Diferencia entre revisiones de «Caso Schoklender»

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Tenían 23 y 20 años cuando fueron acusados de torturar, degollar y matar a sus padres en el barrio de [[Recoleta]] en [[capital federal]], [[Buenos Aires]].
Tenían 23 y 20 años cuando fueron acusados de torturar, degollar y matar a sus padres en el barrio de [[Recoleta]] en [[capital federal]], [[Buenos Aires]].


A pesar de que en un principio se los había condenado a cadena perpetua, durante muchos lapsos estuvieron en libertad. Actualmente '''Pablo Guillermo Schoklender''' cumple su condena, mientras que '''Sergio Mauricio Schoklender''' esta en libertad condicional desde 1995, gracias a una ley que computa como dobles los años que paso detenido sin condena y actualmente trabaja junto a [[Hebe De Bonafini]].
A pesar de que en un principio se los había condenado a cadena perpetua, durante muchos lapsos estuvieron en libertad. Actualmente '''Pablo Guillermo Schoklender''' cumple su condena, mientras que '''Sergio Mauricio Schoklender''' esta en libertad condicional desde 1995, gracias a una ley que computa como dobles los años que paso detenido sin condena.





Revisión del 10:09 9 ago 2009

Pablo Guillermo Schoklender y Sergio Mauricio Schoklender, más conocidos como "los hermanos Schoklender", son dos hermanos conocidos en Argentina por haber sido acusados de haber matado a sus padres en 1981. Este caso de homicidio es uno de los más famosos en dicho país.

Tenían 23 y 20 años cuando fueron acusados de torturar, degollar y matar a sus padres en el barrio de Recoleta en capital federal, Buenos Aires.

A pesar de que en un principio se los había condenado a cadena perpetua, durante muchos lapsos estuvieron en libertad. Actualmente Pablo Guillermo Schoklender cumple su condena, mientras que Sergio Mauricio Schoklender esta en libertad condicional desde 1995, gracias a una ley que computa como dobles los años que paso detenido sin condena.


Comentario publicado en Clarin el 27-Marzo-1998

Por EDUARDO PARISE. De la Redacción de Clarín

La historia empieza como si fuera una escena pensada por Quentin Tarantino para su película Tiempos violentos: el portero de un edificio descubre que, desde el baúl de un auto estacionado sobre una avenida, un hilo de sangre gotea sobre el asfalto. Entonces llega la Policía y encuentra, en dos bolsas de nailon, los cadáveres de una pareja. No se trató de una ficción: el hecho ocurrió en la tarde del 3 de junio de 1981; el auto era un Dodge Polara estacionado en la avenida Coronel Díaz al 2500, en Buenos Aires, y los cadáveres eran el ingeniero Mauricio Schoklender y su esposa Cristina Silva. Después de un proceso en donde las dudas no estuvieron ausentes, la Justicia determinó que los autores del crimen habían sido Sergio y Pablo Schoklender, los hijos varones de la pareja. Y aunque ellos después negaron su responsabilidad, para la Justicia todo se desarrolló el 30 de mayo de 1981, luego de que el matrimonio, junto con sus hijos Sergio, Pablo y Valeria, volvieran de festejar el cumpleaños número 23 del hijo mayor de los Schoklender. Ya en el departamento donde vivían (en 3 de Febrero 1840, del barrio de Belgrano), el ingeniero y su hija se fueron a dormir. Después lo haría Cristina Silva quien, dicen, había tomado mucho. Para entonces, sus problemas con el alcohol eran algo serio. Según la investigación judicial, Pablo odiaba a su madre porque ella, entre otras cosas, le había hecho propuestas incestuosas. Los demonios se soltarían ya entrada la madrugada. Los investigadores dijeron que Pablo despertó a su hermano y empezaron a discutir sobre la posibilidad de matar a sus padres. También dicen que la madre escuchó las voces, se levantó y fue hasta la cocina. Allí fue cuando Pablo la golpeó en la cabeza con una barra de hierro y Sergio la remató estrangulándola con una soga. Al padre, lo mataron en la cama, también con el hierro y la soga.El hallazgo llegaría con la escena del auto goteando sangre. En ese momento, Sergio ya le había pedido 5000 dólares prestados a un amigo de su padre y, junto a Pablo, habían buscado refugio en Mar del Plata. Pero la Policía los tenía en la mira. Al mayor lo detuvieron en la localidad de Cobo, cerca de Mar del Plata; Pablo había llegado un poco más lejos: lo capturaron en Ranchillos, Tucumán. Desde la noche negra del crimen apenas habían pasado cinco días. La primera versión de Sergio buscó proteger a Pablo y el mayor de los Schoklender cargó sobre sus espaldas toda la culpa. Pero cuando ya estaba en la cárcel, contó otra versión: Mi padre se dedicaba al tráfico de armas y el crimen lo cometió un comando. Su hermano apoyó esta teoría. Pero la primera versión pareció tener más peso y, el 12 de marzo de 1985, la jueza Martha Lopardo condenó a Sergio a prisión perpetua y absolvió a Pablo, que quedó libre. Sin embargo, la falta de mérito para el menor de los hermanos duraría un poco más de un año: el 7 de abril de 1986, la Cámara de Apelaciones cambió la absolución por perpetua y pidió su captura. Lo agarraron recién el 14 de mayo de 1994 en Bolivia. Su nuevo nombre era Jorge Velásquez, un comerciante argentino radicado en Santa Cruz de la Sierra. Se había casado y, aunque en ese momento estaba separado, tenía una hija. La pista para su detención llegó porque había emitido un cheque sin fondos y estaba preso. Apenas lo liberaron, Interpol lo detuvo: volvía a ser Pablo Schoklender. Pablo todavía sigue en la cárcel, cumpliendo su condena. Sergio, en cambio, después de pasar 14 años preso salió en libertad condicional el 28 de noviembre de 1995: lo benefició la aplicación de una ley que computa como dobles los años en que estuvo detenido y sin condena. En la cárcel, Sergio estudió Derecho y Psicología; sus títulos de abogado y psicólogo son hoy dos de sus orgullos. Pero se niega a hablar del crimen por el que lo condenaron. De eso sólo hablaré cuando Pablo pueda salir, suele decir, como queriendo sepultar aquella pesadilla.