Yunalesca

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En el videojuego Final Fantasy X era hija del poderoso invocador Yu-Yevon, creador de Sinh en la guerra entre Zanarkand y Bevelle. Después de que su padre creara a Sinh, Yunalesca luchó contra él y fue la primera alta invocadora que lo derrotó. Para ello invocó al eón supremo. Murió en esa batalla junto a Sinh y su marido y guardián Zaon.

Su espíritu habita durante el juego en el templo de Zanarkand. Allí espera a los invocadores que, como ella, quieran derrotar a Sinh, una y otra vez. Su misión es la de, para poder invocar al aeon supremo, dar a escoger qué guardián de los que acompañan al invocador se transformará en tal ser. De esta manera, el guardián en sí, se convertirá en el renacido Sinh.

La última ocasión en que un invocador derrotó a Sinh, fue la del padre de Yuna, Braska y sus dos guardianes, Jecht y Auron. En esta ocasión sería Jecht el que aceptaba convertirse en el aeon supremo. En la batalla moría Braska, y Jecht se transformaba en Sinh. Auron volvía junto a Yunalesca para pedir explicaciones de esa desgracia. Pero ella, le hirió en su ojo y su brazo derechos. Diez años después, en la visita de Yuna al templo de Zanarkand, al proponérsele la opción de elegir un guardián para ser el aeon supremo, Auron instiga al grupo a acabar con ella.

Luchar contra ella es un poco complicado. Se debe reservar la modalidad turbo de los Eones y utilizar antimagia para anular su revitalia. Cuidado con mordisco infernal, que cusa el estado zombi a tu grupo y con verdugo, que causa muerte instantánea a todos tus aliados. Asegúrate de llevar una defensa contra la muerte, en el caso de carecer de ella, asegúrate que uno de tus guerreros este en estado zombi. Es aconsejable tener a todos con espejo, para restablecer VIT con remedio Albhed, y tener muchas unidades de agua bendita.