Diferencia entre revisiones de «El sí de las niñas»

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* La otra afectaba al crecimiento demográfico, porque estos matrimonios solían tener poca o ninguna descendencia a causa de la edad del marido.
* La otra afectaba al crecimiento demográfico, porque estos matrimonios solían tener poca o ninguna descendencia a causa de la edad del marido.


Hay que tener muy en cuenta que Moratín nunca fue un revolucionario, sino un reformista que pensaba que una situación injusta debía dar paso a otra justa a través de cambios mesurados -jamás por actos de subversión-. Por ello, don Carlos y doña Paquita siempre se muestran dispuestos a cumplir los deseos de sus mayores; sólo don Diego, con su autoridad, será quien aplique la solución más razonable al conflicto planteado. Casalduero dice que don Diego impone a la vida la pauta de la razón. Para H. Higashitani, lo que Moratín quiso decir con esta obra es que los que actúan por la recta razón dominando la ebullición de la pasión acaban,consiguiendo la felicidad.
Hay que tener muy en cuenta que Moratín nunca fue un revolucionario, sino un reformista que pensaba que una situación injusta debía dar paso a otra justa a través de cambios mesurados -jamás por actos de subversión-. Por ello, don Carlos y doña Paquita siempre se muestran dispuestos a cumplir los deseos de sus mayores; sólo don Diego, con su autoridad, será quien aplique la solución más razonable al conflicto planteado. Casalduero dice que don Diego impone a la vida la pauta de la razón. Para H. Higashitani, lo que Moratín quiso decir con esta obra es que los que actúan por la recta razón dominando la ebullición de la pasión acaban consiguiendo la felicidad.

para una buena educacion de la vida de los hombres en el transcurso de su mas preciado don q es la vida


==Antecedentes==
==Antecedentes==

Revisión del 23:45 16 sep 2009

El sí de las niñas, es una obra teatral de Leandro Fernández de Moratín estrenada el 24 de enero de 1806 y representada hasta la cuaresma de ese mismo año.

Moratín tenía escrita El sí de las niñas en 1801. Era la primera obra que escribía después de La comedia nueva, pues tanto El barón como La mojigata, estrenadas más tarde que aquélla, fueron escritas a finales de los años 80. Moratín tardó varios años en estrenarla. Dio a la escena sus producciones anteriores, y sólo después se decidió a publicar, en 1806, El sí de las niñas. Durante el mes de enero de 1806 ensaya la comedia con la compañía del Teatro de la Cruz. El día 24 de enero de 1806 se produce el estreno. El sí de las niñas no fue solamente un sonoro éxito de público: fue la obra de mayor aceptación de su tiempo y casi con seguridad el mayor acontecimiento teatral de todo el siglo. La obra se mantuvo veintiséis días seguidos y atrajo a más de 37.000 espectadores, cifra equivalente a la cuarta parte de la población adulta de Madrid. Al éxito en las tablas se sumó el editorial. A las cuatro ediciones de 1806 hay que sumar la de 1805, que, al parecer, no fue la única de aquel año.

El éxito sin precedentes de El sí de las niñas supuso, paradójicamente, el abandono de la escena por parte de su autor. Los únicos textos que daría a la escena serían dos adaptaciones de Molière: La escuela de los maridos y El médico a palos. El sí de las niñas, sin embargo, seguía levantando odios y entusiasmos. En 1815 la Inquisición encontró motivos suficientes para prohibir esta comedia y La mojigata. La prohibición se renovó en 1823, de modo que durante cerca de veinte años los españoles se vieron privados de ver en escena la obra maestra de Moratín. Cuando se levantó la prohibición y la obra pudo volver a estrenarse, en 1834, lo hizo con cortes debidos a la censura.

Características

-Sus principales características son: unidad perfecta de tiempo, por cuanto el tiempo de la acción coincide exactamente con el tiempo de la representación, y el tiempo no representado transcurre en los intervalos. No menos importancia tiene la unidad de lugar: toda la acción sucede en la sala de paso en una posada de Alcalá de Henares.

En El sí de las niñas Moratín abandona definitivamente el verso. La experiencia de La comedia nueva cristaliza en una pieza que profundiza en los hallazgos de la anterior.

El carácter de la obra es didáctico, plantea un problema cotidiano y desprende una enseñanza, ya que su fin es criticar la autoridad que ejercen los padres sobre sus hijos respecto al matrimonio, obligándoles a tomar por marido al mejor partido económico. Esta obra adelanta la igualdad de la mujer en la sociedad, animando pues, a rectificar las costumbres y tradiciones de su tiempo.

Los matrimonios de conveniencia entre mujeres jóvenes y hombres maduros no eran del agrado de los pensadores de la Ilustración por dos razones:

  • Una de tipo moral, ya que en ellos faltaba el amor como vínculo que potencia la cohesión de la pareja.
  • La otra afectaba al crecimiento demográfico, porque estos matrimonios solían tener poca o ninguna descendencia a causa de la edad del marido.

Hay que tener muy en cuenta que Moratín nunca fue un revolucionario, sino un reformista que pensaba que una situación injusta debía dar paso a otra justa a través de cambios mesurados -jamás por actos de subversión-. Por ello, don Carlos y doña Paquita siempre se muestran dispuestos a cumplir los deseos de sus mayores; sólo don Diego, con su autoridad, será quien aplique la solución más razonable al conflicto planteado. Casalduero dice que don Diego impone a la vida la pauta de la razón. Para H. Higashitani, lo que Moratín quiso decir con esta obra es que los que actúan por la recta razón dominando la ebullición de la pasión acaban consiguiendo la felicidad.

Antecedentes

La obra más cercana a El sí de las niñas y la que se ha señalado reiteradamente como fuente es la obra en un acto de Pierre Carlet de Chamblain de Marivaux (1688-1763) L’êcole des mères. Sin embargo, la fuente que parece indudable es la obra anterior del propio Moratín El viejo y la niña.

Personajes

La obra posee pocos personajes ya que la acción ocurre en un mismo lugar y en muy poco tiempo, estos son:

  • Don Carlos, es el sobrino de Don Diego. Contrasta su valor en la batalla y su timidez ante su tío. Es un joven apasionado y valiente que no dudará en luchar por su amor contra Don Diego y contra la opinión de la sociedad.
  • Paquita o Francisca es una muchacha coqueta y discreta que es obligada a casarse con un hombre mayor que ella. Es la causante del nudo de la obra, ya que debido a su educación no es capaz de demostrar sentimientos y esto la llevará a arriesgar el amor que siente por Don Carlos.
  • Don Diego es el personaje que desencadena la acción porque está comprometido con Doña Paquita, bastante inferior a él en edad. Se le puede considerar el verdadero protagonista de la obra.
  • Doña Irene, madre de Doña Paquita, representa un personaje autoritario y ridículo que refleja la autoridad de los padres de la época sobre sus hijos.
  • Rita es la criada de Doña Irene.
  • Simón es el criado de Don Diego.
  • Calamocha es el criado de Don Carlos.

Todos los personajes de la obra forman un ensemble o conjunto armónico, en que ninguno de ellos resalta sobre los demás. Los caracteres de esta comedia poseen una dimensión universal. En este sentido, Casalduero dice que "los personajes de Moratín son medidas estrictamente humanas, de una humanidad que no se individualiza, sino que se generaliza". Pero, doña Irene es quien de manera más visible encarna los defectos que Moratín se propone criticar; es una mujer ignorante, habladora, exagerada, egoísta y ello le lleva a concertar el matrimonio de su hija sin pensar en ningún momento en la felicidad de ésta. Por el contrario, don Diego y su sobrino se rigen por la bondad y la buena fe en sus acciones.