Diferencia entre revisiones de «Vintage»

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{{referencias}}'''Vintage''' (pronunciación aproximada: vintich, aunque en castellano se suele pronunciar equivocadamente "vintas") es el término inglés para [[vendimia]].
'''Vintage''' (pronunciación aproximada: vintich, aunque en castellano se suele pronunciar equivocadamente "vintas") es el término inglés para [[vendimia]].


La utilización de esta palabra por las distintas bodegas para referirse a los vinos producto de sus mejores cosechas ha hecho que su significado haya derivado a todo producto antiguo de calidad.<ref>http://www.todo-arte.es/blog/vintage-la-moda-de-llevar-lo-viejo/</ref> El equivalente a [[retro]] o [[clásico]] en castellano (de '''crianza''', en terminología enólogica). Este anglicismo se utiliza especialmente para referirse a la moda y el diseño posteriores a 1900.
La utilización de esta palabra por las distintas bodegas para referirse a los vinos producto de sus mejores cosechas ha hecho que su significado haya derivado a todo producto antiguo de calidad.<ref>http://www.todo-arte.es/blog/vintage-la-moda-de-llevar-lo-viejo/</ref> El equivalente a [[retro]] o [[clásico]] en castellano (de '''crianza''', en terminología enólogica). Este anglicismo se utiliza especialmente para referirse a la moda y el diseño posteriores a 1900.

Revisión del 15:53 4 sep 2009

Vintage (pronunciación aproximada: vintich, aunque en castellano se suele pronunciar equivocadamente "vintas") es el término inglés para vendimia.

La utilización de esta palabra por las distintas bodegas para referirse a los vinos producto de sus mejores cosechas ha hecho que su significado haya derivado a todo producto antiguo de calidad.[1]​ El equivalente a retro o clásico en castellano (de crianza, en terminología enólogica). Este anglicismo se utiliza especialmente para referirse a la moda y el diseño posteriores a 1900.

Se considera que el hito que marcó el interés por la moda vintage tuvo como punto de partida la noche de los oscars de 2001, en la que Julia Roberts fue galardonada como mejor actriz protagonista y fue considerada como la mejor vestida de la noche. Su vestido, de hecho, es uno de los más célebres de la historia de esta ceremonia. La actriz norteamericana se desmarcó de la costumbre de vestir un traje exclusivo o de última temporada. Por contra, escogió un vestido perteneciente a la colección de alta costura que Valentino presentó en 1992. Este hecho, inaudito en ese momento, supuso una pequeña revolución en cuestion de moda y muchas estrellas empezaron a seguir la estela creada por Julia Roberts[2]​. Los casos más célebres fueron los de Reese Witherspoon en la gala de 2006 (Chanel)[3]​ y Penélope Cruz en los Óscars de 2008 (Balmain)[4]

El auge de la estética vintage se ha visto acrecentado por iconos de la moda como Dita Von Teese visten casi exclusivamente con prendas de segunda mano[5]​. Igualmente, se ha visto favorecido por conciencia por el reciclaje y la el progreso sostenible, así como por el interés renovado por estilos musicales como la copla. Nuevas coplistas como Diana Navarro han recurrido al diseño vintage en sus vídeos musicales o actuaciones públicas, basándose estéticamente en la edad de oro de la copla.[6]

La atracción por lo vintage deriva de las siguientes razones.

  • Exclusividad: La mayoría de los productos vintage fueron producidos en pequeñas cantidades y son menos aún los que han llegado a nuestros días.
  • Calidad: La confección de este tipo de prendas suele ser exquisito. Son artículos caracterizados por su buen hacer, muchas veces de manera artesanal en su totalidad o gran parte de ella.
  • Materiales: Gran parte del género con el que se realizaron en su momento tiene hoy un precio desorbitado.
  • Valor económico: Su precio está muy alejado de prendas similares actuales. Su valor incrementa según la época a la que pertenece, el diseñador que la creó, su buen estado y en algunas ocasiones, incluso, a quién perteneció.
  • Historia: Los consumidores de este tipo de prenda dan gran valor añadido a su carga histórica. De hecho, uno de los lugares para adquirirlos son precisamente anticuarios.
  • Coleccionismo: No todo el público adquiere estos artículos para su uso. En ocasiones se crean auténticas colecciones privadas de diseño por el mero placer artístico de su posesión.
  • Acabado: El gusto por el detalle, desde la hilada hasta los botones o elementos decorativos, está realizado con un esmero del que suele carecer la moda actual.
  • Estilo: Lo vintage está asociado a personas creativas y de gusto refinado.

Tal es el valor actual de lo vintage, que las casas de moda están recurriendo a esa estética en sus nuevas colecciones.[7]

Referencias