Diferencia entre revisiones de «Violencia sexual»

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El término '''violencia sexual''' hace referencia al acto de [[coacción]] hacia una persona con el objeto de que lleve a cabo una determinada [[relaciones sexuales|conducta sexual]]; por extensión, se consideran también como ejemplos de violencia sexual "los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo"<ref>''Informe mundial sobre la violencia y la salud'', pág. 161.</ref>
El término '''violencia sexual''' hace referencia al acto de [[coacción]] hacia una persona con el objeto de que lleve a cabo una determinada [[relaciones sexuales|conducta sexual]]; por extensión, se consideran también como ejemplos de violencia sexual "los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo"<ref>''Informe mundial sobre la violencia y la salud'', pág. 161.</ref>


Los casos más frecuentes de [[violencia]] sexual son los ejercidos sobre [[niño]]s por la Iglesia(la [[pedofilia]] y el [[abuso sexual]] intrafamiliar) y la [[violación]] de [[mujer]]es.
Los casos más frecuentes de [[violencia]] sexual son los ejercidos sobre [[niño]]s (la [[pedofilia]] y el [[abuso sexual]] intrafamiliar) y la [[violación]] de [[mujer]]es.


El delincuente sexual lo puede ser en exclusiva (sobre todo en el caso de los pedófilos), pero también puede ir acompañado de otros perfiles delictivos, tal es el caso de [[robo]]s, agresiones, etc., en muchas ocasiones como parte de un comportamiento asociado al abuso de [[alcohol]] y [[droga]]s, y a un nivel socioeconómico bajo.
El delincuente sexual lo puede ser en exclusiva (sobre todo en el caso de los pedófilos), pero también puede ir acompañado de otros perfiles delictivos, tal es el caso de [[robo]]s, agresiones, etc., en muchas ocasiones como parte de un comportamiento asociado al abuso de [[alcohol]] y [[droga]]s, y a un nivel socioeconómico bajo.

Revisión del 21:41 6 abr 2010

El término violencia sexual hace referencia al acto de coacción hacia una persona con el objeto de que lleve a cabo una determinada conducta sexual; por extensión, se consideran también como ejemplos de violencia sexual "los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo"[1]

Los casos más frecuentes de violencia sexual son los ejercidos sobre niños (la pedofilia y el abuso sexual intrafamiliar) y la violación de mujeres.

El delincuente sexual lo puede ser en exclusiva (sobre todo en el caso de los pedófilos), pero también puede ir acompañado de otros perfiles delictivos, tal es el caso de robos, agresiones, etc., en muchas ocasiones como parte de un comportamiento asociado al abuso de alcohol y drogas, y a un nivel socioeconómico bajo.

El agresor sexual no es necesariamente un desconocido para la víctima; en ocasiones es, precisamente, su cercanía cotidiana a la misma la que le ha facilitado un determinado grado de confianza que ha derivado en la imposición de una determinada relación.

En países con estadísticas fiables al respecto, las agresiones sexuales constituyen un porcentaje relativamente bajo de la violencia denunciada. No obstante, el carácter intrínseco de la violencia sexual sugiere la posibilidad de una violencia encubierta debido a actitudes de vergüenza o de temor a represalias por parte de la víctima.

Motivaciones

La mayoría de las víctimas son mujeres y la mayoría de los agresores son hombres. Esta predominancia del agresor masculino se debe a diversos factores:

  • un mayor impulso sexual, derivado, en parte, por el aumento de testosterona en la sangre, que no puede ser inhibido correctamente debido a diversos factores.
  • un mayor componente agresivo;
  • una mayor indefinición de su identidad sexual, que puede propiciar el interés en la exploración de diversos estímulos sexuales;
  • una mayor impronta de factores socio-culturales, como es el caso de las expectativas de su comportamiento como varón, que van asociadas a un impulso sexual fuerte, etc.

En el origen de la violencia sexual se encuentran, al menos, tres factores esenciales:

Hay, en primer lugar, distintos factores psicológicos: la imposibilidad de conseguir la excitación sexual sin el uso de la violencia; la falta de autocontrol; una autoestima deficitaria en lo sexual; la ausencia de empatía sexual, que puede llevar a una distorsión cognitiva que justifique su agresión (a ella le gusta, ella lo ha buscado, el sexo con niños es darles cariño...); una historia personal como víctima de abusos sexuales; etc. En el caso de las violaciones, por ejemplo, en muchas ocasiones más que el placer sexual es la necesidad de satisfacer necesidades de dominación, autoafirmación, competitividad o poder las que están en el origen de las mismas.

En segundo lugar, estarían factores sociales como el prestigio de la violencia para ciertos individuos y grupos sociales; la cosificación de la mujer a través de los medios de comunicación; etc.

Y, en tercer lugar, factores situacionales, como el consumo de drogas y alcohol, y el contagio emocional de la vivencia grupal.

Lo que en concreto puede precipitar una agresión sexual es la presencia de ciertas variables circunstanciales, como una situación de estrés prolongada, el consumo de alcohol, un deseo urgente sexual, un grado alto de irritabilidad o la percepción de seducción o indefensión en la víctima, así como la probabilidad de que el acto quede impune.[2]

Notas

  1. Informe mundial sobre la violencia y la salud, pág. 161.
  2. Enrique Echeburua, "Violencia sexual", pág. 71.

Fuentes bibliográficas

Enrique Echeburua, "Violencia sexual", Mente y Cerebro, 28, 2008, págs. 68-73.

Informe mundial sobre la violencia y la salud, cap. 6.