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Batalla de Calinico

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Batalla de Callinicum
Guerra de Iberia
Parte de guerra ibérica

Mapa de la batalla de Calinico
Fecha 531
Lugar Ar-Raqqah, Siria
Coordenadas 35°57′00″N 39°01′00″E / 35.95, 39.016666666667
Resultado Decisiva pero pírrica victoria sasánida
Beligerantes
Imperio Bizantino
Gasánidas
Imperio Sasánida
Lájmidas
Comandantes
Belisario
Hermógenes
Al-Harith ibn Jabalah
Azaretes
Al-Mundhir III ibn al-Nu'man
Fuerzas en combate
Total:16.000-20.000[1]
· 5.000 gásanidas[2][3]
· 2.000 isaurios[4][5]
Total: 20.000
· 15.000 sasánidas[6]
· 5.000 lájmidas[6]
Bajas
Altas Altas

La Batalla de Callinicum o de Calinico fue un histórico enfrentamiento entre los ejércitos imperiales de los bizantinos y los sasánidas, que tuvo lugar a orillas del Éufrates, cerca de Ar-Raqqah, en el norte de Siria el 19 de abril del año 531. La batalla terminó con una decisiva victoria de los persas.

Antecedentes

Después del encuentro en Daras ambos ejércitos se dieron una tregua con motivo del invierno, mientras las negociaciones de paz fracasaron. En la primavera del 531, los persas, notando que los bizantinos no se retirarían de Mesopotamia, mientras que ellos mismos tenían cada vez más dificultades para mantener su ejército en esa región, se decidieron a dar un golpe definitivo.

El grueso del ejército persa al mando de Cabades se atrincheró en Nisibis, cerca de Daras, para inmovilizar a las fuerzas romanas en esa fortaleza, mientras una fuerza de caballería al mando de Azaretes y el árabe Alamundaro, subiría secretamente por el Éufrates y atacaría Siria, arrasando todo a su paso hasta tomar Antioquía. Sin embargo los bizantinos se enteraron, y su comandante Belisario decidió marchar con el grueso de sus hombres para detener a Azaretes, mientras dejaba tropas para proteger la región.

Belisario, gracias a las marchas forzadas a que sujetó a su ejército, logró adelantar a Azaretes y les cortó el paso en la ciudad siria de Calcis, donde llegaron los refuerzos árabes del rey Aretas, monarca de Palmira. Ante esto los persas acamparon en Gabulón y optaron por retirarse a Asiria. Belisario empezó a seguirlos a una distancia de un día para impedir un encuentro, ya que sabia que si atacaba a los persas éstos le harían frente con su poderoso ejército. Sin embargo, varios de sus oficiales no obedecieron la orden y precipitaron la lucha.

Tras la marcha forzada los persas descansaron en Calinico, mientras sus adversarios en Sura, al otro lado del Éufrates. Al día siguiente los bizantinos continuaron la marcha y encontraron a los persas aún en su campamento. Muchos soldados entonces exaltados obligaron a sus comandantes a atacar.

La batalla

Los bizantinos poseían una fuerza de 20.000 hombres (incluyendo 2.000 isaurios, principales adherentes a la batalla) y 5.000 aliados árabes gasánidas. Se formaron en el flanco izquierdo apoyándose en el río las unidades de infanteria, en el centro la caballeria bizantina y la guardia personal de Belisario, a la derecha estaban los auxiliares árabes.

Los persas en tanto se dividieron en dos grupos a la derecha 10.000 a 15.000 sasánidas de Azaretes y a la izquierda 5.000 a 10.000 árabes lájmidas de Alamundaro.

Al principio ambas fuerzas se atacaron usando proyectiles afectando a los persas que poseían poca protección. Tras esto Alamundaro atacó a los gasánidas mientras Azaretes hacía lo propío con los bizantinos; los gasánidas entraron de inmediato en fuga, permitiendo a los lájmidas flanquear a los bizantinos. Ante esto, Belisario mandó a su lugarteniente Ascan con 800 jinetes y los isaurios a rechazar a Alamundaro, pero fueron masacrados.

En la desesperación, Belisario ordenó desmontar a los jinetes y pelear de pie. Puso también a sus hombres de espalda contra el río para no ser rodeados. Estableció una linea de infantes amontonados que logró rechazar las ofensivas persas mientras los arqueros contratacaban. De ese modo llegó la noche y se hizo una pausa. Aprovechando la noche, Belisario ordenó a los sobrevivientes a nadar por el río hasta llegar a un islote cercano donde barcos traídos desde Calico los transportaron a la ciudad.

Consecuencias

A pesar de la victoria, los persas no lograron tomar ni una sola ciudad de la región y solo pudieron hablar a su rey la victoria contra Belisario; sin embargo, las bajas fueron tan altas que Azaretes perdió el favor real.

Belisario no podía quedar perjudicado por la derrota, por cuanto había combatido en contra de su voluntad. Por ello la derrota no fue considerada deshonrosa. Fue llamado a Constantinopla nuevamente donde fue enviado a luchar contra los vándalos.

Referencias

  1. Shahîd, 1995: 48-49; Teall, 1965: 300
  2. Shahîd, 1995: 48-49
  3. Greatrex, 2005: 92. Antes de llegar los refuerzos de Hermógenes Belisario disponía de solo 3.000 bizantinos y 5.000 aliados árabes.
  4. Jones, Arnold Hugh Martin; John Robert Martindale & J. Morris (1971). The prosopography of the later Roman Empire: AD 527–641. Tomo III. Parte 2. Cambridge: Cambridge University Press, pp. 795.
  5. Procopio de Cesarea (1914). History of the Wars. Libros I y II. Londres: Harvard University Press. Traducción al inglés y edición de H.B. Dewing.
  6. a b Greatrex, 2005: 92

Bibliografía

Clásicas

  • Zacarías de Mileto (465-536). Historia. Libro IX. Cap. 4, párrafo 95.4-26.

Modernas

Véase también

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