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En [[idioma español|español]], los sustantivos son variables en [[género gramatical|género]] y [[número]], aunque en otras lenguas como el chino los sustantivos son invariantes. La mayoría de las lenguas conocidas distinguen sistemáticamente entre sustantivos y verbos, teniendo propiedades formales diferentes. Sin embargo, esta distinción tampoco es universal, ya que algunas lenguas como el [[náhuatl]] o [[lenguas salish]] como el [[idioma lummi|lummi]] o el [[idioma kalispel|kalispel]] no parecen distinguir consistentemente entre ambas categorías y las formas que funcionan como sustantivo también aceptan [[flexión (lingüística)|flexión]] verbal. |
Revisión del 03:02 1 jun 2009
En la gramática tradicional, el sustantivo o nombre sustantivo es la parte de la oración que puede funcionar (con o sin artículo) como núcleo del sujeto de la oración.
En español, los sustantivos son variables en género y número, aunque en otras lenguas como el chino los sustantivos son invariantes. La mayoría de las lenguas conocidas distinguen sistemáticamente entre sustantivos y verbos, teniendo propiedades formales diferentes. Sin embargo, esta distinción tampoco es universal, ya que algunas lenguas como el náhuatl o lenguas salish como el lummi o el kalispel no parecen distinguir consistentemente entre ambas categorías y las formas que funcionan como sustantivo también aceptan flexión verbal.
Funciones gramaticales
Sintácticamente un sustantivo funciona como argumento de algún tipo de predicado o asignador de caso, es decir, bien como complemento de un verbo, bien como argumento requerido por una preposición. La siguiente es una lista de las funciones gramaticales protípicas de los sustantivos:
- Núcleo del sujeto: "La niña va a la escuela en bicicleta."
- Complemento preposicional de otro nombre (va precedido de una preposición): "La falda de María tiene lunares."
- Aposición o atributo predicativo (complemento del nombre que no lleva preposición): "Ese río, el Tajo"; "Madrid capital"
- Complemento del verbo:
- Complemento directo: "Me he comprado un coche nuevo."
- Complemento indirecto: "Escribí una carta para mi mamá"
- Complemento circunstancial: "Los niños juegan al fútbol los sábados."
- Complemento predicativo: "La asamblea eligió presidente a Pedro."
Sustantivación
La substantivación sintáctica es un proceso sintáctico por el que una palabra de otra categoría se interpreta como el núcleo de un sintagma nominal, es decir, se usa un adjetivo, verbo u otra palabra que no es sustantivo con las mismas funciones gramaticales que normalmente tienen los sustantivos. En la sustantivación tiene gran importancia añadir artículos a las categorías gramaticales para transformarlos en sustantivos. Por ejemplo:
- Un adjetivo sustantivado que hace función de sujeto: "Lo innovador parece atractivo".
- Un adjetivo sustantivado que hace la función de objeto directo: "Quiero los verdes".
- Un adverbio sustantivado que hace la función de sujeto: "El sí de las niñas".
- Una proposición subordinada adjetiva sustantivada: "Le voy a entregar dulces a quienes tengan las manos limpias"
La substantivación morfológica por el contrario es un proceso morfológico consistente en la formación de formas léxicas que funcionarán como substantivos, a partir de formas léxicas más simples que categorialmente no son sustantivos:
- Los adjetivos se sustantivizan mediante los sufijos: -ez/-eza, -idad: escaso > escasez, raro > rareza, posible > posibilidad.
- Los verbos admiten sustantivazaciones o deverbaciones mediante -ción/-sión, -miento, -ada/-ado: admirar > admiración, torcer > torsión, someter > sometimiento, llegar > llegada.
La substantivación morfológica, al igual que la adjetivación morfológica y la formación de verbos derivados, sólo puede hacerse a partir de categorías léxicas, nunca a partir de categorías funcionales.
Clasificación de los sustantivos
Clasificación por género
Muchas lenguas dividen los sustantivos en clases semánticas o a veces en géneros (que pueden ser formales o semánticamente condicionados). En las lenguas indoeuropeas existen generalmente 2 o 3 géneros gramaticales estrictos (masculino, feminino y a veces también neutro), en las lenguas semíticas lo común es distinguir entre 2 géneros (masculino / femenino). Paralelamente algunas lenguas como el inglés además de género, reflejado sólo en la substitución pronominal, los sustantivos pueden clasificarse en contables e incontables. Otras lenguas disntinguen un gran número de géneros o clases nominales como las lenguas bantúes, y en el otro extremo el chino o las lenguas urálicas y altaicas no distinguen género.
Según el género, en castellano, los sustantivos se clasifican en:
- Sustantivos masculinos: El género masculino de un nombre frecuentemente está marcado por el morfema de género –o al final de la forma de singular (libro, niño, sombrero), aunque algunas excepciones ya que palabras que acaban en –o son femeninas como la foto(grafía), la mano, la moto(cicleta). También existen nombres masculinos acabados en consonante alveolar (árbol, ataúd, alias, armazón, ...). La mejor prueba para determinar el género de cualquier substantivo es comprobar si la palabra requiere un artículo masculino (el, un, etc.). Por lo demás, los días de la semana, los meses del año, los puntos cardinales y los números son masculinos.
- Sustantivos femeninos: El género femenino de un sustantivo se determina añadiendo el morfema de género –a (niña, vaca, mesa, ventana, ...). Anteponiendo un artículo femenino (la, una, etc.) a una palabra y viendo si es gramaticalmente aceptable la expresión se conoce el género. Las letras del alfabeto son femeninas. Existen unas pocas palabras acabadas en -a que son masculinas el día, el mapa, el clima, el cometa. Y las palabras en -ista pueden ser masculinas o femeninas según el contexto.
- Sustantivos neutros: Los conceptos abstractos son de género neutro. Ejemplos: lo bueno, lo malo, lo importante, lo contrario. En español generalmente esta categoría sólo está formada por adjetivos sustantivizados en singular.
Las normas para distinguir o transformar el género de los sustantivos son:
- Si el nombre en masculino termina con -o, en femenino termina con el morfema de género -a.
- Los sustantivos que en masculino no llevan el morfema de género o terminan en consonante, el femenino se forma añadiendo el morfema –a, por ejemplo: profesor - profesora, león – leona, escultor - escultora.
- Los sustantivos que terminan en -dad, -tad, -ie, -ión, -sis, -ez y –triz, como la verdad, la libertad, la calvicie, la infección, la tesis, la vejez, la actriz, son femeninos, con las excepciones de "el análisis", "el énfasis", "el juez".
- Los números cardinales son masculinos.
- Los sustantivos que terminan en -esa, -isa, -ina o –triz son femeninos, cuyos nombres masculinos no poseen morfema de género masculino. Por ejemplo de príncipe - princesa, poeta - poetisa, héroe - heroína, emperador – emperatriz, gallo – gallina, actor – actriz, conde - condesa.
- Heterónimos. El masculino y el femenino son palabras distintas, por ejemplo hombre - mujer, toro - vaca, caballo - yegua, padre - madre, yerno - nuera.
- Sustantivos que tienen una forma invariable para el masculino y el femenino. El artículo y el modificador indican el género: el - la artista, el - la astronauta, el - la atleta, el - la ciclista, el - la guía, el - la estudiante, el - la intérprete, el - la modelo, el - la periodista, el - la testigo, el - la turista, el - la pianista.
- Sustantivos que se refieren a profesiones tienen diferentes formas: el abogado/la abogada, el doctor/la doctora, el ingeniero/la ingeniera, el jefe/la jefa, el secretario/la secretaria, el traductor/la traductora, el presidente/la presidente, el chico/la chica. El grado de aceptación que tienen estas palabras entre los hablantes depende, muchas veces, de diferencias dialectales que son las diferencias de frecuencia de uso en determinadas regiones.
- Sustantivos que cambian de significado dependiendo del género, por ejemplo: el capital - la capital, el cometa - la cometa, el corte - la corte, el cura - la cura, el frente - la frente, el orden - la orden, el Papa - la papa.
- Sustantivos cuyo género es ambiguo: el azúcar - la azúcar, el mar - la mar, el calor - la calor, el margen - la margen. Se debe también, en muchos casos, a diferencias dialectales.
- Sustantivos de ambos sexos. Por norma general, cuando hay un solo elemento masculino, sin importar cuántos femeninos haya, el conjunto se considera gramaticalmente masculino.
- Epicenos. Los nombres de animales que no tienen palabras diferenciadas se refieren a los dos sexos: hormiga, liebre, lagarto.
Clasificación según el tipo de referente
Los sustantivos sirven para designar y como tales tienen algún tipo de referente:
- Nombres propios: María, Ana, Juan, Pedro, Natalia. Tiene referencia única y carecen de significado lingüístico.
- Sustantivo comunes concretos: casa, perro, auto, flor, camion, ave. En general, su referencia es un conjunto o clase de objetos, animales o personas directamente tangibles.
- Sustantivos comunes abstractos: esperanza, fe, sinceridad, amor, solidaridad. Designan propiedades, abstracciones o ideas. Estas palabras generalmente no tienen plural, y cuando pluralizan tienen un matiz de significado ligeramente distinto, más concreto.
Clasificación por número
Según el número, en castellano, los sustantivos se clasifican en:
- Sustantivos singulares: Si el número de objetos a los que hace referencia el nombre es único. En singular, los sustantivos no tienen ningún morfema de número.
- Sustantivos plurales: Si el número de objetos a los que hace referencia el nombre son varios o más de uno.
- Sustantivos colectivos: Se trata de formas de singular, que morfosintácticamente son como cualquer otra forma de singular, pero que tienen como referencia un grupo concreto de entidades: la armada, la manada, una banda, ... .
Las reglas de pluralización son las siguientes:
- Si el sustantivo termina en vocal no tónica, se añade -s: sala - salas, coche – coches.
- Los sustantivos terminados en -é (acentuada) también hacen el plural en –s: bebé – bebés.
- Si el sustantivo termina en -í o -ú (tónicas), se añade -es: esquí - esquíes, ñandú - ñandúes. Se está generalizando el pluralizar estas palabras añadiendo sólo -s (esquís, ñandús) como parte de un proceso de regularización del sistema morfológico del castellano. Algunas gramáticas establecen que las palabras terminadas en -á (tónica) se les añade también –es al hacer el plural (faralá - faralaes).
- Si el sustantivo termina en consonante (excepto z), se añade -es: papel - papeles, álbum - álbumes. La gran mayoría de las palabras que terminan en -y siguen esta regla como ley - leyes, rey - reyes. Sin embargo hay excepciones como palabras cuya y en el plural suena [i], no [y]: jersey - jerséis.
- Si el sustantivo termina en -z, ésta se cambia a c y se añade -es: lápiz - lápices, matiz – matices.
- Los sustantivos que acaban en -s o -x y no son agudos, permanecen invariables para formar el plural: el viernes - los viernes, el tórax - los tórax, el virus – los virus, el cumpleaños – los cumpleaños.
- Sustantivos que sólo admiten la forma singular (singularia tantum): el cenit, el este, el oeste, el norte, el sur, la sed, el cariz, la tez, el caos, la salud, la grima, el fénix.
- Sustantivos que sólo admiten la forma plural (pluralia tantum): las gafas, las nupcias, las tenazas, las vacaciones, los víveres, los andurriales, los anales, los aledaños, las gárgaras, trizas, tinieblas, modales, trébedes, enseres, exequias, afueras, entendederas, facciones, vituallas, honorarios, andas, añicos, arras.
- Sustantivos que se pueden usar en su forma singular y plural: el pantalón/los pantalones, la tijera/las tijeras.
- Los apellidos tienden a no pluralizarse, pero se está haciendo más común la pluralización entre los hablantes de español: los González, los García o los Garcías, los Navarrete.
- En los sustantivos compuestos, sólo el segundo elemento puede pluralizarse, siguiendo las reglas de pluralización: la pelirroja - las pelirrojas, el ferrocarril -los ferrocarriles.
- Las siglas no tienen plural: los GAL, las ONG.
Otras formas de clasificación
Según la semántica, los sustantivos se clasifican en:
- Sustantivos concretos: representan conceptos independientes. Son nombres de cosas que pueden percibirse con los sentidos del cuerpo o que imaginamos como realidad, por ejemplo esa mesa, ese niño
- Sustantivos abstractos: representan conceptos dependientes (inmateriales) y designan por tanto entidades que no se perciben con los sentidos del cuerpo, sino con la mente, como por ejemplo nación, engaño, amor, odio, contradicción, bondad, virtud, honradez. Los sustantivos abstractos los podemos clasificar en:
- Abstractos de fenómeno: Están relacionados con sustantivos que designan acciones, estados o sus efectos, por ejemplo lectura, caminata.
- Abstractos de cualidad: Están relacionados con adjetivos y designan cualidades o propiedades de los objetos o de los seres, por ejemplo belleza, maldad.
- Abstractos de números o cuantitativos: Cuantifican tanto de forma precisa como de forma imprecisa, por ejemplo cantidad, montón.
Según la unicidad de la referencia, los sustantivos se clasifican en:
- Sustantivos comunes: Permiten nombrar a todas las personas, animales o cosas de la misma clase o especie, sin particularizar su significado como hombre, caballo, casa. Agrupan los objetos que denominan por sus características, sin expresar rasgos distintivos. Por eso, se consideran sustantivos genéricos.
- Sustantivos propios: Distinguen o particularizan a cada individuo de los demás de una misma clase, especie o género. Se aplican a un solo ser, persona, animal o cosa. Por eso, se consideran sustantivos individuales. Los nombres de las personas y de los países son nombres propios. Los sustantivos propios se escriben SIEMPRE con letra inicial mayúscula.
Según el tipo de referencia, los sustantivos se clasifican en:
- Sustantivos individuales: Son sustantivos que en su forma singular, nombran a un solo ser como pluma, árbol, rosa. Designan a un único ser, pero admiten el morfema del plural para designar a más de uno.
- Sustantivos colectivos: Son sustantivos que poseyendo una estructura de singular, nombran a un conjunto de número indeterminado de seres o cosas como plumaje, bosque, rosaleda, muchedumbre, gentío, bandada, coro, alameda. Tienen inherente la idea de pluralidad sin necesitar un morfema que lo exprese, pero no en el sentido de uno más uno, sino en cuanto a conjunto colectivo formado por varias unidades de la misma cosa designada.
Según la composición del sustantivo, los nombres se clasifican en:
- Sustantivos simples: Son los sustantivos que están formados por una sola palabra.
- Sustantivos compuestos: Son sustantivos que están formados por dos palabras simples, como por ejemplo anteojos, pararrayos, cascanueces, aguardiente.
3.Sustantivos Parasintéticos: son aquellos que son compuestos y derivados a la vez; por ejemplo: anteojitos, corito
Según la complejidad morfológica o el origen de los sustantivos, los nombres se clasifican en:
- Sustantivos primitivos: Las palabras primitivas son las que sirven de cabeza de serie a una familia, funcionando como raíz de las palabras derivadas de ellos. Los sustantivos primitivos sólo están formados por un lexema básico y optativamente por morfemas de género y número. Por ejemplo pan.
- Sustantivos derivados: Las palabras derivadas nacen de las primitivas, cuando se les agrega sufijos o prefijos, como por ejemplo panadería, panadero, inmortal , mortal.
- Sustantivos aumentativos: Son los sustantivos que designan a personas, animales, cosas o fenómenos de gran tamaño o alto grado de intensidad, como por ejemplo niñote, perrazo, arbolote, sillota, ruidazo.
- Sustantivos diminutivos: Son los sustantivos que designan a personas, cosas, animales y fenómenos que se caracterizan por su pequeñez, poquedad o menor grado de intensidad, como por ejemplo niñita, gatito, manzanita, mesita, viejecita.
- Sustantivos despectivos: Son los sustantivos que designan a personas, animales, cosas y fenómenos que son tratados con desprecio o desdén, o vistos como inferiores, como por ejemplo jovenzuelos, mosquillo, plantucha, libraco.
- Sustantivos gentilicios: Son los sustantivos que se derivan del lugar de nacimiento (país, región o estado) de personas, animales o cosas, como por ejemplo, español, colombiano, chileno, peruano, sueco, suizo, panameño, argentino, danés.
- Sustantivos patronímicos: Son los sustantivos que se derivan de algún nombre propio. Por ejemplo los apellidos de origen español se formaron originariamente a partir del nombre de pila. Normalmente acaban en -ez. Se da el nombre de patronímicos a todos los apellidos. Por ejemplo de Gonzalo – González, de Fernando – Fernández.
- Sustantivos hipocorísticos: Son los sustantivos propios que hacen una abreviación o modificación familiar del antropónimo. Por ejemplo, de Francisco, Paco, de José, Pepe.
Según la contabilidad de los nombres:
- Sustantivos contables: Señalan entes que se pueden contar, por ejemplo cinco niños, tres rocas, trece euros. Los sustantivos contables se combinan con cuantificadores plurales sin alterarse semánticamente.
- Sustantivos incontables: Señalan realidades que no se pueden contar salvo al referirse a clases o variedades distintas, por ejemplo leche, humor, aire, humo, basura.
- Los sustantivos incontables solamente pueden combinarse con cuantificadores en singular sin modificar su significado. Sólo admiten numerales cardinales o cuantificadores plurales cuando indican una clase o modalidad. Por ejemplo: "Tres vasos de leche", "Muchos vasos de leche", "Mucha leche", "Los humos emitidos por los ácidos suelen ser nocivos", "Mucho aire".
ellos se clasifican por mitades deacuerdo con el pronombre personal.