Ir al contenido

Diferencia entre revisiones de «Bael»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Sin resumen de edición
Sin resumen de edición
Línea 1: Línea 1:
{{otros usos|Base Aérea El Libertador|el aeropuerto venezolano}}
{{otros usos|Base Aérea El Libertador|el aeropuerto venezolano}}
[[Archivo:Bael.jpg|thumb|Ilustración del demonio Bael en el [[Diccionario infernal]].]]
[[Archivo:Bael.jpg|thumb|Ilustración del demonio Bael en el [[Diccionario infernal]].]]
En mitología, '''Bael''' es el primer rey del infierno, una de las potencias infernales que se citan en libros de magia o [[grimorio]]s como el ''[[Ars Goetia]]''. Algunos lo consideran como una reminiscencia de [[Baal]].
En mitología, '''Bael''' es el primer rey del infierno, una de las potencias infernales que se citan en libros de magia o [[grimorio]]s como el ''[[Ars Goetia]]''. Algunos lo consideran como una reminiscencia de [[Baal]]. El judaísmo y cristianismo demonizó al dios pagano Baal en el Antiguo testamento ya que rivalizaba en número de fieles con Jehová, creando esta versión demoniaca llamada Bael.
En el cristianismo a lo largo de los siglos este rey demonio se le terminó asociando como el patrón de "los grandes propietarios" ya que se alimenta de la codicia de los que ansían por encima de todo el dinero y la fortuna. Las personas extremadamente materialistas y obsesionadas con poseer más de lo que necesitan, alimentan a este ser con sus almas. Por ello su apariencia consta de una cabeza de un hombre huraño con corona (símbolo del poder material o económico)


Manda 66 legiones y se lo representa con tres cabezas; de sapo, de hombre coronado y de gato. Su torso lomudo termina en patas de araña.
Manda 66 legiones y se lo representa con tres cabezas; de sapo, de hombre coronado y de gato. Su torso lomudo termina en patas de araña.

Revisión del 13:07 18 feb 2018

Ilustración del demonio Bael en el Diccionario infernal.

En mitología, Bael es el primer rey del infierno, una de las potencias infernales que se citan en libros de magia o grimorios como el Ars Goetia. Algunos lo consideran como una reminiscencia de Baal. El judaísmo y cristianismo demonizó al dios pagano Baal en el Antiguo testamento ya que rivalizaba en número de fieles con Jehová, creando esta versión demoniaca llamada Bael. En el cristianismo a lo largo de los siglos este rey demonio se le terminó asociando como el patrón de "los grandes propietarios" ya que se alimenta de la codicia de los que ansían por encima de todo el dinero y la fortuna. Las personas extremadamente materialistas y obsesionadas con poseer más de lo que necesitan, alimentan a este ser con sus almas. Por ello su apariencia consta de una cabeza de un hombre huraño con corona (símbolo del poder material o económico)

Manda 66 legiones y se lo representa con tres cabezas; de sapo, de hombre coronado y de gato. Su torso lomudo termina en patas de araña. A los que lo evocaban les concedía el artificio y medio de hacerse invisibles y astutos.

Letra de la canción Baël del músico Exuma:

Baël causará Tu caída Te caerás En tu agujero Entonces le encontrarás Le encontrarás Has perdido tu alma

Has maldecido a la luna Y tú luchaste... Te vi luchando contra el sol Tu mano está marchita Y tu vida... Tu vida está hecha

En el pesebre, oh En el pesebre En el pesebre Ahi esta El gran peligro

Has crucificado A tu santo rey Ahora ahora ahora Tú no tienes... Tú no tienes nada. Baël, Baël Oh Baël, Baël, Baël Baël causará Tu caída

Has traido al mundo a tus bebés Oh, ellos comen tu carne Dijeron que Baël puso tus almas... Tus almas en reposo

Tu gran búsqueda Tu gran búsqueda Gran búsqueda de oro Te hizo matar tu juventud Ahora tu sangre... Tu sangre corre fría

Desde la vida Hasta tu muerte Has vivido sin un hijo Estabas disparando a todos, a todos Con dinero de papel por arma.

Dinero, dinero, dinero, dinero El dinero ha sido tu Baël El dinero ha sido tu Baël Ahora por la eternidad Oh tu alma Tu alma está en la cárcel, la cárcel, la cárcel

Baël, Baël Baël, oh Baël Baël causará tu caída...


Véase también

Referencias