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Zoysia japonica es una especie de hierba perenne corta que crece formando una cubierta densa y verde sobre el suelo. Es una gramínea nativa de las praderas costeras del sudeste asiático e Indonesia. Llegó a Europa a finales del siglo XIX y aunque todavía no está muy extendido su uso como césped, cada día tiene mayor aceptación por su valor ornamental y tolerancia a la sequía.

Características

El tallo de Zoysia japónica es plagiótropo, crece emitiendo numerosos rizomas y estolones de los que brotan las hojas lisas, rígidas, verticales y de 0.5 mm de ancho. La textura de Zoysia japónica es más áspera que en otras variedades de su género. Su sistema radicular adventicio le proporciona gran tolerancia a la sequía. Cuando se le somete a una periodo seco prolongado puede buscar la humedad desarrollando sistemas de raíces más profundos. Resiste temperaturas realmente bajas (hasta -13ºC) aunque pierde su color verde con las heladas y se vuelve pajiza y marrón. Pero recupera su tono original en primavera. También se adapta a suelos moderadamente salinos y a la sombra.

Clima

Z. japonica es un césped de estación cálida que funciona bien en climas templados e intermedios. Su tolerancia a la salinidad lo hace idóneo para plantar en regiones costeras. Se puede utilizar en climas secos si se le proporciona humedad adicional mediante riegos.

Cultivo

Z. japonica es la única especie de Zoysia que puede propagarse por semillas, pero la germinación de la simiente es lenta y tarda alrededor de un mes en brotar. La plantación vegetativa (por división de rizomas o tepes) es la forma principal de cultivo. Las semillas de Z. japonica necesitan humedad constante y una temperatura de al menos 20ºC en el terreno para germinar. La siembra debe hacerse en primavera, de cara al ascenso de las temperaturas, para aprovechar al máximo la temporada vegetativa de la planta.

El césped de Z. japonica es lento en establecerse, pero forma una cubierta vegetal tan densa y tupida que pocas malezas pueden crecer en un prado de Zoysia. Además, al ser una hierba de crecimiento lento, no requiere siegas tan frecuentes como otras cespitosas. Se recomienda mantener a una altura entre 2,5 y 4 cm.

Z. japónica se adapta a todo tipo de suelos siempre y cuando drenen adecuadamente y no se encharquen. Bastará fertilizar el terreno un par de veces al año con un abono equilibrado, una vez en primavera y otra en otoño.