Discusión:Hipocampo (mitología)

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INTRODUCCIÓN.

¿CUANTO VIVEN?

CARACTERISTICAS.
UBICACIÓN.
REPRODUCCIÓN.

ALIMENTACIÓN. SUS MEDIDAS. CAMUFLAJE.

COMPORTAMIENTO.
CUÁNTAS ESPECIES EXISTEN?
¿COMO NADAN?

¿CUANTO SE DESPLAZAN? ¿A QUE HORA DEL DIA SON MAS ACTIVOS? ESPECIE EN VÍA DE EXTINCIÓN.

JUEGO.
                     

El caballito de mar es un pequeño pez marino muy especializado y de la familia de los syngnátidos. Su nombre hace referencia al parecido de su rostro con el de los caballos terrestres, pero en nada más se puede comparar con ellos. Constituye el grupo de peces marinos desprovistos de aleta caudal, que se ha visto modificada en forma de una cola prensil que les permite fijarse sobre algas y plantas. Suman en total unas 100 especies distribuidas por todo el mundo, pero no más de 3 son europeas. Son muy comunes en el Mediterráneo, representados en dicho mar por dos especies próximamente emparentadas: Hippocampus hippocampus e Hippocampus guttulatus, esta última de mayor tamaño que la primera. En el Atlántico, el caballito de mar más común es el Hippocampus hudsonius.


Su longevidad es muy variada, podemos deciros que la especie  Hippocampus  zosterae vive aproximadamente un año, mientras  que las especies Indopacíficas de caballitos de tamaño medio más  estudiadas viven sobre los cuatro años.

Se le llama así porque su cabeza recuerda sorprendentemente a la de un caballo.
Su cuerpo está totalmente embutido en una armadura de placas o anillos óseos.
Cada ojo se mueve con independencia del otro.
Alcanza como máximo unos 30 cm, aunque un tamaño tan grande es poco común.
Sus colas son prensiles, con ellas nadan y se sujetan a las algas entre las que viven. 
Los caballitos presentan la característica única entre los peces de tener la cabeza en ángulo recto con el cuerpo.
No es raro que se reunan varios adultos y entretejan sus colas en una danza encantadora.
Es capaz de ostentar notables cambios de color para acomodarlo al del medio que le rodea.
Es el macho el que posee una bolsa en el vientre donde incubará los huevos de la hembra.
Un macho grande puede parir hasta 400 jóvenes, cada uno de los cuales es una diminuta réplica del adulto.



El género Hippocampus se encuentra distribuido globalmente en ambos trópicos y en las aguas marinas templadas, comprendidas entre los paralelos 45º N. y 45º S., siendo en las zonas Indopacífica y Atlántica-oeste donde residen la mayoría de las especies. Viven entre las algas, manglares, corales y en los estuarios, hábitats marinos que se encuentran entre los más amenazados. De hecho la degradación y destrucción de sus hábitats está aumentando la presión sobre las poblaciones de caballitos de mar. La vegetación marina es dragada o tapada al realizar rellenos en el mar; los manglares están siendo cortados e inundados con agua dulce; los corales son dinamitados o destruidos, e incluso corren un gran riesgo de desaparición por el efecto invernadero; y los estuarios están entre las zonas más contaminadas, además de estar siendo canalizados.



 Que se queda "embarazado" es el macho. La hembra usa su ovopositor para insertar los huevos maduros dentro de la bolsa incubadora del macho, dentro de la cual son fertilizados. Sabemos que los animales embarazados son machos porque producen esperma, mientras que las hembras producen óvulos, cumpliendo así la definición básica biológica de ambos sexos.

Una vez fertilizados, los óvulos se empotran en la pared de la bolsa siendo envueltos por los tejidos que revisten el interior de ésta. La bolsa se sella cerrándose y el macho desarrolla entonces los embriones. El oxígeno se difunde a través de los capilares del tejido que reviste los óvulos. Las hormonas ayudan a crear un fluido placenta que baña una pequeña parte del huevo que sobresale de los tejidos de la bolsa. El medio creado por el fluido en la bolsa se altera durante el embarazo, pasando de ser parecido a los fluidos corporales a parecerse al agua del mar circundante, presumiblemente para reducir el estres de las crías en el momento del parto.

El embarazo dura entre 10 días y 6 semanas, dependiendo de las especies y de la temperatura del agua del mar. Pasado este plazo el macho entra en labor, y por medio de contracciones y bombeando del interior de su bolsa hacia el exterior, durante varias horas, expele a las crías. Éstas son réplicas en miniatura de sus padres, de unos 7-11 mm. De largo, y que son capaces de arreglárselas por simismos inmediatamente después del nacimiento. Son totalmente independientes y no vuelven a la bolsa después del nacimiento.

Los caballitos de mar juveniles son muy vulnerables a los depredadores, la mayoría de los peces piscívoros (comedores de peces); por el contrario los adultos no tienen muchos depredadores naturales, probablemente por ser difíciles de encontrar (usan muy bien el camuflaje), y además no deben ser muy "sabrosos" a causa de sus placas óseas. Los caballitos de mar se han encontrado en estómagos de grandes peces pelágicos tales como el atún, la castañeta roja, el pez dorado, etc. Los cangrejos y aves de mar (incluso los pingüinos) también se meriendan alguno de vez en cuando. Otro factor natural a tener en cuenta son las tempestades, las cuales pueden trastornar seriamente sus poblaciones, arrojando a algunos a tierra y a otros a la deriva, dando lugar, de éste modo, a la muerte de muchos adultos y jóvenes y que otros sean dispersados. Pero es el ser humano con su falsas creencias y su afán de posesión, como en tantos otros casos, el que los lleva casi a su extinción: en China y regiones limítrofes le otorgan poder afrodisíaco y creen que cura enfermedades como la impotencia, y nosotros los compramos para tenerlos confinados en peceras. Tal es así, que en la última conferencia mundial de la biodiversidad celebrada en Chile se declararon a los caballitos de mar como especie a proteger. En el caso de nuestro caballito de mar desconocemos totalmente que es lo que causa la recesión de sus poblaciones, dado que, por comentarios de los viejos pescadores, antaño era una especie muy extendida y que se encontraba en cualquier lugar de la ría de Arosa. Lo que si he visto son multitud de estos animales disecados y convertidos en objetos ornamentales.


El tamaño de los caballitos adultos varia enormemente, desde el pequeño Hippocampus minotaur, una especie descubierta en Australia que no sobrepasa los 18 mm. De longitud, al enorme Hippocampus ingens, especie del pacífico que sobrepasa los 30 cm., desde la punta de su cola a la parte superior de su cabeza. Su peso varía también dentro de una misma especie, las hembras cuando tienen los huevos maduros y los machos cuando están preñados. El Hippocampus guttulatus, nuestro querido caballito, mide unos 15 cm. de longitud.






El camuflaje puede alcanzar un extraño grado de perfección en algunos miembros, como el Phyllopteryx foliatus australiano, que está dotado de apéndices carnosos en forma de hoja que

Decoran el cuerpo simulando algas. Llega a medir hasta 30 cm., tamaño verdaderamente grande para un pez de este grupo.








La conducta de los caballitos de mar vivientes es tan interesante como las antiguas leyendas sobre estos animales. Es capaz de ostentar notables cambios de color para acomodarlo al del medio que le rodea.

Puede utilizar la cabeza para trepar por entre las algas en las que vive descolgándose de unas a otras.

Con frecuencia varios adultos van juntos, trenzando sus colas prensiles con apariencia de que ejecutan una danza, la cual puede ser fatal cuando la ejecutan ejemplares jóvenes, que a veces no saben. Desprenderse y acaban muriendo de inanición.




En los últimos dos siglos se propusieron para su clasificación más de 120 especies de este curioso pez, pero dado que muchas de ellas eran en realidad la misma especie se han sacado como tales, estableciéndose en la actualidad 32 especies en todo el planeta; aunque todavía se esperan algunos cambios cuando ciertas especies complejas sean más cuidadosamente revisadas. Parte de esta dificultad, para llevar a cabo su clasificación, radica en el hecho de que puedan cambiar de color o incluso desarrollar filamentos en su piel para mimetizarse mejor en su entorno. Tampoco se comprende muy bien como estos animales pueden variar en su desarrollo, tamaño y forma o como esto está determinado por el hábitat, localización geográfica, temperatura del medio y/o edad. La confusión es tal que conduce a muchos científicos a asumir que han encontrado una nueva especie, cuando realmente lo que están haciendo es renombrar una ya previamente descripta.


Los encontrados en la ría de Arosa, en especial la colonia de caballitos residente en el náutico de Ribeira, corresponden a la especie Hippocampus guttulatus, también llamada Hippocampus ramulosus por los apéndices que sobresalen a lo largo de su cuerpo.



Los caballitos de mar viven en hábitats muy complejos, lo que favorece la maniobrabilidad sobre la velocidad. De hecho tienden a vagar lentamente sobre el fondo marino usando sus aletas dorsales para la propulsión y sus aletas pectorales, parecidas a orejas, para la estabilidad y dirección. No tienen aletas pélvicas ni caudal, y tienen una pequeñísima aleta anal. Sus lentos movimientos nos dan una idea de la importancia del camuflaje para evitar a sus depredadores, y de lo frágiles que pueden llegar ser en un ambiente tan hostil.



La mayoría de las especies de caballitos de mar realizan muy pocos y pequeños cambios de casa, la cual no parecen defender y que consiste en un soporte central (alga, cabo, etc.) alrededor del cual enrollan su cola. Parecen fieles a su soporte, pues pueden ser encontrados repetidamente en el mismo. Estos peces se encuentran en densidades bajas, con unas interacciones altamente estructuradas tanto social como espacial. Sus habilidades de dispersión nos son desconocidas, así como la función de las corrientes locales para facilitar sus movimientos.







La mayoría de estos peces son diurnos, lo que significa que su mayor actividad se desarrolla durante el día, estando particularmente animados al amanecer, cuando las parejas se unen en una espectacular "danza del vientre". Existe una especie, Hippocampus comes, en Filipinas que ahora son nocturnos, lo que significa que son más activos de noche; los pescadores especulan que esto es una respuesta a la dura presión de la pesca ejercida sobre ellos.




El caballito de mar, el llamativo pez óseo que muestra una reproducción tan peculiar, se encuentra en serio retroceso en todo el planeta. En algunas zonas de España, como el Mar Menor, especies como el Hippocampus guttulatus, podrían extinguirse si no se toman medidas urgentes. Su alto valor decorativo, entre otras amenazas, está acabando con este pequeño animal. Y es que la atracción y la simpatía que levanta se ha vuelto contra él: su interés como 'souvenir' está diezmando de forma rápida sus poblaciones. El caballito de mar es un pez que vive en las praderas de algas y fanerógamas marinas y que se alimenta de pequeños invertebrados que succiona con su característico hocico. Su modo de reproducción resulta muy peculiar, ya que se trata del único género de animales donde el que se queda 'embarazado' es el macho. La hembra usa su 'ovopositor' para insertar los huevos maduros dentro de la bolsa incubadora del macho, donde son fertilizados y cuidados hasta el nacimiento de los alevines, que pueden ser hasta 400 ejemplares y que se independizan inmediatamente tras el 'parto'. Para frenar el retroceso de sus poblaciones, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) puso en marcha en 2005 una línea de investigación sobre las poblaciones de caballito de mar en el litoral Iberoatlántico. El proyecto Hippocampus, desarrollado por tres centros públicos de investigación y cuatro grandes acuarios nacionales, obtuvo resultados esperanzadores: existen recursos genéticos para su conservación y gestión, y la cría en cautividad es viable. Fueron en estas investigaciones cuando se descubrió que, al menos en cautividad, los caballitos de mar caracterizados por formar parejas monógamas y duraderas, no son tan fieles como se creía. Los caballitos de mar son capturados con diversos fines: para comerciar con ejemplares vivos para acuariofilia, para usarlos como 'souvenir', o incluso en pseudomedicina, por la falsa creencia de poseer propiedades curativas. Aunque los principales exportadores son países asiáticos, se ha comprobado que algunos países europeos están jugando también un importante papel como intermediarios en este comercio. Se calcula que en todo el planeta, pueden ser más de 20 millones, el número de caballitos de mar que cada año son sacrificados y secados al sol, con el fin de ser posteriormente utilizados en la medicina china como remedio de distintas y diversas enfermedades. En el Mar Menor se recomienda a los bañistas no recoger ningún caballito de mar vivo y devolver los ejemplares capturados en las artes de pesca.