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Investigación sobre el cáncer

Antonio Brú, es conocido por sus declaraciones en las que afirma que el cáncer avanzado se puede tratar y curar con dosis de NEUPOGEN, un factor de crecimiento de neutrófilos (G-CSF) usado ya en Oncología para recuperar los niveles de estas células sanguíneas tras la quimioterapia. Tal afirmación se hizo a raiz de la supuesta curación de un enfermo terminal de cáncer hepático con ese tratamiento, que Antonio Brú publicó (Mayo 2005) en una revista científica, Physical Review Letters, la cual ha sido fuente de controversias a la hora de otorgarle el parametro de impacto adecuado dentro de las revistas científicas. Además, Brú señaló que había tratado a dos pacientes de cáncer con G-CSF, afirmando que el cáncer había remitido, aunque ésto no se ha verificado de manera fehaciente por la comunidad científica.

El hecho de que Brú fuese un profesor de la Universidad Complutense, que hubiesen colaborado previamente con él investigadores del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, y que la base científica que él postulaba era una mezcla de matemáticas y biología, hizo que la noticia fuese considerada de mucho interés. La gran transcendencia medíática hizo asegurar que el enfermo deshauciado había vuelto a trabajar, y que había otro caso exitoso en vías de publicación. Por tanto el éxito de su terapia era hasta la fecha del 100% (dos tratados, dos curados) Ello hizo que muchos enfermos de cáncer en situación terminal reclamasen el tratamiento en forma compasiva o recurriesen a la automedicación. Surgieron éntonces dudas sobre la realidad del caso publicado, y de las teorías que sustentaban el efecto antitumoral del NEUPOGEN.

En las críticas, Brú esperaba encontrarse con refutaciones científicas fundamentadas que validaran o no su teoría, pero se encontró con ataques corporativos de la clase médica, ya que él no era médico, aunque su equipo estaba compuesto por personas que sí lo eran, y con el desinterés de las grandes mutinacionales farmaceúticas, que supuestamente, según otros, no querrían perder los beneficios que reportaban los tratamientos convencionales. Por otro lado es de tener en cuenta que el laboratorio fabricante del NEUPOGEN, no estuvo dispuesto a colaborar con Brú. El laboratorio le devolvió sus estudios alegando que el NEUPOGEN llevaba más de 15 años en el mercado, y nunca ha curado ningún cáncer y a las dosis propuestas por Brú podía incluso provocar leucemias. El laboratorio ya había hecho ensayos en la fase II del medicamento hasta las dosis propuestas por Brú hacía casi 20 años y los resultados fueron nula eficacia terapeutica y altísimo riesgo de leucocitosis, así como fallo hepático. Pero la propuesta que presentaba Brú era distinta a la usada hasta ese momento, no solo había que usar el fármaco a dosis más altas, sino que debía mantenerse su acción constante durante un determinado tiempo con el fin de que los neutrófilos hicieran su trabajo. Algunos pensaron que la negativa del laboratorio se debía a que la patente del NEUPOGEN estaría a punto de caducar. Por otro lado, el propio Brú habia solicitado, previamente a la publicación, la patente de una preparación de medicamento para la terapia antitumoral por intervención de neutrófilos, como normalmente hacen todos los investigadores antes de publicar sus hallazgos, lo que suponía un claro conflicto de intereses con el resultado. Además, aunque Brú solicitaba publicamente la realizacíón de ensayos clínicos para confirmar los resultados, estos no se han llegado a realizar. Estuvieron a punto de hacerse en el hospital Ramón y Cajal de Madrid, pero por ambos lados no hubo acuerdo, el propio Brú declinó su realización por una supuesta animadversión con un médico del ensayo, que sorprendentemente había sido propuesto por uno de los firmantes del famoso trabajo. Por otro lado, de los 25 pacientes que se publicó en los médios que se incluirian en el ensayo, se redujo a un solo paciente, y si tras ese paciente había un resultado óptimo, se seguiría con el siguiente, algo que tampoco Brú aceptó. En Junio de 2007, Brú presentó la propuesta de realización de un ensayo clínico en la Fundación Puigvert de Barcelona, pero sorprendentemente no se le permitió realizarlo. No obstante, no se ha publicado ni se tiene noticia de ningún caso tratado en forma compasiva con Neupogen, tampoco si su efecto es positivo en la supervivencia de enfermos tratados. Brú publicó el famoso caso del hepatocarcinoma, pero no llegó a publicar el segundo caso de melanoma avanzado que tambien trató, según él, con éxito.

La base experimental sobre la que se sustentaba el uso del NEUPOGEN era que la llegada masiva de neutrófilos al borde del tumor, harían que se asentaran en las concavidades de dicho tumor y bloquearía su crecimiento. Sólo hubo una publicación previa, en una revista de Física, en la que tratando unos pocos ratones conseguía inhibir el crecimiento del tumor. En estos ensayos no utilizó G-CSF (NEUPOGEN) sino GM-CSF, cuya actividad biológica es diferente. Según los expertos, tanto G-CSF como GM-CSF, aumentaban el crecimiento de los tumores al proporcionarles más vasos sanguineos, curioso si se considera que la medicina oncológica lo utiliza habitualmente, y según Brú, en humanos solo se usa G-CSF por que tiene menos efectos secundarios que el GM-CSF como también dice la AGEMED y por eso no estar pemitido en España. Aunque este dato para unos importante y para otros no relevante, no se citara en este trabajo, ni en el posterior, de Brú y su equipo.

La base teórica que sustentaba la hipótesis procedía de estudios in vitro en donde se valoraba el crecimiento de colonias de células tumorales. El crecimiento de las colonias tenía unas características determinadas (crecimiento lineal, actividad proliferativa en los bordes, etc). Brú, con su equipo, describió que en cultivos, todas las celulas crecen siguiendo un mismo patrón, lo que denominó Dinámica Universal del Crecimiento Tumoral. Esta dinámica puede ser expresada de forma matemática según una ecuación que describe el proceso de crecimiento. Una de las características críticas de esta ecuación, es el movimiento que las células tumorales deberían tener en el borde de la colonia tumoral. Brú, aplicando una serie de leyes matemáticas, supuso que estas células se movían en busca de espacio entre la rugosidad del propio borde tumoral, situación más propícia para el crecimiento del tumor y que rellenando este espacio con otras células (p.ej. neutrófilos), conseguría impedir la movilidad de las células tumorales y por lo tanto, encapsulandolas, lograría que las células tumorales pasaran de un estado proliferativo a un estado quiescente y por fín a la necrosis. Hay que puntualizar que para Brú, y según su descubrimiento sobre la Dinámica Universal del crecimiento tumoral, el tipo de tumor sólido, en sí, no es lo importante, ya que todos los tumores crecen de la misma manera. Esta hipótesis, sin embargo, es contraria a la que se supone hoy día, ya que para la oncología convencional, existen más de 260 tipos diferentes de cánceres, cada uno con una peculiar manera de crecimiento. El escaso trabajo experimental en ratones y con un sólo tipo de tumor, quiso ser la demostración de esta teoría, tras esto y por medio del uso compasivo, Brú aplicó su teoría y el tratamiento propuesto en humanos, y cuyo resultado fué publicado en la revista antes mencionada.

Críticas

Las investigaciones del Dr. Brú han sido acogidas con gran escepticismo dentro de la comunidad científica en España, y algo mejor en el extranjero. Las críticas más habituales han sido:

La teoría es inverosimil y no está demostrada en fase preclínica. G-CSF se ha venido suministrando a los pacientes de cáncer más de una década, sin que se hayan observando propiedades curativas. Sólo ha investigado dos casos, lo que hace posible que se haya tratado de diagnósticos erróneos. Ha tratado a pacientes sin haber realizado previamente una investigación previa suficientemente rigurosa. Parte de los médicos que colaboraron al principio con las investigaciones del Dr. Brú dejaron de hacerlo tras considerar que se arriesgaba demasiado con su hipótesis. Eso dejó al Dr. Brú con los investigadores iniciales provenientes de su familia y círculo de amistades. La terapia propuesta por el Dr. Brú no ha sido validada científicamente en forma alguna debido, en gran medida, a las múltiples trabas administrativas que se ha encontrado el equipo para poder hacer un ensayo clínico válido con la terapia. Tanto la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica) como la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer), así como los máximos responsables de la oncología en España han vertido duras críticas contra la propuesta del señor Brú, ya que según ellos, sus hipótesis carecen de base científica.

Situación actual de su investigación contra el cáncer

La situación actual de las investigaciones de la terapia propuesta por el equipo de Bru a su teoría sobre el cáncer está paralizada, debido a las multiples trabas administrativas, la falta de ayuda para seguir investigando, y por tanto, la falta de resultados y de validación científica.

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