Discusión:Francisco de Goya/Archivo 1

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El artículo, tal como hoy está dice lo justo y preciso respecto a este genio, aunque bien pudiera ampliarse señalando mejor las etapas, sus técnicas y -sobre todo- el contexto epocal que tanto ha influido en la obra de Goya, por mi parte aclaro que en Goya se sintetizan diversos estilos, existe un Goya áulico inicial que mantiene resabios de un cierto rococó (seguramente alguno insultará a mis familiares por tal opinión), sí...existe en el "Primer Goya" un cierto conjunto de obras que recuerdan a la decoración de porcelanas del Buen Retiro, y...sin embargo, el genio ya entonces se transluce...y brilla, luego el gran Goya se encuadra en el clasicismo...pero no puede con su genio, genio que es catalizado por la invasión francesa, como una (buena y trágica) reacción a tal invasión, entonces es que Goya nos lega obras que reunen avant la lettre elementos que hoy llamamos impresionistas, surrealistas (Los sueños de la razón engendran monstruos) y -sobre todo- de un descarnado expresionismo, he visto obras realizadas por Goya que bien podrían haber sido firmadas ( un siglo después) por Munch.
Por lo demás, me parece indispensable añadir a este artículo ese delicadísimo retrato de la bella condesa de Chinchón.
Os saluda el argento--.José 07:55 31 dic 2005 (CET).
Addenda: Feliz Año Nuevo che.

Goya Sufrió Trastorno Bipolar[editar]

He estudiado la biografía de Francisco de Goya y me parece haber leido de su extraña enfermedad de tipo mental conocido hoy día como trastorno bipolar, goya no solo sufrió enfermedades de tipo viral o en sus órganos vitales, tambien padeció de demencia, por lo que goya fue un enfermo en toda su vida, incluso goya murió producto de una de sus enfermedades (bipolar), aunque tuvo sus momentos de lucides cuando pintaba sus cuadros.

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Que Goya sufriera esa enfermedad es una hipótesis no respaldada por sus biógrafos serios (Glendinning, Valeriano Bozal...) Lo único que sí podemos saber a ciencia cierta es que padeció una grave enfermedad en 1793 , de la que no se conocen sus detalles, pero le causó su sordera y otra que también a punto estuvo de acabar con su vida en 1819. En cuanto a la posible relación entre su pintura y una enfermedad metal, Glendinning ha mostrado que la estética de lo Sublime Terrible, la composición orgánica y no mecánica, el interés por la brujería, el carnaval y otros temas románticos y la consciente organización de sus pinturas negras en base a temas y contrastes, son suficientes para rechazar cualquier causa endógena y patógena para su pintura. Mitos de este tipo, como el presunto astigmatismo del Greco, más bien son leyendas imposibles de demostrar. Escarlati - escríbeme 21:12 10 jun 2007 (CEST)

Aunque Goya hubiese padecido algún tipo de trastorno mental, el hecho de quedarse sordo por enfermedad, demuestra que tuvo una enfermedad fisica. Las infecciones de muelas graves, suelen dejar sordo y más en una epoca que no existian antibioticos. Una enfermedad mental, no está causada por microbios patigenos. Se que lo siguiente no es enciclopedico ni quizá demostrable, solo quizá, especulativo pero, el caracter de Goya es todavia común hoy en día, entre el paisanaje del cual procedía Goya, que tiende a ser orgulloso, desconfiado y malpensado, y un sordo viejo y achacoso tiene tendencia a estar malhumorado por los dolores fisicos y receloso porque no se entera de lo que dicen de el. Otro ejemplo sería Bethoven. PapaNicolau 23:02 9 ago 2007 (CEST)

Goya en el Diccionario de Ceán Bermúdez[editar]

Presento a la consideración general dos citas del Diccionario de Ceán Bermúdez [1] sobre Francisco Goya que me parece que están poco difundidas, con la finalidad de que algún estudioso pudiera aportar màs detalles.

Calderón de la Barca (don Vicente) pintor y natural de Guadalajara. Fue discípulo de don Francisco Goya a quien procuró imitar, pero su temprana muerte acaecida en Madrid el año 1794 a los treinta y dos años de edad, cortó las esperanzas que le prometían sus buenas disposiciones y la franqueza de su pincel. Pintó varios retratos para particulares con bastante semejanza y asuntos campestres con buena gracia; y es de su mano el cuadro del nacimiento de san Norberto que está en el colegio de los premostratenses de Ávila. Noticias de Madrid. (Ceán Bermúdez, Diccionario, Tomo VI, pp.63-64)

Torrigiano (Pedro) escultor. [...] Por último la riqueza y el comercio de Sevilla le arrastraron a esta ciudad, destinada para su sepultura. Aquí, conforme a la exposición de Vasari, ejecutó un crucifijo [Cristo crucificado] de barro, la obra más admirable, dice, que había en toda España: otro crucifijo [Cristo Crucificado]: un san Jerónimo penitente con el león, copiando la cabeza del santo de un despensero viejo florentino, que había sido mercader; [...]

No se halla en Sevilla el gran crucifijo que refiere, ni en el monasterio de Buenavista el otro que dice que también ejecutó, ni la estatua primera de la Virgen, ni aun tradición de haberlas habido jamás: solamente se conserva la de san Jerónimo. [...]

Pero examinemos la estatua del san Jerónimo, que es de barro cocido y mayor que el natural, pues es lo que más nos interesa. Está desnuda, a reserva del pubis y de la parte superior de los muslos que están cubiertos con un paño excelente, y en una actitud sencilla, descansando sobre la rodilla izquierda, puesta en el suelo y sobre el pie derecho: tiene en la mano izquierda una cruz, que antes fue tosca, y después han pulido, añadiéndole un crucifijo de poco mérito, y en la derecha un canto con que se hiere el pecho. Como está aislada en una gruta ancha y abierta por detrás, se goza por todas partes con sumo placer. Es muy difícil explicar el gracioso y respetable aire de la cabeza, que si fue retrato del despensero, a fe que habría sido muy galán cuando mozo, el grandioso carácter y belleza de las formas, la gallarda simetría, la devota y tranquila expresión, sin que la violente la fuerza del golpe en el pecho y la prudencia con que el artista manifestó la anatomía del cuerpo, huyendo de la afectación de Buonarroti [Miguel Ángel] en esta parte. Todo cuanto se ve en esta estatua es grande y admirable: todo está ejecutado con acierto después de una profunda meditación: todo significa mucho, y nada hay en ella que no corresponda al todo. Por tanto, no solamente es la mejor pieza de escultura moderna que hay en España, sino que se duda la haya mejor que ella en Italia y en Francia después de sus conquistas. No nos atreveríamos a proferir esta proposición si no la hubiésemos oído a don Francisco Goya, primer pintor de S. M., quien a nuestra presencia la examinó, subiendo a la gruta en que está colocada, en dos distintas ocasiones, deteniéndose en cada una más de cinco cuartos de hora. La gruta y el león no son de mano de Torrigiano. Se debe esperar que la comunidad de aquel monasterio, que tiene la gloria de poseer tan excelente estatua de su santo fundador, aproveche la habilidad del mejor grabador que haya en el reino con una lámina digna de tal obra, para que sus estampas hagan ver a los españoles y extranjeros el mérito de Torrigiano y el aprecio que hace de él la religión de san Jerónimo, depositaria de las más preciosas producciones de las bellas artes en el reino. (Ceán Bermúdez, Diccionario, Tomo V, pp. 63-69)