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Pedro Antonio González (1863-1903), nacido en Curepto y fallecido en Santiago. De vivo talento, manifestado en sus tempranos versos, llevó una vida agitada: bebedor y bohemio, angustiado y pesimista, murió en la miseria y en la soledad, tras el abandono de su fe religiosa y un desastre matrimonial. Escribió en los diarios La Tribuna, La Ley, La Revista Cómica y Santiago Cómico, que aparecían en Santiago a fines del siglo XIX. |
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Poeta de vida bohemia e influencia romántica que vivió y murió en la miseria. Escribió en los diarios ''La Tribuna'', ''La Ley'', ''La Revista Cómica'' y ''Santiago Cómico'', que aparecían en [[Santiago de Chile|Santiago]] a fines del [[siglo XIX]]. Sólo pudo ver impreso uno de sus libros poéticos, que constituye una de las primeras manifestaciones del [[Modernismo]] en su país. Busca renovar la forma y ensaya distintos experimentos métricos. Ha sido llamado el Padre del Modernismo chileno. Escritor satírico, es autor de la famosa ''Oda al peo'', publicada en la ''La Revista Cómica''{{cita requerida}}: |
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Romántico de espíritu, ha sido llamado el Padre del Modernismo chileno y se constituyó en uno de los innovadores de la lírica chilena del siglo XX, tratando motivos de la realidad y del ambiente, combinados con una visión trágica de la existencia, en un lenguaje sonoro y plástico, algo exuberante. |
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Publicó un solo libro: Ritmos (1895)y también se le conocen dos cuadernos bajo el ítulo de notas al alma mia: Rimas y Poesías fimrados por el anagrama LEZZAGON (González, al revés). |
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''{{cita|<poem>Yo te saludo, oh emanación del poto! |
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Póstumamente se publicaron otros libros: Poesías (1905, 1917, 19??, 1927), El monje (1919), El Monje y otros poemas (1953) y A la sombra de un Ciprés (2002). Los poemas "El monje", así como “El proscrito”, “Mi vela” y sus "Asteroide XXIX y XXXIX", son los que más han perpetuado su sello personal. |
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Augusto prisionero |
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que llegas a golpear el agujero |
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con vivísimas ansias de lo ignoto. |
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MI VELA |
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Pero, ¡ay, más espantosa |
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que los negros volcanes de la tierra |
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Cerca de mi vela, que apenas alumbra |
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es la tapada fosa |
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la estancia desierta de mi buhardilla, |
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que tus gigantes ímpetus encierra! |
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yo leo en el libro de mi alma sencilla |
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Ahí se guardan, es cierto, |
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por entre la vaga y errante penumbra. |
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Infinitos olores, |
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Aunque no son las perfumadas flores |
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Despide mi vela la llama de un cirio |
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con que se ostenta aderezado el huerto; |
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a fin de que acaso con ella consagre |
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aquello no es Edén: es calabozo |
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mi cáliz sin fondo de hiel y vinagre |
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donde yace un egregio ciudadano |
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delante del ara de mi hondo martirio. |
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cuyo nombre modula tu sollozo. |
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A mí no me queda ya nada de todo.- |
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Ese nombre es el ano! |
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Mis viejos recuerdos son humo que sube, |
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Cuando sacudes, con esfuerzo nulo |
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formando en el éter la trágica nube |
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las paredes del culo, |
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que marca la ruta de mi último exodo. |
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aunque los necios dicen que eres feo, |
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(por envidia mortal, según calculo), |
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Yo cruzo la noche con pasos aciagos, |
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afirmo que eres nuevo Prometeo. |
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sin ver brillar nunca la estrella temprana |
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Tras áspero camino |
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que vieron delante de su caravana |
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por el negro canal del intestino |
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brillar a lo lejos los Tres Reyes Magos. |
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llegas del traste a la fruncida puerta; |
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allí te atajas por algún instante, |
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¡Quizás soy un mago maldito! -Yo ignoro! |
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oculto, acaso, por un pliegue fino; |
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cuál es el Mesías en cuyos altares |
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entonces ruges, parecido al Noto |
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pondré con mi lira de alados cantares, |
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y, forzando las válvulas del poto, |
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mi ofrenda de incienso, de mirra y de oro! |
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¡arremetes y pasas adelante! |
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Y grande maravilla! |
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Al golpe del viento rechinan las trancas |
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Cuanto más horrendo era el calabozo |
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detrás de la puerta de mi buhardilla. |
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que momentos atrás te aprisionara, |
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Y vierte mi vela –que apenas ya brilla- |
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más grande es el estruendo, |
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goteras candentes de lágrimas blancas!… |
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más grande la algazara |
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con que al mundo pregonas tu alborozo. |
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Sale, oh fluido inmortal; ¡Tú no varías! |
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Asteroide XXXIX |
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Sucédense los reyes; |
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termínanse las leyes |
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Siento que mi pupila ya se apaga |
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como si fuesen días; |
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bajo una sombra misteriosa y vaga. |
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igual se muda el Papa; |
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terribles convulsiones |
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Quizá cuando la luna se alce incierta |
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alteran todo el mapa; |
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Yo esté ya lejos de la luz que vierta. |
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los amigos se pierden |
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y la mujer olvida |
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Quizá cuando la noche ya se vaya |
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los tiernos y amorosos juramentos |
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ni un rastro haya de mi sobre la playa |
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que prometiera un día; |
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sólo tú, ser gaseoso, no varías. |
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Parece que mi espíritu sintiera |
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De noche, o bien de día, |
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las reconditas voces de otra esfera |
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en la calle, en la mesa o en la cama |
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eres el mismo siempre; eres sincero. |
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No sé quién de éste mundo al fin me llama |
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Bajo la seda de la airosa dama, |
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de este mundo que no amo y que no me ama. |
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o el flamante vestón del caballero; |
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en la vesta papal cardenalicia; |
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bajo el traje pomposo de los zares |
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y en la severa toga de justicia; |
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por tierras y por mares, |
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en el calzón de sucia verdulera |
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o bajo el poncho del mugriento roto |
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apareces, de idéntica manera, |
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de entre la misma lobreguez del poto. |
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Por campos y ciudades, |
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¡sarcasmo de mundanas vanidades! |
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predicas, convencido, |
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santa humildad a muchos infelices; |
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que, si no llega al oído, |
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la comprenden, al menos, las narices… |
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De mí nunca receles |
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que intercepte tu paso noble y fiero! |
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Hallarás, al contrario, siempre franca |
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la puerta del trasero. |
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Sal, pues, sin antifaz de disimulo. |
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Deja ese estrecho nido! |
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Y el canto conocido |
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lanza, vibrante, en el umbral del culo!.</poem>|'' ''Oda al peo'', publicado en ''La Revista Cómica''{{cita requerida}}}} |
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== Obra == |
== Obra == |
Revisión del 18:03 4 oct 2010
Pedro Antonio González Valenzuela (Coipué, Curepto, Región del Maule, 22 de mayo de 1863 - Santiago de Chile, 3 de octubre de 1903) es un escritor y periodista chileno.
Biografía
Pedro Antonio González (1863-1903), nacido en Curepto y fallecido en Santiago. De vivo talento, manifestado en sus tempranos versos, llevó una vida agitada: bebedor y bohemio, angustiado y pesimista, murió en la miseria y en la soledad, tras el abandono de su fe religiosa y un desastre matrimonial. Escribió en los diarios La Tribuna, La Ley, La Revista Cómica y Santiago Cómico, que aparecían en Santiago a fines del siglo XIX.
Romántico de espíritu, ha sido llamado el Padre del Modernismo chileno y se constituyó en uno de los innovadores de la lírica chilena del siglo XX, tratando motivos de la realidad y del ambiente, combinados con una visión trágica de la existencia, en un lenguaje sonoro y plástico, algo exuberante.
Publicó un solo libro: Ritmos (1895)y también se le conocen dos cuadernos bajo el ítulo de notas al alma mia: Rimas y Poesías fimrados por el anagrama LEZZAGON (González, al revés). Póstumamente se publicaron otros libros: Poesías (1905, 1917, 19??, 1927), El monje (1919), El Monje y otros poemas (1953) y A la sombra de un Ciprés (2002). Los poemas "El monje", así como “El proscrito”, “Mi vela” y sus "Asteroide XXIX y XXXIX", son los que más han perpetuado su sello personal.
MI VELA
Cerca de mi vela, que apenas alumbra la estancia desierta de mi buhardilla, yo leo en el libro de mi alma sencilla por entre la vaga y errante penumbra.
Despide mi vela la llama de un cirio a fin de que acaso con ella consagre mi cáliz sin fondo de hiel y vinagre delante del ara de mi hondo martirio.
A mí no me queda ya nada de todo.- Mis viejos recuerdos son humo que sube, formando en el éter la trágica nube que marca la ruta de mi último exodo.
Yo cruzo la noche con pasos aciagos, sin ver brillar nunca la estrella temprana que vieron delante de su caravana brillar a lo lejos los Tres Reyes Magos.
¡Quizás soy un mago maldito! -Yo ignoro! cuál es el Mesías en cuyos altares pondré con mi lira de alados cantares, mi ofrenda de incienso, de mirra y de oro!
Al golpe del viento rechinan las trancas detrás de la puerta de mi buhardilla. Y vierte mi vela –que apenas ya brilla- goteras candentes de lágrimas blancas!…
Asteroide XXXIX
Siento que mi pupila ya se apaga bajo una sombra misteriosa y vaga.
Quizá cuando la luna se alce incierta Yo esté ya lejos de la luz que vierta.
Quizá cuando la noche ya se vaya ni un rastro haya de mi sobre la playa
Parece que mi espíritu sintiera las reconditas voces de otra esfera
No sé quién de éste mundo al fin me llama de este mundo que no amo y que no me ama.
Obra
- Ritmos, 1895.
- Poesías, 1905.
- Poesías, edición realizada por Armando Donoso, 1917.
- El Monje, 1919.
- Oda al Peo, ?.
Escuela Pedro Antonio González
La Escuela Pedro Antonio González F-320 de Curepto lleva el nombre de este destacado poeta de la zona.
Enlaces externos
- Memoria Chilena
- 23 Poetas del Maule. Selección: Mario Meléndez.
- Literatura y lingüística ISSN 0716-5811 versión impresa "La poesía chilena del novecientos y el sujeto moderno ".
- En memoria. Por Juan Mihovilovich.
- Identidad y poesía en la región del Maule. Por Bernardo González Koppmann.
- Centro de Informaciones Pedagógicas - Cuadernos de la Facultad de Historia. Chile y los chilenos en Selva Lírica, por Jaime Blume.
- Texto en línea de El Monje