Español: Casa del martillero público Jaime Oliva, asesinado por el fundador de la Universidad Santo Tomás, Gerardo Rocha, el 22 de febrero de 2008. Calle Neptuno #341, El Quisco, Chile.

Según el programa Enigma, de TVN, Rocha contrató los servicios de Dante Yutronic, dueño de la tienda especializada "La casa del espí­a", para que realizara seguimientos a Oliva e, incluso, interviniera sus llamadas telefónicas.

Los celos enfermizos de Rocha lo llevaron a elaborar un plan para vengarse de Oliva por un supuesto abuso sexual que su pareja, la sicóloga Verónica Espinoza, habí­a sufrido años atrás por parte de él.

Con la ayuda de dos hombres, Rocha ingresó a la vivienda de Oliva en la comuna de El Quisco, lo encañonó, lo maniató con cinta adhesiva y le aplicó una descarga eléctrica que lo dejó inconsciente sobre la cama de una de las habitaciones. Posteriormente, lo roció con bencina y le aplicó una segunda descarga, cuya chispa provocó una esplosión en el segundo piso de la casa.

Aunque Rocha resultó con más del 40% de su cuerpo quemado, logró salir de la vivienda por sus propios medios para esconderse durante algunos minutos en un sitio eriazo cercano a la casa.

Junto con sus ayudantes, Rocha pudo llegar a la Clí­nica de Reñaca. Horas más tarde, fue trasladado a la Clí­nica Indisa en Santiago. Tras dos meses agonizando inconsciente, Gerardo Rocha murió el 5 de mayo de 2008 a las 4:30 horas por una falla orgánica múltiple.