Discusión:Humildad (cristianismo)

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La humildad, según el Larousse ilustrado que tengo en mi casa, es la ausencia completa del ORGULLO de la soberbia, es la sumisión voluntaria por conciencia de la propia insuficiencia.

Bueno nos podemos quedar con solo la definición, pero propongo ir nas profundo, que se les dispara a ustedes?.....

La humildad nos permite ser consientes de nuestros limites, asumir que no somos perfectos. Mas la humildad es conocer lo que somos, es decir la capacidad de aceptarnos. Tenemos que ser concientes que cualquier cosa que hagamos con excelencia y aunque creamos que somos los mejores, va a haber alguien que lo realice mejor, que nos supere, que necesitamos de los demás. La humildad no solo se opone al orgullo, al ego, sino que es la herramienta para no caer en su trampa, nos permite conocer a los demás, nos permite aceptarlos. No existe la aceptación sin humildad

El ser humilde, cuando ve algo malo en su vida puede corregirlo, aunque le duela. El orgulloso al estar ciego por su ego, al no aceptar, ese defecto no puede corregirlo y se queda con el. El orgulloso no conoce más que su orgullo

Donde hay un ser soberbio, todo acaba maltratado: tu familia, tus amigos, en tu lugar de trabajo. Exige un trato especial porque se cree distinto. Habrá que evitar con cuidado su susceptibilidad. Sus conversación rechazan categóricamente la duda o la criticas, sus intervenciones irónicas, no le importa dejar en mal lugar a los demás por quedar bien el, la tendencia a poner punto final en las conversaciones que nacen naturalmente, etc. son manifestaciones de algo mas profundo: un gran egoísmo que se apodera del ser cuando a puesto el horizonte de la vida en si mismo.

Que es lo que deseamos?

Una palabra de aliento cuando las cosas no han ido bien Comprensión de los demás cuando, a pesar de la buena voluntad, nos hemos vuelto a equivocar Que haya un tono de cordialidad en el lugar donde trabajamos o al llegan a casa Que se nos exija en nuestro trabajo, pero de buenas maneras Que se nos haga la corrección fraterna de las cosas que hacemos mal, en vez de comentarlas con otros

Estas son las cosas que, con humildad y espíritu de servicio, hemos de hacer por los demás

El egoísmo ciega y nos cierra el horizonte de los demás; la humildad abre constantemente camino a la caridad en detalles prácticos y concretos de servicio. Este espíritu alegre, de apertura a los demás, y de disponibilidad es capaz de transformar cualquier ambiente

Mas la humildad es requisito indispensable del ser comprometido con el aprendizaje, este declara su humildad cuando se declara en aprendizaje, cuando se es humilde se reconoce que con el modelo que venís no alcanza. El ser humilde es receptivo por naturaleza, y por lo mismo es el que esta mejor dispuesto a escuchar y a aprender. En el opuesto esta el soberbio que por saber mucho de algún tema se cree capaz de discernir asuntos sobre los cuales no conoce ni los principios más básicos, creyendo estar preparada para emitir juicios sobre cosas de las que no tiene ni la más remota idea.

El humilde considera siempre que las experiencias de la vida son posibilidades abiertas para aprender cada vez más. En su comprensión considera que el camino del aprendizaje es infinito, por lo cual no necesita de títulos, ni que lo llamen maestro, licenciado, doctor. La humildad hace más fácil la tarea de reconocer nuestros errores, fundamento de nuestro continuo aprendizaje.

Caminando hacia la humildad. (en mi humilde visión actual) 1- Verse 2- Aceptarse 3- Dejar el ego 4- Ser servicio

1-Verse. Poder ver cual es el modelo que traigo, ver cuales son mis límites, ver cuales son mis errores. Sin humildad no hay visión de si mismo y por lo tanto falta al aprendizaje Es difícil verse. El ego, que está presente dentro del ser, ensombrece el descubrirse, embellece los defectos propios, busca justificaciones a los fallos. No es infrecuente que, ante un hecho, claramente malo, el orgullo se niegue a aceptar que aquella acción haya sido real, y se llega a pensar: "no pude haberlo hecho", o bien "no es malo lo que hice", o incluso "la culpa es de los demás". Para ello: mirar ordenadamente los hechos vividos, los juicios que vivimos como afirmaciones y que se han enraizado más en la propia vida. Preguntarse para que, en ves de por que 2- Aceptarse. Una vez se ha conseguido una visión propia más o menos profundo viene el segundo paso de la humildad: aceptar la visión que tuvimos. Resulta difícil porque el ego se rebela cuando la visión es fea o defectuosa.

Aceptarse no es lo mismo que resignarse. Si se acepta con humildad un defecto, error, limitación, quiebre se sabe contra qué luchar y se hace posible la victoria. Ya no se camina a ciegas sino que se conoce al enemigo. Pero si no se acepta, ocurre como en el caso del enfermo que no quiere aceptar su enfermedad: no podrá curarse. Pero si se sabe que hay cura, se puede cooperar con los médicos para mejorar. Hay defectos que podemos superar y hay límites naturales que aceptamos. Para ello: comprometerse con el crecimiento, con el aprendizaje, con la transformación del ser 3- Dejar el Ego El orgullo y la soberbia llevan a que la visión y los juicios giren en torno al propio Ego. Muy pocos llegan a este nivel. La mayoría de la gente vive pensando en si mismo, "dándole vuelta" a sus juicios de si mismos a los quiebres que estos les generan. El pensar demasiado en uno mismo es compatible con verse poca cosa, ya que el quiebre consiste en que se encuentra un cierto gusto incluso en la lamentación de los propios juicios. Parece imposible pero se puede dar un goce en estar tristes, pero no es por la tristeza misma sino por pensar en sí mismo, en llamar la atención.

El dejar el ego no es lo mismo que indiferencia ante los juicios. Se trata más bien de superar el pensar demasiado en uno mismo. En la medida en que se consigue el dejar el ego, se consigue también la paz y alegría. Es lógico que sea así, pues la mayoría de los quiebres provienen de nuestro compromiso con el ego (ejemplo: compromiso con la imagen) conceder demasiada importancia a los juicios sobre si, tanto cuando hacen sentido como cuando no. El que consigue el dejar el ego está en el polo opuesto del egoísta, que continuamente esta pendiente de lo que le gusta o le disgusta. Puedo decir que ha conseguido un grado aceptable de humildad. El dejar el ego conduce a un sano abandono que consiste en una despreocupación responsable. Las cosas que ocurren (tristes o alegres) ya no preocupan, solo ocupan. 4-Ser Servicio. Este es el grado más alto de la humildad, porque más que superar cosas malas, quiebres se trata de vivir de dar a los demás, es decir, vivir de amor. Si se han ido transitando los pasos anteriores, ha mejorado la visión propia, la aceptación y la superación del ego como eje de los juicios. Si se mata el egoísmo se puede vivir el amor, porque o el amor mata al egoísmo o el egoísmo mata al amor.

En este nivel la humildad y el ser servicio llevan uno al otro. Una persona humilde al librarse de las alucinaciones del ego ya es capaz de querer a los demás por sí mismos, y no sólo por el provecho que pueda extraer del trato con ellos. Cuando la humildad llega al nivel de ser servicio se experimenta más alegría que cuando se busca el placer egoístamente. La persona generosa experimenta una felicidad interior desconocida para el egoísta y el orgulloso

saludos Facundo H. Suarez Cornejo rosario 28/10/2007 — El comentario anterior fue realizado desde la IP 190.30.166.245 (discusiónbloq) .

el poder creativo mas sublime es humilde ,pues nos permite deleitarnos de su creacion y darnos la libertad de sentir un boom de alegria se descubrimos algo, siendo este poder creativo asi , es decir se maravilla de que uno se maraville ,aunque para el sea una simpleza lo que hayamos hecho. ser humilde es ver al mas pequeno y reconocerle su valor y observar al mas grande y darle su merito (elbin mendoza) — El comentario anterior fue realizado desde la IP 200.88.22.224 (discusiónbloq) .

Me parece un artículo creado a partir de un punto de vista estrechamente cristiano, sugiero que se modifique expresando el significado del termino desde un punto de vista más amplio, ya que si leemos un libro en la actualidad, el término "Humildad" tiene un significado para el autor, y si leemos un libro del año 1860, el termino "Humildad" posee uno totalmente diferente. Hay que adaptarse y actualizarlo partiendo de una base histórica.