Caballo marino chilote

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El caballo marino es una criatura acuática perteneciente a la mitología chilota que tiene cierta semejanza con el hipocampo.

Descripción

Esta criatura solo podrían ser vistas por quienes tienen poderes mágicos o un dón para ello, y lo describirían como una mágica criatura que se parece a un caballo normal, pero tiene el hocico más largo, crines doradas, patas en forma de aletas y una firme cola propulsora, semejante a la cola de un pez. Estos animales serían de variados tamaños y tendrían un color verdoso amarillento oscuro porque se alimentarían de algas marinas como el luche y el cochayuyo.

Leyenda

Los chilotes cuentan que estos seres habitan en gran cantidad en el mar frente a la costa occidental de la Isla Grande de Chiloé y las islas de sus alrededores; y que sólo los brujos chilotes tienen la capacidad de verlos. Por lo mismo, solo ellos pueden aprovecharlos como cabalgaduras para llegar al barco fantasma llamado Caleuche; siendo esta necesidad de monturas producto a que por las leyes mágicas del mar y de la brujería, los brujos no pueden usar su magia para llegar al mítico barco fantasma, ya que los brujos sufrirían graves consecuencias por parte del Millalobo (el Rey del mar) si ellos no cumplieran esta ley.

También se dice que luego de dejar a su amo en el Caleuche, estas criaturas nadarían cerca de la costa, y que aunque son invisibles para la gente normal, cualquier persona podría conocer indirectamente la presencia de estos míticos animales; al observar el movimiento del mar entre las rocas, y ver como salta el agua desde el fondo.

Domesticación de los caballos marinos

Se dice que los brujos eligen a su caballo marino mientras el Caleuche navega bajo el mar, ya que en ese momento pueden estar más cerca de los animales para atraparlos. En ese momento el brujo le coloca su marca para que quede permanentemente a su servicio. De este modo, cuando el brujo necesita los servicios de su caballo marino, se acerca a la orilla del mar y lo llama mediante cuatro silbidos especiales. Al llegar el animal, el brujo lo enlaza con una cuerda hecha de sargazo (un alga); y luego de eso le debe palmotear las ancas para poder subirse al suave lomo del animal y darle la orden para deslizarse velozmente tras el Caleuche, dejando en su trayecto una estela en la superficie de las aguas. Al tener los caballos marinos una corta vida de sólo 4 años, luego de los cuales muere y se convierte en gelatina que se disuelve en el mar; el brujo debe volver a capturar y domesticar otro caballo marino.

Se dice que estas criaturas son muy fuertes, y que cada brujo tendría uno o más de un caballo marino. Como estos animales poseen varios tamaños, a los más pequeños los usarían para uso personal, y los más grandes se usarían para transportar a varios brujos y/o sus sirvientes, o a sus pertenencias y mercancías entre otros objetos. El caballo marino más grande sería usado para transportar en forma holgada y segura a los principales "trece brujos" integrantes de la mayoría.

Véase también

Referencias

  • Bernardo Quintana Mansilla. Chiloé mitológico: mitos, pájaros agoreros, ceremonias mágicas de la provincia de Chiloé. s.n., 1987.