Madrid (diario)
Madrid | ||
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Tipo | Periódico diario | |
País | España | |
Sede | Madrid | |
Ámbito de distribución | Nacional | |
Fundación | 8 de abril de 1939 | |
Fundador(a) | Juan Pujol Martínez | |
Fin de publicación | 25 de noviembre de 1971 | |
Género | Generalista | |
Ideología política | Derecha, franquismo | |
Idioma | Español | |
ISSN | 2487-6011 | |
Madrid fue un diario que se publicó en la capital española entre 1939 y 1971.
Historia
El rotativo fue fundado por Juan Pujol Martínez, conocido personaje que durante la Segunda República había dirigido el diario vespertino de orientación derechista Informaciones (propiedad de Juan March) y había sido diputado en las listas de la CEDA, optando y obteniendo una de las pocas licencias de apertura de periódicos que se concedieron tras el final de la Guerra Civil Española. Madrid comenzó su andadura el 8 de abril de 1939 en los locales expropiados al Heraldo de Madrid y El Liberal, y cedidos a Pujol en alquiler, como agradecimiento a su apoyo al alzamiento. En sus inicios, fue un periódico modesto, sin grandes aspiraciones y que llegó a alcanzar a finales de los años 50 una tirada de 60.000 ejemplares. Sin embargo la sede pronto se queda corta por la rápida expansión del diario, y en 1947 se traslada la sede a General Pardiñas, número 92 en un nuevo y vistoso edificio de estilo neobarroco, haciendo esquina con la calle Maldonado.
En 1962, la cabecera es adquirida por la sociedad Fomento de Actividades Culturales, Económicas y Sociales (FACES), integrada por diferentes corrientes afines al régimen franquista. En 1966, Rafael Calvo Serer, notable miembro del Opus Dei y partidario de Juan de Borbón, se hace con el control de la empresa editorial y nombra a Antonio Fontán director del periódico. Es en esa época cuando un excelente plantel de periodistas comienza a trabajar en la redacción del diario Madrid: Miguel Ángel Aguilar, José Oneto, José Vicente de Juan o Alberto Míguez.
A partir de ese momento, Madrid se convierte en un referente de las corrientes aperturistas que empezaban a despuntar en el crepúsculo de la dictadura. Es el periódico más destacado de la llamada «prensa independiente» (junto con Nuevo Diario y El Alcázar) y se caracteriza por la expresión de ideas propias con frecuencia muy críticas con el régimen. Comienzan también de manera tímida y sutil a reclamar una mayor apertura democrática y una mejor defensa de las libertades y los derechos individuales.
Esta nueva línea editorial le provocó graves dificultades con el Gobierno. Un artículo de Calvo Serer, publicado en 1968, en el que de manera indirecta y mediante una sutil comparación con Charles De Gaulle, demandaba la retirada del poder de Francisco Franco, dio lugar a la suspensión del diario durante dos meses.
Posteriormente, el 25 de noviembre de 1971, con la excusa de supuestas irregularidades en la financiación de la empresa editora, el Gobierno procede a la cancelación del periódico y prohíbe su publicación. Pese a las batallas judiciales que se sucedieron, el diario se vio obligado a vender su patrimonio para hacer frente a las deudas contraídas. El inmueble de la sede, en la esquina de las calles General Pardiñas y Maldonado, es adquirido por la inmobiliaria SAGAR, que planea construir en el solar un edificio de apartamentos. Finalmente, el 24 de abril de 1972 se procedió a volar la sede del rotativo (un edificio de tan sólo 25 años de antigüedad), en un acto simbólico que suponía dar por zanjada una de las primeras incursiones en el terreno de los principios democráticos durante los años de la dictadura.
La Fundación Diario Madrid otorga anualmente el Premio de Periodismo Diario Madrid, que anteriormente se llamaba Premio Rafael Calvo Serer.[1]
Véase también
Referencias
- ↑ Premio de Periodismo Diario Madrid en la página de la Fundación Diario Madrid; acceso 22.12.2011
Enlaces externos
- Fundación Diario Madrid, desde la que se puede acceder a los números digitalizados (1966-1971) y al archivo fotográfico del periódico.
- «Provoqué que la dictadura cerrara el diario Madrid, porque el periódico iba a quebrar», entrevista a Antonio García-Trevijano.