Español: El logo del Jubileo combina la letra “jota” y la “a”, para leer de izquierda a derecha o de derecha a izquierda, tanto Año Jubilar como Juan de Ávila.

Además, las dos jotas, aunque estilizadas, conforman un ancla. Esta es uno de los símbolos más antiguos utilizados por el cristianismo para hablar de la fe, siendo una imagen habitual en los enterramientos cristianos primitivos. La fe está anclada y es fuerte porque «hemos conocido el amor», ya no cabe el miedo, sino la fuerza que nos regala Cristo. En este mismo sentido, el Año Jubilar se enclava dentro del Año de la fe, es nuestra forma particular de vivirlo, con la gracia jubilar. Será san Juan de Ávila, que nos ha «enseñado» la fe con sus palabras de manera tan eficaz que la Iglesia lo ha proclamado Doctor, quien nos acompañe a conocer y vivir la fe. Él nos muestra a Cristo, él nos «enseña» al Salvador.

El «ancla» formada por las dos jotas está presidida por la cruz. Es el Señor quien lo ha hecho, en quien creemos, y su cruz la que nos salva. La cruz sujeta nuestra ancla, hace que la fe esté anclada, que sea fuerte.

En cuanto a la tipografía, se ha utilizado «Vítor», de la Universidad de Salamanca. No solo por la historia del santo allí, sino por su proclamación como Doctor. Al conseguir este grado, tanto los estudiantes salmantinos, como los de Sevilla y Alcalá, pintaban «vítores» en las paredes, utilizando sangre de toro, que le daba el color rojo oscuro y además los hacía perdurar. La tipo aquí es un «guiño» a su Doctorado, motivo por el cual se solicitó el Jubileo y por lo que el Santo Padre lo concede. El color es el propio de los «vítores»; además, se buscaba un tono que diera al logotipo diera nobleza y elegancia.

Y por último: Almodóvar, con una tipografía claramente distinta, que evoca el tiempo actual, indicamos el lugar físico en el que se celebra el Jubileo y el lugar de nacimiento del santo.