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Diferencia entre revisiones de «¡Adiós, Cordera!»

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* Gullón, Ricardo, ''Las novelas cortas de Clarín'' en cap. X de M. Iris Zabala (ed.), Romanticismo y realismo del t. V de Francisco Rico (ed.), Hª y crítica de la literatura española
* Gullón, Ricardo, ''Las novelas cortas de Clarín'' en cap. X de M. Iris Zabala (ed.), Romanticismo y realismo del t. V de Francisco Rico (ed.), Hª y crítica de la literatura española
* Baquero Goyanes, Mariano, ''Los cuentos de Clarín'' en Leopoldo Alas «Clarín», JMª Martínez Cachero (ed.), Madrid, Taurus, 1978.
* Baquero Goyanes, Mariano, ''Los cuentos de Clarín'' en Leopoldo Alas «Clarín», JMª Martínez Cachero (ed.), Madrid, Taurus, 1978.


Moreiras-Menor, Cristina. "Critical Interventions on Violence: An Introduction." Journal of Spanish Cultural Studies 3.1 (2002): 5-8. Web.

Nimetz, Michael. "The Goodbyes of 'Clarín'." Anales Galdosianos 34 (1999): 89-96. Web.

Ullman, Pierre L. A Contrapuntal Method for Analyzing Spanish Literature. Potomac, Md.: Digitalia ; Scripta Humanistica, 1988. Scripta Humanistica (Ser.) ; 45. Web.

Cifuentes Honrubia, José Luis. "Sobre La Figurativización Espacial En '¡Adiós, Cordera!' Aspectos De Semiótica Textual." Signa: Revista De La Asociación Española De Semiótica 6 (1997): 85-117. Web.


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Revisión del 19:54 14 dic 2017

¿Adiós, Cordera!
de Leopoldo Alas, «Clarín»

Conjunto escultórico ¡Adiós, Cordera!, obra de Manuel García Linares situada en la plaza del general Ordónez (Oviedo)
Género Cuento
Tema(s) Vida rural
Idioma Español
País EspañaEspaña
Fecha de publicación 1893

¡Adiós, Cordera! es un relato que pertenece a la colección El Señor y lo demás, son cuentos, de Leopoldo Alas, «Clarín» (1852-1901). La colección apareció publicada en Madrid en 1893 por Manuel Fernández y Lasanta Editor y engloba la novela corta El Señor y una serie de cuentos que la siguen: ¡Adiós, Cordera!, Cambio de luz, El centauro, Rivales, Protesto, La Yernocracia, Un viejo verde, Cuento futuro, Un jornalero, Benedictino, La Ronca y La rosa de oro. ¡Adiós, Cordera! destaca por ser, de entre todos ellos, el más lírico y emotivo.

Contexto filosófico y literario

¡Adiós, Cordera! aparece en la década de los 90, cuando se desarrolla la semilla espiritual que se había concebido a finales de los 80 con el Krausismo. Se trata de un momento en el que, por la fuerte tradición religiosa y cristiana y por la débil minoría laica existente, el equilibrio krausista entre positivismo-naturalismo y espiritualismo cede finalmente a favor del segundo. Así, el terreno espiritual y religioso sustituye el positivismo como ámbito de interés para la sociedad y se pierde la confianza en que la materia pueda dar razón y explicación a las cosas. En el ámbito literario, el escritor renuncia a vincular la psicología y la actitud de sus personajes a factores genéticos o materiales, y el propósito observacional del naturalismo y su espíritu más crítico y satírico se sustituyen ahora por una contenida ternura, delicadez y sensibilidad. Sin embargo, y aunque el planteamiento literario cambie, los supuestos ideológicos subyacentes siguen siendo los mismos: la denuncia al mundo urbano como una sociedad hipócrita, mezquina, carente de valores morales y espirituales. Contrapuesta a ella, existe una defensa y apología del mundo rural y campestre y de su apacible, bucólico y sencillo modo de vida.

“¡Adiós, Cordera!” es un cuento en el libro de colección El Señor y lo demás, son cuentos, escrito por el autor realista Leopoldo Alas y Ureña (1852-1901), bajo el seudónimo <<Clarín>>. El Señor y lo demás, son cuentos fue publicada en 1893 en Madrid por Manuel Fernández y Lasante Editor.


Argumento

En el prado Somonte, en Asturias, en el camino de Oviedo a Gijón, dos hermanos gemelos llamados Pinín y Rosa han cuidado y establecido un intenso vínculo a lo largo de los años con "la Cordera", una vaca que su madre ya muerta les dejó para que les sirviera de sustento económico en su ausencia. Su estilo de vida tranquila se ve afectada por la llegada del tren y ante las numerosas deudas que tiene, Anton de Chinta, el padre, debe vender el animal y enviarlo al matadero. Más tarde también Pinín es alejado de su familia para irse, junto con otros reclutas, a la guerra carlista.

El cuento narra la historia de dos niños gemelos: Pinín y Rosa, que viven en el prado Somonte con la vaca Cordera y su padre, Antón de Chinta, la madre de los niños, Chinta, había fallecido un tiempo atrás. La familia vive en el camino de Oviedo a Gijón, son pobres y su sustento depende mucho en Cordera. En el prado Somonte se observan los postes de telégrafo y las vías del tren. Los gemelos se ven interesados y entusiasmados por la tecnología que conecta las distintas partes del mundo. La Cordera reacciona con miedo y desconfianza a los aspectos del mundo desconocido. Su situación económica obliga al padre a tener que vender a la Cordera, contra su propia voluntad. Para los gemelos, la Cordera representa el amor de madre, y para Antón representa sus ahorros de toda la vida. Al venderse la Cordera vienen por ella y los gemelos se despiden de ella cuando pasa el tren, llevando a la Cordera al Matadero. Los niños se quedan tristes y se dan cuenta de que el mundo del progreso sirve a los ricos y le quita a los pobres.

Después de pasar muchos años de aquella despedida, en los años de la guerra Carlista Pinín, ya un fuerte mozo, también se tuvo que despedir contra su voluntad. Antón trabajaba para un cacique que estuvo del lado de los perdedores y por eso Pinín fue forzado a pelear en  la guerra, para también ser consumido por los progresos de los ricos. Y así, de la misma forma emotiva en que Rosa se despidió de la Cordera cuando se la llevaba el tren, así también tuvo que despedirse de su hermano.


Estructura

La trama puede dividirse en tres partes:

  1. El inicio o planteamiento, en el que se presentan los personajes principales —Rosa, Pinín y la Cordera— y las relaciones sentimentales existentes entre ellos. Se divide en dos subpartes:
    • una primera subparte que presenta el carácter de los personajes a través de la perspectiva con la que cada uno de ellos contempla el ferrocarril y el telégrafo.
    • una segunda subparte que presenta el amor recíproco que existe entre los tres, esto es, entre la vaca y los dos niños.
  2. El nudo, en el que se presentan los problemas económicos familiares y la decisión de Anton de desprenderse del animal. Se divide en dos subpartes:
    • una primera subparte en que después de valorar la situación, Anton de Chinta determina finalmente vender a la Cordera.
    • una segunda subparte en que vende al animal y que, paradójicamente, y al ponerle un precio desorbitado, muestra la ternura que le tiene y la lucha interna que le supone tener que deshacerse de él. Asimismo, en esta parte se alude al pasado, a la muerte de su esposa y a los deseos que ésta proyectó sobre la figura de la vaca.
  3. El desenlace, en el que la fatalidad irrumpe en la familia rompiendo los lazos que la unían. Esta parte se subdivide en dos:
    • una primera subparte que relata la partida de la Cordera, viéndola los dos pequeños pasar en el tren que se la lleva al matadero.
    • una segunda subparte que relata, años después, la partida de Pinín, viéndolo Rosa pasar en el tren que se lo lleva a la guerra.


Critica

La lectura hecha por Cristina Moreiras-Menor del cuento “¡Adios, Cordera!” se enfoca en el las intervenciones sobre la violencia que se narran en el cuento. Este ensayo examina el impacto que la violencia ha generado sobre las sociedades modernas en su transición dispareja de sociedades tradicionales a sociedades modernas. Moreiras-Menor emplea las ideas de Michel Foucault, como en torno a biopolitica. El ensayo muestra el uso de la violencia en el desplazamiento de fundaciones o oclusión hacia la modernidad española. La constante violencia del estado en forma de marcos narrativos es ejemplificada en “¡Adíos, Cordera!” por medio del gran control y abuso por parte del estado.

El artículo de Michael Nimetz comenta sobre la soledad que cambia de soledad contenta a soledad desesperante en “¡Adíos, Cordera!” Nimetz opina que Alas Clarín reflejo en “¡Adíos, Cordera!” Un dolor íntimo y una desilusión con la vida. Nimetz también resalta como un cuento en el que el mundo es una especie de invasor en el campo, que llega en forma de postes de cables y el tren. En torno a la violencia, Nimetz percibe el cuento como un tipo de sacrificio la muerte de los inocentes que sucede en cada generación así trasciende el tiempo.

El capítulo siete del libro contiene una interpretación y análisis de “¡Adiós, Cordera¡” muy particular. El autor Ullman sugiere que la gran habilidad de Leopoldo Alas Clarín como creador de cuentos le resulto en una implementación de arquetipos para mostrar a la vaca como un personaje que imita a Cristo y así se evidencia una psicología antifeminista de Clarín. Ullman analiza detalladamente el inicio del cuento, y en específico la importancia de los tres personajes Rosa, Pinín, y la cordera. El análisis concluye que estos tres construyen una representación de la Santísima Trinidad, un triángulo apuntando hacia arriba, un símbolo de la masculinidad. Identificar las formas descriptivas del cuento es de igual importancia que la trama. Ullman también indica que el territorio espacial en el cuento es un triángulo invertido, un símbolo de la feminidad. La psicología antifeminista de Clarín es evidente al sobreponer ambos triángulos y así representar la harmonía entre la relación masculina y femenina.


Este trabajo busca mostrar como los espacios representan aspectos fundamentales de la estructura significativa del cuento “¡Adiós, Cordera¡” Este ensayo de análisis acentúa la importancia de la secuencia inicial del cuento “¡Eran tres, siempre los tres!: Rosa, Pinín y la Cordera” para humanizar a la cordera y ver a plano espacial dentro del cuento. La secuencia en su segunda presentación pasa a realzar la importancia de la figurativización espacial. El prado representa en esta manera la bondad, tranquilidad, y vida autentica en definitiva. El autor del ensayo, José Luis Honrubia propone los temas de la unión y separación y también la vida y la muerte como una postura dialéctica. En este trabajo Honrubia también muestra la conexión del mundo desconocido, o civilización, con Rosa, Pinín, y la cordera, la conexión es hecha por medio de “el palo del telégrafo.”


Temas

“¡Adiós, Cordera!” presenta como uno de los temas centrales de la obra, el ruralismo. El discurso ambiental del ruralismo ejemplifica el ambiente rural como espacio de orden, libertad, y virtud moral, también se enfoca en la paz de la vida y la comunidad. Las prácticas ambientales que hacen la familia de Antón reflejan la visión ruralista de Clarín. El hecho de que los gemelos son los pastores de la Cordera y que pasan tanto tiempo en el prado Somonte, disfrutando de la naturaleza en paz, es una práctica ambiental que bien refleja el ruralismo en el cuento. Los personajes del cuento también se prestan a esta interpretación, pues siendo personas muy humildes en un ambiente rural muestran una gran virtud moral para con sus familiares.

La inocencia de Rosa resalta el gran amor que tiene por Pinín, su padre Antón, y la Cordera, y su agónica despedida de sus cómplices de pastor  también refleja su integridad. Por su parte Pinín, también influenciado por sus experiencias en el prado Somonte,  muestra su  buena virtud moral al describir como “tiranos del mercado…a los contratistas de carne” al estar en el mercado con su padre.
Antón de Chinta, desde su nombre comienza a dar pistas de su integridad moral. Chinta era su mujer, al ser llamado Antón de Chinta muestra su fidelidad al recuerdo de su mujer, y al bienestar de sus hijos, y por supuesto, su aprecio por la Cordera.
La implementación del antropomorfismo de Clarín en el personaje de la Cordera también muestra lo moral de la vida rural pues a los animales se les trata como parte de la familia.  El antropomorfismo de la Cordera comienza con su nombre en la primera exclamación del cuento, escrito con mayúscula y sin explícitamente informar de que es una vaca. Clarín le da rasgos humanos a la Cordera desde el comienzo del cuento hasta el fin, por ejemplo, el razonamiento de la Cordera al explicar su relación al mundo civilizado “La Cordera, mucho más formal que sus compañeros, verdad es que relativamente , de edad también mucho más madura, se abstenía de toda comunicación con el mundo civilizado, y miraba de lejos el palo del telégrafo como lo que era para ella efectivamente, como cosa muerta, inútil, que no le servía siquiera para rascarse.”  En esta descripción de la Cordera se muestra una vaca con razonamiento, experiencia, y la decisión propia de abstenerse de comunicación, no por falta de facultades.  Además la Cordera es el primer personaje en criticar aquel mundo artificial del progreso que pronto sería su fin, aumentando aún más su virtud moral. 
La metáfora del tren como “la gran culebra de hierro” refleja la amenaza del progreso y presenta el tema de la inevitable adaptación del mundo rural al progreso. En la obra Clarín cuestiona el discurso dominante de la sociedad sobre el progreso. En vez de aceptar el discurso de que el progreso en forma tecnológica e industrial beneficia a todos por su incremento en producción, la trama va cuestionando si el adaptarse al progreso es algo positivo para la gente de vida rural, hasta dejar ver que en el caso de Rosa, el  progreso de los ricos es quitarle a los pobres. 



Observaciones

A destacar es el valor simbólico que adquieren, en el prado Somonte, el ferrocarril y el telégrafo. Se trata de los dos únicos elementos representativos, para los niños, del mundo urbano y del progreso técnico, y que son contemplados al principio con ilusión e inocencia y ya, una vez la desdicha penetra en sus vidas y la Cordera es llevada al matadero en tren, con odio y con rencor. Se trata éste de un cambio de perspectiva a través del cual el autor puede expresar, sin caer en melodramatismos, el dolor que sienten los niños por la pérdida de la vaca y la intensidad de su amor hacia ella y a través del que puede, también, iniciar la denuncia: frente a lo autóctono, frente a la vida rural y al vitalismo y la felicidad asociados a ella, lo foráneo, el mundo urbano y civilizado y su progreso técnico y económico se entienden como enemigos y agresores. Sin embargo, la influencia determinista todavía se deja notar y los valores afectivos son fatalmente derrotados por la imposición de los valores económicos.

¡Adiós Cordera! es un cuento aparentemente sencillo y que sigue el desarrollo argumental prototípico del género cuentístico. Sin embargo, desde su inicio el autor ha diseñado concienzudamente cada palabra dotándola de un valor simbólico orientado hacia el futuro y que es el que da auténtica fuerza al desenlace, es decir, el inicio del cuento es, además de su planteamiento, también su alma, ya que es el que actúa como soporte afectivo del desenlace y el que determina, así, su sentido último.

Véase también

Adiós Cordera (película)

Referencias

  • Gullón, Ricardo, Las novelas cortas de Clarín en cap. X de M. Iris Zabala (ed.), Romanticismo y realismo del t. V de Francisco Rico (ed.), Hª y crítica de la literatura española
  • Baquero Goyanes, Mariano, Los cuentos de Clarín en Leopoldo Alas «Clarín», JMª Martínez Cachero (ed.), Madrid, Taurus, 1978.


Moreiras-Menor, Cristina. "Critical Interventions on Violence: An Introduction." Journal of Spanish Cultural Studies 3.1 (2002): 5-8. Web.

Nimetz, Michael. "The Goodbyes of 'Clarín'." Anales Galdosianos 34 (1999): 89-96. Web.

Ullman, Pierre L. A Contrapuntal Method for Analyzing Spanish Literature. Potomac, Md.: Digitalia ; Scripta Humanistica, 1988. Scripta Humanistica (Ser.) ; 45. Web.

Cifuentes Honrubia, José Luis. "Sobre La Figurativización Espacial En '¡Adiós, Cordera!' Aspectos De Semiótica Textual." Signa: Revista De La Asociación Española De Semiótica 6 (1997): 85-117. Web.

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