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Diferencia entre revisiones de «Colonia industrial»

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El paternalismo se ejerció en las colonias industriales como un remedio a la conflictividad laboral y las demandas obreras que se extendieron en las zonas industriales a finales del siglo XIX e inicios del XX. El patrón era presentado como un benefactor y protector de sus obreros, que velaba por su bienestar. El obrero, por su parte, debía mostrar obediencia, respeto e incluso devoción a su patrón. En las colonias industriales este paternalismo se fundamentaba en el derecho de la propiedad y en el dominio sobre todos los bienes del patrón (la fábrica, las viviendas y todos los edificios y servicios), y se convertía en la pràctica en un ''feudalismo industrial''. A cambio de la limitación de los derechos de las personas, la falta de libertad, el cierre dentro de las murallas y el control social y moral, el obrero obtenía como compensación la seguridad de mantener el trabajo, una vivienda y mejores condiciones que en las demás industrias, e incluso escuela para los niños y actividades de ocio "saludables", como el coro parroquial, teatro amateur, asociaciones de carácter católico o algún deporte de equipo.<ref name=Enrech />
El paternalismo se ejerció en las colonias industriales como un remedio a la conflictividad laboral y las demandas obreras que se extendieron en las zonas industriales a finales del siglo XIX e inicios del XX. El patrón era presentado como un benefactor y protector de sus obreros, que velaba por su bienestar. El obrero, por su parte, debía mostrar obediencia, respeto e incluso devoción a su patrón. En las colonias industriales este paternalismo se fundamentaba en el derecho de la propiedad y en el dominio sobre todos los bienes del patrón (la fábrica, las viviendas y todos los edificios y servicios), y se convertía en la pràctica en un ''feudalismo industrial''. A cambio de la limitación de los derechos de las personas, la falta de libertad, el cierre dentro de las murallas y el control social y moral, el obrero obtenía como compensación la seguridad de mantener el trabajo, una vivienda y mejores condiciones que en las demás industrias, e incluso escuela para los niños y actividades de ocio "saludables", como el coro parroquial, teatro amateur, asociaciones de carácter católico o algún deporte de equipo.<ref name=Enrech />


== Referen
== Referencias ==
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[[Categoría:Industria]]
[[Categoría:Tipos de áreas urbanas]]

Revisión del 20:30 27 mar 2017

New Lanark, en Escocia, una de las más conocidas, y pionera en el Reino Unido.
La colonia Pons en Cataluña (España) vista desde la C-16

Una colonia industrial es un núcleo de población formado en torno a una empresa, que es la propietaria del conjunto urbanístico, compuesto por los edificios propios de la actividad industrial (fábrica, almacenes), las viviendas de los obreros de la empresa y habitualmente otros edificios de servicios (tales como escuelas, comercios, iglesia...). Este tipo de población se crea con el objectivo de asegurar la mano de obra a una actividad industrial.

Origen e historia

Las primeras colonias industriales aparecieron en el Reino Unido en el siglo XVIII. La más concida es la escocesa New Lanark (1786), situada junto al río Clyde y dirigida desde 1800 por el filántropo Robert Owen. También cabe destacar la de Saltair (1853) en Yorkshire. En Italia se hallan ejemplos como el de Crespi d'Adda (1878) en la provincia de Bérgamo. Pero el lugar del mundo donde se da una mayor concentración de colonias es en Cataluña, España, en las cuencas de los ríos Ter y Llobregat.[1]

El motivo por el que la mayor parte de colonias en Cataluña se hallan junto a un río es porque esas nuevas industrias implantadas buscaban la energía hidráulica como fuerza motriz para hacer funcionar la maquinaria, puesto que la región es pobre en carbón, y la hulla de importación resultaba cara para funcionar con máquinas de vapor. Los industriales encontraron en la fuerza del agua (a la que apodaron la hulla blanca) una forma de abaratar costes respeto a las ya numerosas fábricas textiles que funcionaban con la energía del vapor (conocidas por este motivo como "vapores"), del entorno industrial de Barcelona, Sabadell, Tarrasa, etc.[1]

El grueso de las colonias industriales en Cataluña son las textiles creadas en la segunda mitad del siglo XIX, junto a los ríos Llobregat, Ter y afluentes, y su auge se debe a tres factores: 1) el hallazgo de una fuente de energía barata, como es la hidráulica, proporcionada por los ríos; 2) el empeño por hallar una solución a la preocupante conflictividad laboral del momento, que los empresarios encontraron en el paternalismo que se ejercía en las colonias industriales, i 3) los beneficios que concedían las leyes de colonias, i más concretamente, la de 1868, la cual establecía la exención de pagar la contribución territorial e industrial por un periodo de 10 a 25 años, para el empresariado, y la exención del impuesto de consumo y el librarse del servicio militar, para el trabajador. Sin embargo, hay varios ejemplos de fábricas de río anteriores a la ley de colonias de 1866 que ya construyeron habitaciones para los obreros, si bien esos casos no se considerarían propiamente una colonia industrial al menos hasta 1870, pues no disponían aún de una política social paternalista, sino que obedece simplemente a la necesidad de dar albergue a la mano de obra necesaria cuando la fábrica queda alejada de cualquier núcleo habitado. La ley de colonias exigió la construcción de un núcleo urbanístico que asegurase la fijación de la población al territorio, requisito indispensable para acogerse a sus beneficios, de forma que fue en el periodo de 1871 a 1885 cuando se fundaron la mayoría de las principales colonias industriales de Cataluña, aunque algunas nacieron más tardiamente, hasta el 1905.[2]

El sistema de las colonias industriales entró en decadencia en la década de 1960. El aumento del nivel de vida, el deseo de acceder a una vivienda propia, un mayor acceso a la educación y los nuevos estilos de vida hicieron tambalearse el mundo plácido y seguro de las colonias. En Catalunya, además, coincidió con la primera crisis de la hilatura, que se agudizó a partir de 1978. En las décadas de 1980 y 1990 cerraron la mayor parte de fábricas de las colonias. En algunos casos, tras el concurso de creditores, los ya extrabajadores pudieron adquirir los pisos donde vivían. En otros, los habitantes abandonaron la colonia y ésta quedó desierta. Las naves industriales han sido posteriormente ocupadas por otras industrias de menores proporciones, o bien han quedado vacías.[1]

Paternalismo

El paternalismo se ejerció en las colonias industriales como un remedio a la conflictividad laboral y las demandas obreras que se extendieron en las zonas industriales a finales del siglo XIX e inicios del XX. El patrón era presentado como un benefactor y protector de sus obreros, que velaba por su bienestar. El obrero, por su parte, debía mostrar obediencia, respeto e incluso devoción a su patrón. En las colonias industriales este paternalismo se fundamentaba en el derecho de la propiedad y en el dominio sobre todos los bienes del patrón (la fábrica, las viviendas y todos los edificios y servicios), y se convertía en la pràctica en un feudalismo industrial. A cambio de la limitación de los derechos de las personas, la falta de libertad, el cierre dentro de las murallas y el control social y moral, el obrero obtenía como compensación la seguridad de mantener el trabajo, una vivienda y mejores condiciones que en las demás industrias, e incluso escuela para los niños y actividades de ocio "saludables", como el coro parroquial, teatro amateur, asociaciones de carácter católico o algún deporte de equipo.[2]

== Referen

  1. a b c Serra Rotés, Rosa (2011). «Industrial colonies in Catalonia». CATALAN HISTORICAL REVIEW (en inglés): 101-120. doi:10.2436/20.1000.01.53. 
  2. a b Enrech, Carles (2005). «Les colonies industrials i el projecte social paternalista». L'Erol, revista cultural del Berguedà (en catalán) (86-87): 17-21. Consultado el 9 de mayo de 2016.