Divino Anticristo

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José Pizarro Caravantes

José Pizarro Caravantes, El Divino Anticristo en 2012
Información personal
Nombre de nacimiento José Onofre Pizarro Caravantes Ver y modificar los datos en Wikidata
Otros nombres Divino Anticristo
Isabelísima
Rey de la Macedonia
J.M. Advanceinsteinbraun
Extraterrestrisimo
Nacimiento 12 de mayo de 1953
Santiago de Chile
Fallecimiento 14 de octubre de 2017 (64 años)
Santiago de Chile
Nacionalidad  Chilena
Información profesional
Ocupación Escritor y personaje callejero

José Onofre Pizarro Caravantes (Santiago de Chile, 12 de mayo de 1953; ibidem, 14 de octubre de 2017), más conocido como Divino Anticristo, Isabelísima, Extraterrestrísimo, Rey de la Macedonia o J.M. Advanceinsteinbraun, fue un escritor y personaje callejero chileno. Tanto por su vestimenta y conducta peculiares, como por la notable producción de escritos autopublicados que vendía en la calle, llegó a ser un ícono del barrio Lastarria de la capital chilena.[1]​ Gran parte de su obra se encuentra recopilada en el Blog El Divino Anticristo.[2]

Biografía[editar]

Primeros años[editar]

José Pizarro nació en el seno de una familia constituida por padres profesionales y cuatro hijos, siendo él el mayor de los hermanos.[3]​ Según informaciones aportadas por Ricardo Pizarro, uno de sus hermanos, José creció de manera común y corriente, se formó en el Liceo Lastarria y finalizó sus estudios secundarios de manera exitosa.[3]

Estudios universitarios[editar]

El nivel cultural relativamente alto que trasciende en sus escritos ha dado paso a que existan varias versiones míticas sobre sus supuestos estudios y ocupaciones anteriores (algunos dicen que en el pasado fue médico, abogado o contador). Sin embargo, la única versión que se conoció de manera independiente de sus propios delirios es la de su hermana. Según ella, al finalizar el liceo se trasladó a Valparaíso, donde comenzó estudios de Literatura en la Universidad Católica, los que más tarde abandonó para ingresar a la Universidad de Chile en Santiago para estudiar Computación.[1]

En 1973 se casó y tuvo un hijo,[1]​ aunque otras versiones apuntan a la existencia de dos hijos residentes en Alemania.[4]​ Por aquel entonces llevaba una vida social y productiva normal. En 1980 fue bombero voluntario de la Tercera Compañía de Santiago.[4][5]

Vida en la calle[editar]

Justamente habría sido un incendio de la casa familiar que habitaba el exbombero con sus padres y hermanos el acontecimiento que en 1982 gatilló su locura.[6]​ En otro testimonio de su hermano, el instituto donde trabajaba el padre se habría venido abajo con el terremoto de 1985 y lo que quedó de él se habría incendiado, dejando el edificio completamente irrecuperable, tras lo cual el padre de ambos habría caído en una profunda depresión, enfermando finalmente de Alzheimer.[7]

José comenzó entonces a vivir sumido en sus delirios, deambulando por las calles santiaguinas, principalmente las del barrio Lastarria, donde transcurrieron las últimas décadas de su vida.

Allí vendía sus textos, escritos en cualquier banco de una plaza o sentado en unas escalinatas, casi siempre manuscritos, a veces mecanografiados, los que multicopiaba en la fotocopiadora de una librería del barrio. La producción escrita, en un lenguaje florido y de corte claramente delirante, pero para muchos de notable valor literario, conquistaba la admiración de muchos jóvenes, principalmente estudiantes (que él llamaba «poetas»).[1]

Internación psiquiátrica[editar]

En 2006 tuvo lugar la única internación psiquiátrica de su vida, gestionada por la Municipalidad de Santiago y a petición de su hermano Ricardo, en la clínica Normita Fournet, donde permaneció dos meses y recibió el diagnóstico de esquizofrenia paranoide crónica. Su internación, en contra de su voluntad, llevó a la formación de un movimiento que publicó páginas web, organizó protestas en la calle y mantuvo viva la presencia del asunto en los medios de comunicación. El movimiento tuvo éxito y logró que finalmente fuese «liberado».[1][8]

Tras la salida de la clínica psiquiátrica continuó exactamente con las mismas prácticas de vida callejera, arrastrando su carro de supermercado lleno de objetos inútiles o extraños, produciendo sus publicaciones y vendiéndolas en la calle. Solo cambió algunos de sus hábitos de vestimenta. Antes de ser internado vestía falda femenina justo hasta debajo de la rodilla, atuendo que le valió el apodo de «el viejo vieja», y después usaba pantalones (aunque conservando el pañuelo en la cabeza).

En 2009 dejó el barrio Lastarria y se fue a pie con su carro de compras hasta la ciudad de Los Andes, pero volvió a Santiago al poco tiempo, porque al parecer allí no consiguió público suficiente para sus escritos. Según su propia versión, regresó igualmente caminando; según su hermano, quien falleció en 2011, él lo habría ido a buscar.[1]

Deceso[editar]

Alrededor las 4:15 de la madrugada del sábado 14 de octubre de 2017 su cuerpo sin vida fue encontrado frente a la torre 10, cerca del cruce de las calles Marcoleta y Portugal (un sector que el Divino Anticristo, quien entonces se hacía llamar «Rey de la Macedonia», frecuentaba en los años 90, cuando la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile ocupaba las dependencias del edificio conocido como «La Placa»). La policía retiró el cadáver para estudiar las causas de su muerte, aunque en primera instancia se descartó la intervención de terceros. Las redes sociales lamentaron el deceso del popular personaje con diversos homenajes póstumos. Pero también la prensa chilena establecida, incluida la televisión, informó profusamente del fallecimiento del «Divino Anticristo».[9][3][10]

Obra literaria autopublicada[editar]

José Pizarro escribía en prosa sobre una amplia gama de temas de política, filosofía, religión, salud pública, deportes y actualidad. El formato de sus publicaciones (que él solía denominar «libros») era el de un cuadernillo en hojas blancas de tamaño oficio cuidadosamente pegadas con una cinta adhesiva de embalaje a modo de encuadernación. En los últimos años, solía poner la bandera alemana en todas las cubiertas de sus cuadernillos. El discurso era evidentemente delirante, pero no era el típico lenguaje deshilachado de las personas con esquizofrenia crónica, sino que mantenía una cierta coherencia interna y ciertos patrones regulares que daban espacio a un análisis del discurso. Aparte de curiosos neologismos, hacía un uso muy creativo de diminutivos, aumentativos, superlativos, derivadas en general y otras inflexiones curiosas. Por ejemplo, escribía comunisteros o comunistitos para referirse a los comunistas; usaba la expresión chamullito en medicinita para designar prácticas corruptas en general (no solo en salud pública); escribía Diosísimo para referirse a Dios, donde el superlativo era utilizado no necesariamente por respeto a lo divino, puesto que también denominaba carrísimo al humilde carro de supermercado en el que trasportaba sus pertenencias, mercancías curiosas y escritos. Sin embargo, no hay reivindicación de su obra literaria, «poetas» son sus lectores y seguidores. En su sistema delirante, su literatura era una misión: todos sus escritos eran dictados por el Señor Diosísimo, de quien él se consideraba «su secretario».[11]

Popularidad[editar]

Aunque en Santiago de Chile existen, como en toda gran urbe, centenares de vagabundos sin techo, muchos de ellos vistosos, enfermos psiquiátricos crónicos y con curiosas biografías, rara vez un personaje llega a ser tan popular y despierta tal fascinación en los medios de comunicación como para producir un amplio despliegue informativo tras su muerte. Y no solo en ese momento, sino también con anterioridad: a propósito de su internación psiquiátrica, ya había convocado a un movimiento que surgió espontáneamente en defensa de sus derechos (la internación se había producido sin su consentimiento), con notable cobertura mediática. Sin duda la espectacularidad de su perseverante y voluminosa producción de revistas ha sido el principal motivo, puesto que al plasmar sus pensamientos por escrito permitía el estudio de su discurso delirante, cuestión que fascinaba a los estudiantes e inspiraba a los artistas. La pintora chilena Diana Navarrete, por ejemplo, retrató al Divino Anticristo con su carrísimo en un óleo sobre tela.[12][4]​ La popularidad del personaje santiaguino le ha valido también más de una cita en alguna novela, como referente del vendedor delirante de textos.[13]​ Asimismo, la banda chilena de rock Primavera de Praga compuso y grabó la canción «La vida y el corazón», dedicada al «Divino Anticristo» y en el correspondiente videoclip aparecen fugazmente algunas imágenes del personaje.[10]​ Pedro Lemebel escribió una crónica, La loca del carrito (o El trazo casual de un peregrino frenesí), en la que describe al «Divino Anticristo», que también aparece en el libro De perlas y cicatrices, publicado en 1998. Aparece además como títere en un segmento de la serie infantil 31 minutos, en la encuesta de Mico el Micófono.[14]​ En octubre de 2018, el proyecto de música electrónica experimental INTI[15]​ publica un disco conceptual basado en las grabaciones de entrevistas realizadas al «Divino Anticristo», mezcladas con música electrónica, titulado Divina Antimuerte.

Referencias[editar]

  1. a b c d e f Ferrer D., Consuelo (14 de octubre de 2017). «Adiós al «Divino Anticristo»: Quién era el icónico personaje santiaguino que falleció este sábado». El Mercurio. Consultado el 16 de octubre de 2017. 
  2. «Blog del Divino Anticristo». 
  3. a b c Redacción del noticiero 24 Horas (14 de octubre de 2017). «La historia del llamado "Divino Anticristo"». Televisión Nacional de Chile. Consultado el 16 de octubre de 2017. 
  4. a b c «Encuentran muerto al "Divino Anticristo", popular personaje de las calles de Santiago». Radio Cooperativa. 14 de octubre de 2017. Consultado el 16 de octubre de 2017. 
  5. «El homenaje a José Pizarro Caravantes, el Divino Anticristo, de parte de su compañía de Bomberos». The Clinic. 14 de octubre de 2017. Consultado el 17 de octubre de 2017. 
  6. Vera, Angélica (14 de octubre de 2017). «Carabineros confirma muerte de El Divino Anticristo en Marcoleta». La Tercera. Consultado el 16 de octubre de 2017. 
  7. Ricardo Pizarro (2011). Homenaje a Cano Pizarro. Chile. 
  8. Molina, Ignacio (17 de abril de 2014). «El Anticristo es nazi y vive en Chile». Vice. Consultado el 16 de octubre de 2017. 
  9. Redacción del noticiero 24 Horas (14 de octubre de 2017). «Murió el "Divino Anticristo", emblemático personaje del barrio Lastarria». Televisión Nacional de Chile. Consultado el 16 de octubre de 2017. 
  10. a b Redacción del noticiero Tele13 (15 de octubre de 2017). «VIDEO: ¿Quién era el popular "Divino Anticristo"?». Canal 13 de televisión. Consultado el 16 de octubre de 2017. 
  11. Gallo, Macarena (25 de noviembre de 2013). «La nueva vida del Divino Anticristo: “Me retiré de Lastarria y me aburrí de publicar mis escritos”». The Clinic. Consultado el 17 de octubre de 2017. 
  12. «El divino anticristo y su carrísimo (Ustedes y sus pilchas) by Diana Navarrete Astroza». Saatchi Art. Consultado el 16 de octubre de 2017. 
  13. Apablaza, Claudia (2010). EME/ALa tristeza de la no historia (2ª edición). Santiago de Chile: Cuarto Propio. p. 67. ISBN 978-956-260-541-0. Consultado el 16 de octubre de 2017. «En fin, imprimiré todos mis cuentos, incluso los frustrados, me iré a poner como el divino anticristo en las calles de Lastarria». 
  14. «31 minutos - Encuesta - Hola, ¿qué hace? Del episodio «Bodoque envenenado»». YouTube (Santiago de Chile). 2015. Escena en minuto 0:53. Consultado el 10 de septiembre de 2023. 
  15. «Divina Antimuerte, by INTI». INTI. Consultado el 21 de enero de 2019.