Ir al contenido

Diferencia entre revisiones de «Væ victis»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
AVBOT (discusión · contribs.)
m BOT - Posible vandalismo de 186.57.139.214, revirtiendo hasta la edición 30459560 de Xqbot. ¿Hubo un error?
Sin resumen de edición
Línea 1: Línea 1:
'''''Vae victis''''' es una expresión en [[latín]] que significa «¡Ay, de los vencidos!». Fue pronunciada por el jefe galo [[Breno]] que [[Batalla de Alia|había sitiado y vencido]] a la [[Roma Antigua|ciudad de Roma]].
'''''Vae victis''''' es una expresión en [[latín]] que significa «Que sufran los conquistados». Fue pronunciada por el jefe galo [[Breno]] que [[Batalla de Alia|había sitiado y vencido]] a la [[Roma Antigua|ciudad de Roma]].


Según la tradición, en 390 a. C., tras su victoria, [[Breno (siglo IV a. C.)|Breno]] accedió a negociar su retirada de la ciudad mediante un rescate convenido por ambos lados combatientes. Dicho rescate consistiría en un botín de mil libras romanas en oro (unos 327 [[kg]]).
Según la tradición, en 390 a. C., tras su victoria, [[Breno (siglo IV a. C.)|Breno]] accedió a negociar su retirada de la ciudad mediante un rescate convenido por ambos lados combatientes. Dicho rescate consistiría en un botín de mil libras romanas en oro (unos 327 [[kg]]).

Revisión del 14:19 4 mar 2010

Vae victis es una expresión en latín que significa «Que sufran los conquistados». Fue pronunciada por el jefe galo Breno que había sitiado y vencido a la ciudad de Roma.

Según la tradición, en 390 a. C., tras su victoria, Breno accedió a negociar su retirada de la ciudad mediante un rescate convenido por ambos lados combatientes. Dicho rescate consistiría en un botín de mil libras romanas en oro (unos 327 kg).

Cuando los romanos percibieron que los galos habían amañado la balanza en que se pesaba el oro, protestaron ante su jefe Breno, quien se limitó a arrojar su espada para añadirla al peso de la balanza mientras decía «Vae victis!»

La frase sobrevive hasta nuestros días, usándose para hacer notar la impotencia del vencido ante el vencedor, sobre todo en las negociaciones entre ambos.