooker negó saber cualquier cosa al respecto,[7], aunque tanto esta historia como Black Mirror se convirtieron en temas populares de conversación; algunos usuarios de Twitter usaron el hashtag #Snoutrage, que apareció durante el episodio, mientras debatían el incidente. Aunque el término común para esta historia acabó siendo Piggate.