Museo de historia de Valencia

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Museo de historia de Valencia
Museu d'història de València
273px
Fachada principal MhV
Ubicación
País Bandera de España España
Localidad Valencia
Coordenadas 39°28′21″N 0°24′30″O / 39.4726, -0.408222
Historia y gestión
Creación 7 de mayo de 2003
Inauguración 7 de mayo de 2003
Administrador Ayuntamiento de Valencia-Delegación de Cultura
Director Javier Marti Oltra
Sitio web oficial

El Museo de Historia de Valencia (en valenciano, Museu d’Història de València), conocido como MhV, inaugurado el 7 de mayo de 2003, es un museo dedicado al desarrollo de la historia de la ciudad de Valencia (España). El objetivo que emana de su exposición permanente es la de presentar los procesos históricos como algo accesible y didáctico partiendo de los conceptos generales para expresarlo a través de datos cotidianos, enseñar a interpretar los hechos cotidianos del pasado para entender los procesos generales. Haciendo uso, para ello, de los fondos arqueológicos, artísticos y culturales municipales.

Historia

Antecedentes

El concepto, la idea de formar un museo de estas características en la ciudad de Valencia viene dada por la custodia, desde época foral, de un conjunto archivístico documental que, con el tiempo, fue adquiriendo objetos de una importancia singular para la historia de la ciudad por su carga simbólico como son: el Penó de la Conquista, la espada de Jaime I, las llaves de la ciudad, etc. A lo que se añaden los bienes recuperados de la destrucción y el expolio de la antigua casa de la ciudad a mediados del siglo XIX. Se trató, por aquel entonces, de otorgarle a estos documentos, a estos objetos que forman parte de la cultura y, por ende, del patrimonio cultural de la ciudad, una forma museística, pero esta idea no fraguó.

El escaso apoyo con el que contó este proyecto, tal vez se debiera a la existencia de un dibujo previo de otro proyecto de creación del Museo de Etnografía y Folklore de Valencia, promovido por Vicente Blasco Ibáñez en 1921 (Catalá, 1988). La base sobre la que Vicente Blasco Ibáñez cimentó la concepción de este museo es la de reunir “las glorias de nuestra raza, todo nuestro pasado y todo nuestro presente” (Blasco Ibáñez, 1931 cit. por Gregori, 1997: 464) ante lo que para él era la desaparición de las formas de vida tradicionales valencianas. Con esta idea consiguió implicar al ayuntamiento de Valencia que cedió el Palacio de la Exposición y prometió que en el futuro museo se integraría una parte de las colecciones municipales.

Poco a poco, gracias al empuje de Maximiliano Thous y de Enric Durán i Tortajada, se fue materializando con hechos este proyecto pero enfocándolo desde un punto de vista más nacionalista que del regionalismo inicial con el que se había formado. A finales de los años veinte, concretamente en 1927, se crea el Museo de Arqueología y Arte de la Ciudad a instancia del regidor de estos años, Enric Durán i Tortajada, con la intención de reunir en una sede común todo el patrimonio municipal. No se le consiguió asignar una sede o un edificio común, por lo que pasó a ser una dependencia más del Archivo Histórico y los fondos registrados siguieron dispersos por las diversas dependencias municipales a tal efecto. Esta concepción de museo no poseía la fuerza y el carisma necesario ensombrecido por la idea de Vicente Blasco Ibáñez que había pasado del imaginario a ser algo tangible. Sin embargo, pese a la escasez de los medios más elementales, a finales de 1935 se aumentó la superficie destinada al archivo y al museo histórico con la incorporación de la capilla contigua de Santa Rosa de Lima.

El espacio no fue suficiente ya que, tras el inicio de la guerra civil (1936-1939) los fondos experimentaron un creciente aumento debido a los aportes patrimoniales procedentes de las iglesias que habían sido asaltadas a raíz de los enfrentamientos bélicos y que, posteriormente no serían reclamados. Entre tanto, la concepción del museo que Vicente Blasco Ibáñez se había propuesto quedó paralizada y tras la victoria franquista fue definitivamente abortada. Además, la adquisición de la colección Almenar en 1949 y de la Martí Esteve en 1951 unidas al inicio de las excavaciones arqueológicas por el recién creado SIAM, contribuyeron a nutrir sobremanera tanto los fondos del museo como su caos organizativo.

Proyecto

Construcción depósito(El Collado.1932).
Hall entrada MhV.

La situación no manifestó ningún cambio reseñable hasta los años setenta y su desarrollo comenzó a ser más notorio con la transición democrática. En el año 1973 se adquirió el palacio de Berbedel para que fuera la sede del Museo de la Ciudad. Los principios sobre los que se apoyaría este proyecto que, ahora sí, parecía que adquiría la fuerza necesaria para llegar a buen puerto, fueron enunciados por Miguel Ángel Catalá, Director de los Museos Municipales. El objetivo era la formación de un museo de historia local, en que la ciencia histórica y la secuencia cronológica debían cobrar todo el protagonismo, subordinándose a ella el material que componía el fondo del museo. Todo ello bajo la línea de la interdisciplinariedad, buscando, obviamente, un equilibrio entre los objetos cada momento histórico y los sistemas de comunicación e información (Catalá, 1988).

El Museo de la Ciudad —que ya parecía asentado definitivamente en el palacio de Berbedel— comenzó a ser una realidad con la inauguración en 1990 de las salas dedicadas a Valentia, a las que le siguieron en los años siguientes las dedicadas a la etapa visigoda e islámica, todas ellas realizadas por personas vinculadas al SIAM.

En su origen, el montaje expositivo estuvo marcado por una orientación arqueológica con un estilo y un lenguaje depurado. Las salas dedicadas a la Edad Media, inauguradas en 1993, manifestaron su agotamiento expositivo por la escasez de piezas arqueológicas en las que apoyar el discurso del museo. El concepto que Catalá quería integrar en estas salas vinculadas al periodo histórico, abarcaba desde obras de arte, documentos, libros, etc., no llegó a materializarse.

Sin embargo, no sería la única dificultad a la que se enfrentaría el museo. En el año 1997 se comprimió el espacio existente para concentrarlo en la planta baja y exponer en su lugar la colección pictórica de la nobleza, trasladándose al bajo de la antigua capilla de Santa Rosa, volvían a la sala de la que habían partido.

El Museo de Historia de Valencia se ubicará definitivamente en el que fue el primer depósito de aguas potables de la ciudad, construido en 1850 por Ildefonso Cerdá y Leodegario Marchessaux, a partir de un proyecto diseñado por Calixto Santa Cruz. Constituye un ejemplo de arquitectura industrial dentro el periodo decimonónico. La idea de rehabilitación contó con el apoyo del ayuntamiento de Valencia y se procedió a llevarlas a cabo respetando la morfología inicial del edificio que permitieron recuperar la gran belleza que alberga, a día de hoy el museo. En el año 2003 fue galardonado por la Diputación de Valencia como mejor proyecto cultural. La nueve sede volvía abrir la oportunidad de plantear una nueva idea de museo y de discurso de las exposiciones.

Exposición

Tesoro de Cheste.
Vitrinas Balansiya.

La exposición permanente que alberga el Museo de Historia de Valencia se divide en ocho periodos históricos que inician el recorrido desde su fundación en época romana hasta la actualidad.

La exposición, la narración de cada uno de ellos se realiza a través de los restos arqueológicos, de los documentos, las obras de arte más representativas, documentos de archivo, libros, grabados, mapas, carteles, máquinas, vehículos o juguetes —para el periodo contemporáneo— de cada estadio cronológico. Todo ello en torno a un gran aparato audiovisual que permite la sustitución de gran parte de la información textual sin dejar de introducir conceptos históricos, lo que ayuda en la comunicación con el visitante. El objetivo que se persigue es presentar la Historia, con mayúscula, aquella que se constituye con una infinidad de pequeñas historias con minúscula. Analizando y presentando cada una de esas pequeñas historias, aquellas que son a pequeña escala las que conforman la Historia a gran escala. Y las que se muestran en el museo de Historia de Valencia a través del devenir histórico de la ciudad.

Otros espacios

El museo tiene una sala temporal, en ella se realizan diversas exposiciones relacionadas con la historia de la ciudad de Valencia y todas sus manifestaciones que giran en torno al patrimonio cultural. Además, otro de sus espacios es la sala multiusos para cualquier tipo de evento relacionado con el patrimonio, la cultura y la historia. Como ejemplo de ello se puede citar las Jornadas de Arqueología organizadas por el Colegio de Licenciados y Doctores en el año 2012. Por último, el museo cuenta con un espacio diáfano denominado como mediateca, donde se dispone de una biblioteca con obras destacadas de la historia de la ciudad, audiovisuales, fotografías, etc., ordenadores y mesas y sillas para la consulta de estos materiales.

Horario

  • Martes a sábados de 10:00 a 19:00h.
  • Domingos y festivos de 10:00 a 15:00h. (con entrada gratuita; el resto de los días consultar precios en la página web del museo: http://www.valencia.es/mhv/)
  • Los lunes está cerrado al público.
  • Visitas guiadas. Actividades didácticas y talleres específicos.

Referencias

  • BLASCO IBÁÑEZ, V. (1922): El Museo de Etnografía y Folklore de Valencia, Valencia Atracción, 64, Valencia.
  • CATALÁ GORGUES, M. A. (1988): “El museo de la ciudad de Valencia. Sus orígenes, desa¬rrollo y proyección de futuro”, I Congrés d’Història de la ciutat de València (s. XIX-XX), València, t. II.
  • Ildefonso Cerdá (1815-1876). Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1976
  • Museo Etnográfico de Valencia. Comité organizador (1922): Museo de etnografía y folklore de Valencia. Informe del secretario del Comité organizador Maximiliano Thous Orts. La correspondencia de Valencia, Valencia.

Enlaces externos