Diferencia entre revisiones de «Masacre de Nankín»

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En China, este hecho es un punto principal del [[nacionalismo chino]]. En Japón, la opinión del público está dividida al respecto, especialmente entre los conservadores, que la Masacre de Nankín ha sido exagerada (si no es inventada) como un arma diplomática dirigida contra Japón. Tales opiniones son consideradas [[revisionismo histórico]] entre los chinos, y como tal, continúan generando rabia y resentimiento.
En China, este hecho es un punto principal del [[nacionalismo chino]]. En Japón, la opinión del público está dividida al respecto, especialmente entre los conservadores, que la Masacre de Nankín ha sido exagerada (si no es inventada) como un arma diplomática dirigida contra Japón. Tales opiniones son consideradas [[revisionismo histórico]] entre los chinos, y como tal, continúan generando rabia y resentimiento.

Cuando uno piensa en las atrocidades de las guerras desde una perspectiva histórica, uno tiende a recordar pueblos como los aztecas o los asirios. Y sin embargo, en el mundo moderno siguen haciéndolo bastante bien. Aparte de los horrores de los campos de concentración, uno de los más espantosos episodios del siglo XX se vivió en lo que suele llamarse la Masacre de Nanking, o también la Violación de Nanking (Rape of Nanking, en inglés). La historia es la siguiente.


El 13 de Diciembre de 1937, las tropas japonesas ingresaron en la ciudad de Nanking (actual Nanjing), en el curso de la invasión que el Imperio Japonés lanzó contra China antes de la Segunda Guerra Mundial. Durante ocho semanas, 50.000 soldados japoneses masacraron a 300.000 civiles en la ciudad, con métodos de la peor brutalidad. Los niños eran lanzados al aire para que se ensartaran en las bayonetas. Algunas personas fueron enterradas en el suelo hasta la cintura, para después ser aplastadas por los tanques. Hubo prisioneros que fueron utilizados para que los soldados japoneses practicaran en ellos el uso de las bayonetas. Uno de los episodios más controvertidos (aunque hay quien pone en duda su historicidad) es un concurso organizado para determinar quién decapitaba primero a espada limpia a 100 prisioneros. Mujeres desde lactantes a abuelas, más de 80.000 en total, fueron sometidas a violaciones masivas; y les cortaban los senos, a la par que los hombres eran castrados. En el caso de las mujeres embarazadas, las desmembraban y arrancaban el feto; en algunos casos eran violadas después, y asesinadas a continuación, a bayonetazos. Los padres fueron forzados a violar a sus hijas, bajo amenaza de matar a otros miembros de la familia, y lo mismo los hijos a sus madres. Los monjes con voto de celibato fueron obligados a violar mujeres, tan solo para diversión de los japoneses. Algunos pocos "afortunados" consiguieron salvarse simulando estar muertos, algo más o menos simple entre las montañas de cadáveres.

Aunque había una gruesa colonia occidental en Nanking, al empezar los bombardeos casi todos ellos abandonaron la ciudad, excepto 22. Unidos en un improvisado Comité Internacional para la Zona de Seguridad de Nanking, la colonia occidental contribuyó a salvar las vidas de al menos 50.000 chinos que allí encontraron refugio (quizás fueron más, y hay estimaciones de hasta 250.000). Más remarcable aún, en un hito que los honra como seres humanos, es que no hubo distinción de ideologías: sacerdotes estadounidenses trabajaron mano a mano con altos jerarcas nazis en el objetivo mancomunado de combatir los horrores que se vivían en las calles de Nanking.

¿Por qué tanto ensañamiento contra la población china? La historiadora Iris Chang señala varias razones. Por un lado, apunta que Nanking habría sido un laboratorio en donde habrían preparado a los soldados japoneses para sentir odio contra los pueblos no japoneses, y así incrementar su brutalidad durante la guerra. También habría influido el trato brutal que los superiores del ejército japonés aplicaban a la tropa, y que permitieron a éstos hacer aflorar toda su rabia contenida durante años, en contra de víctimas civiles indefensas. Y también apunta al rol de la propaganda nacionalista: ésta afirmaba que los chinos eran inferiores a los japoneses, incluso subhumanos, que el destino manifiesto de Japón era controlar toda Asia, y que por lo tanto, los actos de brutalidad contra la población china estaban legitimados, porque después de todo, los chinos no eran seres humanos con los cuales hubiera una obligación moral de respeto.

Después de la guerra, el Tribunal de Tokio juzgó al general Iwane Matsui bajo el cargo de crímenes contra la Humanidad, por los hechos de la Masacre de Tokio. Fue condenado, y ahorcado en 1948. Sin embargo, revisando antiguos archivos, la historiadora Iris Chang ha destacado que Matsui estaba enfermo en aquellos días, y que probablemente fuera el Príncipe Asaka, de la Casa Imperial japonesa, quien estuviera a cargo, y por lo tanto fuera el responsable directo. Sin embargo Asaka sólo prestó testimonio ante el Tribunal, y nada más, y eso tan solo para negar los hechos; había un pacto previo entre Hirohito y Douglas McArthur, de que ningún miembro de la Familia Real iba a ser llevado a juicio. El precio de la impunidad, según Iris Chang: Japón debería entregar a Estados Unidos el resultado de todas sus investigaciones realizadas sobre la guerra biológica, efectuadas en prisioneros en los campos de concentración de China durante la guerra.




== Trasfondo histórico ==
== Trasfondo histórico ==
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El [[Juicios de Tokio|Tribunal de Guerra de Tokio]], declaró que veinte mil quizá hasta ochenta mil, mujeres fueron violadas, con edades muy diversas, desde bebés a ancianos, incluso octogenarias. Las violaciones a menudo se realizaban en público durante el día, a veces delante de los cónyuges o miembros de la familia. Un gran número de ellos fueron sistematizados en un proceso en el que soldados buscaban de puerta a puerta a las niñas y mujeres, a las que tomaron prisioneras y violaron. Las mujeres eran asesinadas inmediatamente después de la violación, a menudo a través de la mutilación, incluyendo los senos cortados, o puñaladas con bambú, bayonetas y otros objetos introducidos en la vagina. Según algunos testimonios, otras mujeres fueron obligadas a la prostitución militar como esclavas sexuales. Hay incluso relatos de las tropas japonesas obligando a las familias a la comisión de actos de incesto. [18] Hijos se vieron obligados a la violación de sus madres, los padres se vieron obligados a violación de sus hijas. Una mujer embarazada que fue violada por los soldados japoneses dio a luz sólo un par de horas más tarde, el niño estaba perfectamente sano (Robert B. Edgerton, Guerreros del Sol Naciente). Los monjes que se habían declarado en celibato se vieron obligados a violar a mujeres para el entretenimiento de los japoneses. [18] Los hombres chinos fueron obligados a tener relaciones sexuales con los cadáveres. Cualquier resistencia se reunió con ejecuciones sumarias. Si bien la violación llegó a un máximo inmediatamente después de la caída de la ciudad, se continuó durante el período de la ocupación japonesa.
El [[Juicios de Tokio|Tribunal de Guerra de Tokio]], declaró que veinte mil quizá hasta ochenta mil, mujeres fueron violadas, con edades muy diversas, desde bebés a ancianos, incluso octogenarias. Las violaciones a menudo se realizaban en público durante el día, a veces delante de los cónyuges o miembros de la familia. Un gran número de ellos fueron sistematizados en un proceso en el que soldados buscaban de puerta a puerta a las niñas y mujeres, a las que tomaron prisioneras y violaron. Las mujeres eran asesinadas inmediatamente después de la violación, a menudo a través de la mutilación, incluyendo los senos cortados, o puñaladas con bambú, bayonetas y otros objetos introducidos en la vagina. Según algunos testimonios, otras mujeres fueron obligadas a la prostitución militar como esclavas sexuales. Hay incluso relatos de las tropas japonesas obligando a las familias a la comisión de actos de incesto. [18] Hijos se vieron obligados a la violación de sus madres, los padres se vieron obligados a violación de sus hijas. Una mujer embarazada que fue violada por los soldados japoneses dio a luz sólo un par de horas más tarde, el niño estaba perfectamente sano (Robert B. Edgerton, Guerreros del Sol Naciente). Los monjes que se habían declarado en celibato se vieron obligados a violar a mujeres para el entretenimiento de los japoneses. [18] Los hombres chinos fueron obligados a tener relaciones sexuales con los cadáveres. Cualquier resistencia se reunió con ejecuciones sumarias. Si bien la violación llegó a un máximo inmediatamente después de la caída de la ciudad, se continuó durante el período de la ocupación japonesa.

=== Fotos relacionadas de masacre de Nanking ===

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== Referencias ==
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[[ar:مذبحة نانجنغ]]
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Revisión del 21:06 2 ene 2010

La Masacre de Nankín (chino: 南京大屠殺, pinyin: Nánjīng Dàtúshā; japonés: 南京大虐殺, Nankin Daigyakusatsu), conocida también como la Violación de Nankín y como el Incidente de Nankín (南京事件, Nankin Jiken), hace mención a las atrocidades cometidas por el Ejército Imperial Japonés en y alrededor de Nankín, China, tras la caída de la capital frente a las tropas japonesas el 13 de diciembre de 1937.

El ejército japonés se trasladó hacia el norte tras capturar Shanghái en octubre de 1937, y capturaron Nankín en la Batalla de Nankín, el 13 de diciembre de 1937. Los comandantes del ejército nacionalista chino habían huido de la ciudad antes de la entrada del ejército nipón, dejando atrás a miles de soldados chinos atrapados en la ciudad amurallada. Muchos de ellos se quitaron sus uniformes y escaparon a la llamada Zona de Seguridad preparada por los residentes extranjeros de Nankín. Lo que resultó después de la entrada del ejército japonés en la ciudad de Nankín es y ha sido la base de la acalorada discusión histórica y tensión política, particularmente entre China y Japón en años recientes.

Los crímenes de guerra cometidos durante este episodio incluyen el pillaje, la violación, y la matanza de civiles y prisioneros de guerra. El alcance de las atrocidades es debatido entre China y Japón, que van desde la afirmación del gobierno chino de una cifra de muertos no combatientes superior a 300.000, hasta la afirmación del ejército japonés en el Tribunal Militar Internacional de Extremo Oriente (conocida como el Tribunal de Guerra de Tokio) después de la Segunda Guerra Mundial, de que las cifras de muertos eran todas de militares y que no hubo masacres organizadas o atrocidades cometidas a los civiles. El Tribunal de Guerra de Tokio juzgó un caso en que el número total de muertes fue de 250.000. En la sentencia de muerte emitida contra el comandante del ejército japonés en Nankín, el general Iwane Matsui, la cifra fue establecida en 100.000.

En China, este hecho es un punto principal del nacionalismo chino. En Japón, la opinión del público está dividida al respecto, especialmente entre los conservadores, que la Masacre de Nankín ha sido exagerada (si no es inventada) como un arma diplomática dirigida contra Japón. Tales opiniones son consideradas revisionismo histórico entre los chinos, y como tal, continúan generando rabia y resentimiento.

Trasfondo histórico

La Masacre de Nankín, entonces capital de la República de China, tras su caída ante el Ejército Imperial Japonés el 13 de diciembre del 1937. La duración de la masacre no está claramente definida, aunque la violencia se prolongó hasta bien entradas las seis semanas, hasta principios de febrero de 1938.

Durante la ocupación de Nankín, el ejército japonés cometió numerosas atrocidades, como la violación, el saqueo, el incendio y la ejecución de prisioneros de guerra y civiles. Aunque las ejecuciones comenzaron con el pretexto de eliminar los soldados chinos disfrazados de civiles, se afirma que un gran número de inocentes hombres fueron intencionalmente identificados como combatientes enemigos y ejecutados. Un gran número de mujeres y niños también fueron asesinados, al ir extendiéndose las violaciones y los asesinatos.

En agosto de 1937, en medio de la Segunda Guerra Sino-Japonesa, el Ejército Imperial Japonés se encontró con una fuerte resistencia y sufrió grandes bajas en la Batalla de Shangai. La ofensiva fue cruenta, y ambos lados terminaron desgastados en un combate mano a mano.

El 5 de agosto de 1937, Hirohito ratificó personalmente la proposición de su ejército de remover las restricciones de la ley internacional en el trato de prisioneros chinos. Esta directiva advirtió además a los Oficiales de Estado descontinuar el uso del término “prisionero de guerra”.

En el camino de Shanghái a Nankín, los soldados japoneses cometieron un gran número de atrocidades, por lo que la Masacre de Nanking no fue un incidente aislado. El evento más famoso fue el “concurso para matar a 100 personas utilizando una espada”.

A mediados de noviembre, los japoneses habían capturado Shangai con la ayuda de bombardeos aéreos y navales. El Cuartel General de Estado Mayor en Tokio decidió no expandir la Guerra, debido a las graves bajas incurridas y al abatido estado anímico de las tropas.

Acercamiento a Nankín

Príncipe Yasuhiko Asaka

Mientras el Ejército Japonés se acercaba a Nankín, los civiles chinos dejaban la ciudad en masa, y la milicia del país llevaba a cabo una campaña de tierra quemada, enfocada a destruir cualquier cosa que pudiera ser de valor para la armada japonesa invasora. Los objetivos dentro y fuera de las murallas de la ciudad, como barracones militares, residencias privadas, el Ministerio Chino de Comunicación, bosques e incluso pueblos enteros, fueron reducidos a cenizas, a un valor estimado de 20 a 30 millones de (1937) dólares.

El 2 de diciembre, el Emperador Showa designó a uno de sus tíos, el príncipe Yasuhiko Asaka, como comandante de la invasión. Es difícil establecer si, como miembro de la familia imperial, Asaka tenía un estatus superior al del general Iwane Matsui, quien era oficialmente comandante en jefe, pero es claro que, como el oficial de mayor posición, tenía autoridad sobre otros comandantes, generales Kesago Nakajima y Heisuke Yanagawa.

Zona de Seguridad de Nanking

En ese tiempo, muchos occidentales se encontraban viviendo en la ciudad, por razones comerciales o bien en viajes misionales con varios otros grupos religiosos. Como el Ejército Japonés había comenzado a lanzar ataques aéreos sobre Nankín, la mayoría de los occidentales y todos los periodistas emigraron a sus respectivos países, exceptuando 22 personas. El empresario de Siemens John Rabe (presumiblemente por su condición de Nazi y el Pacto Antikomintern firmado entre el Imperio de Japón y Alemania) se quedó atrás y formó un comité, llamado Comité Internacional para la Zona de Seguridad de Nanking. Rabe fue elegido como su líder. Este comité estableció la Zona de Seguridad de Nanking en el cuarto oeste de la ciudad. El gobierno japonés había acordado no atacar las partes de la ciudad que no contuvieran milicia china, y los miembros del Comité Internacional para la Zona de Seguridad de Nanking convencieron al gobierno del país de mover todas sus tropas fuera del área.

Los nipones respetaron bastante la Zona; ningún proyectil atacó la parte de la ciudad que llevaba a la ocupación japonesa, excepto por unos pocos tiros perdidos. Durante el caos que siguió al ataque de la ciudad, algunas personas fueron asesinadas en la Zona de Seguridad, pero las atrocidades cometidas en el resto del lugar fueron, por mucho, más graves.

Historia y hechos

Según el Tribunal de Guerra de Tokio, las estimaciones realizadas en una fecha posterior para indicar el número total de civiles y prisioneros de guerra asesinados en Nanking y sus alrededores durante las primeras seis semanas de la ocupación japonesa arrojaban una cifra de más de doscientos mil. Que estas estimaciones son exageradas no se ve confirmado por el hecho de que las sociedades funerarias y otras organizaciones contaron más de ciento cincuenta y cinco mil enterramientos, la mayoría con las manos atadas tras la espalda. Estas cifras excluyen a los incinerados o arrastrados por la corriente fluvial".[1]​ La magnitud de las atrocidades que se debate entre China y Japón, con los números, que van desde algunos japoneses de varios centenares de reclamaciones, a la pretensión de China de un número de muertos no combatientes de trescientos mil.

Una serie de investigadores japoneses consideran un valor aproximado entre cien mil y doscientos mil asesinatos de civiles. Otras naciones, que el número ronda los ciento cincuenta mil y trescientos mil. Este número fue promulgado en enero de 1938 por Harold Timperly, un periodista testigo, basado en informes de otros testigos contemporáneos. Otras fuentes, incluyendo La Violación de Nanking de Iris Chang, también cuentan trescientos mil. Además, el 12 de diciembre de 2007, el gobierno de los estadounidense desclasificó documentos adicionales que arrojaron un saldo de alrededor de quinientos mil en el entorno de Nanking previo a la ocupación.

Además del número de víctimas, algunos críticos aún en disputa si la atrocidad ocurrió. Mientras el gobierno japonés ha reconocido el incidente, algunos japoneses han sostenido los nacionalistas, en parte utilizando el Ejército Imperial japonés de reclamaciones en el Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente, que el número de muertos era de naturaleza militar y que ninguno de ess atrocidades civiles ocurrió. Este reclamo ha sido criticado por varias cifras, citando declaraciones de no chino en el Tribunal, otros testigos presenciales y por las pruebas fotográficas y arqueológicos que se produjeron las muertes de civiles.

Condena de la masacre es un importante centro de coordinación de nacionalismo chino. En Japón, sin embargo, la opinión pública sobre la gravedad de la masacre sigue siendo ampliamente dividida - esto lo demuestra el hecho de que, mientras que algunos comentaristas japoneses se refieren a ella como la "masacre de Nanking" (南京大虐杀, Nankin daigyakusatsu?), Otros utilizan la Más ambivalente término "Incidente Nanking '(南京事件, Nankin jiken?). Sin embargo, este término también puede referirse a un incidente de Nankín que se produjeron durante el 1927 Nacionalista toma de la ciudad como parte de la Expedición del Norte, en la que los extranjeros en la ciudad fueron atacados.

La masacre de 1937 y el alcance de su cobertura en los libros de texto sigue siendo un punto de controversia y polémica en las relaciones sino-japonesas.

Asesinato

Varios residentes extranjeros que se encontraban en Nanking en el momento de los sucesos registraron sus experiencias sobre lo que acontecía en la ciudad:

Robert Wilson, en carta a su familia: "La masacre de la población civil es terrible. Podría seguir narrando páginas de los casos de violación y brutalidad casi más allá de lo creíble. Dos cadáveres golpeados por bayonetas es lo únicos que queda de siete limpiadores en la calle que estaban sentados en sus sedes cuando los soldados japoneses llegaron sin previo aviso, y mataron a cinco de sus miembros y a otros dos heridos que se encontraban en su camino al hospital."

John Magee, en carta a su esposa: "No sólo mataron a todos los prisioneros que podían encontrar, también a un gran número de civiles de todas las edades [...] Justo antes de ayer vimos a un pobre miserable muerto muy cerca de la casa donde estamos viviendo."

Robert Wilson, en otra carta a su familia: "Ellos [los soldados japoneses] bayonetearon a un niño, causando su muerte. Pasé una hora y media de esta mañana intentando curar a otro niño de ocho años que tenía cinco heridas de bayoneta, una de las cuales penetró en el estómago, haciendo que una porción de epiplón quedara fuera del abdomen."

Inmediatamente después de la caída de la ciudad, las tropas japonesas se embarcaron en una decidida búsqueda de ex soldados, en la que miles de jóvenes fueron capturados. Muchos fueron llevados al río Yangtsé, donde fueron ametrallados. Las tropas japonesas reunieron mil trecientos soldados chinos y a los civiles en Taiping Gate y los mataron. Las víctimas fueron voladas con minas terrestres, y luego rociados con gasolina. Los que quedaron con vida después fueron asesinados con bayonetas. Algunas personas fueron golpeadas hasta la muerte. Los japoneses también ejecutaron sumariamente a muchos peatones en las calles, por lo general bajo el pretexto de que podrían ser soldados encubiertos vestidos de civil.

A miles se les llevó lejos y fueron ejecutados en masa en una excavación conocida como "Reguero de los diez mil cadáveres", una zanja de unos tres cientos metros de largo por cinco metros de ancho. Dado que no se conservan registros, las estimaciones sobre el número de víctimas enterradas en la zanja van desde 4000 a 20000. La mayoría de los estudiosos e historiadores consideran que el número será de alrededor de 12000 víctimas.

Las mujeres y los niños no estaban a salvo de los horrores de las matanzas. A menudo, los soldados japoneses cortaron los senos, o en el caso de mujeres embarazadas, corte abierto y retirado el útero el feto. Hay testigos que recuerdan soldados japoneses tirando bebés al aire para capturarlos con sus bayonetas. Las mujeres embarazadas a menudo eran blanco frecuente, que a menudo se bayonetean en el vientre, a veces después de la violación.

Muchas mujeres fueron violadas y brutalmente asesinadas. El actual escenario de esta masacre se presentó en detalle en el documental La batalla de China. La película Nanking! Nanking! (en español: Ciudad de vida y muerte) dirigida por el chino Lu Chuan y premiada con la Concha de Oro a la Mejor Película en el Festival de Cine de San Sebastián 2009, es una recreación de la historia de la Masacre de Nanking.

El Gobierno fue muy consciente de las atrocidades. El 17 de enero, el ministro de Relaciones Exteriores de Koki Hirota recibe un telegrama escrito por el corresponsal del Manchester Guardian HJ Timperley interceptado por el gobierno de ocupación en Shanghai. En este telegrama, Timperley escribió:

"Desde el retorno de Shanghái hace unos días informó de las atrocidades cometidas por el ejército japonés en Nanking y en otros lugares. Cuentas fiables de testigos oculares y cartas de particulares cuya credibilidad queda más allá de la duda son prueba convincente de que el ejército japonés se comportó y sigue comportándose de tal forma que recuerda a Atila, rey de los hunos. No menos de trescientos mil civiles chinos asesinados, en muchos casos a sangre fría."

Más datos

Según estimaciones, al menos 1000 casos por noche y muchos por día. En caso de resistencia o cualquier indicio de desaprobación, se bayonetea, apuñala o balea. (James McCallum, carta a su familia, el 19 de diciembre de 1937).

Probablemente no hay crimen que no se haya cometido en esta ciudad el día de hoy. Treinta niñas fueron sacadas de la escuela de idiomas de anoche, y hoy he oído resultados de desgarradoras historias de las niñas que fueron sacados de sus casas ayer por la noche-una de las niñas era de 12 años, pero… Esta noche pasó un camión en el que había ocho o diez niñas, y un paso que se ha llamado fuera "Jiu ming! Jiu ming!": salven nuestras vidas. (Minnie Vautrin el diario, 16 de diciembre de 1937).

El Tribunal de Guerra de Tokio, declaró que veinte mil quizá hasta ochenta mil, mujeres fueron violadas, con edades muy diversas, desde bebés a ancianos, incluso octogenarias. Las violaciones a menudo se realizaban en público durante el día, a veces delante de los cónyuges o miembros de la familia. Un gran número de ellos fueron sistematizados en un proceso en el que soldados buscaban de puerta a puerta a las niñas y mujeres, a las que tomaron prisioneras y violaron. Las mujeres eran asesinadas inmediatamente después de la violación, a menudo a través de la mutilación, incluyendo los senos cortados, o puñaladas con bambú, bayonetas y otros objetos introducidos en la vagina. Según algunos testimonios, otras mujeres fueron obligadas a la prostitución militar como esclavas sexuales. Hay incluso relatos de las tropas japonesas obligando a las familias a la comisión de actos de incesto. [18] Hijos se vieron obligados a la violación de sus madres, los padres se vieron obligados a violación de sus hijas. Una mujer embarazada que fue violada por los soldados japoneses dio a luz sólo un par de horas más tarde, el niño estaba perfectamente sano (Robert B. Edgerton, Guerreros del Sol Naciente). Los monjes que se habían declarado en celibato se vieron obligados a violar a mujeres para el entretenimiento de los japoneses. [18] Los hombres chinos fueron obligados a tener relaciones sexuales con los cadáveres. Cualquier resistencia se reunió con ejecuciones sumarias. Si bien la violación llegó a un máximo inmediatamente después de la caída de la ciudad, se continuó durante el período de la ocupación japonesa.

Referencias

  1. HyperWar: International Military Tribunal for the Far East (Chapter 8) (Párrafo 2, pg. 1015, Judgment International Military Tribunal for the Far East) (en inglés). Consultado el 5 de abril de 2008.

Enlaces externos

  • Testigo estadounidense y autor John Magee's documentary [1]
  • Violación de Nanking II expanded [2]
  • Índice de información [3]
  • Ficha de la película Ciudad de vida y muerte en IMDB.es [4]