Huelga general paraguaya de 1958

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La huelga general paraguaya de 1958 fue una huelga general organizada en Paraguay en agosto de 1958, marcando la primera huelga general nacional en el país.[1]​ La huelga fue convocada por la Confederación Paraguaya de Trabajadores (CPT; 'Confederación de Trabajadores Paraguayos'), con demandas como un aumento de 30% en los salarios, una declaración de amnistía general, un levantamiento del estado de emergencia, una política económica más equitativa, asegurando la libertad de participación en actividades políticas y sindicales y la celebración de una asamblea constituyente.[2][3]

El paro se organizó en el contexto de una lucha interna por el poder dentro del Partido Colorado, entre el ala civil encabezada por Epifanio Méndez Fleitas y los elementos colorados de las fuerzas armadas encabezados por el general Alfredo Stroessner. La dirección de la CPT estaba estrechamente relacionada con la facción de Méndez Fleitas.[4]

Se formaron comités a favor de la huelga en preparación para la huelga, la CPT organizó un comité de 96 miembros y los sindicatos afiliados a la CPT establecieron otros. Acción Católica también expresó su apoyo a la huelga. Alrededor de 10 000 trabajadores se reunieron el 26 de agosto de 1958 para una reunión en la oficina central de la CPT en Asunción donde se eligió un comité de huelga de cuatro miembros.[3]​ Inicialmente respondió ofreciendo a la CPT un aumento salarial del 15%, oferta que rechazó el comité de huelga de cuatro miembros. El 26 y 27 de agosto se convocó la huelga general.[4]

El llamado a la huelga había tomado por sorpresa al gobierno de Alfredo Stroessner.[3][4]​ La respuesta por parte del Estado no se hizo esperar. La policía dispersó una manifestación de trabajadores. La sede de la CPT estaba rodeada por fuerzas del ejército y la policía. Más de 200 dirigentes sindicales, principalmente de la CPT, fueron detenidos durante las protestas.[4][5]​ Incluso fue arrestado el secretario general de la CPT (quien, como miembro del parlamento , gozaba de inmunidad parlamentaria ). Las oficinas de los sindicatos fueron cerradas. Comunistalíderes como Antonio Maidana, Julio Rojas y Alfredo Alcorta fueron capturados y permanecerían presos durante dos décadas.[2][3]

Después de la huelga, el movimiento obrero paraguayo se encontró destrozado y sin una dirección funcional..[3]​ El gobierno tomó el control de la CPT. Los sindicalistas exiliados en Argentina reorganizaron un 'CPT-Exilio' (CPT-E) en respuesta.[1][2]​ En parte como consecuencia de la represión de la huelga y el cierre de los medios legales para expresar la protesta, muchos activistas del movimiento obrero llegaron a considerar que la lucha armada era la única medida para organizar la resistencia a Stroessner.[5]

Referencias[editar]

  1. a b Jelin, Elizabeth, and Azun Candina. Las conmemoraciones: las disputas en las fechas "in-felices". Madrid: Siglo Veintiuno de España Editores, 2002. p. 151
  2. a b c El autoritarismo en la historia reciente del Paraguay. Asunción: Comisión de Verdad y Justicia, Paraguay, 2008. pp. 41-42
  3. a b c d e Rossi, M. Laura. El desarrollo de la enseñanza social de los obispos del Paraguay (1940 - 1993): un compromiso progresivo con la dignidad de la persona humana. Tesi Gregoriana, 1. Roma: Ed. Pontif. Univ. Gregoriana, 1998. p. 79
  4. a b c d Alexander, Robert Jackson, and Eldon M. Parker. A History of Organized Labor in Uruguay and Paraguay. Westport, Conn. [u.a.]: Praeger, 2005. pp. 121-122
  5. a b Mora, Frank O., and Jerry W. Cooney. Paraguay and the United States: Distant Allies. Athens [u.a.]: Universidad Georgia Press, 2007. pp. 148-149

Enlaces externos[editar]