Usuario:SAMMYTQM/Taller
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EL USO DE LA TECNOLOGÍA EN EL APRENDIZAJE[editar]
“Actitud del Docente ante el uso de las Nuevas Tecnologías Educativas[editar]
El docente puede aplicar en la institución las TIC, para facilitar el aprendizaje y desarrollar la clase de manera dinámica e innovadora donde el estudiante indague, sea crítico, reflexivo, investigador, entre otros: el trabajo del docente debe estar basado en análisis, características e implicaciones afectivas de las mismas, breves alternativas que en el menor grado represente una limitación en el proceso educativo. Un ambiente de aprendizaje enriquecido con tecnología permite ofrecer al educador nuevas formas de enseñar y reflexionar sobre su propia práctica educativa, permitiéndole facultar al estudiante en el uso de dicha tecnología para estimular el proceso de aprendizaje. Las TIC tienen ese potencial que permite diseñar distintos escenarios de interacción que se verán reflejados en experiencias significativas en los ambientes de aprendizaje.
Saber leer y escribir con el uso de la tecnología[editar]
Para hablar de un proceso de lectoescritura acorde con las generaciones actuales, es preciso situarnos en algunas problemáticas que afectan, y que de hecho necesitan solución. Es entonces, cuando observamos que existen vacíos notorios en el proceso de la enseñanza y aprendizaje de la lectura y la escritura, especialmente en la parte inicial, debido a que se emplean métodos tradicionales relacionados con el silabeo y el sondeo o cuando más, los métodos de palabras normales o globales, por desconocimiento de alternativas diferentes o por el temor e incertidumbre que generan las nuevas propuestas sin la debida capacitación, lo cual está incidiendo en el aprendizaje de todas las áreas.
Impacto tecnológico en la lectura y escritura[editar]
Con cada avance tecnológico se han percibido cambios en los paradigmas relacionados con la lectura y escritura. El libro impreso marcó y transformó las sociedades, posibilitó el acceso a la información y el conocimiento conservado desde épocas antiguas. Las primeras bibliotecas públicas y privadas se consideraron como centros de conocimiento. Quienes sabían leer recurrían al texto escrito para demostrar, "sin lugar a dudas" que eran dueños de la verdad. Las discusiones se resolvían cuando alguien probaba que lo que decía estaba escrito en un libro. La letra impresa era respetada y temida universalmente. En algunos casos este temor llevó a quemas masivas de obras escritas para evitar que el pueblo se enterara de ideas que atentaban con el orden establecido. Estos hechos fueron comunes en la edad media. En la actualidad el libro todavía conserva un estatus elevado en materia de información, las escuelas de todo el mundo lo valoran como fuente de conocimiento y saber. Resulta difícil pensar que este paradigma está en vías de desaparecer y que es necesario preparar a las nuevas generaciones para el uso de otras formas de conservar y trasmitir el conocimiento y la información.
