Infancia en la Inglaterra medieval

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Miniatura para la entrada etas "edad" en la enciclopedia Omne Bonum (Londres, siglo XIV) mostrando niños jugando y capturando mariposas.

La infancia en la Inglaterra medieval era determinada por factores sociales y biológicos. Según el derecho anglosajón, la infancia se extendía desde el nacimiento de un infante hasta que éste alcanzaba los doce años. En este punto, el niño era visto como capaz y competente para comprender sus acciones, y por lo tanto hacerse responsable. Según el derecho canónico, las chicas podían casarse a la edad de doce años y los chicos a la edad de catorce.

El primer año[editar]

Para la mayoría de niños y niñas que crecían en la Inglaterra medieval, el primer año de vida era uno de los más peligrosos, con casi un cincuenta por ciento de ellos sucumbiendo a alguna enfermedad fatal. Durante este año el niño era atendido y cuidado o bien por sus padres (si la familia pertenecía a la clase campesina) o (quizá) por una ama de crianza si el niño pertenecía a la nobleza.

Edades de siete a doce[editar]

A la edad de siete años jugar era todavía una parte importante de la vida del niño; sin embargo, a medida que la habilidad del niño para aprender y realizar las tareas del hogar aumentaba, también lo hacía su responsabilidad de contribuir.[1]​ Si las circunstancias lo permitían, a los siete años empezaban su formación educacional. Los campesinos y niños de la ciudad recibían responsabilidades en el hogar.

Adolescencia (12 a 14 años)[editar]

A los doce años, el niño o la niña empezaba a adquirir un papel más serio en las tareas del hogar. Aunque según el derecho canónico las niñas podían casarse a los doce años, esto era relativamente poco común a no ser que ésta fuese una heredera o perteneciese a una familia de clase noble. Los niños campesinos a esta edad permanecían en el hogar y continuaban aprendiendo y desarrollando habilidades domésticas y económicas. Los niños de la ciudad se mudaban a la casa de su empleador o maestro (dependiendo de su futuro como sirvientes o aprendices). Los niños nobles aprendían a luchar y las niñas nobles aprendían habilidades domésticas básicas. El final de la infancia y entrada en la adolescencia era marcada por el abandono del hogar para mudarse al hogar del empleador o maestro, la entrada a la universidad o al servicio religioso.

















Referencias[editar]

  1. "The Culture Of Children In Medieval England". Past and Present (1995) 148(1): 48–88. doi 10.1093/past/148.1.48 Recuperado 05-02-2012.

Fuentes[editar]

  • Szarmach, Paul, M. Teresa Tavormina and Joel Rosenthal, "Children and Childhood." Medieval England: An Encyclopedia 3. New York & London: Garland Publishing, Inc., 1998 (edición impresa).