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'''Otro''' o '''El Otro''' es un término técnico utilizado en la [[filosofía]], el [[psicoanálisis]] y la [[antropología]].
'''Otro''' o '''El Otro''' es un término técnico utilizado en la [[filosofía]], el [[psicoanálisis]] y la [[antropología]].

==Sartre==

La opinión sartreana respecto al ''Otro'' más conocida es aquella según la cual el Otro (el "prójimo") es [[alienación|alienante]] en tanto que es un objeto que a su vez objeta y objetiviza al [[ego]]; esto se resume en la frase sartreana '''El infierno es la mirada del otro'''. Por el contrario para Merleau-Ponty el Otro es el fundamento para la existencia del sujeto. Estas opiniones antagónicas dieron lugar a la célebre "polémica Sartre vs Merleau-Ponty".<br>

Inicialmente para Sartre todo ''otro'' (todo prójimo) en tanto tiene la capacidad de observar ( y objetar) al ego, es una suerte de oponente, máxime en cuanto a que el ego a su vez percibe como objeto al otro (aquí Sartre parece preterir intencionalmente la subjetividad). Sin embargo esta postura sartreana es revisada por el mismo Sartre (por ejemplo en ''[[Crítica a la razón dialéctica]]''). En la obra citada, Sartre observa una evolución desde una relación alienante primera entre los sujetos hasta -con el devenir- una relación positiva y proactiva entre los mismos, en tal caso ya el otro deja de ser un competidor o un objetador.


==Lacan==
==Lacan==

Revisión del 09:08 26 sep 2009

Otro o El Otro es un término técnico utilizado en la filosofía, el psicoanálisis y la antropología.

Sartre

La opinión sartreana respecto al Otro más conocida es aquella según la cual el Otro (el "prójimo") es alienante en tanto que es un objeto que a su vez objeta y objetiviza al ego; esto se resume en la frase sartreana El infierno es la mirada del otro. Por el contrario para Merleau-Ponty el Otro es el fundamento para la existencia del sujeto. Estas opiniones antagónicas dieron lugar a la célebre "polémica Sartre vs Merleau-Ponty".

Inicialmente para Sartre todo otro (todo prójimo) en tanto tiene la capacidad de observar ( y objetar) al ego, es una suerte de oponente, máxime en cuanto a que el ego a su vez percibe como objeto al otro (aquí Sartre parece preterir intencionalmente la subjetividad). Sin embargo esta postura sartreana es revisada por el mismo Sartre (por ejemplo en Crítica a la razón dialéctica). En la obra citada, Sartre observa una evolución desde una relación alienante primera entre los sujetos hasta -con el devenir- una relación positiva y proactiva entre los mismos, en tal caso ya el otro deja de ser un competidor o un objetador.

Lacan

Lacan por su parte hace una consideración del Otro influido en gran medida por Sartre y por Merleau-Ponty; en la polémica "Sartre versus Merleau-Ponty", Lacan ( debido a sus investigaciones y experimentaciones -como aquella del estadio del espejo-) se aproxima a la opinión de Merleau-Ponty. Sin embargo existiendo una muda y mutua rivalidad entre Lacan y Sartre ninguno de los dos reconoció los puntos en común que tenían en su conceptualización del Otro.

En Lacan el Otro es al mismo tiempo el prójimo (cada otro sujeto por separado) y todo el conjunto de sujetos que constituyen a la cultura y la sociedad desde el origen de la humanidad.

En esa segunda consideración es que Lacan usa la palabra siempre con mayúscula inicial, y en sus notaciones es representado mediante una A (inicial de la palabra francesa Autre=Otro)*.

El Otro en cuanto conjunto de sujetos que constituyen a la cultura y a la sociedad es calificado por Lacan de Tesoro de los significantes, es decir, es de tal entidad que cada sujeto por separado recibe el lenguaje; por esto se entiende la frase lacaniana El sujeto es hablado por el Otro y su variación el sujeto es pensado por el Otro. Desde el Otro es que el sujeto posee un lenguaje y es desde el Otro que el sujeto piensa (en esto hace Lacan una modificación al cogito cartesiano, al cogito ergo sum -pienso ergo existo-: nadie piensa inicialmente desde su ego o desde su sí mismo, sino que lo hace a partir de lo que recibe por tradición desde el Otro).

Sin embargo -opina Lacan- el sujeto cae en una falacia si cree que por recibir los significantes desde el Otro, el Otro le va a poder satisfacer en todo, le va a dar respuestas para todo, el Otro da significantes -considera Lacan- pero da pocos significados (vulgarmente hablando: da pocas "explicaciones"), es por esto que a tal aspecto del Otro, Lacan, lo representa con una A tachada (tachada con una \).

Por lo demás al constituirse el ego de cada sujeto a partir del Otro, también resulta ser el deseo instalado en cada sujeto un deseo proveniente del Otro y dirigido hacia el Otro, esto se resume en el apotegma: el deseo es el deseo del Otro.

El primer sujeto vicario o representante del Otro para todo sujeto es su madre (Lacan suele representarla con una "a" -de autre-), en las notaciones y matemas lacanianos debe evitarse confundir esta "a" que representa a la madre del sujeto con el llamado objeto a. La madre en cuanto prójimo (próximo) primero de cualquier sujeto le da su noción de ego hecho que se plasma durante el estadio del espejo, sin embargo la madre es un otro que -sin saberlo- sólo transmite parte de la información del Otro (es decir de todo el conjunto que es la sociedad y la cultura), más aún, la madre sólo será eficaz si media entre ella y el infante la función paterna.

Lacan hace un juego de palabras con las palabras francesas parofónicas autre (otro) y être (ser).

Véase también