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EL CUENTO MARAVILLOSO

El profesor de folclore español Rodríguez Almodóvar, dejando de lado el chiste o chascarrillo y tomando de referente los cuentos maravillosos, denomina como cuento popular; «al relato de tradición oral, relativamente corto (pero no tanto como los dos anteriores), con un desarrollo argumental de intriga en dos partes o secuencias, por lo común, y perteneciente a un patrimonio colectivo que remite a la cultura indo-europea. Con respecto a los cuentos maravillosos, los define como «una clase particular de los cuentos populares mayormente denominados de hadas, encantamiento o fantásticos, transmitidos de forma oral, sin que esta transmisión afecte por lo común a una determinada estructura narrativa, la cual se mantiene incólume, por mucho que pueda variar el cuento en todo lo demás; próximo a las teorías de Vladimir Propp. En cuanto a su clasificación por edad, bajo criterio de Pascuala Morote Magán, queda constatado que los cuentos no se limitan a las edades tempranas, alejando al elemento maravilloso de cualquier limitación tachada de pueril.

Infancia: a)Cuentos necios b)Cuentos de nunca acabar c)Cuentos acumulativos // Cualquier edad: a)Realistas b)Maravillosos c)De animales

El interés científico por el cuento surgió en el s. XVIII de la mano de Winckelmann, Hamann y Herder, a partir del trabajo del siglo anterior de Charles Perrault, con la colección Les contes de ma mére l'oie. Histoires ou contes du temps passé. Los hermanos Grimm elaboraron una copiosa recopilación de cuentos tradicionales de la región alemana de IIesse; en cuyas ediciones Incluyeron a su vez las narraciones de la francesa Marie Hassenpflug. Su objetivo, siguiendo los estudios de Herder, consistía en rescatar aquellos símbolos contenidos en mitos y relatos populares, con el fin de consolidar la existencia de una fe germana perdida, y que la enseñanza cristiana no era capaz de transmitir. Por contrapartida, estudiosos de la "escuela simbólica como Ch. C. Heine y F. Creusser, entendían dicha expresión simbólica como realidades filosóficas relativas a Dios y al mundo. En definitiva, la conclusión hallada con la totalidad de estos y otros estudios, fue la constatación de una serie de temas recurrentes en los diversos mitos de todas las sociedades; hecho al que se trató de dar una respuesta buscando un origen geográfico común; desandando el camino que recorrió la difusión de estos temas. Siguiendo este método, Théoclor Benfeyls lo situó en la India; Winkler y Stunclilcen, en Babilonia, desde donde se extenderían por Asia Menor y, más tarde, por Europa. Posteriormente los investigadores la "Escuela Finlandesa", Kaarie Krohn y Antti Aarnelg respondieron afirmando que los cuentos provenían de regiones diferentes., por lo que no tenían un origen común. En el s. XIX, Ludwig Laistner trató de demostrar la relación entre los sueños repetitivos y los motivos folclóricos reflejados en los cuentos de hadas. Apoyando la postura de Laistner, Karlo von des Steinenzl intentó años más tarde probar que las creencias mágicas y sobrenaturales procedían de experiencias oníricas. Los motivos del cuento desde una perspectiva basada en la teoría jungiana de los “arquetipos”; actualmente la corriente interpretativa más divulgada, están vinculados a los pensamientos elementales de la humanidad innatos en cada individuo, según Adolf Hastian. Definitivamente, los estudios y recopilaciones de los cuentos de los hermanos Grimm, supusieron un impulso para el interés de otros países del mundo.

De entre ellos, recalcaremos la figura de Afanásiev y su coleción de “Cuentos Populares Rusos” (1855-1863), publicados en dos ediciones; obra a la que debe su fama mundial. Siguiendo los mismos planteamientos que los hermanos Grimm se le deben numerosas aportaciones en el marco de la escuela mitológica. En dicha obra mantuvo numerosas anotaciones e introdujo cambios mínimos para hacer más accesible el vocabulario a todos los integrantes de la lengua rusa mediante un diccionario adicional. En la primera edición, y debido a la presión de la censura zarista, varias partes de los cuentos tuvieron que ser suprimidas. Ya en la segundo, y con ayuda de prestigiosos filólogos rusos y soviéticos, se consiguió recuperar parte de estos relatos. Un importante punto a favor de su obra, es la recopilación de las variantes de algunos cuentos, a las que aporta sustanciales anotaciones y comentarios que reflejan las antiguas creencias religiosas del pueblo ruso, pues debemos tener presente que incluso después de haber adoptado el cristianismo como región oficial en el s.X, el paganismo se mantuvo en muchas regiones hasta el siglo XIX, y en áreas más remotas, hasta nuestros días. Por eso no es difícil encontrar elementos cristianos entretejidos con historias paganas y mitos. Afanásiev, también procuró anotar la zona en la que recogía estos relatos; y el nombre de la persona que se los procuraba, además de una relación de semejanzas con otros cuentos conocidos de otros lugares. En la segunda edición delimitó aún más el bloque de cuentos estrictamente populares en un total de 425 incluyendo sus variantes. En la clasificación de cuentos de este autor se distinguen los cuentos de animales, cuentos costumbristas y cuentos maravillosos. A pesar de que tanto la recopilación, anotación y clasificación de los cuentos de los hermanos Grimm y Afanásiev fueron desplazadas por las investigaciones posteriores, sus obras fueron el origen del interés por parte de otros muchos grandes estudiosos.

Cien cuentos de Afanásiev, fueron estudiados por el antropólogo y lingüista, Vladimir Propp. Su obra, “Las raíces históricas del cuento llegó a España veintiocho años después de su publicación, en 1974. En 1928 estableció la estructura formal de los cuentos maravillosos rusos, la cual podía aplicarse a cualquier cuento de este tipo. Según su interpretación, esta estructura básica que se repite, es impulsada por el deseo de poseer algo, y es la razón que lleva a la salida del hogar paterno, el encuentro con el donante, posterior duelo con el adversario y el regreso, y persecución. Dentro de dicha estructura enumeró hasta treinta y una funciones: 1.- alejamiento 2.- prohibición 3.- transgresión 4.- interrogatorio 5.- información 6- engaño 7-complicidad 8- fechoría 8a- carencia 8 bis- rapto de la persona que acompaña al héroe 9- momento de transición 10- principio de la acción contraria 10-11 bis- el héroe vuelve a partir y recomienza la búsqueda del nuevo objeto mágico 11- partida 12- primera función del donante (D) 13- reacción del héroe 14- recepción del objeto mágico 15- desplazamiento en el espacio entre dos reinos; viaje con un guía. 15 bis- llegada a un lugar cercano a donde está el objeto de su búsqueda 16- combate 17.- marca 18.- victoria 19- separación 20- regreso 21- persecución 22- socorro 23- llegada de incógnito 24.- pretensiones mentirosas 25- tarea difícil 26- victoria cumplida 27- reconocimiento 28-descubrimiento 29- transfiguración 30- castigo 31- boda.


Aunque no todas aparecen en el cuento, ni se dan en el mismo orden en que son definidas, desempeñadas por siete personajes principales en los roles de héroe, falso héroe, agresor, donante del objeto mágico, víctima, padre de la víctima, y auxiliares del héroe. Aunque no todas aparecen en el cuento, ni se dan en el mismo orden en que son definidas, desempeñadas por siete personajes principales en los roles de héroe, falso héroe, agresor, donante del objeto mágico, víctima, padre de la víctima, y auxiliares del héroe. La obra de Propp supuso un avance en la investigación etnográfica del cuento, pues emprendió la ardua tarea de encontrar el momento histórico en que se origina esa base común de la temática de los cuentos, más allá de los elementos geográficos o psicológicos. Su teoría se trasladó al bajo Neolítico, época en la que se constituyó una nueva sociedad agraria, sedentaria, exógama y defensora de los derechos de propiedad privada, que se imponía al orden de aquellas otras tribales, nómadas, cazadoras, endogámicas y practicantes de un comunismo primitivo. Argumentó que los rasgos comunes en los cuentos maravillosos eran recuerdos de ritos, tabúes y de un totemismo ligado a las creencias religiosas de los cazadores primitivos: restos de prácticas incestuosas, ritos de iniciación, culto a los muertos, antropofagia, etc. Estas memorias quedan conectadas en el relato en forma de “motivos” en el relato maravilloso. La dificultad de desenmarañar la red que forman estos cuentos reside en el propio transcurso de la humanidad sujeto a una sociedad cambiante de forma constante; ocasionando, que los motivos mostrados en el relato maravilloso se manifiesten velados, o que dichos motivos encontraren medios más racionales de solventarse, en lo que Propp definió como "transposición del sentido del rito", por lo que hoy nos resultan superfluos o simplemente incomprensibles. Haciendo mención a la obra de V. Propp, “Los cuentos son un reflejo históricamente localizable, de concepciones míticas anteriores a ellos: Son la transformación, y en ocasiones, el rechazo de concepciones, ritos y costumbres originados en los tiempos de la horda, de la primitiva agricultura o de los primeros estados organizados. Las narraciones populares resultan ser, pues, una operación –de relativa- racionalización del mito y de lucha contra él, y su unidad profunda y su gran interés están más allá de su generalizada utilización como historias para contar a los niños: constituyen expresiones metafóricas de concepciones del mundo más antiguas que las feudales historias de brujas, princesas y príncipes en que a primera vista parecen consistir”[1]​. Por ejemplo, en los cuentos populares rusos se refleja la sabiduría de todo el pueblo ruso, expresa este gran legado de aforismos, proverbios y refranes. En ellos afloran gran cantidad de fraseologismos, que, si bien suponen una gran dificultad para el entendimiento del estudiante, con una buena guía pueden suponer una considerable fuente de inmersión en la cultura rusa. En este tipo de textos se muestran completamente los postulados básicos de la fe ortodoxa, sus preceptos morales, así como imágenes e ideas mitológicas que se remontan a la llegada del cristianismo, y en los que se tratan cuestiones sobre el más allá y la muerte, los altercados matrimoniales, el amor al prójimo y la obediencia a la voluntad de Dios, la lucha contra el pecado y las tentaciones, etc.


Rodríguez Almodóvar, A. (s.f.)(1989) “Los cuentos populares o la tentativa de un texto infinito”. Universidad de Murcia

Pascuala Morote Magán (2010) “El cuento de tradición oral y el cuento literario: de la narración a la lectura”. Universidad de Valencia

Prop, V. (1974) "Las raíces históricas del cuento". Fundamentos, Madrid

Castillo Ramírez, E. (2000) "El Calímaco y Crisórroe a la luz del análisis del cuento de V. Propp"

  1. Editorial Fundamentos (1974)