Diferencia entre revisiones de «Heurística del juicio»

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Cuando las personas confían en la representatividad, pueden caer en un error que rompe una ley fundamental de probabilidad.<ref>{{Cita libro|apellidos=|nombre=|enlaceautor=|título=Plous 1993, pp. 109–120|url=|fechaacceso=|año=|editorial=|isbn=|editor=|ubicación=|página=|idioma=|capítulo=}}</ref> Tversky y Kahneman dieron a los sujetos un breve bosquejo del personaje de una mujer llamada Linda, describiéndola como "31 años de edad, soltera, abierta y muy brillante. Se especializó en filosofía. Como estudiante, estaba profundamente preocupada con los problemas de discriminación y justicia social, y también participó en manifestaciones antinucleares". Las personas que leen esta descripción clasificaron la probabilidad de diferentes declaraciones sobre Linda. Entre otras, incluyeron "Linda es una cajera de banco", y "Linda es cajera de banco y está activa en el movimiento feminista". Las personas mostraron una fuerte tendencia a calificar una declaración más específica como más probable, aunque una conjunción de la forma "Linda es tanto X como Y" nunca puede ser más probable que la afirmación más general "Linda es X". La explicación en términos de heurística es que el juicio fue distorsionado porque, para los lectores, el bosquejo del personaje era representativo del tipo de persona que podría ser una feminista activa pero no de alguien que trabaja en un banco. Un ejercicio similar se refería a Bill, descrito como "inteligente pero carente de imaginación". Una gran mayoría de las personas que leen este boceto de personaje calificaron "Bill es un contable que toca jazz por afición", como más probable que "Bill toca jazz por afición".<ref>{{Cita libro|apellidos=|nombre=|enlaceautor=|título=Tversky, Amos; Kahneman, Daniel (1983). "Extensional versus intuitive reasoning: The conjunction fallacy in probability judgment". Psychological Review. 90 (4): 293–315. doi:10.1037/0033-295X.90.4.293. reprinted in Gilovich, Thomas; Griffin, Dale; Kahneman, Daniel, eds. (2002), Heuristics and Biases: The Psychology of Intuitive Judgment, Cambridge: Cambridge University Press, pp. 19–48, ISBN 9780521796798|url=|fechaacceso=|año=|editorial=|isbn=|editor=|ubicación=|página=|idioma=|capítulo=}}</ref>
Cuando las personas confían en la representatividad, pueden caer en un error que rompe una ley fundamental de probabilidad.<ref>{{Cita libro|apellidos=|nombre=|enlaceautor=|título=Plous 1993, pp. 109–120|url=|fechaacceso=|año=|editorial=|isbn=|editor=|ubicación=|página=|idioma=|capítulo=}}</ref> Tversky y Kahneman dieron a los sujetos un breve bosquejo del personaje de una mujer llamada Linda, describiéndola como "31 años de edad, soltera, abierta y muy brillante. Se especializó en filosofía. Como estudiante, estaba profundamente preocupada con los problemas de discriminación y justicia social, y también participó en manifestaciones antinucleares". Las personas que leen esta descripción clasificaron la probabilidad de diferentes declaraciones sobre Linda. Entre otras, incluyeron "Linda es una cajera de banco", y "Linda es cajera de banco y está activa en el movimiento feminista". Las personas mostraron una fuerte tendencia a calificar una declaración más específica como más probable, aunque una conjunción de la forma "Linda es tanto X como Y" nunca puede ser más probable que la afirmación más general "Linda es X". La explicación en términos de heurística es que el juicio fue distorsionado porque, para los lectores, el bosquejo del personaje era representativo del tipo de persona que podría ser una feminista activa pero no de alguien que trabaja en un banco. Un ejercicio similar se refería a Bill, descrito como "inteligente pero carente de imaginación". Una gran mayoría de las personas que leen este boceto de personaje calificaron "Bill es un contable que toca jazz por afición", como más probable que "Bill toca jazz por afición".<ref>{{Cita libro|apellidos=|nombre=|enlaceautor=|título=Tversky, Amos; Kahneman, Daniel (1983). "Extensional versus intuitive reasoning: The conjunction fallacy in probability judgment". Psychological Review. 90 (4): 293–315. doi:10.1037/0033-295X.90.4.293. reprinted in Gilovich, Thomas; Griffin, Dale; Kahneman, Daniel, eds. (2002), Heuristics and Biases: The Psychology of Intuitive Judgment, Cambridge: Cambridge University Press, pp. 19–48, ISBN 9780521796798|url=|fechaacceso=|año=|editorial=|isbn=|editor=|ubicación=|página=|idioma=|capítulo=}}</ref>


Sin éxito, Tversky y Kahneman usaron lo que describieron como "una serie de manipulaciones cada vez más desesperadas" para lograr que sus sujetos reconocieran el error lógico. En una variación, los sujetos tuvieron que elegir entre una explicación lógica de por qué "Linda es cajera de banco" es más probable, y un argumento deliberadamente ilógico que dice que "Linda es una cajera de un banco feminista" es más probable "porque se parece a una activa feminista más de lo que se parece a una cajero de banco". El sesenta y cinco por ciento de los sujetos encontraron el argumento ilógico más convincente.<ref>{{Cita libro|apellidos=|nombre=|enlaceautor=|título=Tversky, Amos; Kahneman, Daniel (1983). "Extensional versus intuitive reasoning: The conjunction fallacy in probability judgment". Psychological Review. 90 (4): 293–315. doi:10.1037/0033-295X.90.4.293. reprinted in Gilovich, Thomas; Griffin, Dale; Kahneman, Daniel, eds. (2002), Heuristics and Biases: The Psychology of Intuitive Judgment, Cambridge: Cambridge University Press, pp. 19–48, ISBN 9780521796798|url=|fechaacceso=|año=|editorial=|isbn=|editor=|ubicación=|página=|idioma=|capítulo=}}</ref> <ref>{{Cita libro|apellidos=William.|nombre=Poundstone,|título=Priceless : the myth of fair value (and how to take advantage of it)|url=https://www.worldcat.org/oclc/319248362|isbn=9780809094691|edición=First edition|oclc=319248362}}</ref> Otros investigadores también llevaron a cabo variaciones de este estudio, explorando la posibilidad de
Sin éxito, Tversky y Kahneman usaron lo que describieron como "una serie de manipulaciones cada vez más desesperadas" para lograr que sus sujetos reconocieran el error lógico. En una variación, los sujetos tuvieron que elegir entre una explicación lógica de por qué "Linda es cajera de banco" es más probable, y un argumento deliberadamente ilógico que dice que "Linda es una cajera de un banco feminista" es más probable "porque se parece a una activa feminista más de lo que se parece a una cajero de banco". El sesenta y cinco por ciento de los sujetos encontraron el argumento ilógico más convincente.<ref>{{Cita libro|apellidos=|nombre=|enlaceautor=|título=Tversky, Amos; Kahneman, Daniel (1983). "Extensional versus intuitive reasoning: The conjunction fallacy in probability judgment". Psychological Review. 90 (4): 293–315. doi:10.1037/0033-295X.90.4.293. reprinted in Gilovich, Thomas; Griffin, Dale; Kahneman, Daniel, eds. (2002), Heuristics and Biases: The Psychology of Intuitive Judgment, Cambridge: Cambridge University Press, pp. 19–48, ISBN 9780521796798|url=|fechaacceso=|año=|editorial=|isbn=|editor=|ubicación=|página=|idioma=|capítulo=}}</ref> <ref>{{Cita libro|apellidos=William.|nombre=Poundstone,|título=Priceless : the myth of fair value (and how to take advantage of it)|url=https://www.worldcat.org/oclc/319248362|isbn=9780809094691|edición=First edition|oclc=319248362}}</ref> Otros investigadores también llevaron a cabo variaciones de este estudio, explorando la posibilidad de que la gente hubiera malentendido la pregunta. No eliminaron el error. <ref>{{Cita publicación|url=https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1207/s15516709cog2803_8|título=The conjunction fallacy: a misunderstanding about conjunction?|apellidos=Tentori|nombre=Katya|apellidos2=Bonini|nombre2=Nicolao|fecha=2004-05|publicación=Cognitive Science|volumen=28|número=3|páginas=467–477|fechaacceso=2018-05-29|idioma=en|issn=0364-0213|doi=10.1207/s15516709cog2803_8|apellidos3=Osherson|nombre3=Daniel}}</ref> <ref>{{Cita publicación|url=https://link.springer.com/article/10.1007/s11229-008-9377-8|título=On the nature of the conjunction fallacy|apellidos=Moro|nombre=Rodrigo|fecha=2009-11-01|publicación=Synthese|volumen=171|número=1|páginas=1–24|fechaacceso=2018-05-29|idioma=en|issn=0039-7857|doi=10.1007/s11229-008-9377-8}}</ref> El error desaparece cuando la pregunta se plantea en términos de frecuencias. Todos en estas versiones del estudio reconocieron que de 100 personas que encajan en una descripción esquemática, la declaración de la conjunción ("Ella es X e Y") no puede aplicarse a más personas que la afirmación general ("Ella es X").<ref>{{Cita libro|apellidos=|nombre=|enlaceautor=|título=Gigerenzer, Gerd (1991). "How to make cognitive illusions disappear: Beyond "heuristics and biases". European Review of Social Psychology. 2: 83–115. doi:10.1080/14792779143000033|url=|fechaacceso=|año=|editorial=|isbn=|editor=|ubicación=|página=|idioma=|capítulo=}}</ref>


== Función y uso de la heurística en el juicio ==
== Función y uso de la heurística en el juicio ==

Revisión del 13:34 29 may 2018

En psicología, las heurísticas son reglas simples y eficientes que las personas a menudo usan para formar juicios y tomar decisiones. Son atajos mentales que generalmente implican enfocarse en un aspecto de un problema complejo e ignorar otros.[1][2][3]​ Estas reglas funcionan bien en la mayoría de las circunstancias, pero pueden conducir a desviaciones sistemáticas de la lógica, la probabilidad o la teoría de la elección racional. Los errores resultantes se llaman "sesgos cognitivos" y se han documentado muchos tipos diferentes. Se ha demostrado que afectan las elecciones de las personas en situaciones como valorar una casa, decidir el resultado de un caso legal o tomar una decisión de inversión. Las heurísticas generalmente rigen los juicios automáticos e intuitivos, pero también pueden usarse como estrategias mentales deliberadas cuando se trabaja con información limitada.

Planteamientos

El científico cognitivo Herbert A. Simon originalmente propuso que los juicios humanos están limitados por la información disponible, limitaciones de tiempo y limitaciones cognitivas, llamando a esta racionalidad limitada.[4]​ A principios de la década de 1970, los psicólogos Amos Tversky y Daniel Kahneman demostraron tres heurísticas que subyacen en una amplia gama de juicios intuitivos. Estos hallazgos pusieron en marcha el programa de investigación de heurística y sesgos,[5]​ que estudia cómo las personas hacen juicios del mundo real y las condiciones bajo las cuales esos juicios no son fiables. Esta investigación desafió la idea de que los seres humanos son actores racionales, pero proporcionó una teoría del procesamiento de la información para explicar cómo las personas hacen estimaciones o elecciones. Esta investigación, que primero ganó la atención mundial en 1974 con el documento científico "Juicio bajo incertidumbre: heurística y sesgos",[6]​ ha guiado casi todas las teorías actuales de toma de decisiones,[7]​ y aunque las heurísticas propuestas originalmente han sido cuestionadas en el debate posterior, este programa de investigación ha cambiado el campo, estableciendo permanentemente las preguntas de investigación.[8]

Esta tradición de heurística y sesgo ha sido criticada por Gerd Gigerenzer y otros por estar demasiado concentrada en cómo la heurística conduce a errores.[9]​ Los críticos argumentan que la heurística puede verse como racional en un sentido subyacente. De acuerdo con esta perspectiva, la heurística es lo suficientemente buena para la mayoría de los propósitos sin ser demasiado exigente con los recursos del cerebro. Otra perspectiva teórica considera que las heurísticas son completamente racionales, ya que son rápidas, pueden elaborarse sin información completa y pueden ser tan precisos como los procedimientos más complicados. Al comprender el papel de la heurística en la psicología humana, los mercadólogos y otros persuasores pueden influir en las decisiones, como los precios que las personas pagan por los bienes o la cantidad que compran.

Las heurísticas son aplicadas en muchas otras áreas, incluyendo la comercialización, la salud pública, la política y la justicia.

Historia

Texte alternatif
Daniel Kahneman, premio Nobel de economía en 2002.

En 1967, Harold Kelley extiende el trabajo de Herbert Simon en el desarrollo de la teoría de la covariación también llamada teoría de la atribución causal.

Tipos

En su investigación inicial, Tversky y Kahneman propusieron tres heurísticas: de disponibilidad, de representatividad y de anclaje y ajuste. El trabajo posterior ha identificado muchos más. La heurística que subyace al juicio se llama "heurística del juicio". Otro tipo, llamado "heurística de evaluación", se usa para juzgar la conveniencia de posibles elecciones.[10]

Disponibilidad

Artículo principal: Heurística de disponibilidad

En psicología, la disponibilidad es la facilidad con que una idea particular puede ser recordada. Cuando las personas estiman la probabilidad o frecuencia de un evento en función de su disponibilidad, están utilizando la heurística de disponibilidad.[11]​ Cuando un evento infrecuente puede recordarse fácil y vívidamente, las personas tienden a sobreestimar su probabilidad.[12]​ Por ejemplo, las personas sobreestiman su probabilidad de morir en un evento dramático como un tornado o por terrorismo. Las muertes dramáticas y violentas suelen ser más publicitadas y, por lo tanto, tienen una mayor disponibilidad.[13]​ Por otro lado, los eventos comunes pero mundanos son difíciles de recordar, por lo que sus probabilidades tienden a subestimarse. Estos incluyen las muertes por suicidios, derrames cerebrales y diabetes. Esta heurística es una de las razones por las cuales las personas se dejan influir más fácilmente por una sola historia vívida que por un gran cuerpo de evidencia estadística.[14]​ También puede desempeñar un papel en el atractivo de las loterías: para alguien que compra un boleto, los ganadores bien publicitados y jubilosos están más disponibles que los millones de personas que no han ganado nada.

Cuando las personas juzgan si más palabras comienzan con T o con K, la heurística de disponibilidad ofrece una forma rápida de responder la pregunta. Las palabras que comienzan con T vienen más fácilmente a la mente, por lo que los sujetos dan una respuesta correcta sin contar grandes cantidades de palabras. Sin embargo, esta heurística también puede producir errores. En otro experimento, los sujetos escucharon los nombres de muchas celebridades, aproximadamente el mismo número de los cuales eran hombres y mujeres. Luego se preguntó a los sujetos si la lista de nombres incluía más hombres o más mujeres. Cuando los hombres en la lista eran más famosos, la gran mayoría de los sujetos pensaba incorrectamente que había más de ellos, y viceversa para las mujeres. La interpretación de Tversky y Kahneman de estos resultados es que los juicios de proporción se basan en la disponibilidad, que es más alta para los nombres de personas más conocidas.[15]

En un experimento que ocurrió antes de las elecciones presidenciales de 1976 en Estados Unidos, se pidió a algunos participantes que imaginaran a Gerald Ford ganando, mientras que otros hicieron lo mismo con la victoria de Jimmy Carter. Posteriormente, cada grupo vio a su candidato asignado como significativamente más propenso a ganar. Los investigadores encontraron un efecto similar cuando los estudiantes imaginaron una temporada buena o mala para un equipo de fútbol americano universitario.[16]​ El efecto de la imaginación en la probabilidad subjetiva ha sido replicado por varios otros investigadores.

La disponibilidad de un concepto puede verse afectada por la forma reciente y la frecuencia con que se ha tenido en cuenta. En un estudio, los sujetos recibieron oraciones parciales para completar. Las palabras fueron seleccionadas para activar el concepto de hostilidad o bondad: un proceso conocido como cebado. Luego tuvieron que interpretar el comportamiento de un hombre descrito en una historia breve y ambigua. Su interpretación estaba sesgada hacia la emoción con la que se habían preparado: cuanto más cebado, mayor era el efecto. Un mayor intervalo entre la tarea inicial y el juicio disminuyó el efecto.[17]

Tversky y Kahneman ofrecieron la heurística de disponibilidad como explicación de las correlaciones ilusorias en las que las personas juzgan erróneamente dos eventos que se asocian entre sí. Explicaron que las personas juzgan la correlación sobre la base de la facilidad de imaginar o recordar los dos eventos juntos.[18]

Representatividad

La heurística de representatividad se ve cuando las personas usan categorías, por ejemplo, al decidir si una persona es o no un criminal. Un individuo tiene una alta representatividad para una categoría si es muy similar a un prototipo de esa categoría. Cuando las personas categorizan las cosas sobre la base de la representatividad, están utilizando la heurística de representatividad. "Representante" se entiende aquí en dos sentidos diferentes: el prototipo utilizado para la comparación es representativo de su categoría, y la representatividad es también una relación entre ese prototipo y la cosa que se categoriza.[19]​ Si bien es efectiva para algunos problemas, esta heurística implica prestar atención a las características particulares del individuo, ignorando qué tan comunes son esas categorías en la población (llamadas tasas base). Por lo tanto, las personas pueden sobreestimar la probabilidad de que algo tenga una propiedad muy rara, o subestimar la probabilidad de una propiedad muy común. Esto se llama falacia de la tasa base. La representatividad explica esto y varias otras formas en que los juicios humanos rompen las leyes de la probabilidad.[20]

La heurística de representatividad es también una explicación de cómo las personas juzgan causa y efecto: cuando hacen estos juicios sobre la base de la similitud, también se dice que usan la heurística de representatividad. Esto puede conducir a un sesgo, al encontrar incorrectamente relaciones causales entre cosas que se parecen entre sí y perderlas cuando la causa y el efecto son muy diferentes. Ejemplos de esto incluyen tanto la creencia de que "los eventos emocionalmente relevantes deben tener causas emocionalmente relevantes" como el pensamiento asociativo mágico.[21]

Ignorancia de la tasas base

Un experimento de 1973 utilizó un perfil psicológico de Tom W., un estudiante de posgrado ficticio. Un grupo de personas tuvo que calificar la similitud de Tom a un estudiante típico en cada una de las nueve áreas académicas (incluyendo Derecho, Ingeniería y Bibliotecología). Otro grupo tuvo que evaluar la probabilidad de que Tom se especializara en cada área. Si estas clasificaciones de probabilidad se rigen por la probabilidad, entonces deberían parecerse a las tasas base, es decir, la proporción de estudiantes en cada una de las nueve áreas (que habían sido estimadas por separado por un tercer grupo). Si las personas basaran sus juicios en la probabilidad, dirían que es más probable que Tom estudie Humanidades que Bibliotecología, porque hay muchos más estudiantes de Humanidades, y la información adicional en el perfil es vaga y poco confiable. En cambio, las calificaciones de probabilidad coincidían casi por completo con las calificaciones de similitud, tanto en este estudio como en uno similar, donde los sujetos juzgaban la probabilidad de que una mujer ficticia tomara diferentes carreras. Esto sugiere que, en lugar de estimar la probabilidad utilizando tasas base, los sujetos las habían sustituido por el atributo de similitud más accesible.[22]

Falacia de la conjunción

Cuando las personas confían en la representatividad, pueden caer en un error que rompe una ley fundamental de probabilidad.[23]​ Tversky y Kahneman dieron a los sujetos un breve bosquejo del personaje de una mujer llamada Linda, describiéndola como "31 años de edad, soltera, abierta y muy brillante. Se especializó en filosofía. Como estudiante, estaba profundamente preocupada con los problemas de discriminación y justicia social, y también participó en manifestaciones antinucleares". Las personas que leen esta descripción clasificaron la probabilidad de diferentes declaraciones sobre Linda. Entre otras, incluyeron "Linda es una cajera de banco", y "Linda es cajera de banco y está activa en el movimiento feminista". Las personas mostraron una fuerte tendencia a calificar una declaración más específica como más probable, aunque una conjunción de la forma "Linda es tanto X como Y" nunca puede ser más probable que la afirmación más general "Linda es X". La explicación en términos de heurística es que el juicio fue distorsionado porque, para los lectores, el bosquejo del personaje era representativo del tipo de persona que podría ser una feminista activa pero no de alguien que trabaja en un banco. Un ejercicio similar se refería a Bill, descrito como "inteligente pero carente de imaginación". Una gran mayoría de las personas que leen este boceto de personaje calificaron "Bill es un contable que toca jazz por afición", como más probable que "Bill toca jazz por afición".[24]

Sin éxito, Tversky y Kahneman usaron lo que describieron como "una serie de manipulaciones cada vez más desesperadas" para lograr que sus sujetos reconocieran el error lógico. En una variación, los sujetos tuvieron que elegir entre una explicación lógica de por qué "Linda es cajera de banco" es más probable, y un argumento deliberadamente ilógico que dice que "Linda es una cajera de un banco feminista" es más probable "porque se parece a una activa feminista más de lo que se parece a una cajero de banco". El sesenta y cinco por ciento de los sujetos encontraron el argumento ilógico más convincente.[25][26]​ Otros investigadores también llevaron a cabo variaciones de este estudio, explorando la posibilidad de que la gente hubiera malentendido la pregunta. No eliminaron el error. [27][28]​ El error desaparece cuando la pregunta se plantea en términos de frecuencias. Todos en estas versiones del estudio reconocieron que de 100 personas que encajan en una descripción esquemática, la declaración de la conjunción ("Ella es X e Y") no puede aplicarse a más personas que la afirmación general ("Ella es X").[29]

Función y uso de la heurística en el juicio

Elestado de ánimo juega un papel en el uso de la heurística. En efecto, la alegría más que la tristeza o la depresión promueve sus usos. La falta de importancia de una tarea y sus desafíos, una gran experiencia en un campo particular, como así también el desarrollo mental de los accesos directos en la influencia de la misma manera de su uso. Sin embargo, cuando los individuos tienen que justificar sus deducciones, han cometido errores, recientemente, o están cuestionando la idoneidad o la exactitud de sus cogniciones, hacen menos uso de heurísticas.

La correlación ilusoria

Texte alternatif
Las formas particulares de los ojos son asociadas con la desconfianza.

Heurística del afecto y sesgos asociados

Texte alternatif
Las emociones también son utilizadas en los juicios.

Críticas

Crítica del modelo de Tversky y Kahneman

Texte alternatif
Las heurísticas son procesos mentales y por lo tanto son parte de la cognición.

Aplicaciones

Texte alternatif
Uno de los ámbitos de aplicación de la heurística es el séptimo arte

Referencias

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Bibliografía

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