Diferencia entre revisiones de «Paracaídas de oro»
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Revisión del 14:29 3 abr 2013
En el ámbito de los negocios se denomina paracaídas de oro a un acuerdo entre una empresa y un empleado, por lo general ejecutivo superior, especificando que el empleado va a recibir ciertos beneficios significativos en caso de rescisión del contrato que lo vincula con la empresa. A veces deben cumplirse ciertas condiciones para que el empleado tenga derecho a dichos beneficios, por lo general un cambio en la propiedad de la compañía, pero a menudo la causa de extinción no se especifica. Estos beneficios pueden incluir indemnizaciones, bonos en efectivo, opciones sobre acciones, u otros beneficios.
Los defensores de los paracaídas de oro argumentan que los mismos proporcionan tres ventajas:
- Hacer que sea más fácil contratar y retener a los ejecutivos, especialmente en los sectores más proclives a las fusiones.
- Ayuda a un ejecutivo a ser objetivo sobre la compañía durante el proceso de toma de poseción.
- Sirve para disuadir en cierta medida los intentos de toma de poder a causa de aumentar el costo de una adquisición.
Los críticos han respondido a lo anterior señalando que:
- El despido es un riesgo en cualquier ocupación, y a los ejecutivos ya se les compensa así.
- Los ejecutivos ya tienen una responsabilidad fiduciaria de la empresa, y no debería necesitar incentivos adicionales para mantenerse motivados.
- Los costos del paracaídas de oro son un porcentaje muy pequeño de los costos de una adquisición y no afectan el resultado.
El uso de los paracaídas de oro ha causado cierta preocupación a los inversores, ya que no especifica que el ejecutivo tenga que desempeñarse con solvencia.
El primer uso conocido del término "paracaídas de oro" se remonta a cuando los acreedores trataron de derrocar a Howard Hughes del control de la compañía aérea TWA.
El uso del término "paracaídas de oro" se ha incrementado significativamente a partir del 2008 debido a la recesión económica mundial, siendo utilizado principalmente por los medios de comunicación y en los debates de las elecciones presidenciales de 2008 en Estados Unidos.[1]
El uso de los paracaídas de oro tuvo una gran expansión en la década de 1980 en respuesta al gran aumento en el número de adquisiciones y fusiones empresariales y bancarias.
De acuerdo con un estudio realizado en 2006 por el Hay Group, firma de gestión de recursos humanos, los paracaídas de oro a los ejecutivos franceses son las más altos en Europa, y equivalente a los fondos recibidos por el 50% de los ejecutivos estadounidenses. En contraste, los ingresos de los ejecutivos franceses se encuentran dentro de la media europea.[2][3]