Diferencia entre revisiones de «Hidrósfera»

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La masa total de la hidrosfera es aproximadamente 1,4×10<sup>21</sup> kg.
La masa total de la hidrosfera es aproximadamente 1,4×10<sup>21</sup> kg.


== Composición ==
Una nave espacial es un vehículo diseñado para funcionar más allá de la superficie terrestre, en el espacio exterior. Las naves espaciales pueden ser robóticas o sondas no tripuladas. La que pueden transportar personas poseen equipos para que los astronautas coman, se ejerciten, y hagan sus necesidades diarias.


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Vea la lista completa [http://www.seafriends.org.nz/oceano/seawater.htm aquí]''</small>
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La hidrosfera incluye los [[océano]]s, [[mar]]es, [[río]]s, [[agua subterránea]], el [[hielo]] y la [[nieve]]. Los océanos cubren aproximadamente partes de la superficie terrestre, con una profundidad promedio de 3.5 [[Kilómetro|km]], lo que representa el 97% del total la tercera parte del agua del planeta. En ellos se han encontrado al menos 77 [[Elemento químico|elementos]], siendo con mucho los más importantes el [[sodio]] y el [[cloro]], que junto con el [[Magnesio]] y el [[bromo]], son de los pocos que se explotan comercialmente a partir del [[agua de mar]]. En la actualidad, se supone que prácticamente todos los elementos están presentes en los océanos.
Cohete ruso Protón-K despegando con al módulo Zvezda para la ISS (Baikonur, 12 de julio de 2000).
La nave espacial es uno de los elementos primarios de la ciencia-ficción. Hay muchísimos cuentos y novelas que tratan temas relacionados con las naves espaciales. Algunos libros de ciencia ficción dura se enfocan en detalles concernientes a las naves, mientras que otras consideran que las naves espaciales ya existen y no tratan casi nada sobre cómo funcionan.
Contenido [ocultar]
1 Primeras ideas
2 Primeras intenciones técnicas: cañones
3 La realidad actual: cohetes químicos a reacción
3.1 Velocidad
4 Ejemplos de Naves espaciales
4.1 Naves Espaciales Tripuladas
4.2 Naves Espaciales no tripuladas
4.3 Naves espaciales en desarrollo/propuestas
4.4 Programas de naves espaciales cancelados/sin fondos
5 Naves espaciales de ficción
5.1 Motor de fisión nuclear
5.2 Explosión atómica: el proyecto Orión
5.3 Naves de fusión
5.4 Motores de antimateria
6 Agujero de gusano
7 Véase también
8 Enlaces externos
Primeras ideas [editar]


Aunque propiamente no del [[agua de mar]], sino debajo de ella, del lecho marino del Pacífico central, cerca de las islas de Hawai, se han iniciado las investigaciones para extraer nódulos de manganeso, Mn (del tamaño de una pelota de golf o una papa pequeña). Estos nódulos son una fuente renovable de minerales, ya que se forman a partir del manto al ritmo de entre 6 y 10 toneladas al año y contienen principalmente Mn y Fe, además de cantidades pequeñas de Ni, Cu, Co, Zn, Cr, U, W y Pb.
Mientras se creyó que las estrellas eran agujeros en el cielo que dejaban pasar la luz del fuego exterior (hablamos de Platón y su dogmatismo) resultó imposible que nadie se planteara la posibilidad de viajar a ellas.
Fue necesario que se esto no sirve geocentrista para que el ser humano tomara conciencia de que la Tierra era una ínfima parte del Universo, se despertara su espíritu explorador y mirara al exterior en busca de nuevas aventuras, al menos en la imaginación. Es ésta la época de la ciencia ficción primitiva.
Parece lógico que fuera Kepler, descubridor de las leyes que describen el movimiento de los astros, uno de los primeros en imaginar un viaje a la Luna en su inconclusa obra de ficción, Somnium (publicada por su yerno en 1634).
Sin embargo, el método de locomoción de Kepler es absolutamente fantástico, a lomos de un espíritu durante un eclipse de luna. Otro tanto se puede decir de Cyrano de Bergerac y sus Estados e imperios de la Luna, un libro más cercano a la sátira y la crítica social que a la especulación científica.
Además las naves espaciales son muy importantes para la física y entender todo lo que incluyen los temas del mecanismo de rotación.
Primeras intenciones técnicas: cañones [editar]


El agua dulce representa 3% del total y de esta cantidad aproximadamente 98% está congelada, de allí que tengamos acceso únicamente a 0.06% de toda el agua del planeta
Desde una perspectiva más realista, los diversos autores han tratado de utilizar la tecnología disponible en la época considerada para llegar a aquellos lugares que se desean alcanzar. Así, en lo inicios de la ciencia ficción moderna, el primer método de propulsión imaginado fue el proyectil balístico, comenzando por la bala de cañón de Münchhausen (1785) y llegando al gigantesco cañón ideado por Julio Verne en De la Tierra a la Luna (1865).

Mientras que la primera es aún una fantasía épica, la segunda puede ser considerada ya auténtica ciencia ficción. Ciertamente, el francés estaba equivocado en muchos de sus supuestos científicos, pero trata de ofrecer soluciones serias a algunos de los problemas de su método de viaje, como la ausencia de oxígeno fuera de la atmósfera y la compensación de la inmensa aceleración del despegue.
El agua del planeta:
H. G. Wells, en La guerra de los mundos (1898), utiliza un mecanismo semejante y tiene en cuenta además los efectos del tránsito de las naves marcianas a través de la atmósfera. Para minimizar la duración del viaje hace coincidir las fechas de la invasión de modo que ambos planetas se encuentren en el punto más cercano de su órbita. Wells seguiría convencido de las posibilidades del cañón tres décadas después, tal y como dejó reflejado en el guión de La vida futura (1933).
El contenido de agua del planeta se estima en 1.300 trillones de litros. La mayor parte, un 97,23 %, la almacenan los océanos y los casquetes polares un 2,15 %; los acuíferos, la verdadera reserva para el hombre, un 0,61 %. Los lagos encierran el 0,009 %, mientras que la cifra desciende en los mares interiores a un 0,008 %. La humedad del suelo acumula el 0,005 % la atmósfera el 0,001 % y los ríos tan sólo 0,0001 % del total. Esta cantidad ha estado circulando siempre por la Tierra, originando y conservando la vida en ella. Disponemos actualmente de la misma cantidad de la que disfrutaban los dinosaurios hace 65 millones de años.
Este tipo de planificación es hoy en día un detalle primordial en las misiones de las agencias espaciales, ya que permite reducir notablemente la necesidad de combustible, aprovechando la posición de los planetas para obtener un impulso gravitatorio.
Aún hoy la idea del cañón continua vigente, si bien bastante modificado, como es el caso de las catapultas electromagnéticas e incluso la propulsión a explosión atómica, conceptualmente idéntica a la explosión química que impulsa la bala.


== Véase también ==
== Véase también ==

Revisión del 00:38 18 may 2010

La circulación del agua alrededor, sobre, y a través de la Tierra recibe el nombre de ciclo del agua, un proceso clave de la hidrosfera.

La hidrosfera o hidrósfera[1]​ (del griego hydros: agua y sphaira: esfera) describe en las Ciencias de la Tierra el sistema material constituido por el agua que se encuentra bajo, y sobre la superficie de la Tierra.

El agua que conforma la hidrosfera se reparte entre varios compartimentos que en orden de mayor a menor volumen son:

  • Los océanos, que cubren dos tercios de la superficie terrestre con una profundidad típica de 3000 a 5000 metros.
  • Los glaciares que cubren parte de la superficie continental. Sobre todo los dos casquetes glaciares de Groenlandia y la Antártida, pero también glaciares de montaña y volcán, de menor extensión y espesor, en todas las latitudes.
  • La escorrentía superficial, un sistema muy dinámico formado por ríos y lagos.
  • El agua subterránea, que se encuentra embebida en rocas porosas de manera más o menos universal.
  • En la atmósfera en forma de nubes.
  • En la biosfera, formando parte de plantas, animales y seres humanos

La presencia del agua en la superficie terrestre es el resultado de la desgasificación del manto, que está compuesto por rocas que contienen en disolución sólida cierta cantidad de sustancias volátiles, de las que el agua es la más importante. El agua del manto se escapa a través de procesos volcánicos e hidrotermales. El manto recupera gracias a la subducción una parte del agua que pierde a través del vulcanismo.

En los niveles superiores de la atmósfera la radiación solar provoca la fotólisis del agua, rompiendo sus moléculas y dando lugar a la producción de hidrógeno (H) que termina, dado su bajo peso atómico, por perderse en el espacio. A la larga el enfriamiento del planeta debería dar lugar al final del vulcanismo y la tectónica de placas conduciendo, al asociarse con el fenómeno anterior, a la progresiva desaparición de la hidrosfera a través de la gran superficie tan exacta que hay entre dos ángulos.

El agua migra de unos a otros compartimentos por procesos de cambio de estado y de transporte que en conjunto configuran el ciclo hidrológico o ciclo del agua.

La Tierra es el único planeta en nuestro Sistema Solar en el que está presente de manera continuada el agua líquida, cubriendo el 71% de su superficie.

La masa total de la hidrosfera es aproximadamente 1,4×1021 kg.

Composición

Composición química del agua de mar
(en peso y para una salinidad del 35‰)
Elemento ppm
Hidrógeno 110 000
Sodio 10 800
Cloro 19 400
Magnesio 1290
Azufre 904
Potasio 392
Calcio 411
Bromo 67,3
Fuente: Karl Karekin Turekian. Oceans. 1968'

Vea la lista completa aquí

La hidrosfera incluye los océanos, mares, ríos, agua subterránea, el hielo y la nieve. Los océanos cubren aproximadamente partes de la superficie terrestre, con una profundidad promedio de 3.5 km, lo que representa el 97% del total la tercera parte del agua del planeta. En ellos se han encontrado al menos 77 elementos, siendo con mucho los más importantes el sodio y el cloro, que junto con el Magnesio y el bromo, son de los pocos que se explotan comercialmente a partir del agua de mar. En la actualidad, se supone que prácticamente todos los elementos están presentes en los océanos.

Aunque propiamente no del agua de mar, sino debajo de ella, del lecho marino del Pacífico central, cerca de las islas de Hawai, se han iniciado las investigaciones para extraer nódulos de manganeso, Mn (del tamaño de una pelota de golf o una papa pequeña). Estos nódulos son una fuente renovable de minerales, ya que se forman a partir del manto al ritmo de entre 6 y 10 toneladas al año y contienen principalmente Mn y Fe, además de cantidades pequeñas de Ni, Cu, Co, Zn, Cr, U, W y Pb.

El agua dulce representa 3% del total y de esta cantidad aproximadamente 98% está congelada, de allí que tengamos acceso únicamente a 0.06% de toda el agua del planeta

El agua del planeta: El contenido de agua del planeta se estima en 1.300 trillones de litros. La mayor parte, un 97,23 %, la almacenan los océanos y los casquetes polares un 2,15 %; los acuíferos, la verdadera reserva para el hombre, un 0,61 %. Los lagos encierran el 0,009 %, mientras que la cifra desciende en los mares interiores a un 0,008 %. La humedad del suelo acumula el 0,005 % la atmósfera el 0,001 % y los ríos tan sólo 0,0001 % del total. Esta cantidad ha estado circulando siempre por la Tierra, originando y conservando la vida en ella. Disponemos actualmente de la misma cantidad de la que disfrutaban los dinosaurios hace 65 millones de años.

Véase también

Referencias