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EL LIBRO ELECTRÓNICO: ¿La excelencia en la escritura?

Hemos visto como la aparición de la escritura alfabetizada, hace aproximadamente 3000 años, supuso la transformación radical de muchos aspectos de la vida social y de la forma de pensar. El paso de la oralidad a la escritura alfabética, fue un momento decisivo de transición que cambió las relaciones humanas. Se pasó de una sociedad regida por la tradición a una sociedad política.

Para otros, además, la escritura es el motor capaz de imponer un mensaje nuevo.(McLuhan).

Posteriormente en el siglo XVI la aparición de la imprenta produjo otra transformación cultural y social. Dio lugar al nacimiento de la sociedad burguesa.

Somos “homo extraversus”. En nuestras relaciones con el mundo que nos rodea, siempre hemos ido aumentando las potencias de nuestros sentidos externalizando su actuación. Hemos creado útiles que amplifican nuestras posibilidades naturales. Desde el bifaz y útiles diversos, hasta las máquinas herramienta, robots, etc.

Con la aparición de la escritura y posteriormente, el paso de gigante que supuso la imprenta, empezamos a externalizar el soporte donde ir desbordando nuestras experiencias y conocimientos. Hemos creado memorias exentas, fuera de nuestra memoria natural, el cerebro. Hemos logrado la FIJACIÓN de nuestros saberes particulares y colectivos. Ya no es necesario recurrir al epíteto, a la repetición, para asegurar el conocimiento colectivo, como en los tiempos del lenguaje oral.

Pero actualmente con las innovaciones tecnológicas en las que nos vemos inmersos (ordenadores de gran potencia de cálculo, capacidades de transmisión de datos hace unos años inimaginables, soportes de almacenamiento de información con densidades de grabación, igualmente sorprendentes, han hecho que nos encontremos en una nueva dimensión, la dimensión de la información. Las posibilidades de almacenar y tratar información son ilimitadas. Además, hemos logrado vencer el paso del tiempo y la ubicuidad, características que se desean a una memoria. Disponemos de mucha información, solo nos queda metabolizarla en conocimiento. La información que no se metaboliza en conocimiento se despilfarra.

Esta metabolización la conseguiremos con la creatividad, la educación y la investigación. Ellas nos llevarán plenamente a la sociedad del conocimiento. Se están dando las circunstancias técnicas y sociológicas para el desarrollo e implantación de este concepto de libro electrónico.

Ahora además de lenguaje oral y lenguaje escrito, podemos hablar de un lenguaje nuevo. Un lenguaje que los investigadores han dado en llamarlo: el lenguaje suspendido. Un lenguaje que también producirá sus transformaciones sociales.

Las posibilidades del libro electrónico, el lenguaje suspendido, nos hará cambiar de modelo social. Los líderes de la nueva sociedad ya no serán el guerrero, el héroe, el ejecutivo, sino el investigador, el educador, el artista.

Con el libro electrónico, la FIJACIÓN del texto se consigue mediante su registro o grabación en los soportes externos utilizando el sistema de numeración binaria. De los soportes digitales no podemos recuperar directamente la información, necesitamos una interfaz, la pantalla. Es el brocal, que nos permite asomarnos sin dificultad, al pozo de nuestros saberes. Nos asomamos a un mundo digital, a un espacio virtual que tiene otras leyes. En la pantalla hemos visto que interactuamos. La virtualidad nos rodea por todas partes. Desaparece el concepto lineal de la lectura. Ahora navegamos.

Como sostiene MC Luhan: “el mensaje de cualquier medio o técnica es el cambio de escala, de pauta que introduce en los aspectos humanos. Cualquier técnica no puede hacer más que sumar a lo que ya somos”.

Podemos aislarnos y podemos debatir con otros o podemos simplemente glosar, independientemente del tiempo y del espacio. Está claro que la forma de comunicarnos y relacionarnos va a ser otra. Se van a transformar los valores.

Se dice que Alexis de Tocqueville fue el primero en dominar la gramática (mensaje) de la imprenta y de la tipografía Esto le permitió leer el mensaje del cambio en Francia.

Harold A.Innis, también había percibido “que los materiales sobre los que se escribían las palabras contaban a menudo más que las palabras mismas.”

A mi juicio, el concepto de libro electrónico no pierde cualidades del libro impreso. Puede seguir siendo la puerta para fomentar la lectura aislada y la reflexión. Pero en cualquier momento, cualquier persona, desde cualquier sitio, puede acceder al libro y más aún, puede iniciar o continuar cualquier tipo de debate, con otros lectores o con el autor del libro. Puede conocer, cuando lo desee, las últimas novedades sobre el libro.

Me atrevería a decir, que incluso podríamos volver a la oralidad y recuperar la emocionalidad de la palabra hablada, que podría quedar registrada, junto con nuestro rostro, como un bucle más en esta dimensión virtual que estamos creando.

No olvidemos el contenido estético que puede incorporarse al libro electrónico. No hay límites a nuestra capacidad creativa. La forma de disponer el texto en la pantalla requiere alguna dosis, no pequeña, de buen gusto. Además esa disposición puede proporcionar un mensaje adicional al que pueda transmitir el propio contenido del texto que se representa.

La aparición de este nuevo lenguaje que hemos dado en llamar suspendido, no devalúa en absoluto a los anteriores. Probablemente tendremos necesidad de utilizar todos ellos, aisladamente o combinados. Según nos demanden nuestras ansias de saber y las circunstancias en que nos encontremos.