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Insurrección vienesa de octubre de 1848

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Levantamiento de Octubre de 1848

El Levantamiento de octubre de 1848 en Viena, llamado también Revolución de Octubre vienesa, fue el último episodio de la revolución austriaca de 1848-49.

Cuando las tropas austriacas debían dirigirse de Viena el 6 de octubre de 1848 contra los rebeldes en Hungría, obreros, estudiantes y soldados amotinados que simpatizaban con los húngaros trataron de impedirlo. Esto motivó que un regimiento de granaderos se amotinara en un suburbio vienés. La legión Académica y destacamentos de la Guardia nacional se unieron a los sublevados. Tropas regulares al mando del general Hugo von Bredy intentaron reparar los arcos dañados del Puente de Tabor, que habían servido para levantar barricadas por los sublevados, pero no lo consiguieron por hallarse en inferioridad numérica. El general perdió la vida en las luchas callejeras, que se propagaron por el centro de la ciudad. Incluso hubo muertos en la Catedral de San Esteban y el ministro de Guerra fue linchado por la muchedumbre.

Cuando los sublevados se hicieron dueños del arsenal, las tropas imperiales abandonaron la ciudad, dejándola en manos de los revolucionarios. La corte de Fernando I huyó en tren a Olmütz/Olomouc y el Reichstag se trasladó el 22 de octubre a Kromeriz (actualmente República checa).

Tropas austriacas y croatas a las órdenes de los generales Alfred zu Windisch-Graetz y Josip Jelacic empezaron a bombardear Viena el 26 de octubre. Los defensores estaban al mando del general polaco Józef Bem. Un ejército húngaro de 25 000 hombres, que se había decidido -tras muchas vacilaciones- a acudir en socorro de los sublevados en Viena, sufrió una aplastante derrota en Schwechat, y las tropas imperiales se adueñaron del centro urbano el 31 de octubre. Poco después fueron ejecutados los cabecillas, entre ellos Robert Blum, diputado del Parlamento de Fráncfort. En total murieron unas 2000 personas.

Se perdieron casi todos los frutos de la Revolución alemana de 1848-1849 y Austria entró en una fase de neoabsolutismo, solo se consiguió la liberación del campesinado y una democratización de la administración municipal.