Diferencia entre revisiones de «Símiles»

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== Véase también ==
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* [[Figuras marlborogathitha's]]
* [[Figuras literarias]]
* [[Metáfora]]
* [[Metáfora]]
* [[Recursos literarios]]
* [[Recursos literarios]]

Revisión del 05:13 26 feb 2010

Esta imagen compara un paisaje en diferentes momentos del año.

En retórica, lo simile (en latín) es una de las probationes argumentativas o pruebas retóricas que se utilizan para fundamentar las tesis en una argumentación. Al ámbito de lo simile, pertenecen los razonamientos que se apoyan en la analogía o relación de semejanza entre los asuntos tratados.

Se distinguen cuatro técnicas dentro de lo simile: dos de ellas, el exemplum y la similitudo, tienen un claro valor probatorio dentro del razonamiento; las otras dos, el símil y la comparación, por su parte, tienen un valor puramente retórico, en el sentido de «ornamental». En este sentido, las analogías que aparecen en estas dos últimas técnicas suelen ser más breves que las que aparecen en las dos primeras. Concretamente,

  • en el exemplum, el elemento con el que se establece la analogía es un hecho concreto (ficticio o real) protagonizado por unos personajes en un tiempo determinado;
  • en la similitudo, a diferencia del anterior, el hecho con el que se establece la analogía es un hecho cotidiano, no concreto, con protagonistas no especificados;
  • en cuanto al símil, se trata de una analogía en la que los elementos relacionados son presentados como iguales en cuanto a una cualidad;
  • por último, en la comparación la analogía presenta a uno de los elementos en cuestión como superior o inferior al otro, de acuerdo con alguna cualidad específica.

En la actualidad, los repertorios de figuras literarias no establecen distinción entre el símil y la comparación.[1]​ y se insiste en el uso de elementos de relación como “como”, “cual”, “que” o “se asemeja a” para diferenciar formalmente a esta figura de la metáfora.

Uso del los símiles

Los Similes son ampliamente utilizados en la literatura, tanto en la moderna como en la antigua.

Aristóteles dijo que los buenos símiles dan un “efecto de brillantez”, pero él prefirió el uso de la metáfora, pues era más corto, y por lo tanto más atractivo en uso creativo.

Homero hizo famoso el uso del “símil épico”. Un símil épico verdadero implica la comparación de una acción compuesta con o en la relación con otra acción compuesta. Virgilio y Dante refinaron el símil épico para desarrollar con gran precisión una multiplicidad de comparaciones con una sola imagen o acción extensa.

John Keats demuestra que es un "hombre del arte" demostrando esa habilidad en Hyperion donde compara a dioses caídos con Stonehenge.

William Shakespeare utiliza los símiles, implicando con frecuencia referencias históricas, por ejemplo en la obra Julio César.

Los Símiles son también ampliamente utilizados en la Literatura moderna. Sin embargo tienden a ser más espontáneos y expresivos. Los símiles se puede también leer como una alegoría formulada. En la lengua cotidiana también se incorporan símiles, tales como “es tan astuto como un zorro”, “negro como boca de lobo” o “ella está tan bella como Aishani”.

Véase también

Referencias

  1. Cf. la voz «comparación» en el DRAE.

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