Usuario:Diana Bautista Sánchez/Estromatolitos del Cinturón de Rocas Verdes de Isua

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Los estromatolitos del Cinturón de Rocas Verdes de Isua- ISB por sus siglas en inglés (Isua Greenstone Belt)- son estructuras de origen biótico encontradas en Groenlandia. El Cinturón de Rocas Verdes de Isua es el sitio con el mayor número de rocas metasedimentarias del Eón Eoarcaico con zonas de baja deformación [1]​, lo cual beneficia la conservación de estructuras sedimentarias, como lo son los estromatolitos. El 22 de septiembre de 2016, se publicó en la revista Nature un artículo titulado Rapid Emergence of Life Shown by Discovery of 3,700-million-year-old microbial structures, en el cual se expone el descubrimiento de los estromatolitos  ISB, los más antiguos hasta ahora[2]​.

Los estromatolitos descritos en este artículo se destacan de otros debido a su antigüedad y por sus características se ha propuesto que el origen de la vida tuvo lugar en el Eón Hádico (hace más de 4,000 millones de años), y no en el Eón Eoarcaíca (hace más de 3,600 millones de años) como antes se pensaba [2]​.  Esta estimación coincide con los estromatolitos de Pilbara Craton -los más antiguos antes de que se encontraran los estromatolitos ISB-, cuya diversidad sugiere que la vida se originó hace más de 3,480 millones de años[3]​.

Características[editar]

Una de las características de los estromatolitos ISB es la presencia de una fase fluida de dióxido de carbono, lo cual provoca que el cuarzo y la dolomita en la roca estén en equilibrio y no reaccionen, preservando las estructuras primarias casi intactas [2]​. Al analizar estas estructuras bien preservados, se han hecho diversas inferencias sobre la identidad de los microorganismos que formaron los estromatolitos, así como el ambiente en el que vivieron.  En el artículo de Nutman presentado en la revista Nature en el 2016, se analizaron 3 diferentes zonas de las rocas con estromatolitos ISB:

  • Zona A:

En esta zona se observan estructuras en forma de conos asimétricos, como se había observado ya en otros estromatolitos en la formación Strelley Pool (hace 3400 millones de años) y Wooly Dolomite (hace 2030 millones de años). Esta información junto con la abundancia de Ti y K-la cual sugiere una clase de sedimento fangoso acomodado en un orden de magnitud específica en relación al sedimento adyacente- reafirman que estas estructuras sedimentarias tuvieron que haber sido creadas por un elemento biótico.

También aquí se encuentra evidencia de que los microorganismos que formaron los estromatolitos habitaban en un habiente marino, y no un hidrotermal, lacustre o un estuario; esto gracias a la presencia de elementos de tierras raras junto con Itrio

  •  Zona B:

En esta zona se encuentran estructuras laminadas combinadas con algunas superficies erosionadas, esto se debe a la acción de repetidos cambios de corriente dirigidos por el oleaje, otra característica que sustenta la inferencia de un ambiente marino.

  • Zona C:

Es en esta zona donde se encuentran los sitios de menor deformación, y también se muestra evidencia para el ambiente marino de baja profundidad en el cual vivían los microrganismos.  Esto a su vez indica que las rocas del Cinturón de Rocas Verdes de Isua provienen de orígenes variados, ya que también se han encontrados rocas que tienen su origen en ambientes profundos.

Las conclusiones que surgieron del análisis de estas zonas son diversas. En cuanto al ambiente en el que habitaban los microorganismos, se infiere que era un ambiente marino poco profundo[4]​ , esto gracias a la  alta concentración de bario en las capas de dolomita de estas rocas. Además, la presencia de Tempestite Breccias (formaciones causadas por oleaje en ausencia de hielo) junto con la ausencia de diamictitas glaciogénicas, indican que la atmósfera hace 3700 millones de años contenía mayores porcentajes de dióxido de carbono, amonio y metano, además el sol tenía una intensidad más baja [5]​. Por otra parte, analizando la presencia de isótopos de carbono, se infiere que las comunidades microbianas eran autótrofas por medio de un metabolismo que les permitía fijar el dióxido de carbono a materia orgánica [2]​.

Discusión[editar]

A pesar de que se sugiere que los estromatolitos ISB están bien conservados, aún existe gran polémica respecto a las inferencias que podemos hacer a través de ellos. Se sabe que esta zona sufrió deformaciones con el paso del tiempo, algunas zonas de esta área estuvieron bajo temperaturas de entre 500º a 600º C y presiones de 5-5.5 kbar, lo cual haría cristalizar el grafito que se usa para analizar los isótopos [4]​. Esto pone en duda la fidelidad de este análisis [5]​. Mientras tanto, otros señalan que estas formaciones podrían ser simplemente acumulaciones abióticas de sedimentos, y esto se debe a que se ha observado una característica que no corresponde a un origen biótico para estas estructuras: las formaciones en el Cinturón de Rocas Verdes de Isua constan de estructuras en forma de domos y aquellas que terminan en un pico, cuando nunca se observan las dos formaciones juntas en estromatolitos. Sin embargo, se han argumentado otras características que apoyan su origen biótico: las estructuras laminares son de un ancho mínimo,  la existencia de estructuras con forma de cono asimétrico, y la forma en la que las algunas estructuras dentro de estas rocas no crecen al nivel de la superficie [2]​.

De comprobar que estas estructuras tienen un origen biótico, surge la interrogante respecto a la existencia de vida en otros planetas. Marte hace 3700 millones de años tenía agua, y si la vida es más antigua de lo que se creía, como lo sugieren estas estructuras, la posibilidad de que este planeta pudo haberla albergado crece[6]​.

Referencias[editar]

  1. Nutman, Allen (1996). «The Itsaq Gneiss Complex of southern West Greenland; the world's most extensive record of early crustal evolution (3900-3600 Ma)». Elsevier Science (78): 1-39. doi:10.1016/0301-9268(95)00066-6. 
  2. a b c d e Nutman, Allen (22 de septiembre de 2016). «Rapid emergence of life shown by discovery of 3,700-million-year-old microbial structures». Nature 537: 535-538. doi:10.1038/nature19355. 
  3. Seckbach, Joseph (2009). Cellular Origin, Life in Extreme Habitats and Astrobiology, 12 : From Fossils to Astrobiology : Records of Life on Earth and Search for Extraterrestrial Biosignatures. Springer Verlag. ISBN 9789400789494. 
  4. a b López-Garcia, Purificacón; Moreira, David; Douzery, Emmanuel; Forterre, Patrick; Zuilen, Mark Van; Claeys, Philippe; Prieur, Daniel (1 de junio de 2006). «7. Ancient Fossil Record and Early Evolution (ca. 3.8 to 0.5 Ga)». Earth, Moon, and Planets (en inglés) 98 (1-4): 247-290. ISSN 0167-9295. doi:10.1007/s11038-006-9091-9. Consultado el 11 de marzo de 2017. 
  5. a b Gramling, Carolyn (31 de agosto de 2016). «Hints of oldest fossil life found in Greenland rocks». Science (en inglés). doi:10.1126/science.aah7251. Consultado el 12 de marzo de 2017. 
  6. Davis, Nicola (31 de agosto de 2016). «Oldest fossils on Earth discovered in 3.7bn-year-old Greenland rocks». The Guardian (en inglés británico). ISSN 0261-3077. Consultado el 12 de marzo de 2017.